El padre Eusebio Arróniz
Misionero Claretiano en el Perú

Introducción:

Este libro nos quiere mostrar la vida de un Misionero Claretiano que nunca renunció, que siempre entregaba cariño y un poco de consuelo a todos en especial a los presos, quien como dice él, eran sus preferidos, en todos los pueblos ya se le decía santo porque daba seguridad y cariño a todos como a niños, presos, y todos los que buscaban el perdón.

Contenido:
Ocurrió un pequeño problema entre Arequipa y Huacho. Los de Arequipa decían que el Padre Eusebio había muerto en ese lugar y que debía quedarse pero, los de Huacho decían que él había vivido toda su vida ahí y que sus últimas palabras fueron: “Mis deseos más vivos han sido que mis despojos mortales …ver más…

El padre Arroniz buscaba la formación de los jóvenes y con el esculturismo mezclaba la música, las conversaciones amistosas.
Dejamos la placentera ciudad de Trujillo para subirnos a la sierra, donde los caminos eran rudimentarios y el caballo sería el gran regalo de Dios para donde no podían arriesgarse las piernas del misionero en subir montañas, bajar por las quebradas y vadear los ríos.

Tres puntos fundamentales: * Aprovechar lo que ya tenían. * Mimar el catecismo, atrayendo niños y jóvenes. * Todos los actos populares convertirlos en misiones parroquiales.
“Raro es el día en que el Misionero no tenga que recórrela, caballero unas veces sobre brioso corcel y otras en humilde y mansa acémila, en razón de catequizar a los niños, consolar a los enfermos y ser como un ángel de luz y paz para los pobres y sencillos”.
El catecismo para el Padre Arróniz era lo primero, los catecistas eran recomendados para enseñar a los niños. El padre tenía una devoción por el padre Bosco y san José, le gustaba mucho jugar con los niños.
En la noche del 19 y 20 de agosto se realizó la huida del padre Arroniz a Arequipa, él iba para ser párroco, tras varios trabajos duros muere el 1 de noviembre de 1959.
No se puede retratar el alma del Padre Arróniz ya que no hay datos biográficos de él, en su pueblo ya lo consideraban un santo, sentían un gran afecto por él se le llamaba bueno, cariñosos, deportista, alegre, santo, chistoso, etc.
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