Capitulo 1 los futbolistas van al cielo
De manera que el 22 de Junio de 1986 debí escuchar gritos en la sala de mi casa y en verdad parecía que me estaba perdiendo de algo sobrenatural. Y cuando Diego Armando Maradona marcó el segundo gol, mi madre no pudo contenerse y tal vez sintió que si hijo no podía perderse de semejante maravilla y quiso que yo naciera de inmediato.
No tuve mucha dificultad en abandonar su vientre aunque Amadeo me reprocharía años más tarde que mi llegada a este mundo le había impedido ver el gol de los Ingleses.
Mi abuela abandonó la Iglesia y se vino, como un rápido …ver más…
Ahí tienes las consecuencias de tu afición al fútbol. Te lo dije hace quince años: Deja de gastarte la plata en equipos de fútbol y en campeonatos de pacotilla en este pueblo. Pero, claro, tenías que morirte y dejarme con la responsabilidad de casar a dos hijas. Ahora la gente me va a decir: “Ercilia, felicitaciones, vas a tener un nieto futbolista”. Porque la gente es mala se alegra de la desgracia ajena”.
Mi abuela no dejó de lanzar improperios aquel día. Yo me la imagino levantando las manos y preguntándoles a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús qué pecado había cometido para merecer tanto sufrimiento en la vida. Ella siempre esperaba que Jesucristo le respondiera con una voz celestial, como la que sale en algunas películas de Semana Santa:
“La culpa no es tuya, Ercilia. La culpa es del fútbol. Y sobre todo de tu marido y del inútil ese, Amadeo, que lo único que hace es traer futbolistas a tu casa”.
Pero Jesucristo no abría la boca y mi abuela tenía que buscar por sí misma los verdaderos culpables de mi llegada al mundo.
De todos los futbolistas que han venido a esta casa, la hija mía tenía que enamorarse del peor. El más malo. El tal Felipe Solano. Yo no sé qué le habrá visto Juliana a un tipo de esos que ni si quiera sabe cobrar un penalti. Pero, claro, en este pueblo todo el mundo se cree Pelé porque mete un gol de cabeza.
En este punto de la