I DE COPÉRNICO A DARWIN.
1- Copérnico y la teoría heliocéntrica.
El astrónomo y clérigo polaco Nicolás Copérnico no llego a ver publicado su libro sobre las revoluciones de las esferas celestes.
Después de varias teorías de Platón, Aristóteles y Tolomeo a finales del siglo quince y ante la falta de precisión que ya empezaba a resultar molesta, desembocó en la reforma gregoriana de 1582.
Copérnico baso su teoría en desplazar la tierra del centro del mundo y poner al Sol y constituir una nueva teoría cósmica.
Copérnico coincidió con un montón de cambios: el mundo Renacentista, la imprenta, la Reforma y los grandes viajes que ponían en contacto diversas culturas.
La teoría de Copérnico aclaraba mucho los movimientos de los planetas e …ver más…

Aristóteles fijó la teoría de los cuatro elementos, cuatro sustancias que formaban todas las demás. El fuego es una y las otras tres eran el aire, agua y la tierra. Esta teoría se combina con la que opinaban que todo estaba formado por partículas indivisibles.
A partir del Renacimiento los alquimistas buscaban la piedra filosofal y el elixir de larga vida, se transformaron en químicos y fundadores de industria.
Paracelso los remplazó por los tres “principios” azufre, mercurio y sal.
Robert Boyle fue considerado como el padre de la química moderna. Tenía una herramienta, la bomba del vacío, donde comprobó que con vacío las cosas no ardían y con eso se veía la importancia del aire para la combustión. Pero no seguro de esa pista afloró la idea de “flogisto” que se le asignó la idea de que era el eje y la clave de la combustión; y aseguraron que era el funcionamiento químico del mundo.
La combustión según Sthul era simple: quemar era dejar escapar el flogisto oculto en el cuerpo que ardía. Este flogisto era raro ni líquido, ni sólido, ni gaseoso, era invisible, estaba oculto y no podía ser aislado, porque siempre estaba combinado.
Pero raro o no el flogisto explicaba porque se quemaban las cosas.
Las cosas siguieron su curso con la teoría de Sthul y su flogisto e incluso Joseph Priestley creó el aire desflogistado, al calentar óxido de mercurio dentro de unas campanas de vidrio herméticamente cerrada y al abrirlo encontró un