Barreras arancelarias y no arancelarias
+
LÒGICA
ACADÈMICO: LIC. JAIME GÒMEZ ESCAMILLA.
LÒGICA
Lógica (del griego, logos, 'palabra', 'proposición', 'razón'), disciplina y rama de la filosofía que estudia los principios formales del conocimiento humano.
Su principal análisis se centra en la validez de los razonamientos y argumentos, por lo que se esfuerza por determinar las condiciones que justifican que el individuo, a partir de proposiciones dadas, llamadas premisas, alcance una conclusión derivada de aquéllas.
La validez lógica depende de la adecuada relación entre las premisas y la conclusión, de tal forma que si las premisas son verdaderas la conclusión también lo será.
Por ello, la lógica se encarga de analizar la estructura y el …ver más…
Es decir, el no-ser no existe; sólo existe el ser.
El ser es y el no-ser es.
Es decir, el no-ser no existe; sólo existe el ser.
Partiendo de el principio, llega a las siguientes conclusiones:
A) EL SER ES INMÓVIL E INMUTABLE (No mudable, que no puede ni se puede cambiar. Que no siente o no manifiesta alteración del ánimo).
Para poder decir que A se cambia en B sería preciso que A adquiriera alguna cualidad que no tenía antes del cambio.
Ahora bien, esa cualidad tiene que ser, pues, de lo contrario el cambio no sería posible.
Pero si esa cualidad es ser, tampoco ha cambiado desde el punto de vista del ser.
Y si no hay cambio desde ese punto de vista,
¿Desde que otro punto de vista lo va a haber si no hay más puntos de vista que ése, ya que sólo existe el ser?
Además, el sentido de cambio supone la existencia de dos términos posibles: aquello que cambia y aquello en que se cambia.
Para que el papel se transforme en ceniza, son precisos el término papel y el de ceniza.
Pero para Parménides sólo existe un término, el del ser.
b) El ser es idéntico a si mismo.
Es decir, en el ser no se puede hacer ninguna distinción.
Aquello que distinguiría dos seres sería ser no-ser.
Lo primero no los distinguiría desde el punto de vista del ser.
Pero tampoco el no-ser podría distinguirlos porque sería absurdo atribuir al no-ser una función tan decisiva como