Gota
Los depósitos de cristales en las articulaciones se asocian a diversos trastornos agudos y crónicos. Los cristales endógenos que son patógenos incluyen urato monosodico (gota), pirofosfato calcio dihidratado y fosfato calcico básico (hidroxiapatita). Los cristales exógenos, como cristales de ester de corticoesteroides, talco, polietileno y metil metacrilato, también pueden producir una artropatía. En prótesis articulares se utilizan silicona, polietileno y metil metacrilato, y sus restos, que se acumulan por el desgaste y el uso prolongado, pueden producir artritis local y fallo de la prótesis. Los cristales endógenos y exógenos provocan una enfermedad al desencadenar la cascada que da lugar a una destrucción cartilaginosa …ver más…
La gran mayoría de casos de gota son primarios, en los que se desconoce el defecto metabólico que aumenta los niveles de ácido úrico.
Como se menciona anteriormente, la hiperuricemia no siempre acaba en artritis gotosa. Muchos factores intervienen en la conversión de una hiperuricemia sintomática en una gota primaria, tales como:
• Edad del individuo y duración de la hiperuricemia. La gota raramente aparece antes de 20-30 años de hiperuricemia.
• Predisposición genética. Además de las bien definidas anormalidades de la HGPRT ligados al cromosoma X, la gota primaria sigue una herencia multifactorial y se produce en familias.
• El consumo de alcohol predispone ataque de artritis gotosa.
• La obesidad aumenta el riesgo de gota asintomático
• Algunos fármacos (p. ej., tiazidas) predisponen al desarrollo de gota
• La toxicidad por plomo aumenta la tendencia de desarrollar gota por saturnismo.
En la patogénesis de la artritis es básica la precipitación de cristales de urato monosódica en las articulaciones. El Líquido sinovial es un disolvente del urato monosódico peor que el plasma, y en la hiperuricemia los uratos articulares están sobresaturados, especialmente en las articulaciones periféricas (tobillo), que pueden tener temperaturas de sólo 20 ºC. En la hiperuricemia crónica se desarrollan cristales y microtofos de uratos en la sinovial y el cartílago articular. Un acontecimiento desconocido, posiblemente