Sócrates:
Sócrates es un filósofo muy conocido. Es una persona que vivió en la polis ateniense. Sócrates fue condenado a muerte y a raíz de esta condena surgieron muchísimas críticas, dudas, interrogantes que durante toda la historia se ha tratado de averiguar y clarificar. Fue necesario entonces, entender el funcionamiento de la polis ateniense y el rol que cumplía Sócrates en esta ciudad, como así también analizar quien era Sócrates, que hacía, como pensaba, etc.
Para empezar, Sócrates era un ciudadano ateniense destacado. Hasta el día de la fecha hay mucha gente que sostiene que fue un mal candidato para morir, ya que todos coinciden en que fue un ciudadano leal, respetuoso, que cumplía con sus deberes de ciudadano, que nunca atentó …ver más…

Sin embargo no todo fue feliz: aparecieron derrotas en guerras, pestes, exilios, antidemocracia. Sin embargo siempre se pudo volver a una democracia solida, a una paz social. Era una polis en donde los ciudadanos tenían diversas responsabilidades y desde chicos ya se los preparaba para hacerse cargo de asuntos públicos, entrar al ejercito, argumentar, discutir, entre otras cosas para que a los 30 años, cuando se conviertan en ciudadanos plenos, estén capacitados para cumplir sus funciones, sobre todo la de defender a la ciudad. Era una ciudad en donde la palabra tenía mucho valor y se había creado un culto a la tolerancia. Se basaban mucho en sus tradiciones y costumbres. La aparición de la filosofía fue un desastre para la ciudad ya que los intelectuales querían ir más allá de los límites y creo caos.
En relación a los juicios, En Atenas existían jurados (no jueces). El magistrado era un ciudadano común designado por sorteo. No había una corte de apelaciones. Se podían formular cargos y testigos. Todo el proceso era oral. Primero se votaba para decidir si era culpable o no. Si lo era, se exponían dos condenas posibles y se votaba nuevamente. De ser encontrado inocente se podía apelar al acusador.
Sócrates y su condena:
Sócrates fue condenado principalmente por dos hechos: “impiedad, es decir el de no creer en los dioses en los que cree la ciudad y de introducir divinidades nuevas. El segundo es decididamente menos teológico y era el de corromper a los