Caso giordano
No todas las personas aprenden igual. Existe hoy día acuerdo en que hay diferentes estilos de aprendizaje, de nuevo reflejados en diferentes tipologías: de los estilos más visuales o auditivos a los más kinestésicos; de los más autónomos a los más dirigidos; de los conceptuales a los prácticos, etc. No todos llegan al aprendizaje con los mismos antecedentes, ni tienen los mismos intereses. Las biografías, los contextos y entornos propios, la época, los "horizontes" suelen ser diferentes. Y hay quienes, quizá además por un perfil de inteligencias diferentes, tienen intereses y habilidades distintas. Todas las personas aprenden mejor haciendo y divirtiéndonos. Se aprende mejor si la experiencia es placentera (lo cual no significa que sea fácil o trivial). En particular, la narrativa tiene un singular poder pedagógico. Los multimedios permiten una comunicación rica, al impactar varios canales perceptuales (incluyendo el kinestésico), lo que permite que, en principio, la presentación se adecue al estilo de aprendizaje del usuario y el aprendizaje ocurra en el canal perceptual relevante. Su naturaleza interactiva (combinada con la alta capacidad de los dispositivos de almacenamiento digital, como el CD-ROM), permite que pueda variarse el orden y profundidad de la presentación de la información (información