1 Capitulo la fuerza del sheccid
El automóvil Rojo.
LLevo veinte minutos de caminata sobre el pavimento mojado cuando un moderno automóvil rojo se detiene junto a mí.
-¡Hey, amigo!- el conductor abre la ventana eléctrica - ¿Sabes dónde se encuentra la Escuela Tecnológica?
-Claro -contesto-, de allá vengo. Regresé por esa calle y después....
-No, no -me interrumpe-, Necesito que me lleves personalmente. Como un favor especial.
Titubeo un poco, aunque sé lo que debo contestar.
-Discúlpame, pero lo más que puedo hacer es indicarle dónde está.
La ventanilla de atrás se abre y aparece el rostro de un compañero de mi salón.
-¡Ratón de biblioteca! No tengas miedo, sube al coche....El señor es profesor de biología y vende algunos productos para …ver más…
Llega a la más grotesca perversidad.
-¿Ya se te puso duro? -pregunta el sujeto disminuyendo la velocidad.
Separa la mano derecha del volante y la lleva hasta mi entrepierna. Estoy paralizado, sin alcanzar a comprender lo que intenta hacer. Con un ágil movimiento, introduce su mano en el pantalón y palpa mis genitales como queriendo corroborar la madurez de su presa. La inspección es rápida y siento una gra repulsión. Retira la mano para sentenciar:
-Necesito fotografías de chicos y chicas de tu edad. El acto sexual, como ves, puede hacerse con una o con varias parejas simultaneamente. Es muy divertido. También realizamos filmaciones. ¿Nunca has pensado en ser actor?
El auto desciende por una hermosa unidad habitacional, rodeada de parques y juegos infantiles. Tardo unos segundos en reconocer el lugar.
-¿Qué te parece esa muchacha?
Miro al frente e identifico a una joven vestida con el uniforme de la escuela. No tengo tiempo de hablar, el coche llega hasta ella y se detiene a un costado. Una cara conocida se vuelve con alegría. Se trata, ni más ni menos, de la chica pecosa que hace un par de meses presentó públicamente a la nueva compañera en la ceremonia cívica.
"¡Dios mío!", me digo agachando la cabeza, "esto no puede estar pasando". Durante dos meses he vigilado casi a diario a la joven de recién ingreso profundamente conmovido por su estilo y he aquí que, antes de que ella sepa de mi existencia, me encuentro con su mejor amiga