El milagro mexicano
El Espíritu Santo es el amor del Padre y del Hijo. Un amor que actúa y se revela como inspiración, impulso, fuerza y aliento de vida.
La Sagrada Escritura nos lo presenta siempre en acción a lo largo de la historia de la Salvación. Todos los dones que recibimos de Dios llevan el remite o la impronta del Espíritu. Es quien convoca a la Iglesia, le da unidad, la dirige, la instruye y la impulsa a dar testimonio de su fe. Todos somos templos del Espíritu: de él recibimos fuerza y energía para seguir a Jesús; bajo su soplo caminamos en la fe.en esta celebracion se consagran algunos de nuestros jovenes para formar la comunidad de misioneros de Cristo celebremos cion mucha alegria.
Rito de consagracion …ver más…
A los nosotros misioneros: envíanos el don de la fortaleza. A los primeros para que sigan luchando por la libertad y la justicia, y para que sigan llevando la fe allí donde Dios y los valores de su Reino no son conocidos.
A todos los que estamos aquí: envíanos el don de la fraternidad, el don de la paz, de la verdad, de la oración y del compromiso, para que realmente seamos testigos de la presencia del Espíritu Santo entre
Oracion de los fieles: A cada petición respondemos: Danos, Señor, un corazón acogedor.
Espíritu Santo Creador, que al principio planeabas sobre las aguas, por tu soplo todos los seres han recibido vida. Danos vivir según el Espíritu de Cristo.
Danos, Señor, un corazón acogedor.
Espíritu Santo Consejero, tú has revestido con tu fuerza a los profetas para que rindieran testimonio de tu Palabra. Danos valor para proclamarla nosotros cada día. Danos, Señor, un corazón acogedor.
Espíritu Santo Poder, tú has acogido bajo tu sombra a la Virgen Manía, y la preparaste para que llegara a ser la Madre del Hijo de Dios. Danos esa docilidad creyente. Danos, Señor, un corazón acogedor.
Espíritu Santo Consagrado, descendiste sobre Jesús el día de su bautismo para que fuera consagrado como testigo fiel del Padre. Otórganos ser sus discípulos. Danos, Señor, un corazón acogedor.
Espíritu Santo Luz, que llevaste hasta el desierto a Cristo y le asististe en la proclamación del Reino de Dios. Asístenos