1. Introducción.

En 1945, con el final de la Segunda Guerra Mundial, los estado vencedores crearon la organización de las Naciones Unidas. En el instrumento de aquella organización (la carta de las Naciones Unidas de San Francisco de 1945) encontramos ya la constante e innovadora referencia al respeto a los derechos humanos. Poco importa que en aquel momento nadie pudiera concretar con exactitud el contenido de aquella noción fundamental. Lo cierto es que todos los Estados que suscribieron la Carta estuvieron de acuerdo en que aquella aspiración actuaba como Norte al cual dirigirse para hacer realidad los principios y propósitos de su devenir histórico. Y tanto ello es así, que después de dos años de trabajo desde su fundación, …ver más…

Estos derechos debido a la primacía que ostentan y a su situación en un plano superior están dotados de una pretensión de vigencia positiva y deben ser positivizados por los ordenamientos estatales, so pena de incurrir en ilegitimidad y en la descalificación de lo que en la actualidad se considera autentico Estado Democrático de Derecho.

2. La concepción ética: los derechos humanos como “derechos morales”: algunos autores recientes conciben los derecho humanos como “derechos morales”. Evidentemente desde esta concepción se trata de conciliar la irresoluble contradicción existente entre las concepciones iusnaturalistas y legalistas. Aunque puede considerarse una posición próxima al iunaturalismo no se identifica con ella, pues la teoría de los derechos morales no considera que los derechos humanos pertenezcan a un orden jurídico superior sino que, según la opinión mayoritaria, son considerados como derechos prevalentes no positivos que deben ser incorporados a los ordenamientos jurídicos de los Estados, aunque existen muchos matices a la hora de explicar en qué consiste realmente eso de “derechos prevalentes no positivos”. En todo caso se trata de una concepción ética porque en ella se entiende que toda norma jurídica presupone una serie de valores, lo cual, para quienes profesan este planteamiento, es aún más evidente cuando se trata de derechos humanos