¿DIOS?

En esta disertación voy a exponer detenidamente las distintas posturas que existen en la actualidad sobre la existencia o no de Dios. Este tema está bastante presente en estos días, aunque era algo impensable en la antigüedad, ya que la iglesia y su doctrina marcaban las pautas de la sociedad, y la conducta de los individuos que la formaban. Cada una de las actitudes, ya sea, afirmación, negación o indiferencia hacia un ser superior, absoluto que da sentido al cosmos, deben ser respetadas y toleradas siempre y cuando se den razones suficientes, coherentes y argumentadas. En esta disertación voy a analizarlas y compararlas para llegar a una conclusión personal, con la que se puede estar de acuerdo o no, sobre este gran …ver más…

Pero me pregunto yo, ¿no es absurdo el no creer en nada más que nosotros mismos? Si únicamente nos dedicamos a vivir bien con nosotros mismos, con los demás y con el medio que nos rodea, nunca descubriremos la realidad de este mundo en el que vivimos. Si nuestra única misión en la vida es la de vivir, relacionarnos y morir, no sabremos nunca el por qué de nuestra existencia. Porque desde mi punto de vista, no podemos haber sido puestos en este mundo por casualidad, sino que hemos tenido que ser creados por alguien que nos ha modelado a cada uno. Esa es la misión de la religión, la de propagar que ese alguien existe.

Para la religión, Dios es la esencia o ser divino y supremo, hacedor del universo. Muchos teístas fueron propagando este ser por todo el mundo desde hace ya mucho tiempo, entre ellos, San Agustín ya había manifestado que a Dios no se le encontraba fuera de uno mismo, en el exterior, en las cosas contingentes, sino en el propio interior. El hombre debe pensarse a sí mismo, reflexionar sobre su propio ser y a partir de ahí trascender al conocimiento de Dios. Una vez reconocido a sí mismo, podrá deducir la existencia de un ser total y absolutamente diferente de sí mismo, un ser necesario, eterno, infinito, un ser que no tiene principio; más bien él es el principio, creador sin ser creado, sin dependencia de ningún ser. Esta conclusión a la que llegó San Agustín es bastante coherente. No obstante, muchos no terminan de comprenderla y sacan como