Cuentos de amor de locura y de de muerte
A la deriva
“A LA DERIVA”
1. ARGUMENTO.
El argumento de esta obra trata sobre un hombre que vive en la selva y sin querer pisa una víbora mortífera, llamada “yararacusú”. En el cuento se relata con todo detalle como poco a poco este hombre se va muriendo a pesar de todos los esfuerzos que hace por intentar llegar a un lugar donde puedan curarle. Finalmente muere.
2. PERSONAJES.
Sólo aparecen dos personajes en el cuento: Paulino y Dorotea, su mujer. Paulino es el personaje principal. Es el hombre al que le pica la víbora, del que sabemos que es un hombre que, por su forma de actuar y desenvolverse es rudo y conoce perfectamente la selva, en la que siempre ha debido vivir. Lucha con todas sus fuerzas para mantenerse …ver más…
Narra la historia desde un punto de vista externo, en 3ª persona. A veces intercala diálogos, para reforzar el realismo de la historia:
- ¡Dorotea! - Alcanzó a lanzar en un estertor- ¡Dame caña!
Su mujer corrió con un vaso lleno, que el hombre sorbió en tres tragos. Pero no había sentido gusto alguno.
- ¡Te pedí caña, no agua! - Rugió de nuevo- ¡Dame caña!
- ¡Pero es caña, Paulino! -Protestó la mujer espantada-
- ¡No, me diste agua! ¡Quiero caña, te digo!
A veces el narrador es omniscente, describiendo el pensamiento y los sentimientos del personaje: “El hombre que iba en ella se sentía cada vez mejor, y pensaba entretanto en tiempo justo que había pasado sin ver a su expatrón Dougald. ¿Tres años? Tal vez no, no tanto. ¿Dos años y nueve meses?, acaso. ¿Ocho meses y medio? Eso sí, seguramente…De pronto sintió que estaba helado hasta el pecho. ¿Qué sería? Y la respiración también…
Mientras que apenas se describe físicamente a los personajes, en este cuento el autor describe con todo detalle los lugares y ambientes: “El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes