El cambio social en méxico desde la independencia hasta la revolución
Los neologismos provienen casi siempre de la necesidad de nombrar realidades nuevas. Si el neologismo se amolda fónicamente con facilidad, se hispaniza en la escritura. Si no es “sumiso” a nuestra fonética, o se conserva como se escribe en el extranjero o tarda mucho en adaptarse. Hasta hace poco, por ejemplo, no se ha empezado a escribir “cruasán”, del francés “croissant”. La entrada simultánea del neologismo por vía oral y por vía escrita suele dificultar aún más si cabe la “nacionalización” oficial de los extranjerismos.
La Academia propone a veces soluciones como “güisqui”, “cederrón” o “deuvedé”, claramente basadas en la pronunciación; es decir, en cómo entra el neologismo por vía oral. Si …ver más…
Nos vamos a ceñir nuevamente en los aspectos lingüísticos. Recuerdo, cuando estudiaba las oposiciones, cómo los temas-LOGSE retardaban mi relación con los temas lingüísticos y literarios, con términos como “currículo”, “propedéutico”, “segmento lúdico”, “pruebas objetivas”, “conceptos, procedimientos, actitudes” (convertidos en ocasiones en los adjetivos “conceptuales, procedimentales, actitudinales”)… Con todo ello, se volvían paraísos temas que, incluso durante la carrera, había odiado. En aquel tiempo, la premura de opositor evitaba que profundizara en la banalidad, pero hoy sí puedo decir que soy víctima de ellos. Y no solo yo, sino varias generaciones de alumnos y de profesores.
Comenzaremos con la palabra fetiche que se propuso desde aquel idearium fracasado: “currículum”, luego con una terminación más adecuada, “currículo”. El alumno se definía como un ¿producto? Del sistema de enseñanza-aprendizaje, y el currículo definía todos los condicionantes que jalonaban un día, un trimestre, un curso, una etapa, una vida e incluso una segunda reencarnación del alumno. Si “singladura” se usa erróneamente para algún proceso que dura más de un día, “currículo” sería su hermano más abstracto, pero, al estar en latín, lustra y da esplendor a esa misma indefinición. Que el alumno, en la evaluación de los conocimientos previos, muestra que no sabe sumar fracciones, debe figurar en su currículo; que faltó ayer para ir al Rocío