ESTRUCTURA EL PATITO FEO
Hans Christian Andersen
Fuente: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/andersen/patito.htm
1. Nace un pato diferente de los demás y es despreciado por su familia y vecinos.
2. Aburrido del maltrato escapa.
3. Recibe más rechazo y cree que no merece ser feliz.
4. Conoce un gato y una gallina que le dicen que tiene que aprender a poner huevos o a ronronear, pero el patito feo insiste en que eso no lo sabe hacer y que lo mejor que hace es sumergirse en el agua y nadar.
5. Un día ve unos cisnes volar y anhela ser como ellos.
6. Una vez supera su infancia, ve su reflejo en el agua y se da cuenta que es un cisne, en lugar de un pato.
7. Feliz vuela y tanto su habilidad como su belleza son reconocidas por …ver más…
No hay forma de que rompa. Pero fíjate en los otros, y dime si no son los patitos más lindos que se hayan visto nunca. Todos se parecen a su padre, el muy bandido. ¿Por qué no vendrá a verme?
-Déjame echar un vistazo a ese huevo que no acaba de romper -dijo la anciana-. Te apuesto a que es un huevo de pava. Así fue como me engatusaron cierta vez a mí. ¡El trabajo que me dieron aquellos pavitos! ¡Imagínate! Le tenían miedo al agua y no había forma de hacerlos entrar en ella. Yo graznaba y los picoteaba, pero de nada me servía… Pero, vamos a ver ese huevo…
-Creo que me quedaré sobre él un ratito aún -dijo la pata-. He estado tanto tiempo aquí sentada, que un poco más no me hará daño.
-Como quieras -dijo la pata vieja, y se alejó contoneándose.
Por fin se rompió el huevo. “¡Pip, pip!”, dijo el pequeño, volcándose del cascarón. La pata vio lo grande y feo que era, y exclamó:
-¡Dios mío, qué patito tan enorme! No se parece a ninguno de los otros. Y, sin embargo, me atrevo a asegurar que no es ningún crío de pavos.
Al otro día hizo un tiempo maravilloso. El sol resplandecía en las verdes hojas gigantescas. La mamá pata se acercó al foso con toda su familia y, ¡plaf!, saltó al agua.
-¡Cuac, cuac! -llamaba. Y uno tras otro los patitos se fueron abalanzando tras ella. El agua se cerraba sobre sus cabezas, pero enseguida resurgían flotando magníficamente. Movíanse sus patas sin el menor esfuerzo, y a poco estuvieron todos en el agua. Hasta el patito feo y gris nadaba con