Distribucion de la poblacion venezolana
La distribución de la población en Venezuela no es equilibrada. Más del sesenta por ciento de la población se agrupa en los valles y piedemontes de la Cordillera de la Costa y la de Los Andes y se originan así grandes vacíos poblacionales al sur del eje fluvial Orinoco-Apure. Hay que señalar que más del cuarenta por ciento de la población está asentada en los ocho complejos urbanos más importantes del país: Caracas, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, Maracay, y Ciudad Guayana. En el estado Zulia se localiza la mayor parte de la población indígena (265.129 habitantes). Al sur del país, en Amazonas y Bolívar se concentran unos 22.650 habitantes más. El resto se encuentra ubicado en la zona centro …ver más…
Para el estudio de la población activa los sectores de la economía se clasifican en: * Sector primario I. Éste comprende las actividades de explotación directa de los recursos naturales del suelo, subsuelo o del mar * Sector primario II. Son las actividades transformadoras de materia prima mediante máquinas o instrumentos que generan bienes elaborados o semielaborados. * Sector terciario III. Agrupa los servicios como comercio, transporte, banca, seguros, administración, etc.
Éxodo campesino en Venezuela
En Venezuela se conoce el éxodo campesino como la migración de los campesinos hacia los campos petroleros a mediados del siglo XX y a las ciudades hasta la actualidad, motivado esto a los cambios económicos ocurridos a partir de la segunda década del siglo XX, cuando se pasó de una economía basada en rubros del campo a una economía petrolera. Ya las ciudades y pueblos petroleros no tienen el mismo atractivo para los campesinos que tenían hace tiempo, por el hecho de que la población rural ya no busca fuentes de empleo en la industria, sino en los servicios: de hecho, a escala mundial el sector servicios es el que concentra la mayor parte de la población activa.
La mayor consecuencia de esta migración es la desaparición de poblaciones rurales enteras en diversas zonas, las cuales quedaron abandonadas como pueblos fantasma. A ello se refiere Miguel Otero Silva en una de sus mejores obras: Casas muertas,