Ambigüedad, vaguedad y emotividad del lenguaje jurídico.
Ambigüedad y vaguedad del lenguaje jurídico Introducción En una primera aproximación, el Derecho puede ser entendido como un conjunto de normas expresadas a través de un lenguaje natural (el castellano, el francés, etc.) y mediante las cuales el legislador trata de guiar la conducta de los destinatarios. El lenguaje de las normas jurídicas está basado en gran parte en el lenguaje natural dado que el uso de un lenguaje técnico dificultaría en grado sumo la comprensión de las normas y con ello, se haría más difícil que los destinatarios pudieran cumplirlas. Este hecho es importante, ya que la interpretación del lenguaje normativo, …ver más…
Otro fenómeno que puede llegar a confundirse con la ambigüedad es el hecho de que una palabra tenga diversidad de referencias. Por ejemplo, la palabra “árbol” se aplica a tipos diferentes de árboles, tales como los pinos o los robles, pero esto no significa que sea ambigua. El que haya distintos tipos de referentes no hace ambigua a una palabra. Lo mismo sucede con algunos términos jurídicos que pueden aplicarse a diferentes objetos. Así ocurre con la palabra “vicio” que se utiliza en diversos contextos para referirse a objetos distintos. Es usado para denotar una propiedad de distintos objetos y no está claro que en todos ellos sea la misma propiedad. En primer lugar, el término “vicio” puede referirse a los actos de la voluntad. Así, se entiende por vicios de la voluntad aquellos defectos (la falta de conocimiento o la falta de libertad), que hacen anulable la declaración de la voluntad. En segundo lugar, el término “vicio” también se usa para referirse en el ámbito del Derecho Civil a los vicios ocultos, esto es, las fallas ocultas en el objeto de un negocio y que dan derecho a pedir su resolución o a pedir la rebaja del precio. Los casos genuinos de ambigüedad son los que derivan de la polisemia, esto es, cuando se predican varios significados de un único término y estos significados están relacionados entre sí (Hospers, 1982, p. 28). Por ejemplo, en el caso de la palabra