Es necesario discutir el proceso de consumo actual que
vivimos y la enajenación resultante del mismo que producen
una manipulación social en perjuicio de la salud
física y mental de la población. La juventud
actual, por inexperiencia, falta de conocimiento o memoria
histórica, se deja llevar por la corriente que estimula la
búsqueda del hedonismo, es decir, el placer por el
placer.
A través del consumo de bebidas embriagantes, u
otro tipo de productos. su comportamiento es en parte
imitación de lo que observa en su entorno inmediato o a
través de los medios masivos de difusión. La
tendencia en la búsqueda del american way of life se ve
fortalecida por los programas que transmite la tv o las
películas, en donde la máxima aspiración de
los norteamericanos es pasar el día entero bebiendo,
fumando, comiendo y nada más.
Los medios masivos de difusión realizan una labor
de manipulación y enajenación constante para
promover el consumo de productos y servicios que ofrecen las
grandes transnacionales, haciendo ver que la felicidad esta en el
consumo de tales o cuales productos. Mientras tanto enajenan a la
población haciendo creer que la realidad actual es
"normal", que es normal que haya ricos y pobres y que miles
mueran de hambre mientras otros fallecen de obesidad y excesos de
alimentos. Los gobiernos, con contadas excepciones apoyan a las
transnacionales mientras explotan a su
población.
Vivimos en un sistema social que fomenta el consumo como
forma de vida, a través del cual adquirimos una identidad
y un sentimiento de pertenencia. La trilogía
ideología, medios masivos y mercadotecnia nos producen un
estado de enajenación social en donde los valores humanos
dejan de tener importancia para ceder su lugar a la
búsqueda del dinero como finalidad principal y clave del
éxito para obtener la felicidad.
La labor de ideologización que desempeñan
los medios masivos para mantener un control social fue sumamente
evidente en la experiencia mexicana de las pasadas elecciones
presidenciales que aunado a la corrupción existente en
este país dieron como resultado que hoy ocupe la silla
presidencial una de las personas más repudiadas en la
historia del país. El desarrollo tecnológico
permitió que se utilizaran las redes sociales para lograr
la movilización de miles de mexicanos, lo cual fue
insuficiente. El planteamiento inicial es que la clase en el
poder realiza una constante labor utilizando diferentes medios
para generar una ideología de aceptación al status
quo, todo esto lo realiza en el marco de una sociedad que
promueve el consumo para lograr una enajenación colectiva
que conduce a las personas a valorarse a sí mismos y a los
demás en función de sus posesiones.
Con todo esto logran tener un control social en la
medida de que se llega a considerar como algo normal la
existencia de ricos y pobres y por tanto a inhibir cualquier
intento por cambiar las cosas y satanizar a aquellos que intenten
hacerlo.
El conformismo social, la indiferencia social y el
individualismo son algunas de las características de la
ideología contemporánea. La cosificación de
las personas, la sobrevaloración de los objetos y el
aislamiento social son parte de la alienación social que
provoca que la preocupación principal de miles de personas
sea mantener un físico acorde a las figuras ideales de
hombre y mujer que promueven los medios masivos de
difusión. Sobre estas bases, el comportamiento social se
aleja de la política lo cual beneficia a quienes
están el poder.
Vivimos en la era de las organizaciones, nuestra
sociedad funciona gracias a la existencia de un sinnúmero
de organizaciones que surgen para ofrecer un producto o un
servicio a la comunidad. Todo esto en el marco de una
economía de libre mercado y contextualizado por el sistema
capitalista que obtiene los beneficios de la tercera
revolución industrial al utilizar la ciencia y la
tecnología para producir en masa artículos y
productos diversos.
El problema radica en que se produce para vender no para
satisfacer necesidades sociales, la esencia del capitalismo es la
extracción de plusvalía en el proceso de
producción, es decir en la obtención de ganancias.
Las organizaciones producen para vender y utilizan a los medios
masivos de difusión para bombardearnos con mensaje
publicitarios y así poder lograr que compremos sus
productos. A los dueños de los medios de producción
no les interesa la salud, el bienestar o el desarrollo integral
de la población, son unos sociópatas que solo
están interesados en obtener mas ganancias, aun cuando sus
productos afecten nuestra salud.
Así podemos ver por ejemplo que México
ocupa el primer lugar en obesidad infantil, por el alto consumo
de alimentos chatarra y de refrescos, principalmente el agua
negra del imperialismo, es decir la CocaCola. No les interesa a
las organizaciones que estos niños son seguros candidatos
a padecer diabetes, alta presión y otro tipo de
enfermedades que reducirán su período de vida.
¿Que podemos hacer ante esto? mi opinión es que
debemos considerar a la publicidad como el principal mal de
nuestro tiempo, debemos reducir el tiempo que utilizamos para ver
tv, evadir los comerciales, pero sobre todo debemos educarnos y
desaprender hábitos nocivos para nuestra salud, dejando de
consumir alimentos chatarra y priorizando productos
nutritivos.
Vivimos en una sociedad que produce para estimular el
consumo, nosotros somos los consumidores, el día que
tomemos consciencia del poder que tenemos como consumidores y
actuemos en forma organizada y colectiva, asumiremos el control
de la situación.
Las organizaciones necesitan vender sus productos,
nosotros no necesitamos todos sus productos. Cambiemos nuestros
hábitos de consumo, hagamos "compras inteligentes" y no
dejemos que nos manipulen en fechas significativas como el
día de las madres, el día del padre, el día
del maestro, etc. Aprendamos a expresar nuestro amor, respeto y
admiración en otras formas que no sean comprando productos
y regalarlos ese día.
La lógica de consumo en la que nos tiene sumidos
esta sociedad nos esta llevando a la destrucción de
nuestra casa, nuestro hogar, o sea nuestra madre tierra, por la
contaminación, la basura que se produce diariamente y la
degradación de la capa de ozono. El sistema capitalista
fomenta el consumo exagerado de productos y mercancías
para mantener el mismo ritmo de la producción, que le
permita seguir obteniendo ganancias. Para ello, produce
artículos que tienen una vida mas corta cada vez, fabrica
productos desechables.
Los países desarrollados explotan los recursos
naturales en forma indiscriminada, sobre todo los recursos
naturales de los países pobres, para elaborar productos
que van dirigidos principalmente a los países donde se
realiza el consumo mayor, es decir, Estados unidos, Francia,
Inglaterra, etc. La globalización actual permite el libre
transito de las mercancías, al flexibilizar los procesos
de exportación e importación. De esta forma podemos
encontrar, en nuestro país, sin las dificultades de
antaño, productos elaborados fuera del mismo.
Vemos como los medios masivos de difusión
contribuyen a mantener una doble labor, por un lado reproducen la
ideología dominante, a través de la cual
distorsionan la realidad, criminalizan las protestas sociales,
sobre todo la de los excluidos, intentan crear una
percepción social de "normalidad", ante la enorme
desigualdad social y generar un conformismo social.
Por otro lado, inducen a un consumo exagerado de
productos y servicios cuando, utilizando estudios de mercado,
mediante los cuales identifican perfiles psicograficos (es decir,
rasgos de personalidad, estilos de aprendizaje, escala de
valores, hábitos y costumbres de la población), que
les permiten elaborar productos que supuestamente
satisfacerán necesidades del mercado, pero recordemos que
el sistema de producción no esta interesado en satisfacer
las necesidades sociales, sobre todo en una sociedad donde
prevalece la desigualdad y la pobreza como la nuestra.
El mercado lo podemos definir bajo una perspectiva
mercadológica como el conjunto de personas que
experimentan necesidades, que desean satisfacer y que CUENTAN CON
LA CAPACIDAD ECONOMICA para demandar el producto o servicio que
desean.
En ese sentido, no todas las personas somos mercado,
solo aquellas personas que tienen dinero para pagar los productos
y servicios que desean y necesitan son consideradas
tales.
Por otro lado, el énfasis en el consumo ha
producido una enajenación social que lleva a que las
personas sean valoradas en función de sus posesiones,
aún con un alto consumo de productos y mercancías
se observa un alto nivel de insatisfacción social en los
países desarrollados, que lleva a seguir consumiendo cada
vez más.
Los productos desechables que encontramos en el mercado
contribuyen a contaminar nuestros ríos, nuestros lagos,
los mares. etc. Estamos enfrentando el cambio climático
generado por este consumo desmedido, los bosques experimentan una
alarmante reducción en su extensión, las aguas de
nuestros ríos cada vez son mas contaminadas por los
desechos industriales de las grandes compañías y
por la enorme cantidad de basura producida diariamente. Ante esta
situación, no podemos fingir que nada esta pasando,
está de por medio el bienestar de las nuevas generaciones,
nuestra salud y la vida misma de la especie humana.
Debemos ser selectivos con lo que consumimos, crear y
mantener hábitos sanos de alimentación, evitar ser
manipulados por la publicidad, cuidar nuestro medio ambiente
inmediato y no contaminarlo más. Pero sobre todo, debemos
crear una consciencia crítica ante la realidad social,
incrementar nuestra participación social en nuestra
comunidad, manifestar solidaridad con los menos favorecidos y
desconfiar de los medios masivos que distorsionan la
realidad.
Nuestra sociedad basa su funcionamiento en el consumo,
utilizando la publicidad para estimularlo. Algunas personas
piensan que la publicidad es mercadotecnia o viceversa. En
realidad la publicidad es una parte de la mercadotecnia, hay una
expresión común de los mercadólogos "la
mezcla de mercadotecnia" que se refiere a cuatro ingredientes que
debe contemplar una persona que piensa abrir una empresa y que se
denominan las "4 P´s de la mercadotecnia". Producto,
Precio, Plaza y Promoción. La promoción es la
publicidad. La mercadotecnia es el uso de la investigación
científica social que realizan estudios de mercado, para
identificar el segmento del mercado hacia el cual se va a
dirigir.
Con el apoyo de diversas técnicas de
investigación (grupos focales, entrevistas individuales,
encuestas, etc.), se realizan estudios psicográficos que
son algo similar a los estudios socioeconómicos, nada
más que en este caso lo que se busca identificar son los
rasgos de personalidad, las motivaciones, las formas de
percepción, los estilos de aprendizaje, etc., que les
permitan reconocer las necesidades, los deseos y las expectativas
del colectivo de personas que integran el mercado meta y con esta
información, crear el producto o servicio que satisfaga
estas necesidades y ofrecerlo al mercado para que el producto se
venda por si mismo.
Recordemos que el concepto de mercado se refiere a
aquellas personas que comparten necesidades, deseos y
expectativas que desean satisfacer y que tienen la capacidad
económica para comprar el producto o servicio que
satisfaga esos productos. De esta manera podemos ver que la
publicidad actual ya no se basa en la creatividad de un genio que
elabora un comercial de unos cuantos segundos de duración
y que tiene un impacto en incrementar las ventas de un producto.
Detrás de un comercial está el trabajo de
psicólogos, comunicólogos, diseñadores
gráficos, etc., que han realizado un extenso trabajo para
crear el comercial que impactara al mercado tocando las fibras
sensibles previamente detectadas para crear el comportamiento de
compra.
Durante más de 20 años impartí la
materia Mercadotecnia y análisis de la conducta del
consumidor en el noveno y último semestre de la carrera de
licenciado en Psicología de la Universidad de Sonora, en
el área de Psicología Organizacional. Uno de los
ejercicios que más me gustaba realizar con mis alumnos era
el pedirles que escribieran en una cuartilla su definición
de lo que consideraban "tener una buena vida" y después
discutirlo en subgrupos. Me gustaba hacerlo porque
aprendía de ellos al sacudir consciencias, modificar sus
actitudes y enseñarles a pensar. La mayoría de sus
respuestas coincidían en decir por ejemplo, "tener una
casa de dos pisos", "tener un auto ultimo modelo", "tener una
cuenta jugosa de dinero en el banco", etc. El verbo tener
predominaba en las respuestas y se refería por lo regular
a posesiones materiales.
Eran contados aquellos que respondían frases
tales como "tener una relación estable y armónica
con mi pareja y familia", "Estar en paz conmigo mismo", "Tener
satisfechas mis necesidades básicas y
psicológicas", "tener buena salud".
En nuestra sociedad actual la semana laboral se ha
reducido de 70 a 40 horas a la semana en los últimos 100
años, y con la automatización se crea un progresivo
acortamiento de la jornada laboral que nos proporciona más
tiempo de ocio que antes. Sin embargo vemos que en la esfera de
la producción se manipula al ser humano para que rinda
más, pero también en la esfera del consumo se da un
proceso de sugestión y manipulación con dos
propósitos: a) aumentar constantemente el apetito por el
consumo y b) orientar este apetito hacia los fines que mejor
beneficien a la industria.
El individuo contemporáneo se ve transformado en
un "eterno consumidor", su único deseo es consumir
más y "mejores" cosas. En el contexto de una sociedad que
se rige por la existencia de satisfacer las necesidades de
generar ganancias para las gigantescas corporaciones, el
individuo se transforma en un autómata "bien alimentado" y
bien entrenado, perdiendo su individualidad, independencia y
humanidad, para ser transformado en un número mas dentro
de la organización.
Recuerdo cuando ingresé a trabajar a la
compañía Industrial Motorola en 1974 y en mi
credencial aparecía mi número de empleado el 4706.
Mis hermanos solían cantarme la canción de Stealy
Dan "Ricky don´t lose that Lumber", porque esa era mi
"nueva identidad". Con nuestra pertenencia a estas
organizaciones, hemos perdido mucha de nuestra capacidad para
influir en la toma de decisiones. Necesitamos cambiar este
enfoque del "progreso", basado en una perspectiva centrada en la
producción de mas y mejores cosas, por otro que contemple
una perspectiva mas humanista, menos enajenante y que contribuya
a "liberar a la humanidad de la pobreza, la ignorancia y la
injusticia, y construir una sociedad de armonía, paz y
unión entre un hombre y otro, entre el hombre y la
naturaleza" (Erich Fromm).
Las grandes organizaciones manipulan nuestras vidas sin
que tomemos consciencia de ello. La sociedad del bienestar y la
abundancia nos genera una constante insatisfacción. Desde
los años cincuenta Erich Fromm denunció en su libro
Psicoanálisis de la sociedad contemporánea que los
países industrializados (los más desarrollados),
presentaban el mayor índice de suicidios en el mundo
entero. Se preguntaba ¿Por qué sucedía eso?
Si este tipo de naciones proveían de todo tipo de
productos para satisfacer todo tipo de necesidades que permitiera
lograr un nivel de bienestar y satisfacción nunca antes
logrado. Sin embargo, la insatisfacción social aumenta
día con día. Los Rolling Stones en voz de Mick
Jagger, lo denunciaron también con su clásica
canción Satisfaction:
When I'm watchin' my T.V. And that
man comes on to tell me How white my shirts can be But
he can't be a man 'cause he doesn't smoke The same cigarrettes as
me I can't get no, oh no, no, no Hey hey hey, that's
what I say I can't get no satisfaction
El asunto es que la sociedad de consumo nos empuja a
consumir como hábito cotidiano, creando lo que Erich Fromm
denunció el hommo consumens. Para lograrlo, nos crea un
estado de permanente insatisfacción, que supuestamente
eliminamos con la compra de ciertos productos. Lo lamentable es
que estos productos tienen cortos periodos de vida y la
insatisfacción regresa nuevamente para que experimentemos
la necesidad y el deseo de seguir comprando. Estamos
permanentemente insatisfechos con lo que tenemos y con lo que
somos. Esta insatisfacción permanente en nuestra vida
cotidiana es la causa de que se generen diversos tipos de
adicciones, al tabaco, al alcohol, a las drogas, a las
telenovelas, al sexo, a la televisión en general, etc. El
poco dinero que recibimos lo gastamos en satisfacer necesidades
creadas artificialmente. De ahí la importancia de realizar
"compras inteligentes", de pensar antes de comprar.
En mis clases de Mercadotecnia y análisis de la
conducta del consumidor, acostumbraba pedir a mis estudiantes
realizaran un ejercicio de reflexión. Les pedía que
respondieran un pequeño cuestionario con las siguientes
preguntas:
1. ¿Recuerdas cual fue la última compra
significativa que hiciste?,
2. ¿Qué tipo de necesidades internas y
externas intentabas satisfacer?,
3. ¿Cuáles fueron las motivaciones
internas y externas que impulsaron la compra?
A partir de sus respuestas iniciábamos una
discusión acerca del porqué los motivos de la
compra e inevitablemente todos coincidían al final en que
las motivaciones que los empujaron a la compra eran de tipo
externo motivadas por la publicidad y las necesidades que
pretendían cubrir eran de aceptación social, de
pertenencia a un determinado grupo social.
Debemos pensar antes de comprar, evitemos ser
manipulados por la publicidad y los medios masivos de
comunicación que sirven a los intereses de las grandes
corporaciones que nos quieren ver siempre consumiendo todo tipo
de basura que empacan de una forma muy bonita para hacerla
atractiva a nuestros ojos.
¿Por qué compran las personas? Es la
pregunta que ha generado diferentes y extensos estudios para
encontrar respuestas. La motivación principal para
realizar estos estudios es generar incremento en las ventas,
lejos de encontrar que las personas compran productos para
satisfacer necesidades básicas, se encontró que las
personas consumen para satisfacer necesidades
psicológicas.
Lo que Carlos Marx enunció al plantear el valor
de uso y el valor de intercambio de los productos, reconociendo
al primero como el uso principal para el cual han sido
diseñados los productos (la ropa para satisfacer nuestra
necesidad de vestido, los alimentos para satisfacer nuestra
necesidad de hambre, etc.) y al segundo como el uso que le damos
a los productos mas allá del fin para el cual fueron
confeccionados (compramos ropa de marca no para satisfacer
nuestra necesidad de vestirnos, sino para proyectar una imagen
social ante las demás personas).
En síntesis, las personas compran no para
satisfacer necesidades personales, sino para satisfacer una
necesidad social de proyectar un status hacia las demás
personas. Es más importante que las demás personas
nos vean bien vestidas, que la necesidad de vestir. Así
podemos encontrar en nuestro guardarropa varias prendas de vestir
que todavía están en buen estado, pero que "ya
fueron vistas por mis amistades y conocidos y no puedo volver a
usar la misma ropa que ya usé". ¿Quién,
cómo y cuándo nos creó esa forma de pensar
tan irracional y en el contexto de crisis económica tan
poco práctica? ¿Cuánto cuesta un
pantalón de marca?, mucho más que el salario
mínimo de un obrero o una persona asalariada, sin embargo,
nos esforzamos por usar ropa de marca que nos venden a precios
altísimos.
¿A quién beneficia esto? Obviamente a los
dueños de las fábricas, a las grandes
organizaciones que nos mantienen como esclavos consumiendo lo que
ellos nos dicen que debemos consumir. Los medios masivos de
difusión se amafian con los propietarios de los medios de
producción, utilizando verdaderas lluvias de publicidad
que enajenan.
Nuestra sociedad actual no le da importancia al
pensamiento porque no le conviene, estimula el culto a la imagen,
es más importante la belleza que la inteligencia, pero no
debemos preocuparnos, si no poseemos belleza, existen productos
que nos permitirán obtenerla. No debemos permitir mas el
control social que nos empuja a ser cada vez menos homo sapiens y
nos convierten cada vez mas en el homo consumens
Uno de los resultados de la enajenación social en
la sociedad de consumo, es la objetivización de las
personas, es decir, cuando a las personas no se les trata como
seres humanos, sino como objetos. La sociedad de consumo promueve
los ideales de la belleza y la juventud como metas a
alcanzar.
Millones de personas gastan energía, esfuerzo y
dinero a raudales para lograr esas metas y ser
socialmente aceptables. Las organizaciones ofrecen una
enorme variedad de productos para que hombres y mujeres luzcan
belleza y juventud. El caso de las mujeres es el más
dramático, la mujer está condenada a ser bella y
joven durante toda su vida, si pierde esas cualidades, pierde
muchas oportunidades en la vida. Las mujeres consumen una enorme
cantidad de productos para mantenerse bellas, aún cuando
algunos productos hagan daño a sus cuerpos, como es el
caso de las zapatillas de tacón alto, el bótox para
el rostro, etc.
Ellas son el mercado favorito de las grandes empresas.
La belleza está tan sobrevalorada que una mujer bonita
tiene más oportunidades que otras de conseguir trabajo,
tan solo por su apariencia. Esta situación llega al grado
de que algunas mujeres creen que lo merecen todo, solo por ser
bonitas y bellas. Creen que merecen mejores calificaciones en las
universidades, mejores puestos en el mundo del trabajo, solo
porque "son bonitas", pero lo más grave es que en realidad
así sucede.
Se han realizado estudios (lamentablemente no tengo a la
mano las referencias) que han demostrado que en el proceso de
selección del personal en varias organizaciones, la
apariencia es determinante para obtener un puesto. Aun sin este
tipo de estudios, creo que cada persona que lea estas
líneas, habrá tenido conocimiento de casos en los
que se ha favorecido a algunas personas, por encima de otras para
obtener un trabajo, solo por su belleza, aun cuando no
esté calificada para el cargo en
cuestión.
Esto se da tanto en el sector gubernamental como en el
ámbito privado, sobre todo en aquellos casos en los cuales
quienes toman la decisión final son hombres que contratan
a mujeres bonitas. Vivimos en una sociedad que valora más
los atributos físicos de una mujer que su talento
intelectual. Todo esto nos lleva a voltear la mirada hacia el
tipo de sexualidad que prevalece en nuestra cultura.
¿Acaso la mujer es solo glúteos, senos y
rostro bonito? Michael Schneider en su libro Neurosis y lucha de
clases describe claramente como la sexualidad se ha convertido en
una mercancía más y lo ejemplifica con el uso de
las muñecas inflables para tener sexo. Creo que quien lea
estas líneas, estará de acuerdo conmigo en que la
mujer es un ser humano, igual que el hombre, pero con la
desventaja de que a diferencia del hombre ella es reducida a su
condición de objeto sexual.
Mientras prevalezca esta percepción de la mujer
como objeto sexual, seguirán presentándose los
casos de violaciones, abuso y acoso sexual, en donde por lo
regular las víctimas son las mujeres. Debemos cambiar
nuestra percepción sobre la sexualidad, pasar de una
sexualidad genital a una sexualidad integral.
Cambiar también la imagen que tenemos de nosotros
mismos y sobre todo la percepción que tenemos de las
mujeres y verlas como personas que antes que nada merecen nuestro
respeto y apoyo social. La belleza y la juventud son pasajeras,
no permanentes, pero el talento y el conocimiento se incrementan
cada día. Aun cuando confieso a mis 57 años que la
juventud es una cuestión de actitud, es decir, no importa
cuántos años tienes, sino como te sientes y como te
ves a ti mismo.
En su libro Sobre la desobediencia, Erich Fromm, dice
que la historia de la humanidad comenzó con un acto de
desobediencia y retoma el mito de Adán y Eva que
desobedecieron a Dios y fueron expulsados del edén. Con
ese acto nació el ser humano, con un acto de
desobediencia.
También retoma el mito de Prometeo, quien en un
acto de desobediencia robo el fuego a los dioses y creo con ello
los fundamentos de la evolución del hombre. También
dice Fromm, si la historia de la humanidad comenzó con
actos de desobediencia, es muy probable que la humanidad termine
por un acto de obediencia, cuando algún sujeto obedezca
oprimir el botón que de inicio a una guerra nuclear. Se
nos ha enseñado que la obediencia es un virtud y que la
desobediencia es lo contrario, ¿a quien beneficia esta
percepción? obviamente a los que detentan el poder. La
desobediencia no es mala cuando vivimos bajo una tiranía o
bajo un sistema económico social injusto, desigual y
antidemocrático.
La especie humana es conocida como homo sapiens, en
realidad ya podemos cambiarle de apellido y llamarle homo
consumens (Erich Fromm). Nuestra sociedad existe gracias al
funcionamiento de un sinnúmero de organizaciones que
ofrecen productos y servicios a la comunidad.
Por eso se le llama sociedad organizacional, dentro de
ella existen grandes y gigantescas organizaciones, sobre las
cuales el individuo no tiene control, por lo cual a veces
experimenta sentimientos de impotencia, soledad, aburrimiento y
angustia.
Estas grandes organizaciones tienen como finalidad el
lucro, producen para vender, y para vender utilizan la
mercadotecnia para conocer las necesidades humanas genuinas y
crear también necesidades sintéticas. Con ello,
crean la sociedad de consumo que a su vez transforma al ser
humano en un individuo permanentemente insatisfecho que desea
consumir cada vez mas y en forma permanente convirtiendo todo en
artículos de consumo: comida, viajes, cigarros, bebidas,
sexo, artículos electrónicos e inclusive hasta la
educación.
Constantemente se crean nuevas necesidades artificiales,
llevando al homo consumens a un estado psicopatológico en
el cual las personas deprimidas incurren en la
sobrealimentación, un comportamiento obsesivocompulsivo
por las compras. Los productos actuales que nos ofrecen tienen
cada vez mas un menor ciclo de vida y la producción es
constante por lo que surgen nuevos productos "mejorados" que
alimentan la "necesidad" del consumo, por lo que se repite
incesantemente el ciclo
depresión-consumo-depresión-consumo.
De hecho la avidez por el consumo es una de las
principales características de la sociedad industrial
contemporánea. Mientras mas se consume el ser humano se
esclaviza cada vez mas a las necesidades de un sistema industrial
que produce para consumir. El ser humano ideal para este sistema
social en el que vivimos es aquel que consume constantemente, de
ahí el homo consumen. Mientras mas consume, mas "libre se
siente", llegando a pensar que la libertad para consumir es la
esencia de la libertad humana.
Desde una perspectiva marxista, se busca el consumo
óptimo a través del cual se satisfagan necesidades
humanas genuinas, cuya satisfacción permita revitalizar la
creatividad y sensibilidad del ser humano. Sin embargo, lo que
observamos es la creación de necesidades artificiales
fomentadas por la publicidad a través de los medios
masivos de comunicación, que tienden a debilitar al ser
humano y convertirlo en esclavo del consumo.
Este afán de consumir ha llevado a muchas
personas a la quiebra económica sobre todo cuando han
caído en el juego de usar tarjetas de crédito para
apoyar su consumo. Si Carlos Marx decía que la
religión era el opio del pueblo, probablemente hoy
diría que la publicidad es el veneno de una sociedad. La
manera de combatir esta enajenación y creación del
homo consumens es haciendo compras inteligentes, reflexivas y
sumamente necesarias, evadiendo en forma constante y
sistemática la publicidad agresiva y permanente que
estamos padeciendo.
El homo consumens es el prototipo de persona que la
sociedad de consumo ha creado para beneficio de si misma.
Recordemos que en nuestra sociedad contemporánea coexisten
gigantescas organizaciones financieras, comerciales,
políticas, etc., que en el contexto de una sociedad basada
en la propiedad privada de los medios de producción, su
interés principal son las utilidades, es decir las
ganancias que obtienen al vender sus productos y servicios. En
ningún momento les interesa nuestro bienestar
físico o psicológico.
Solo somos entes consumidores para ellos. Si pudieran (y
algunas empresas lo hacen) nos venderían basura reciclada.
Ahora bien, pensemos que las organizaciones nos necesitan
más de lo que nosotros los necesitamos a ellos. En la
sociedad multiopcional (donde podemos elegir un producto o
servicio escogiendo de diferentes marcas), la lealtad a un
producto o a una marca ya no existe. Una organización
surge para ofrecer un producto o un servicio a la sociedad,
¿Qué pasaría si los consumidores nos
organizamos y generamos un bloque a los productos y servicios
perniciosos que ofrecen algunas organizaciones?
Dicha organización dejaría de existir.
Diariamente surge una gran cantidad de nuevas organizaciones,
pero también diariamente desaparece un número
indeterminado de ellas. De los consumidores depende que
organizaciones se mantengan generando utilidades y cuales
desaparecen. Por lo tanto el homo consumens debe tomar
consciencia de que no es un autómata al servicio de las
organizaciones, de que puede tener una participación en la
definición de su calidad de vida, solo si actúa en
forma organizada y colectiva. Construyamos organizaciones de
defensa del consumidor, presionemos y hagamos que actúen
las instituciones gubernamentales que fueron creadas para
defender al consumidor. Solo así frenaremos la voracidad
de las grandes corporaciones y defenderemos nuestra salud
física, económica y mental
En su libro Sobre la desobediencia Erich Fromm se
pregunta "¿Cuál es la causa por la cual una
sociedad logra asegurarse la lealtad de la mayoría de sus
miembros, aunque estos sufran bajo ella mismo sistema y aunque su
razón les diga que la lealtad a ella los perjudica?, y
él mismo se responde "la respuesta esta en el
carácter social". El carácter social es definido
por Fromm como "aquella estructura particular de energía
psíquica que una sociedad dada plasma con el
propósito de que resulte útil para el
funcionamiento de esa misma sociedad". Podemos entender mejor
este concepto sin recordamos el concepto del edificio social de
Carlos Marx. Marx explicaba que para entender la anatomía
de una sociedad era necesario revisar su modo de
producción. Explicó que a lo largo de la historia
de la humanidad se han presentado diferentes modos de
producción, el comunismo primitivo, el feudalismo, el
capitalismo, el socialismo y el comunismo.
Los hombres y las mujeres, decía Marx, establecen
relaciones sociales en función de su adscripción a
un medio de producción (fabricas, escuelas, universidades,
etc.). Obviamente, en la época de Carlos Marx no
existían las redes sociales y todo el adelanto
tecnológico que disfrutamos hoy en día. La base de
una sociedad está en su modo de producción,
comparaba a este con un edificio social y decía que el
modo de producción era la estructura del sistema social.
Sobre esa base descansaban dos superestructuras, una llamada
superestructura jurídico-política donde se
encontraban las leyes, reglamentos y normas de interacción
social y otra superestructura ideológica en donde se
creaban las condiciones para la reproducción de las
relaciones sociales de producción.
Esta aportación de Marx se enriqueció con
la que hizo el filosofo francés Louis Althousser en su
libro Ideología y aparatos ideológicos del Estado,
donde plantea que la clase dominante reproduce el sistema social
promoviendo una ideología afín a sus intereses con
la ayuda de diferentes aparatos ideológicos tales como la
familia, la escuela, la iglesia, el trabajo, los medios masivos
de difusión, etc. La familia, decía Wilhelm Reich,
"es la correa de transmisión ideológica principal
del sistema social". Todo individuo forma su carácter y
personalidad en los primeros años de vida, los cuales son
moldeados por los modelos paterno y materno. Existen bastan
estudios que describen este proceso. El concepto de
carácter social nos permite entender la relación
entre la base material de una sociedad, la superestructura
ideológica y el control social.
La enajenación producida por un sistema social
que fomenta el consumo por el consumo mismo, en el marco de una
enorme desigualdad social, debe ser combatida con el conocimiento
claro de cómo es que funciona estos mecanismos de control
social que producen la obediencia y el conformismo social. La
teoría marxista y la ciencia psicológica nos
brindan los elementos necesarios, no solo para comprender este
proceso, sino también, el como combatirlo y
revertirlo.
Con la caída del muro de Berlín y la
desintegración de la ExURSS, muchas personas han llegado a
pensar que fracasó el comunismo y el socialismo y
triunfó el capitalismo. La globalización posterior
que implicó que se extendiera por el mundo la
economía de libre mercado reforzó esta creencia. En
realidad, habría que precisar que la desintegración
de la ExURSS obedeció a una perversión de la
teoría socialista implementada a partir de Stalin y
seguidores, que crearon una partidocracia en a cual los miembros
del partido comunista gozaban de grandes privilegios y el resto
de la población padecía políticas de
austeridad.
La teoría marxista es una teoría humanista
y su objetivo es el pleno desarrollo del potencial del ser
humano, busca (en tiempo presente ya que la teoría sigue
existiendo) liberar al ser humano del predominio de los intereses
materiales, de la prisión que le es creada por una
sociedad de consumo que busca su constante enajenación,
que se traduce en una cosificación de las personas (cuando
el valor de las personas se reduce al numero de posesiones
materiales) y en una personificación de los objetos, que
consiste en que las personas valoran mas a los objetos que a sus
seres mas cercanos.
Si bien la teoría marxista contiene una serie de
conceptos psicológicos "alineación", "consciencia",
"independencia", etc. no contiene teoría
psicológica alguna. Esto puede ser explicado en
función de que Marx murió en 1883, antes de que se
desarrollara la ciencia de la Psicología. Sin embargo, hoy
en día podemos complementar la teoría marxista con
una teoría psicológica. Una teoría
psicológica que permita entender las fuerzas
psicológicas que motivan la conducta humana, los
sentimientos y las ideas de los seres humanos. Debe ser una
teoría psicológica que permita entender la
evolución del individuo en sus diferentes etapas de
desarrollo psicológico, en el marco de la evolución
de la sociedad y que permita explicar la interacción e
interinfluencia existente entre del individuo con la
sociedad.
Esta teoría psicológica no puede ser otra
mas que una psicología social, que tenga como
característica principal ser una psicología social
critica que le proporcione al ser humano un sistema de
orientación que le permita encarar los problemas derivados
de la búsqueda de su identidad y del significado y
objetivos de su vida. Algunos teóricos socialistas
marxista han reconocido esta necesidad de complementar la
teoría marxista con una teoría psicológica,
aceptando que una teoría que tiene como centro al ser
humano no puede prescindir de una teoría
psicología, así es como ha surgido el marxismo
humanista. Algunos autores de renombre que se adelantaron a
cubrir esta necesidad son Erich Fromm y Wilhelm Reich. Falta
mucho por hacer en la fusión de estas dos teorías
pero al menos las bases ya están dadas para que otros
podamos continuar este camino y poder brindar una alternativa de
cambio social real. Con esto quiero decir a los escépticos
y pesimistas que piensan que el capitalismo triunfo que no se
dejen engañar, que el capitalismo, lejos de haber
triunfado, esta en una profunda crisis, que intenta depositar en
las espaldas de los trabajadores y que estos últimos
tienen todavía la esperanza de conquistar un mundo
mejor.
Erich Fromm realizó un profundo análisis
psicológicos de fenómenos sociales y
políticos, no solo bajo una perspectiva teórica,
sino que inclusive participó en el movimiento pacifista y
la promoción del desarme apoyando al Partido Socialista
Norteamericano, poniendo en práctica su desobediencia a
todas las formas de "sentido común" y políticas
oficiales, pero en ningún momento de su vida
incurrió o manifestó apoyo a causa anarquista
alguna. Su obra fue una gran aportación a la militancia
política basada en principios humanistas y conocimientos
científicos. Para ser más claros, Erich Fromm en
ningún momento afirmó que la desobediencia fuese
una virtud y que la obediencia fuese un vicio.
Hizo una distinción entre obediencia
heterónoma, es decir, la obediencia a una persona,
institución o poder que implicaba un sometimiento y la
abdicación de la autonomía personal y la
aceptación de una voluntad ajena. Proclamaba la obediencia
autónoma, es decir, la obediencia a la razón,
principios o convicción personal, que no incluía
actos de sumisión sino más bien de
afirmación.La desobediencia que plantea Fromm no es la del
rebelde sin causa, afirmó "Si un hombre solo puede
obedecer y no desobedece, es un esclavo; si solo puede
desobedecer y no obedecer, es un rebelde (no un revolucionario);
actúa por cólera, despecho, resentimiento, pero no
en nombre de una convicción o de un
principio". Siguiendo su planteamiento, los hombres se
inclinan a obedecer y se les dificulta desobedecer porque se
sienten seguros y protegidos por el poder del Estado, Iglesia u
opinión pública. A través de la obediencia,
se sienten partícipes del poder que reverencian y
adquieren la sensación de que comparten la fuerza del
poder.Una persona puede desobedecer a este poder solo cuando ha
adquirido un desarrollo como individuo singular, y que maneja su
capacidad de pensar y sentir por si mismo, como para tener el
coraje suficiente para decir "no" al poder, es decir, a
desobedecer. Por otro lado, Fromm plantea que "no solo la
capacidad de desobediencia es la condición de libertad; la
libertad es también la condición de la
desobediencia". Una persona que teme a la libertad (aquí
seria conveniente releer su libro El miedo a la libertad), no
tendrá el coraje para desobedecer. La desobediencia
esta basada en principios, en ideas articuladas, reflexionadas
con detenimiento y asumidas con convicción. La
desobediencia de Fromm no contempla la destrucción de
edificios, objetos o personas, como plantean algunos anarquistas,
es una desobediencia constructiva que tiende a construir un mundo
mejor, basado en una perspectiva humanista que cuestione y
detenga la transformación del ser humano en un homo
consumens.
Hace algun años años lei a un autor
argentino de nombre Rodolfo Bohoslavsky que escribió un
texto que llego a mis manos titulado Psicopatologia del vinculo
maestro http://www.cucs.udg.mx/avisos/Martha_Pacheco/Software%20e%20hipertexto/Antología_PA101/Boholavsky.pdfhttp://catedracriminologiayseguridad.blogspot.mx/2011/08/psicopatologia-del-profesor-alumno.htmlalumno
en donde planteaba una tesis interesante. Decia que los cursos de
primaria, secundaria y preparatoria, equivalían a un curso
de doce años para aprender a ser un buen esclavo. Su
argumento era que al llegar el estudiante a la universidad
habrá olvidado la química, la física, la
geografía, etc., pero lo que si aprendieron fue como
obedecer a la autoridad.
En la universidad, dice el autor, se establece un
vínculo parecido al del esclavo con su amo. Los
estudiantes tratan de encontrarle el lado al profesor,
quizá este les caiga mal, pero como buenos esclavos
disimulan y ocultan sus verdaderos sentimientos para agradarle al
maestro y obtener buenas calificaciones. Se establece entre ambos
una relación basada en un aprendizaje pasivo, donde los
alumnos llegan a clase sin haber leído nada y se sientan
en el pupitre para ver que va a hablar el profesor el día
de hoy.
El maestro llega, empieza a hablar, les abre el
cráneo a sus alumnos y les vomita una serie de contenidos
para después sellarlos de nuevo y dejarlos ir. Comenta el
autor que ha encontrado resistencias para cambiar esta
situación, por un lado los alumnos se resisten a leer
antes de la clase ya que es más cómodo y
fácil llegar sin haber realizado un trabajo previo. Por
parte del profesor también hay resistencias, ya que al
maestro lo podrá haber regañado su mujer, multado
el agente de transito y llamado la atención su jefe
inmediato, pero cuando el ingresa al salón y cierra la
puerta él es el amo y señor, tiene el control de la
situación, nadie sale o entre sin su permiso.
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