Reflexiones sobre libertad en la sociedad del siglo XXI –
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Reflexiones sobre libertad en la
sociedad del siglo XXI
En este artículo hablo sobre la libertad, es
decir, utilizo mi libertad de pensamiento para reflexionar sobre
la libertad (al menos creo que es una libertad que nadie me puede
quitar, esto es, la libertad para reflexionar, la libertad de
pensamiento).
La mayoría de las personas piensan que son
libres, que pueden tomar decisiones en base a su libre
albedrío, que ejercitan su libre voluntad a nivel
individual y colectivo (por aquello de la idea de la
democracia). Sin embargo, eso no es verdad, en realidad la
libertad es una ilusión ya que el comportamiento
individual y social está regulado por un control social
que tiene determinismos económicos, psicológicos y
políticos.
Para ilustrar el determinismo económico
daré un ejemplo: todos tenemos la libertad de acudir a una
agencia de automóviles y comprar un auto último
modelo con equipamiento de lujo. Sin embargo no lo hacemos porque
no tenemos el dinero suficiente para comprar esa unidad. La
mayoría de los latinoamericanos vivimos percibiendo un
salario que es insuficiente para elevar la calidad de nuestra
vida. Tan solo en México se incrementa la pobreza en forma
tal que las autoridades ya no pueden utilizar un discurso
triunfalista en su "guerra contra la pobreza"
Vivimos en una sociedad cada vez más desigual
donde se discrimina al que no tiene y se favorece al que posee el
poder, la riqueza social se distribuye cada vez más en
forma desigual. La pobreza en México crece cada día
más, al grado de que las autoridades ya reconocen que un
53% de la población vive en condiciones de
pobreza.
Entonces podemos ver que en el plano económico,
no somos libres. Por otro lado, en el terreno de lo
psicológico, donde se supone deberíamos tener
más libertad, vemos que los medios masivos de
comunicación son utilizados para generar una
persuasión masiva de aceptación al status quo y a
través de la publicidad los medios masivos de
difusión utilizan figuras ideales del hombre y de la mujer
para decirnos que comprar para comer, que prendas usar para
vestir, que artículos usar para bañarnos, que usar
para dormir, etc.
En los hechos, existe un verdadero control social que
afecta el comportamiento de individuos, grupos y comunidades
enteras y el problema es que la gente piensa que es libre y que
toma decisiones autónomas. Podríamos entender esto
respondiendo a la pregunta ¿Por qué compran las
personas? Quizá muchos digan "para satisfacer mis
necesidades personales", sin embargo, los estudios que se han
hecho acerca de la psicología del consumidor, reflejan que
las personas compran productos para proyectar un mensaje a las
demás personas, ya sea de pertenecer a un status
privilegiado o de tener la capacidad para consumir productos "de
marca".
Pocas son las personas que consumen para satisfacer
necesidades específicas. Entonces no somos tan libres como
creemos, estamos determinados por diferentes fuerzas que regulan
nuestro comportamiento individual y social. Por cuestiones de
espacio, dejaré para otra ocasión la
explicación de las causas del determinismo político
que coarta nuestra libertad.
Cuando cayó el muro de Berlín, se manejo
el discurso de que fracasó al socialismo y el comunismo,
que triunfó sobre ellos el capitalismo. Que "el mundo
libre", o sea occidente, superó el totalitarismo
soviético. La población mundial podía estar
en paz, la democracia triunfó sobre el autoritarismo
comunista. A partir de ahí, se extendió el sistema
de libre mercado por casi todo el orbe, surgiendo con ello la
globalización que hoy ¿disfrutamos?
¿padecemos? Y que implicó el libre tránsito
de las mercancías por todo el orbe mundial.
Desapareció la guerra fría y surgió
en su lugar la guerra comercial en la cual el pez más
grande se come al pez más chico. Desapareció la
guerra de espías (o al menos eso nos dijeron) y
surgió el espionaje interno y el espionaje internacional,
cuya más burda expresión contemporánea
denunció Edward Snowden, joven estadunidense,
extécnico de la CIA, al revelar que Estados Unidos realiza
acciones de espionaje no solo a países considerados
potencias enemigas, sino también a países aliados e
inclusive también espía a ciudadanos
norteamericanos en suelo estadunidense.
El control político se lleva a cabo
también en el terreno de la ideología, utilizando
las aportaciones de las ciencias sociales para influir en forma
de pensar de las personas desde su nacimiento hasta su
fallecimiento. Louis Althousser lo planteó claramente en
su texto ideología y aparatos ideológicos del
estadohttp://www.slideshare.net/walterbarra/louis-althusser-ideologia-y-aparatos-ideologicos-del-estado cuando
cada individuo asimila la ideología dominante (que es la
ideología de la clase dominante) al recibir la influencia
de diferentes instancias (familia, escuela, iglesia, amigos,
trabajo, etc.). La ciencia y la tecnología son utilizadas
para lograr un control social que raya en el nivel de la
obediencia.
La sociedad contemporánea tiene un cúmulo
de contradicciones por la enorme desigualdad social que existe de
tal forma que se le puede comparar con una bomba que puede
estallar en cualquier momento al llegar a niveles intolerables el
hartazgo social. El psiquiatra italiano Franco Basaglia en su
texto Crímenes de la
paz.http://www.agrupaciondco.com.ar/biblioteca/Basaglia-Franco-Basaglia-Franca-et-al-Los-crimenes-de-la-paz-1975.pdf plantea
que la paz social que "disfrutamos" descansa en el ejercicio de
varios crímenes que se realizan en su nombre.
Para evitar que se dé el estallido social, el
sistema delega parte de su poder en manos de los "funcionarios
del consenso" o "técnicos del saber práctico".
¿Quiénes son estos? El psiquiatra, el
psicólogo, el médico, la trabajadora social, el
comunicólogo, etc. Quienes con su aval de
"científicos" contribuyen a generar una aceptación
social del status quo, al reducir problemas sociales al
ámbito de lo individual. No analizan las verdaderas causas
de los problemas sociales, solo atienden sus efectos
individuales.
Distorsionan la realidad al reducir los problemas
sociales a tan solo problemas individuales. No surte el mismo
efecto que la vecina de al lado diga que Juan tiene un problema
de adicción a las drogas, que afecta su comportamiento y
que es un peligro social y que merece ser internado, a que diga
lo mismo un Psiquiatra, un Psicólogo o un
Médico.
Estos últimos tienen el aval de la ciencia y
actúan para ocultar el rostro de la violencia social
institucional que padecemos y se dirige a aquellos que
"actúan diferente", a los "desviados de la norma" o sea
los considerados "anormales".
Su función es mistificar la violencia a
través de la ciencia y la técnica. Utilizan la
violencia técnica para preparar a los individuos a que
acepten su condición de objetos de violencia y
exclusión social. Esta exclusión puede ser
económica (los millones de gentes que viven en condiciones
pobreza), política (los opositores a las autoridades
establecidas).
La exigencia de desempeñar el rol de funcionario
del consenso que demanda el grupo en el poder económico y
político, lleva a que los científicos sociales
(psicólogos, sociólogos, trabajadores sociales,
comunicólogos, etc.) nos enfrentemos en un momento dado de
nuestra práctica profesional a la disyuntiva de
elegir entre ser funcionarios del consenso y promover la
aceptación del status quo, disfrazando y distorsionando la
realidad con nuestro discurso científico o escoger el rol
de agente de cambios social, denunciando las verdaderas causas de
los problemas sociales aunque esto implique afectar intereses del
grupo en el poder y ponerse en el blanco de la represión,
tal como pasó en las dictaduras militares de los setentas
y ochentas en la Argentina de, Chile, Paraguay, Guatemala,
Brasil, etc.
Donde los psicólogos sociales fueron los primeros
blancos de la represión militar por su labor de
concientización y organización social de la
población oprimida.
Cuando estudié psicología en la
Universidad Veracruzana, varios de mis maestros eran
psicólogos sociales (guatemaltecos, argentinos, chilenos,
uruguayos), que llegaron a México en calidad de refugiados
políticos huyendo de la represión militar en sus
países. Los médicos y psiquiatras deben replantear
su profesión utilizando un enfoque más
social.
Esto es lo que se intenta cuando se habla de medicina
social y psiquiatría social. Para comprender la forma como
se realiza el control ideológico de una población
en una sociedad determinada como la nuestra, partiré de la
descripción de nuestra sociedad ubicada dentro del sistema
capitalista.
En nuestro sistema social existe el régimen de la
propiedad privada sobre los medios de producción. Esto
significa que las grandes empresas elaboran productos y servicios
con la finalidad de obtener plusvalía, es decir, ganancias
económicas. En ningún momento está dentro de
sus planes satisfacer necesidades sociales. Las grandes empresas
antes de iniciar la producción realizan estudios de
mercado para conocer la forma de pensar, sentir y actuar de los
potenciales consumidores.
Es decir, elaboran perfiles psicográficos de
determinados segmentos del mercado, para conocer sus rasgos de
personalidad, sus actitudes, sus formas de percibir, sus fuerzas
motivacionales. Es decir, se hacen verdaderos estudios de la
psicología de los consumidores.
Con esa información identifican las necesidades
latentes y manifiestas de los consumidores y en base a ella
proceden a crear productos que tiendan a satisfacer esas
necesidades. Inclusive, la forma como se colocan los productos en
los grandes comercios, está basada en estudios
psicológicos bien elaborados. Muchas personas piensan que
la mercadotecnia es algo similar a las ventas. En realidad las
ventas son una parte del proceso de mercadotecnia.
Cuando se crea un producto en base a estudios
mercadológico, los productos se venden por sí
solos, ya que están dirigidos a un segmento del mercado
previamente identificado.
Los medios masivos de difusión ayudan a fomentar
el consumo con una exagerada publicidad. Si bien Carlos Marx,
decía en su tiempo que la religión era el opio del
pueblo, hoy podríamos decir lo mismo de la publicidad. Lo
mismo sucede en el ámbito político, con la
mercadotecnia política que se utiliza en época de
elecciones.
El equipo de apoyo de los candidatos realiza estudios
para conocer los deseos, expectativas del electorado y buscan
crear una imagen del candidato aceptable para los votantes. En
sus campañas, los políticos hacen promesas que
intentan responder a esas expectativas.
Pero, como ya sabemos, los políticos se olvidan
de sus promesas cuando están en el poder. Los medios de
comunicación masiva también pertenecen a manos
privadas y por lo regular son utilizados para generar la
conformidad y obediencia social. No es gratuito que buena parte
del tiempo de las grandes cadenas de televisión se dedique
a promocionar las figuras de los gobernantes en turno.
Contribuyen a generar un consenso de aceptación social al
condenar y satanizar las protestas de diversos grupos
sociales.
Para entender cómo se realiza el control
ideológico de la población de una sociedad
determinada, utilizaré el ejemplo del edificio social
planteado por Carlos Marx. Les pido a quienes no lo hayan
leído que no se asusten ni me etiqueten por tan solo leer
su nombre. Este autor que ha sido vilipendiado, injuriado y mucho
más, hizo grandes aportaciones a la humanidad que vale la
pena rescatar.
Señaló que para realizar la
anatomía de una sociedad debe analizarse el modo de
producción que tiene. Mencionó que los hombres y
las mujeres establecían relaciones sociales entre
sí en base a su adscripción a un determinado medio
de producción. (Todavía no existía internet
y las redes sociales).
Puntualizó que la base de una sociedad se
encuentra en su estructura económica, la cual es el modo
de producción. Comparó el modo de producción
con los cimientos de un edificio, de ahí la referencia al
ejemplo del edificio social. Sobre la estructura de la base
económica, se construyen dos infraestructuras: la
infraestructura jurídico-política, que determina la
interacción social a través de la
elaboración de leyes, reglamentos, constituciones,
etc.
Al lado de ésta, se construye la infraestructura
ideológica a través de la cual se difunde la
ideología de la clase en el poder, para reproducir las
relaciones sociales de producción, es decir, para mantener
y perpetuar el sistema social, utilizando diferentes instancias y
recursos. Es decir, se educa a la población a aceptar el
status quo y asumir una actitud de obediencia social, inculcando
actitudes de rechazo social hacia todas aquellas acciones que
cuestionen el orden social establecido.
¿Cómo se produce esta actitud ciega de
obediencia social? Primeramente a través de la familia,
que Wilhelm Reich denominó la correa de transmisión
de ideológica del sistema social en su texto La
revolución sexual
http://es.scribd.com/doc/96401807/La-revolucion-sexual-Wilhelm-Reich-1936.
Cuando menciona que la educación autoritaria en la
educación de los hijos genera individuos sumisos y
obedientes. Por otro lado, Rodolfo Bohoslavsky, psicoanalista
argentino lo plantea claramente en su texto Psicopatología
del vinculo maestro alumno
http://www.cucs.udg.mx/avisos/Martha_Pacheco/Software%20e%20hipertexto/Antolog%C3%ADa_PA101/Boholavsky.pdf
Cuando plantea que los 12 años de estudio de la
escuela primaria, secundaria y preparatoria, equivalen a un curso
de cómo ser buenos esclavos. Ya que los alumnos llegan a
la universidad sin recordar la Física, La Historia, las
Matemáticas, etc. Pero lo que si aprendieron bien y no han
olvidado es a obedecer a la figura de la autoridad.
La escuela es una de las instituciones que participan en
el proceso de socialización psicosocial. Este mismo autor
plantea que en las relaciones interpersonales se pueden
identificar tres tipos de vínculos: el vínculo de
dependencia, el vínculo de competencia y el vínculo
de colaboración.
Louis Althousser, Franco Basaglia y Rodolfo Bohoslavsky
coinciden en que desde los primeros años de vida la
formación psicosocial de hombres y mujeres se caracteriza
por el desarrollo de un vínculo de dependencia,
promoviendo con ello actitudes de sumisión y
obediencia.
La reproducción de las relaciones sociales de
producción significa que cada quien desempeñe el
rol social que le fue asignado. Es decir, significa que el obrero
acepte su condición de obrero, que el albañil
acepte su condición de albañil, que cada quien
ejerza su rol sin cuestionarlo y sin protestar.
¿Cómo se logra que alguien acepte morirse
de hambre sin protestar? Existe un proceso que en
Psicología conocemos como proceso de socialización,
que consiste en el constante aprendizaje que se da en todo
individuo desde que nace hasta que fallece. A través del
mismo cada individuo desarrolla una personalidad psicosocial, que
consiste en una determinada forma de pensar, sentir y actuar que
nos hace únicos y diferentes a los
demás.
Esta personalidad es el resultado de la interinfluencia
que mantenemos o hemos mantenido a con las diferentes figuras
significativas en los distintos grupos sociales a los que
pertenecemos o hemos pertenecido.
Se inicia al interior de la familia donde se forman las
bases de la personalidad, ya que los primeros años de vida
son determinantes en su desarrollo, recibiendo la influencia de
los padres, quienes con su conducta moldean la personalidad de
los hijos. Continúa con la influencia de los medios
masivos de comunicación (principalmente la
televisión).
Si consideramos el tiempo que pasa una familia frente a
la tv actualmente y la percepción superior que tienen los
niños a edades tempranas, veremos que la tv también
"educa" o más bien malforma. La escuela aporta lo suyo en
los términos ya descritos por Rodolfo
Bohoslavsky.
La Iglesia contribuye a generar sentimientos de culpa y
actitudes de obediencia. El ambiente de trabajo hace su
aportación al definir comportamientos socialmente
aceptables y no, a través de la elaboración de
reglamentos, normas, etc. Todo lo anterior contribuye a crear
individuos que aceptan el status quo sin cuestionarlo. Por otro
lado, Serge Moscovici plantea en su texto La era de las
multitudes algo muy interesante.
Describe que antes del advenimiento de la sociedad
industrial existía un fuerte lazo de unión entre
los integrantes de las comunidades. Se manejaba una identidad
colectiva y el lenguaje de nosotros. Existían sentimientos
de solidaridad entre unos y otros. Con el surgimiento de la
industrialización, a través de la
introducción de la máquina en el proceso de
producción, surgió la división del trabajo,
la especialización, donde cada individuo realiza solo una
parte del proceso de producción.
Con el desarrollo de la industria, crecieron las
ciudades a un grado tal que surgió la sociedad de masas.
Con ello surgió también la ideología
individualista y competitiva característica de nuestra
época, que lleva a que una persona experimente grandes
sentimientos de soledad y aislamiento, aún cuando
esté rodeado de una multitud. Esta ideología
individualista y competitiva, genera sentimientos y actitudes de
egoísmo e indiferencia social, reduciendo grandemente los
sentimientos y actitudes de solidaridad y generosidad social.
Mañana continuamos.
Para evitar la intervención de los aparatos
represivos del Estado (policía municipal, policía
estatal, policía federal y ejército), ante un
inminente estallido social, el sistema en el poder se apoya en la
acción de las diversas instancias socializantes que
intervienen en el desarrollo psicosocial de todo individuo, es
decir, la actuación de la familia, la escuela, la iglesia,
los medios masivos de comunicación que vienen a reforzar
la acción de control social necesario para mantener el
status quo. Sin embargo, el control no se logra al 100% ya que
las instituciones encargadas de realizarlo, atraviesan por una
fuerte crisis.
Las instituciones base de nuestro sistema social: la
familia, la escuela, los hospitales, las cárceles, etc.,
son denominados por Franco Basaglia, como las instituciones de la
violencia
http://conferenciabasagliargentina.org/wp-content/uploads/2012/11/Basaglia-Franco-La-Institucion-Negada.pdf
en donde se ejerce una violencia por parte de aquellos que
están de parte del sistema, sobre aquellos que
están irremediablemente bajo su dominio. . La familia, la
escuela, la fábrica, la universidad, el hospital, son
instituciones basadas en una clara distribución de los
papeles: la división del trabajo (señor-siervo,
Maestro-alumno, dirigente-dirigido).
Lo más característico de dichas
instituciones es la separación entre los que detentan el
poder y los que no lo detentan. La subdivisión de los
roles expresa una relación de opresión y de
violencia entre poder y no-poder, que se transforma en la
exclusión del segundo por el primero.
La violencia y la exclusión se hallan en la base
de todas las relaciones susceptibles de instaurarse en nuestra
sociedad. Los grados de aplicación de la violencia
varían según las necesidades que aquel que detenta
el poder tiene de ocultarlas o disfrazarlas.
La violencia y la exclusión son justificadas en
nombre de la necesidad, como consecuencia de la finalidad
educativa (familia, escuela), y de la culpa y de la enfermedad
(prisiones y hospitales psiquiátricos), para las segundas.
Estas instituciones pueden definirse como instituciones de la
violencia.
Según Basaglia, esta es la historia reciente
(actual) de una sociedad basada en una división radical
entre el que tiene (que posee, en un sentido real y concreto) y
el que no tiene. Entre el bueno y el malo, el sano y el enfermo,
el respetable y el no respetable. La autoridad paterna es
opresiva y autoritaria, la escuela se basa en el chantaje y la
amenaza, el patrón explota al trabajador, el hospital
psiquiátrico destruye al enfermo mental.
La necesidad de ocultar este rostro de violencia para
evitar el agudizamiento de las contradicciones internas, ha
llevado a la sociedad del bienestar y de la abundancia a crear el
sistema de extender la concesión del poder a los
técnicos que lo ejercerán en su nombre, y
seguirán creando – a través de otras formas de
violencia: la violencia técnica – , nuevos excluidos. La
labor de estos intermediarios consiste en mistificar la violencia
a través de la técnica, sin llegar a cambiar su
propia naturaleza, de manera que el objeto de la violencia se
adapte a la violencia de que es objeto., sin llegar nunca a tomar
consciencia de ello, ni convertirse a su vez en sujetos de
violencia real contra lo que lo violenta.
El psiquiatra social, el psicoterapeuta, el
psicólogo organizacional, el psicólogo social, el
médico, la trabajadora social, etc., son los nuevos
administradores de la violencia en el poder, en la medida en que
se limitan a permitir, mediante u acción técnica
aparentemente reparadora y no violenta, la perpetuación de
la violencia global.
Su tarea consiste en preparar a los individuos para que
acepten las condiciones de objetos de violencia, dando por
sentado que, más allá de las diversas modalidades
de adaptación que puedan elegir, ser objeto de violencia
es la única realidad que les está
permitida.
La sociedad contemporánea tiene un
sinnúmero de contradicciones, la desigualdad social crece
cada día, surgen movimientos colectivos en diversos
países del mundo que intentan cambiar sus escenarios
sociales, la pobreza se extiende a capas más amplias de la
población, la riqueza social producida por la clase
trabajadora se distribuye cada vez más en forma desigual.
Las necesidades y problemas sociales, crecen y se multiplican, el
desempleo crece sin medida.
Por ello no es gratuito que las banderas de democracia,
de libertad, de justicia, de igualdad, se levantan en varias
partes del mundo. Por otro lado, vemos que las instituciones
baluartes del sistema social presentan serias crisis de
credibilidad y de funcionamiento, en cuanto a que presentan una
gran distancia entre el discurso y la práctica.
La crisis social que vivimos obedece a que las
instituciones se encuentran en grave y profunda crisis. La
familia contemporánea presenta grandes problemas de
desintegración de disfuncionalidad.
La escuela se encuentra en el olvido del presupuesto de
los gobiernos que no invierten en educación, por lo cual
su calidad ha disminuido considerablemente. La Iglesia enfrenta
graves acusaciones de abuso sexual de sus sacerdotes y buena
parte de sus recursos se destina a convenios de pago para guardar
silencio, mientras que disminuye considerablemente la cantidad de
creyentes.
Los partidos políticos traicionan sus estatutos,
reglamentos y principios para mantenerse o pactar con el poder en
turno, mientras firman pactos que afectan a la población.
Los sindicatos se supone que deben defender los intereses de sus
agremiados pero en la práctica, los líderes
sindicales toman acuerdos que afectan a los
trabajadores.
Las cárceles que hoy son llamadas Centros de
Readaptación Social, su discurso dice que readaptan a los
internos, pero en realidad generan delincuentes, aquí se
aplica el dicho "ni están todos los que son, ni son todos
los que están".
Es común que se les conozca como universidades
del crimen. Todas estas instituciones presentan como denominador
común que presentan una crisis en la relación
dirigente dirigido, es decir, presentan una grave crisis de
liderazgo. Un gran porcentaje de la población mexicana y
en general en Latinoamérica viven en condiciones de
miseria. Sobreviven con un salario de 65 pesos al día
más de 6 millones de
trabajadores.http://www.jornada.unam.mx/2013/08/02/sociedad/036n1soc
Mientras que México es uno de los países
que presentan una gran distancia entre los sueldos que perciben
los altos directivos y los trabajadores de base. Todo esto
conforma un panorama que plantea la necesidad urgente de realizar
cambios estructurales que vayan con una orientación
social, es decir que beneficien a la población más
afectada.
Sin embargo, los partidos políticos atienden las
demandas de las grandes organizaciones financieras
internacionales para implementar reformas que favorecen a la
cúpula en el poder y perjudican a la población
(Reforma laboral, Reforma Educativa, Reforma energética,
etc.).
La situación descrita anteriormente presenta una
sociedad en constante crisis que va evolucionado y se agudiza
cada vez más. Por un lado, enfrentamos una crisis
económica que afecta todos los niveles, individual,
grupal, organizacional, comunitario, nacional e
internacional.
Por otro lado, padecemos una crisis política que
afecta las relaciones sociales en diferentes ámbitos.
Más allá, se observa una crisis psicológica
que se manifiesta en una profunda enajenación del
individuo contemporáneo al cual se le ha convertido en
hombre consumidor en los términos planteados por Erich
Fromm.
http://148.206.53.231/especiales/desobediencia_civil2/pc_content/libros/pdf/13_fromm.pdf
http://www.monografias.com/trabajos97/psicologia-consumo-y-alienacion/psicologia-consumo-y-alienacion
Esto se traduce en una crisis de valores en la sociedad.
No es gratuito hablar entonces de una anomia social, es decir de
una ausencia de valores. Es un escenario social en el cual se
violan los derechos humanos de millones de niños, mujeres
y hombres en México y Latinoamérica.
Se viola el derecho a la alimentación, el derecho
a la salud, el derecho a la vivienda, el derecho al trabajo, el
derecho a la educación, etc. En suma, en palabras de
Víctor Jara, se viola el derecho de vivir en paz. Ante la
pobreza económica y miseria psicológica, las nuevas
generaciones de jóvenes aprenden a través de las
diferentes instancias socializantes que lo más valioso en
esta sociedad es tener dinero.
Se inculca la idea de que con dinero se puede comprar
cualquier cosa para tener "una buena vida". Acostumbro iniciar
mis cursos en la universidad explicando a mis alumnos que vivimos
tiempos de cambios.
Somos testigos y objeto de cambios económicos,
cambios políticos, cambios tecnológicos, cambios
culturales, etc. No resulta exagerado decir que en los
últimos 50 años se han presentado más
cambios que en los últimos 200 años. Estos cambios
se presentan en forma impredecible y discontinua, generando un
ambiente de incertidumbre, afectando el proceso de toma de
decisiones a nivel individual, grupal, organizacional y
comunitario.
La situación es tal que lo único que no
cambia, es la premisa de que todo está cambiando. Como
alternativa les digo a mis alumnos que la clave del éxito
en estos tiempos de cambios está en el desarrollo de
nuestra capacidad para generar nuevos comportamientos para
adaptarnos a las situaciones cambiantes. De la misma forma que
aprendimos a usar una computadora, internet o un segundo idioma,
podemos aprender otros comportamientos que nos permitan enfrentar
los nuevos retos.
Vemos que hoy en día, nuestra sociedad debe
cambiar. Para tener una real libertad individual y social,
necesitamos cambiar esta sociedad, por otra más justa,
democrática y libre. Es decir, necesitamos realizar un
cambio social. ¿Cómo podremos realizar un cambio de
esta magnitud?
Para lograr un cambio social debemos empezar por un
cambio individual, es decir, no podremos construir una sociedad
más democrática, más justa y más
igualitaria, si no cambiamos nuestras actitudes y comportamientos
egoístas, individualistas y cargados de indiferencia
social, que nos han sido inculcados por toda una vida de vivir en
el sistema capitalista.
Necesitamos dejar atrás las actitudes negativas
que trae consigo la ideología individualista y competitiva
que nos han inculcado que nos ha llevado a ver en los
demás una amenaza a nuestra integridad.
Pero sobre todo, debemos cambiar una ideología
autoritaria, machista, intolerante y excluyente, por una
ideología que se base en el respeto, aceptación y
tolerancia de los demás. Esto es, necesitamos desarrollar
sentimientos y actitudes de solidaridad con el oprimido, de
generosidad con el desposeído, de empatía con el
que sufre, de aceptación y tolerancia con quien habla,
viste y actúa en forma diferente a nosotros.
Necesitamos cambiar nuestra indiferencia social, por una
actitud de sensibilidad hacia los problemas sociales. Esta
indiferencia social que ha generado el fenómeno de la
"invisibilidad social" del desposeído y del marginado, que
se presenta cuando fingimos no ver a quienes piden caridad en la
vía pública o al trastornado mental que deambula
por las calles. Necesitamos empezar a construir relaciones
más democráticas en los grupos a los que
pertenecemos, construyendo liderazgos más distribuidos y
compartidos.
Dentro del grupo familiar, en el grupo escolar, en el
grupo laboral, en el grupo sindical, etc. Junto a ello, debemos
superar y vencer nuestro temor y resistencia al cambio,
reconociendo que somos seres cambiantes. Los seres humanos
tenemos una doble evolución, ontogenética y
filogenética, es decir cambiamos sin darnos cuenta como
individuos y como especie.
El psicólogo venezolano Alberto Merani lo explica
de una forma por demás clara
https://www.facebook.com/AlbertoLeonidasMerani/posts/368496306564409
Merani introduce el concepto de naturaleza humana, y demuestra
que el hombre no es un dato o un ideal, sino que se
autoconstruye.
Todo individuo pasa por una serie de etapas de
desarrollo psicológico a lo largo de su vida, empieza con
la infancia, pasa por la pubertad, atraviesa por la adolescencia,
continua con la juventud, llega a la adultez y finalmente a la
vejez. Todas ellas son etapas de desarrollo que van cambiando sin
que tomemos consciencia de ello.
Por otro lado, como humanidad vamos cambiando de un
momento a otro, año tras año, la humanidad de hoy
no es la misma de la que fue en el siglo pasado, en el año
2,000, etc. Entonces en forma similar a lo que se dice de que el
mexicano trae un nopal pintado en la frente, hagamos de cuenta
que los seres humanos traemos la "C" de la palabra cambio en
nuestras frentes
/trabajos93/cambio-organizacional-planeado/cambio-organizacional-planeado
porque constantemente estamos cambiando. Si los seres
humanos estamos cambiando constantemente, cada años somos
los mismos pero diferentes al años anterior, si la
sociedad está cambiando constantemente, si los cambios se
presentan en forma independiente a nuestra voluntad, lo menos que
podemos hacer entonces, es planificar los cambios, empezando por
los cambios individuales. Si deseamos una sociedad mejor, tenemos
que ser hombres y mujeres mejores a lo que somos el día de
hoy.
Hemos visto a lo largo de las páginas que
preceden estas líneas que contrario a lo que se maneja en
el discurso, la libertad en nuestra sociedad se encuentra en
entredicho. El mundo cambiante y dinámico en que vivimos
presenta cada vez más, nuevos problemas sociales de gran
envergadura que se van sumando a los ya existentes y que no se
han solucionado todavía.
En esencia, se puede decir que la sociedad
contemporánea mantiene una espiral que la hace cada vez
más desigual, en la medida en que la riqueza social que se
produce cotidianamente, se distribuye en forma cada vez
más inequitativa. Actualmente nadie puede negar que los
beneficios que proporciona el progreso actual se distribuyen cada
vez más en una forma inequitativa en la población
mundial, aumentando la marginación social a nivel
internacional, lo cual está contribuyendo a elevar los
niveles delictivos en diferentes países, ante la
agudización de la crisis económica que se vive a
nivel mundial.
http://cinereverso.org/?p=9852#.UgKShiMuCTs.facebook
Todo esto contribuye sin duda alguna a agudizar las
problemáticas sociales que afectan el desarrollo integral
y bienestar social de la colectividad, por lo que la sociedad
demanda respuestas e intervenciones que contribuyan a su
solución y quienes pueden hacer las aportaciones
principales en ese sentido somos los científicos sociales
que nos dedicamos a estudiar el comportamiento social en sus
diferentes ámbitos de convivencia social.
El cambio de nuestra sociedad requiere el uso de las
aportaciones de las ciencias sociales, de científicos
sociales que actúen como verdaderos agentes de cambio
social y no como funcionarios del consenso. Pero la tarea de
cambiar a la sociedad no compete únicamente a los
científicos. Es necesario que la sociedad en su conjunto
participe en este cambio, de otra manera no habría
cambio.
Para lograr un verdadero cambio a nivel social
requerimos empezar por aumentar nuestra participación e
interacción en los diferentes grupos, organizaciones y
comunidades a las que pertenecemos. Esto implica salir de nuestro
reducido círculo social y ampliar al máximo
nuestros contactos sociales. Empezando por tener reuniones con
nuestros vecinos para comentar los posibles problemas que
compartimos y encontrar soluciones conjuntas. Necesitamos crear
estructuras organizacionales de vecinos que involucren a todos
los habitantes de una cuadra, una manzana o un barrio en la
discusión de los problemas comunes.
Necesitamos crear organizaciones No Gubernamentales que
tengan una estructura de organización con
definición de roles y responsabilidades compartidas. Estas
ONG"s podrían utilizarse para organizar reuniones con los
representantes del sector y distrito en el Cabildo local,
Congreso Estatal y Congreso de la Unión, para exigirles
que cumplan sus promesas y responsabilidades, atendiendo los
problemas que padece la comunidad.
Asimismo para que introduzcan iniciativas de Ley cuyos
contenidos sean de beneficio social tales como, reducción
de salarios a altos funcionarios, castigo a la corrupción,
control de la publicidad, defensa del consumidor,
protección al desposeído, educación a la
población en temas como educación vial,
educación sexual, etc. La clave está en perder el
miedo a hablar, recuperar la confianza individual y social,
liberar el habla social, dar la palabra al que no tiene
voz.
Recordemos que parte de los cambios sociales ha sido el
surgimiento de grupos sociales emergentes, que en forma
espontánea han surgido ante la crisis que presentan las
instituciones de nuestro sistema social.
Al hablar de cambio social en Latinoamérica es
necesario mencionar las aportaciones de la Psicología de
la liberación que surgió en este continente y que
se enfoca en los seres humanos y en los grupos objeto de
exclusión social. Sus más relevantes representantes
son Maritza Montero e Ignacio Martin-Baro, entre otros
psicólogos.
http://www.inclusionmental.com.ar/contents/biblioteca/1330375103_maritza-montero-teoria-y-practica-de-la-psicologia-comunitaria.pdf
http://23118.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/informacion_adicional/obligatorias/036_psicologia_social2/baro.pdf
Este grupo de psicólogos sociales
latinoamericanos parten de la premisa de que si se deseaba
liberar a los pueblos latinoamericanos debería construirse
una Psicología de la liberación, proyecto que
planteaba no solo una tarea teórica, sino también
una tarea práctica ya que implica acudir a las masas
latinoamericanas y reconocer sus condiciones actuales de vida
para conocer sus necesidades y de ahí plantear estrategias
de solución basada en la Psicología.
La Psicología Social de la Liberación pasa
de la denuncia a la acción, al evidenciar no solo la
opresión de buena parte de la sociedad latinoamericana,
sino también al proponer una praxis alternativa que le
permitiera modificar la realidad inmediata. Una praxis que
incluía como requisito primordial la participación
de los integrantes de la comunidad en todo el proceso de
transformación de la misma.
La participación es el eje articulador del cambio
social, ya que mediante la participación se podría
fortalecer el capital humano de la comunidad. Esta
participación incluye el fortalecimiento de las redes
sociales y el desarrollo de su capacidad para interactuar con las
instituciones gubernamentales responsables de los programas
sociales que involucren a la comunidad.
La participación se dirige a la toma de
decisiones y el control social de los compromisos asumidos. La
participación incluye la toma de consciencia de los
derechos ciudadano, como el derecho a ser informado, derecho a
opinar y reclamar, derecho a apelar e impugnar decisiones de la
autoridad, mediante la participación se busca la
confrontación de ideas para llegar a consensos y a la toma
de decisiones colectivas.
Mediante la participación se busca incorporar la
población beneficiaria en la gestión de los
programas y proyectos sociales. A través de la
participación se busca el cambio social de las condiciones
de exclusión que han presentado históricamente las
comunidades marginadas.
Se busca que los integrantes de la
comunidad sean agentes de intervención y no solo sean
concebidos como actores-objetos de la misma. Se pretende lograr a
través de la participación la autogestión de
los sujetos sociales que integran la comunidad. De esta manera, a
través de la participación social de los individuos
en los diferentes grupos, organizaciones y comunidades a los que
pertenecen, se podría lograr un verdadero cambio social.
Finalmente, invito al lector a leer el siguiente libro,
/trabajos96/apuntes-intervencion-psicosocial-grupos-organizaciones-y-comunidades/apuntes-intervencion-psicosocial-grupos-organizaciones-y-comunidades
si desea profundizar sobre estos temas, particularmente
en el apartado sobre intervención psicológica en
comunidades.
Autor:
Oscar Yescas Dominguez