Si las acciones realizadas por el poder ejecutivo estatal, municipal y las asociaciones civiles comprometidas con el arte siguieran las condiciones necesarias para lograr que el centro histórico de la capital del estado, fuera un punto de esparcimiento atractivo, que genere entradas por medio del turismo, el comercio formal y servicios, no sería lo que se ha convertido en estos días; un espacio con comercio ambulante, saturación vehicular que a su vez entra en conflicto con algunos aspectos que afectan a los visitantes que acuden en modo de peatones o a disfrutar del espacio conocido como la plaza independencia, a ver tal vez por primera ocasión el icono de la ciudad, en mi opinión no se han tomado decisiones drásticas para mejorar el