Análisis Métrico Rimas Xviii Y Xli De Gustavo Adolfo Bécquer
1233 palabras
5 páginas
Gustavo Adolfo BécquerRima XVIII
Fatigada del baile, encendido el color, breve el aliento, apoyada en mi brazo del salón se detuvo en un extremo.
Entre la leve gasa que levantaba el palpitante seno, una flor se mecía en compasado y dulce movimiento.
Como en cuna de nácar que empuja el mar y que acaricia el céfiro, dormir parecía al blando arrullo de sus labios entreabiertos.
¡Oh!, ¡quién así –pensaba- dejar pudiera deslizarse el tiempo!
¡Oh!, si las flores duermen, qué dulcísimo sueño!
Temática
Es una observación descriptiva sobre una flor que se halla llevada en el pecho de la mujer con la que el ‘yo poético’ baila. La introducción de tal flor, por eso, no se da hasta el segundo párrafo y, en la última estrofa, …ver más…
La composición de este poema es del tipo ‘Silva’, ya que combina versos heptasílabos y endecasílabos que no se ajustan a un esquema fijo de rima.
Recursos literarios
Figuras retóricas:
En los recursos estilísticos utilizados por Bécquer para este poema, encontramos:
• Prosopopeyas: “encendido el color” (segundo verso, primera estrofa); “que levantaba el palpitante seno” (segundo verso, segunda estrofa); “una flor se mecía” (tercer verso, segunda estrofa); “en compasado y dulce movimiento” (cuarto verso, segunda estrofa); “que empuja el mar y que acaricia el céfiro” (segundo verso, tercera estrofa).
• Hipérbaton: “del salón se detuvo en un extremo” (cuarto verso, primera estrofa).
• Epíteto: “el palpitante seno” (segundo verso, segunda estrofa).
• Comparación o símil metafórico: “Como en una cuna de nácar” (primer verso, tercera estrofa) en lugar de senos.
• Metonimia: “acaricia el céfiro” (segundo verso, tercera estrofa). Céfiro era el Dios griego del viento del oeste y es usado por Bécquer en el verso en lugar de ‘viento’.
• Metáforas: “cuna de nácar” (primer verso, tercera estrofa), los pálidos senos; “blando arrullo de sus labios entreabiertos” (tercer y cuarto versos, tercera estrofa), pétalos de la flor.
• Epifonema: “¡Oh!, ¡quién así –pensaba-//dejar pudiera deslizarse el tiempo!//¡Oh!, si las flores duermen,//qué dulcísimo sueño!” (toda la última estrofa)
• Optación: “¡Oh!, ¡quién así –pensaba-//dejar