CAPITULO 1
El pueblo de París le encantaba venir y tomar parte en las festividades. Durante horas, una gran multitud se había congregarse alrededor de la sala de justicia, uno de los edificios más grandes de la ciudad.
Ahora la multitud estaba esperando a uno de los eventos más agradables del día. Habría una competencia especial y persona más fea del grupo sería elegido para ser el rey de los tontos. era considerado un gran honor ser elegido por el rey sería el hombre más importante de París durante todo el día.

había muchos candidatos para el honor cada una de ellas apareció en el escenario y hacía muecas horribles o grotescas y gestos para tratar de demostrar que era el mas feo. Las personas disfrutaron de este y se rieron en voz …ver más…

Una cabra blanca estaba cerca de ella, mientras ella estaba bailando y tocando la pandereta. De vez en cuando, ella gritó Djali y la cabra corrió hacia ella. Entonces, ella se lo diría a realizar algunos trucos y la cabra les hizo, para disfrute del público. La gente aplaudió todos los trucos y hubo gritos de las delicias "Esmeralda, te amamos" eres maravillosa! "
En medio de la multitud, un hombre mayor y calvo se levantó y miró Esmeralda. Iba vestido con la ropa de un sacerdote y él no parecía estar contento con su actuación. hay brujería aquí! El sacerdote gritó de repente.
Esta mujer gitana es una bruja! Ella y su cabra están haciendo la obra del diablo
Esmeralda oyó el sacerdote y su cara se puso pálida y asustada Es extraño que el hombre nuevo. Ella susurró para sí misma. He verlo muchas veces antes. Él siempre me mira. ¿Quién es él?
Inmediatamente después de esto, una voz femenina se escuchó en la plaza. Estaba enojado y lleno de malicia. Vete mujer gitana! -gritó ella.
Esta voz pertenecía a Paqquette un recluso, que vivía solo en una pequeña habitación en el rincón más oscuro de la plaza. Ella siempre le gritó a Esmeralda y la maldijo. Odiaba las canciones de la mujer gitana y bailes, pero nadie sabía por qué.
Esmeralda dejó de cantar y bailar y comenzó a alejarse de la plaza con Djali a su lado. En ese momento, los diez hombres que llevaban Cuasimodo en su silla llegó al centro de la plaza. Quasimodo todavía se veía muy