Diversas concepciones sobre el valor etico
Podríamos definir a los valores éticos como los puntos de referencia -a la vez racionales y vivenciales- que son percibidos por el hombre como las metas u objetivos "correctos" que merecen buscarse en toda acción humana. El valor ético se auto presenta a sí mismo como valioso en la medida que es deseado por el hombre no solo para sí mismo, sino para todo el género humano. Son indemostrables tanto empírica como racionalmente. Motivan por sí mismos a la voluntad del hombre, que se siente atraído por ellos, no por obligación, sino por convicción.
En ese sentido, son valores éticos básicos la libertad, la vida, la justicia, la verdad, la fidelidad, etc. Los hombres de todos los tiempos han visto en …ver más…
No todos estamos de acuerdo en qué es lo correcto, ni tan siquiera estamos de acuerdo en qué criterios seguir. Existen diferentes teorías sobre como llegar a lo correcto.
La mayor parte de las interpretaciones éticas, establecen elementos que permiten decidir, al menos en algunos aspectos, sobre la bondad o la maldad de las acciones. Ahora bien, algunas concepciones éticas se basan para juzgar moralmente una acción en las consecuencias de las acciones (éticas teleológicas), mientras que otras consideran que las acciones deben juzgarse en función de las acciones en sí (éticas deontológicas).
Éticas Teleológicas
Aristóteles consideraba que una acción debe ser considerada buena o mala en función de la Felicidad que proporciona, ya que la Felicidad es el motor que nos impulsa a actuar. Sin embargo, el concepto de Felicidad es muy ambiguo, por lo que autor atomista Epicuro propone un principio mucho más tangible como el concepto de placer. Una acción será buena si conseguimos placer, y mala si dicha acción produce dolor. Según esta interpretación podemos definir el Bien como el Placer y la Felicidad, y el Mal como la infelicidad y el dolor.
El Utilitarismo
El Utilitarismo plantea una visión muy parecida, pero yendo más allá del ámbito individual, por lo que una acción merece nuestra aprobación si proporciona un bien común, ya no