Alemania moderna
Los partidos de dudosa adscripción democrática pueden ser prohibidos a petición del Gobierno Federal. Pero no se trata de un automatismo. Si el Gobierno Federal considera necesario prohibir un partido porque constituye un peligro para el sistema democrático, lo único que puede hacer es solicitar la ilegalización. La prohibición misma solo puede dictarla la Corte Constitucional Federal. De este modo se evita que los partidos gobernantes ilegalicen a otros partidos que puedan resultarles incómodos en la pugna política. En la historia de la República Federal ha habido pocos procedimientos de ilegalización de partidos políticos y menos aún han sido las ilegalizaciones decretadas. Es cierto que la Ley Fundamental privilegia a los partidos políticos, pero no dejan de ser, en esencia, manifestaciones de la sociedad. Asumen pues todos los riesgos de fracaso en las elecciones y como consecuencia de la deserción de afiliados o las luchas intestinas a nivel de aparato o de corrientes. El sistema de partidos alemán es bastante homogéneo. A partir de un sistema tripartidista de larga data, entre tanto ha cristalizado un sistema pentapartidista estable como consecuencia de la consolidación de los Verdes en la década de los ochenta y del partido sucesor del Partido Unitario Socialista (SED) de la República Democrática Alemana (RDA) tras la reunificación del país en 1990. En