EL JARIPEO.

.....Y Dios le dio el poder al hombre para dominar a las fieras. Así cita las palabras el animador del Jaripeo.

El ambiente de fiesta no se hace esperar en los Órganos, pueblo del Municipio de Acámbaro, Estado de Guanajuato.

De lado a lado de la calle principal cuelgan los adornos en verde y amarillo y el templo se viste de fiesta para festejar a la Santa Cruz el 3 de Mayo.

Los vecinos del lugar se alegran de compartir el mole y la barbacoa con los visitantes. Sobre las mesas se ven correr las cervezas y el tequila.

Son las 4 de la tarde, brilla en el horizonte un sol incandescente cuando nos disponemos a ingresar a la plaza portátil repleta a reventar. La gente en el graderío se agita entre gritos y …ver más…

Ezequiel Mendoza, “El Rayo de Huandacareo”, el jinete, ya pulsando a su enemigo se dispone a montar sobre su lomo.

Abren la puerta del cajón y sale embravecido el animal dando reparos a diestra y siniestra y el dorso del jinete se agita sobre el toro como una puerta que se abre y se cierra cuando es azotada por el vendaval. Y me quedo pensando que estos hombres deben tener huesos de chicle para soportar las terribles sacudidas.

Los gritos aterrados de la gente retumban por la plaza cuando el hombre desciende por las costillas del animal, pero ¡milagrosamente! Vuelve a tomar posición.

En el segundo de la tarde rodó por el suelo el jinete. Y en el quinto la angustia de los espectadores no se hizo esperar cuando un toro pinto que rugía impresionantemente en una sacudida lanzó a su jinete por el aire y ensañándose con él lo revolcó en la tierra. ¡Sólo un milagro! pudo salvar a este muchacho que rodó cerca de los barrotes de la plaza. Su compañero prestísimo, lo jaló hacia fuera, poniéndolo a salvo de su adversario.

Y así, entre un toro y otro comentábamos mi hermana y yo acerca del valor de estos hombres que arriesgan su vida, así como, la sensualidad que despiertan en las mujeres que los observan. Con sus 20 años encima, sus cuerpos sólidos y sus sucios pantalones ajustados a unas piernas firmes, de un hombre que