Étnicamente, la población española guarda una notable homogeneidad, más acusada que en otras naciones. Se trata de un pueblo fundamentalmente mediterráneo, con una pequeña aportación céltica y germánica. Al despuntar la historia, los pobladores de la península se distribuían, según la tradición, en "íberos y celtas". Los primeros, de lengua no indoeuropea, se extendían desde el Ródano hasta el sur de Portugal por la vertiente mediterránea; en el resto de la península las lenguas parecen ser indoeuropeas, excepto el vascuence, resultado, muy posiblemente, de la aculturación de una población anterior sometida por tribus celtas, las cuales conformarían las oligarquías, algo que acaso ocurriera también con los íberos. Se trataba de etnias muy …ver más…

Los apellidos terminados en -ez parecen tener, curiosamente, origen visigodo: la mayoría de esas terminaciones se añaden, en efecto, a nombres germánicos. Según otras teorías, el sufijo tendría origen prerromano.

| No se sabe a ciencia cierta en qué momento exacto de la historia surgió el vino, pero según pruebas documentales es posible hacer una semblanza, bastante aproximada, de los orígenes del mismo. Menos complejo resulta ubicar dónde nació tan preciado líquido, ya que los primeros testimonios relevantes en contrados se centran en el entorno mediterráneo.

Seguramente, como en tantos otros descubrimientos, fue el azar el responsable del primer vino que alguien se llevó a los labios, aunque nunca se tendrá la certeza de cuándo se produjo aquel primer contacto.

La existencia de la vid en la cuenca mediterránea se remonta al mesolítico, por lo que no es arbitrario deducir que ya entonces se consumiera la uva fresca.

A pesar de estas referencias, los primeros indicios plausibles son posteriores y se sitúan principalmente en el Egipto predinástico y en la antigua Mesopotamia. Se han encontrado elementos suficientes que confirman que la producción de vino con fines comerciales se produjo hace unos 6.000 años o más en los territorios del imperio