Ensayo de un grito de amor desde el centro del mundo
En otra parte de su obra, Aristóteles da una definición de ciudadano: “Es el que participa activa y pasivamente en el gobierno; en cada régimen es distinto, y en el mejor de todos es el que es capaz y decide obedecer y mandar con miras a una vida acorde con la virtud”.
Teoría de los gobiernos y de la soberanía:
El régimen político es la ordenación de la ciudad en cuanto a sus magistraturas y especialmente en sus decisiones supremas. En todas partes es importante el órgano de gobierno de la ciudad y el sistema de gobierno. El hombre es por naturaleza un animal político por lo que los hombres tienden a la convivencia. También los congrega la utilidad común, el impulso del bienestar.
Todos los regímenes que procuran el bien …ver más…
Los filósofos, los hombres sabios, son los que determinan a qué clase corresponde cada persona, y esta selección, se basa en las aptitudes naturales de los hombres y la educación como medio para desenvolver esa predisposición. Esto se vincula con su concepto de que en todo Estado debe darse un cambio de servicio entre los hombres, haciéndose para ello necesaria la especialización en distintas tareas, con lo que alude al principio de la división del trabajo.
Como la unidad y armonía interior del Estado (así como en el individuo) por la Justicia, éste debe tender a asegurarla tanto en la vida interior de los individuos como en la organización social. La Justicia consiste en que cada clase debe cumplir su misión.
Platón se preocupa por la formación de la clase dirigente, esa pequeña elite a la que debe confiarse la misión suprema de establecer la unidad interior del Estado mediante el dominio absoluto e impersonal de la razón. Pues únicamente la razón puede alcanzar la armonía perfecta subordinando todo interés particular al interés general de la comunidad. Así los dirigentes deben convertirse en órganos de la razón, que es el conocimiento de lo bello en sí, de lo justo en sí, de lo eterno y lo divino. No será posible aproximarse al gobierno ideal a menos que los filósofos gobiernen o los gobernantes filosofen.