Alianzas Antes De La Segunda Guerra Mundial.
Antes del comienzo de la Segunda Guerra se empezaron a tejer alianzas estratégicas que luego fueron disueltas y reconfiguradas. El mapa político fue cambiando durante el transcurso del enfrentamiento bélico. La Unión Soviética supo sacar provecho del conflicto utilizando, para muchos, una estrategia defensiva.
Dos años después de su victoria sobre el nazismo, el Ejército Rojo se volvió, a causa de la guerra fría, una amenaza (1) para los pueblos del Oeste. Seis décadas más tarde la historiografía francesa, una vez terminada la mutación pro-estadounidense, puso a la Unión Soviética en la picota tanto por la fase del pacto germano-soviético como, luego, por la de su “gran guerra patriótica”. En …ver más…
Rumania, por su parte, temía perder la Besarabia (7), tomada a los rusos en 1918 y conservada gracias a la ayuda de Francia. La URSS tampoco obtuvo garantía alguna de los países bálticos, cuya independencia en 1919-1920 y el mantenimiento de la influencia alemana se debía totalmente al “cordón sanitario”.
Desde marzo, y sobre todo desde mayo de 1939, Moscú fue cortejada por Berlín, que, como por su experiencia prefería una guerra en un solo frente, le prometió, antes de arrojarse sobre Polonia, respetar su esfera de influencia en Galicia Oriental, en el Báltico y en Besarabia. Moscú cedió a último momento, pero no al fantasma de “revolución mundial” o de Drang nach Westen (ese impulso hacia el oeste tan caro al publicista alemán de extrema derecha Ernst Nolte). Con Londres y París siempre mimando a Berlín, Moscú se negó a “quedar implicada sola en un conflicto con Alemania”, según los términos del secretario de Relaciones Exteriores británico Charles Lindsley Halifax, el 6 de mayo de 1939. Occidente imitó el estupor ante “la siniestra noticia que explotaba sobre el mundo como una bomba” (8) y denunció una traición. En realidad, los franceses y británicos apostados en Moscú jugaban a Casandra desde 1933: a falta de una Triple Alianza, la URSS debía contemporizar con Berlín para ganar el “respiro” necesario que le permitiera poner en pie de guerra su economía y su ejército.
El 29 de agosto de 1939, el teniente