Corresponsal De Guerra - Berta Hiriart
2630 palabras
11 páginas
Corresponsal de GuerraBerta Hiriart
Smalltown, en un día helado pero feliz de 1999
Querido diario:
Estoy que vuelo. Fui la mejor en español y me dieron un diploma enfrente de toda la escuela. Mis papás estaban de lo más orgullosos. Sienten que el premio es también para ellos porque nunca dejaron de hablar español en la casa, no como los papás de Rosa y de Juanita que hacen como si ya se les hubiera olvidado. El profesor Sanders también se quiso llevar un pedazo del premio. Dijo que el mayor mérito es de los Estados Unidos que da iguales oportunidades a todos los que vivimos aquí. A mí no me importa compartir el premio con mis papás, el profesor Sanders y el país entero porque tú sabes que mi único deseo es llegar a ser una …ver más…
Entonces Salvador me dijo en secreto que él va a juntar dinero para comprarse una el año que entra. En eso estábamos cuando llegaron al puesto de junto Eric y Dylan, con sus gabardinas de Los Intocables y demás payasadas, y se pusieron a ver los rifles muy serios, como si fueran gente grande que trae dinero. Por fortuna no nos vieron. Yo no tenía las mínimas ganas de que empezaran con sus cosas, menos estando con Salvador que a ratos se siente el muy gallito. Así que distraje a mi hermano y me lo llevé hasta donde estaba mi papá, quien se había alejado al mostrador de la revista American Rifleman. Estaba de humor de los diablos porque no le alcanzaron los dólares para el rifle semiautomático que quería, así que cuando nos vio, dijo: "Vámonos, me muero de hambre", y yo encantada porque también me moría de hambre. En la noche le conté a mi mamá lo del recado que dejaron en mi mesa Eric y Dylan. Ella movió la cabeza como diciendo que no y luego dijo que esos pobres muchachos blancos viven muy solos, muy desatendidos. Pero yo no lo creo. He visto algunas veces a la mamá de Eric y parece una ama de casa común y corriente. Ojalá que hoy sí sueñe con Bob y no como ayer que tuve una horrible pesadilla en la que Eric y Dylan me encerraban en un cuarto lleno de víboras.
Smalltown, en un día normal de 1999
Querido diario:
Vivir en este país sería la gloria, como dice el profesor Sanders, si no fuera porque los chavales