ACTIVIDADES

1
GUÍA DE LECTURA

1.1
a)
Los griegos se valen de un inteligente plan que consistirá en construir un enorme caballo de madera dentro del cual se esconderían los mejores guerreros de su ejército; el resto de soldados, fingiendo haber abandonado la guerra, se ocultan en la isla de Ténedos y aguardan hasta que sus rivales caen en la trampa e introducen el gran caballo dentro de sus murallas. Sinón es el encargado de protagonizar una gran farsa, él les contará a los troyanos una mentira que los convenza de que es necesario introducir el caballo en la ciudad de Troya. Diciendo haber sido víctima de los griegos, quienes querían sacrificarlo, consigue que sus enemigos confíen en él, después los engaña afirmando que la única …ver más…

Las opciones eran Minerva, Juno o Venus y Paris escogió a la última. Juno nunca había podido perdonar la humillación y odió desde entonces a todos y cada uno de los troyanos. Juno recurre a Eolo, el dios que mantenía prisioneros los vientos, al que le pidió que hiciera que la tormenta se abatiera sobre los troyanos a cambio de recompensarlo dándole a la más bella de las ninfas del mar como esposa.

b) Neptuno, enfadado por las acciones de su hermana, ordenó a los vientos volver a la guarida donde debían estar, calmó las olas y apartó las nubes y con ayuda de Tritón y la ninfa Cimótoe, desprendió las naves que habían quedado atrapadas en las rocas o encalladas en la arena a causa de la tormenta. Mercurio, por su parte, sembró la hospitalidad de la reina Dido y de todos los habitantes de Cartago, lugar donde habían desembarcado los troyanos después de la ardua tormenta enviada por Juno.

c) Venus se metamorfosea en cazadora para presentarse ante su hijo y le aconseja a éste que antes de ir a buscar a los barcos perdidos por culpa de la tormenta, se dirija al palacio de la reina Dido. Para facilitar la entrada de su hijo a Cartago, Venus envuelve a Eneas y a su acompañante Acates en una bruma que los vuelve inivsibles. Para que Dido se enamore de Eneas, Venus manda a Cupido, su hijo, a Cartago, donde tendrá