Enajenación de bienes para efectos fiscales
-Y ¿sabe vuesa merced algún oficio? -preguntó el grande. | Y el menor respondió:
-No sé otro sino que corro como una liebre, y salto como un gamo, y corto de tijera muy delicadamente.
-Todo eso es muy bueno, útil y provechoso -dijo el grande-, porque habrá sacristán que le dé a vuesa merced la ofrenda de Todos Santos porque para el Jueves Santo le corte florones de papel para el monumento.
-No es mi corte de esa manera -respondió el menor-, sino que mi padre, por la misericordia del Cielo, es sastre y calcetero, y me enseñó a cortar antiparas, que, como vuesa merced bien sabe, son medias calzas con avampiés, que por su propio nombre se suelen llamar polainas, y córtolas tan bien, que en verdad que me podría examinar de maestro, sino que la corta suerte me tiene arrinconado. | | | -Todo eso y más acontece por los buenos -respondió el grande-, y siempre he oído decir que las buenas habilidades son las más perdidas; pero aún edad tiene vuesa merced para enmendar su ventura. Mas si yo no me engaño y el ojo no me miente, otras gracias tiene vuesa merced secretas, y no las quiere manifestar.
-Sí tengo -respondió el pequeño- pero no son para en público,