San Agustín de Hipona
CONFESIÓN: “Toma y lee”. Esta Confesión presentada con el nombre “Toma y lee” es un texto que pertenece al libro VIII. Su creación fue debido a la influencia de muchas personas en la conversión de San Agustín, en su biografía, se dice una especial mención a San Ambrosio, obispo de Milán, no tanto por su contacto personal, más bien por su predicación, que lo hizo descubrir lo diferente que era la fe cristiana. En efecto, San Ambrosio, con su predicas le enseñó a interpretar los textos bíblicos. Esta confesión es un modelo de conversión y, como en muchos santos, la conversión se produce en momentos de crisis personal, es así como a San Agustín, estando en el jardín de su residencia de Milán, escuchó una voz …ver más…

Dios es su confidente, quien le hace ver que el no arrepentirse es vivir esclavizado en la mentira, y el ser esclavo es carecer de libertad, y Él nos quiere tanto a San Agustín como todo los demás libres y para ello, debemos ser consecuentes con la Palabra de Jesucristo.

Este decisivo paso de San Agustín, le conlleva a descubrir que el amor al arrepentimiento es el odio al pecado, y este tipo de odio es un sentimiento de rechazo y antipatía que no nos podemos permitir. Comprende que el arrepentimiento es la puerta que abre el camino con el encuentro con el Señor, es la reconciliación con Dios.
San Agustín tenía un corazón distinguido y único con respecto de los demás, tan afectuoso y fraternal que, hacía mostrarse amable con los infieles y frecuentemente los invitaba a estar con él; en cambio, se oponía a los cristianos de conducta públicamente escandalosa y les imponía con severidad las penitencias canónicas y las censuras eclesiásticas. Aunque jamás olvidaba la caridad, la mansedumbre y las buenas maneras, denegaba de todas las injusticias sin excepción de personas. Este comportamiento es entendido gracias a la conversión, a partir de entonces, tuvo plena convicción de que todo el mundo necesita arrepentirse, y para reconocerse creyente antes debe asentirse como pecador, si por el contrario negamos de tener pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no estará en nosotros. Así