Poder constituyente
Luis González

“Nadie puede ser llamado feliz sin participar en los asuntos públicos; nadie puede ser llamado libre sin experiencia de las libertades públicas, y nadie puede ser llamado libre o feliz sin participar en el poder público” (Hannah Arendt).

La única forma de saber cómo funciona la sociedad que nos rodea, es participando en su construcción. Esta simple afirmación esconde tras de sí una verdad compleja. Cuando hablamos de sociedad, estamos hablando de acuerdos, de negociación y participación para llegar a una construcción en la que todos se sienten parte de los aportes y responsabilidades asumidas en común acuerdo.

La descripción enunciada más arriba es para alguno un sueño, para otros un discurso …ver más…

Que han ido desde la mofa y felonía, hasta el descuartizamiento e exposición publica de los restos mortuorios de quienes pensaron diferente (intereses de la mayoría). Pareciera ser que tales afirmaciones son desmedidas y pretenden crear un cuadro oscuro mal intencionado de la historia cívica republicana, pero la verdad es que no lo es, sino mas bien, se trata de hechos concretos y que fueron acallados por la historiografía tradicional, en donde la elite valiéndose del monopolio intelectual y económico a implantado un visón de la historia de Chile basada en héroes patrios y una fuerte dosis de nacionalismo, con un remante de personajes de la elite, como si los demás actores sociales no existieran o fueran simple decoración.

Quizás, esta sea una de las razones de porque en Chile no hay una memoria de la conformación y organización de asambleas constituyentes. Sólo la historia social ha venido a revelar en parte esta historia soterrada, subterránea y enterrada por quienes ven en ella un peligro latente. Digo peligro latente, porque su reconocimiento y posterior reorganización significa necesariamente la caída de todos aquellos que hoy día hacen carrera política (política profesional) y de la destrucción del estado actual de Chile.

El argumento que actualmente ocupan los políticos tradicionales para mantener tal estado de cosas, es que el ciudadano común y corriente no está preparado, ni cuenta con las