Analisis Del Cuento De La Bella Durmiente, Desde La Mirada Psicoanalítica
“La Bella Durmiente”
Verónica Arias
Edipo y Castración
Para este ensayo, tomaré lo aprendido durante el curso de Edipo y Castración, para comprender, a través de la mirada psicoanalítica, el cuento clásico de la Bella Durmiente (anexo página 6). Y Si bien no es un cuento que trata el Edipo directamente, creo que refleja varios temas tratados durante el seminario.
El cuento comienza con la imposibilidad de los reyes para concebir un hijo, porque Dios no les enviaba ninguno. Si nos detenemos aquí, podemos observar tres cosas importantes.
La primera es por parte de la reina. Ya hemos aprendido con Freud, en el Sepultamiento del Complejo de Edipo (1924) que la meta, el destino, de la mujer es la maternidad. El …ver más…
Se menciona que todas las hadas le dieron un regalo valioso, mas solo se especifican cuatro. El primer regalo es de la virtud, luego la hermosura y luego la riqueza. Acá se puede volver a tomar el tema del deseo de todo padre de que sus hijos cumplan su proyecto y sean “sobresalientes” en todo ámbito, que tengan todo lo que ellos no tuvieron y que alcancen la perfección. Todo bebé funciona como una página en blanco para los padres, que facilita mucho las proyecciones. Los contenidos de la infancia de los padres (fantasmas) son reactualizados y puestos en el bebé (Fraiberg, 1975). Esta princesa cumple con el deseo narcisista de todo padre.
Llega entonces a la celebración la hada número 13, que viene a traer el mal de la venganza y estableció el destino fatal de la princesa. “La princesa se herirá con un huso al cumplir los quince años y caerá muerta.” Es importante aquí no considerar la edad como algo significativo. Se podría interpretar que, siendo el huso un símbolo fálico, se está planteando aquí la culminación de la fase fálica del desarrollo psicosexual, en el que tanto el niño como la niña “no reconocen en esta fase más que un solo órgano genital, el masculino, y la oposición de los sexos equivale a la oposición fálico-castrado” (Laplanche & Pontalis, 1996) y se vive