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El Liberalismo mexicano



  1. Generalidades que ayudan a entender el
    contenido del tema
  2. Liberalismo en nuestro
    país
  3. Principales representantes de los
    liberales
  4. Ideología liberal
  5. Los
    proyectos de nación que propugnaban liberales y
    conservadores
  6. Trascendencia de la Reforma Liberal de
    1833
  7. Los
    principales triunfos del liberalismo
  8. Bibliografía

Capítulo 1

Generalidades que
ayudan a entender el contenido del tema

Considero que es necesario agregar este capítulo
al tema porque la mayoría de las personas no entendemos
algunos temas sino hasta que leemos los antecedentes de ese tema
así como las diversas concepciones que se le pueden dar.
Es por eso que en éste capítulo tratare de dar una
breve reseña sobre el tema que nos ocupa. Además de
que agregare una definición de liberalismo para que se
entienda el resto del tema.

En pocas palabras podemos definir el
liberalismo como la doctrina política, económica,
social e incluso filosófica que defiende las libertades y
la iniciativa individual, y limita la intervención del
Estado y de los poderes públicos en la vida social,
económica y cultural.

En cuanto a los antecedentes que podemos
señalar del liberalismo encontramos:

El liberalismo surge como la síntesis de varios
elementos: el inmovilismo de la economía medieval, el
antropocentrismo renacentista, el racionalismo y el utilitarismo,
el protestantismo, que van conjugándose y
adaptándose recíprocamente durante varios siglos.
Pero los factores que actúan como catalizadores de
realidades e ideologías heterogéneas y divergentes
serán la concepción antropológica
individualista y la de una libertad absoluta y
dominante.

Después de la edad media, el liberalismo se
expresó quizá por primera vez en Europa bajo la
forma del humanismo, que reorientaba el pensamiento del siglo XV
para el que el mundo (y el orden social), emanaba de la voluntad
divina. En su lugar, se tomaron en consideración las
condiciones y potencialidad de los seres humanos. El humanismo se
desarrolló aún más con la invención
de la imprenta que incrementó el acceso de las personas al
conocimiento de los clásicos griegos y romanos. La
publicación de versiones en lenguas vernáculas de
la Biblia favoreció la elección religiosa
individual. Durante el renacimiento el humanismo se
impregnó de los principios que regían las artes y
la especulación filosófica y científica.
Durante la Reforma protestante, en algunos países de
Europa, el humanismo luchó con intensidad contra los
abusos de la Iglesia oficial.

Según avanzaba el proceso de
transformación social, los objetivos y preocupaciones del
liberalismo evolucionaron. Pervivió, sin embargo, una
filosofía social humanista que buscaba el desarrollo de
las oportunidades de los seres humanos, y así
también las alternativas sociales, políticas y
económicas para la expresión personal a
través de la eliminación de los obstáculos a
la libertad individual.

Este es el liberalismo de Locke. El liberalismo que
afirma la existencia de derechos individuales anteriores al
Estado; liberalismo que es la antítesis del absolutismo.
Liberalismo que encuentra su pontífice, su justificador,
su gran sistematizador, en John Locke.

Para Locke el liberalismo tiene su fundamento en que el
hombre tiene una naturaleza caída, como consecuencia del
pecado original. Y los hombres en el estado de naturaleza viven
en situación de relativa felicidad y son titulares de
derechos individuales, que Locke a veces engloba bajo en
término property, que en esta palabra involucra: derecho a
la vida, derecho a la seguridad, derecho a las libertades
individuales y el derecho a la propiedad.

Los hombres pues, para preservar y disfrutar mejor de
estos derechos individuales, resuelven abandonar la etapa
pre-social y pre-política, formulando así un
contrato multilateral que es distinto al de Hobbes y al de
Rosseau. Porque aquí, los hombres no se alienan, no se
enajenan totalmente, no entregan la totalidad de los derechos
individuales.

La única atribución que los hombres
entregan, es esa de repeler mediante la fuerza, la
agresión ajena. Es el poder coactivo, que pasará
ahora a ser patrimonio del Estado que se forma en este contrato
multilateral. Justamente, para garantizar la segura
represión de la violación de los derechos
individuales. Y, aunque Locke no distingue claramente dos etapas
contractuales, como los neo-escolásticos españoles,
implícitamente surge en sus capítulos, la
existencia de esos dos períodos. El primero, un contrato
multilateral para formar la comunidad política. El
segundo, un pacto bilateral con obligaciones recíprocas
para gobernantes y gobernados, tendiente a determinar
quién ha de ejercer el poder estatal.

La influencia de Locke, ha sido profunda y manifiesta.
Además de ser el padre del liberalismo, es el padre y el
propulsor del constitucionalismo. Porque el constitucionalismo es
una corriente jurídica y política, que propende a
la preservación de los derechos individuales, a cuyo
efecto recurre a la sanción de códigos los cuales
se declaran inviolables esos derechos y en los que se establecen
una división de las funciones, para evitar que se
entronice el despotismo.

Entre las principales características del
liberalismo encontramos las siguientes:

  • Individualismo. Opone a la
    concepción comunitaria cristiana medieval el culto de
    la personalidad. El individuo aparece en el nominalismo y en
    la Reforma protestante con su famoso "libre examen" que luego
    será la "libertad de conciencia".

  • Autonomismo moral. Se relativiza la
    ética y se subjetiviza el juicio moral. En el fondo el
    liberalismo esconde un gran escepticismo respecto de la
    verdad. El valor absoluto deja de ser el Ser (la Verdad) para
    pasar a la Libertad.

  • La bondad natural del hombre.
    Antropológicamente, el liberalismo postulará
    con Rousseau la teoría del "buen salvaje" y
    extrapolará el mal de la sociedad.

  • El racionalismo laicista. La verdadera
    fuente de luz y progreso será la razón y no la
    fe.

  • El utopismo o la creencia en el nuevo
    paraíso terrenal
    . La idea de un estadio feliz se
    traslada del comienzo de la humanidad al futuro. Pero esto
    exige un nuevo mesianismo. Y ese mesianismo tienen un motor:
    La Libertad. Cuando el hombre sea libre e instruido
    podrá construir "el paraíso de aquende". Es el
    "despotismo ilustrado" del liberalismo. Así se expresa
    su utopismo agresivo, típico de las ideologías
    modernas.

  • El contractualismo social. Lo social no es
    una realidad natural en el hombre. Se origina en un
    contrato.

  • El democratismo. Si los hombres son iguales
    y naturalmente buenos, si al origen de la sociedad hay
    simplemente un contrato, es obvio que nadie puede arrogarse
    el poder político. Pero la sociedad no hoy por hoy no
    puede existir son gobierno, y por lo tanto sin poder o
    soberanía política.

La palabra liberalismo es multívoca y encubre una
serie de contenidos de carácter político, social y
económico, que muchas veces nuclea a hombres que se
encuentran en posiciones totalmente discrepantes.

Hay un liberalismo filosófico, liberalismo
económico, liberalismo político, neo-liberalismos.
En la Historia de las ideas y de las realizaciones
políticas argentinas, en la década del 80, se
enfrentaron un tipo de liberalismo laicista sostenido por Eduardo
Wilde; y otro tipo de liberalismo sostenido por Estrada, Achaval
Y Goyena, muy distinto por cierto, al primero.

CAPÍTULO 2

Liberalismo en
nuestro país

Trasladando el tema del liberalismo a nuestro
país podemos decir llega como una influencia de Europa. Es
por eso que es necesario, en este capítulo, hablar de
cómo llega el liberalismo a México.

El término liberal, tiene muchos significados en
nuestro lenguaje, sin embargo, en lo que nos interesa podemos
decir que tiene fundamentalmente dos: aquél que concibe a
la soberanía como un atributo del pueblo o de la
nación, en lugar de la soberanía real, de donde se
deriva la democracia como forma de gobierno en lugar del
absolutismo y, de igual forma, el que propone el reconocimiento
expreso de los derechos humanos a través de
declaración con validez jurídica positiva, lo que
se origina en la necesidad que se plantea de la defensa de las
libertades individuales ante los abusos del poder absoluto, de
ahí también que propusiera un control a ese mismo
poder político, primero con el principio de legalidad en
el actuar y después con la división de
poderes.

Todo ello era lo que propugnaba aquel primer liberalismo
político, constitucional y democrático, ya que en
la Constitución se contienen todos esos valores
jurídico-políticos. En ese sentido es que se habla
de bienio o trienio liberales para designar los espacios
temporales en que estuvo en vigor la Constitución de
Cádiz en el mundo hispánico. Hasta aquí
todavía no podemos hablar de binomio
liberalismo-conservadurismo, pues, en esta primera
acepción, el liberalismo se plantea como sinónimo
de constitucionalismo, como opuesto al absolutismo o al
despotismo.

En un segundo momento, ya avanzado el siglo XIX, se dio
un liberalismo como alternativa política al
conservadurismo. Es a este liberalismo al cual nos vamos a
referir a lo largo de este tema, pues es ese en el que
encontramos a un Mora, Gómez Farías, Lerdo de
Tejada, Juárez y a todas ese gran generación de
hombres públicos que se hicieron en torno a "La Gran
Década Nacional", o sea de 1857-1867, que hicieron de la
secularización de la sociedad su principal anhelo
político, junto con la defensa de las libertades
individuales.

El período que estamos analizando, no sólo
atañe a lo económico, sino también a la
formación de un Estado nacional en México. La
anarquía que existía en este momento tiene razones
de ser: la lucha entre lo viejo y lo nuevo. Son las estructuras
coloniales que pretenden todavía subsistir y se debaten
ante los ataques de las clases emergentes que buscan un cambio
hacia el capitalismo.

Pero, no está en cuestión sólo
llegar al capitalismo sino a un tipo de éste: el
capitalismo propio de un país dependiente inmerso en la
división internacional del trabajo. Tenemos entonces que
entre el Estado colonial semifeudal y el nacional burgués
consolidado existe un período de formación: la
etapa de 1821 a 1854.

La lucha por el poder y por el tipo de gobierno que se
desea, encarna en los grupos y clases sociales que existen en ese
momento y se van formando según el desarrollo de la
economía.

En el siglo XIX mexicano, las diferencia en torno a la
forma de gobierno, el tipo de gobierno y las leyes que de
él emanan no eran más que la expresión, en
el terreno político, de las divergencias existentes entre
las clases sociales que entonces representaban las opciones al
desarrollo de nuestro país.

La irrupción violenta de las masas a raíz
de la guerra, dividieron las clases políticas que se
habían formado: poco a poco los gachupines son desplazados
del poder en varios niveles, mientras que los criollos se dividen
entre quines poseen minas y son grandes comerciantes y quienes
hacen negocios prestando dinero al gobierno. Uno de los problemas
más serios en la formación del Estado es el hecho
de que la lucha se planteaba entre un sector antes dominante y
ahora débil, frente a uno nuevo y más pujante pero
aun en principios.

Antes de la llegada de Iturbide al trono y aun
después, los sectores colonialistas (clero, gachupines, el
ejército y los terratenientes criollos) luchaban con las
banderas monárquicas. Pero al caer el Emperador, la
monarquía estaba desprestigiada, quedando la
República como forma de gobierno idónea. Los grupos
colonialistas optaron por una forma de gobierno parecida a la
monarquía: el centralismo. La alianza entre la Iglesia y
el ejército, ambas instituciones jerarquizadas y
centralistas, nos explica mejor el por qué de su
militancia en el centralismo republicano.

La lucha se dio durante los primeros años del
México independiente, a través de las logias
masónicas, que actuaban como partidos políticos,
agrupando a las dos tendencias en pugna. Por un lado la del rito
escocés y por el otro la del rito yorkino. En general,
dentro de la primera se encontraban los gachupines y
aristócratas criollos, que veían en Europa el
modelo a seguir, sobre todo en cuanto a las monarquías
avanzadas. Por su parte la logia yorkina agrupaba a los
federalistas y liberales, "el partido del progreso", aun con su
admiración por las instituciones estadounidenses. Con la
decadencia de las logias debido a los cambios que se gestaban,
así como a sucesos políticos como la
expulsión de los españoles, los dos grupos fueron
cambiando de denominación. Uno el tradicional, heredero de
la colonia, se fue denominando "partido del orden". Frente a
éste creció el "partido del progreso".

Radicales contra "gente decente", orden contra progreso,
yorkinos contra escoceses, en realidad son sólo nombres
que significan la formación de dos grupos que finalmente
pasaron a la historia como conservadores y liberales.

Antes de empezar a hablar de los proyectos de ambos
grupos, de sus principales representantes y de su
ideología, hablemos un poco de la Primera República
Federal, ésta comprende la etapa de 1824 a 1835, es decir,
desde el establecimiento de la Constitución Federal y la
elección de Guadalupe Victoria, hasta que Santa Anna
proclama en 1835 la República Centralista.

Los primero años de la República Federal
verán una lucha cada vez más enconada entre las dos
logias masónicas, ahora firmemente establecidas: escocesa
y yorkina. Empezarán también los famosos
créditos ingleses y como consecuencia el crecimiento de la
deuda exterior mexicana. Ocurren también varios problemas
internacionales, como el intento de reconquista española
encabezado por Isidro Barradas en 1829, así como los
inicios de la independencia texana.

Prosiguen las conspiraciones españolas, hasta que
la encabezada por el padre Arenas es descubierta. Este hecho
provoca un fuerte movimiento antiespañol manipulado por
los yorkinos. El resultado es la primera expulsión de los
españoles en 1828.

En fin, la Primera República Federal verá
nacer el federalismo, concluir el período constitucional
de nuestro primer presidente, así como el primer golpe de
Estado con la imposición de Guerrero y el arribo al poder
de Santa Anna.

Creemos también conveniente hablar de la Primera
Constitución Federal. El 4 de octubre de 1824 se publica
la Constitución Federal, que entre otros puntos
establecía la forma de gobierno federalista, semejante a
la de Estados Unidos.

En esta Constitución el poder legislativo se
depositaba en dos cámaras, en tanto que el ejecutivo
quedaba integrado por un presidente y un vicepresidente, quienes
durarían en su cargo cuatro años.

La Constitución fue muy importante aunque llena
de contradicciones: había intolerancia religiosa en
contraste con la libertad de pensamiento y de expresión,
así como el mantenimiento de fueros y privilegios del
clero y el ejército en contraste con el principio de
igualdad ante la ley.

En ese documento constitucional se abolía la
esclavitud y se incorporaba a los indígenas a la
categoría de ciudadanos.

CAPÍTULO 3

Principales
representantes de los liberales

Nos parece adecuado incluir algunos datos
biográficos de los principales representantes del
liberalismo mexicano.

Como principal representante encontramos a José
María Luis Mora, partidario de la enseñanza laica,
intentó desligar la educación del clero. Se
distinguió además por su empeño en lograr
que todos los habitantes de México tuvieran acceso a la
educación. De talante liberal, consideraba que los
métodos de enseñanza podían transformar la
conciencia cívica de las nuevas generaciones. Tuvo que
luchar contra los conservadores, que se oponían a sus
novedosas ideas. Pese a ello, pudo formular un plan de estudios
vanguardista y fundar el Colegio de Ideología, que
pretendía orientar racionalmente la mentalidad
mexicana.

El zapoteca Benito Juárez personificó
durante el tercer cuarto del siglo XIX el liberalismo reformista
y laico mexicano desde su preeminencia política y desde su
propia capacidad de atracción de las masas de su
país opuestas al conservadurismo reaccionario. Considerado
indiscutible representante del reformismo liberal de su
país que se vio obligado a combatir los intentos
anticonstitucionales de las fuerzas conservadoras. Fue elegido
presidente de la nación en dos ocasiones. Su principal
labor fue la aplicación de reformas liberales, como, por
ejemplo, la separación entre la Iglesia y el
Estado.

Melchor Ocampo, En el Congreso Constituyente de 1842
defendió al federalismo. Al asumir Juárez la
presidencia, se le encomendó la secretaría de
Gobernación, así como las de Hacienda y Relaciones.
Liberal del grupo radical, firmó el discutido Tratado
MacLane-Ocampo y participó en la elaboración de las
Leyes de Reforma. Retirado de la vida pública, fue
aprehendido y fusilado en Tepeji del Río
(Querétaro), por orden del general conservador Leonardo
Márquez, durante la guerra de Reforma.

Santos Degollado, desempeñó distintos
cargos relacionados con el mundo cultural y educativo del estado
de Michoacán, hasta que en 1854, tras ser desterrado a una
pequeña localidad de San Luis Potosí por el
dictador Antonio López de Santa Anna, debido a sus
reconocidas ideas federalistas, pasó a luchar contra
éste y junto a las fuerzas encabezadas por Benito
Juárez.

Valentín Gómez Farías, es uno de
los más importante representantes del liberalismo
mexicano, las reformas radicales de signo liberal que
llevó a cabo, como la libertad de prensa o la
abolición de los fueros y privilegios eclesiásticos
le granjeó la oposición de los conservadores.
Dirigió el proceso que se conoce como la primera Reforma
Liberal, abolió la pena de muerte, creó la
Dirección de la Instrucción Pública,
impulsó el sistema lancasteriano de enseñanza y
decretó el establecimiento de la Biblioteca
Nacional.

Los mencionados anteriormente son los principales
representantes del liberalismo, pero no debemos olvidar a quienes
iniciaron con ésta ideas como lo fueron Hidalgo, Morelos,
Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria, entre otros.

CAPÍTULO 4

Ideología
liberal

En éste capítulo trataremos de explicar la
ideología liberal, pero, para que el tema sea mejor
entendido, consideramos conveniente incluir la ideología
de los conservadores.

Los principios proclamados para mantener vigente la
sociedad colonial y semifeudal recibieron el nombre
genérico de conservadurismo. Esta corriente tenía
sus raíces en el pasado colonial; rendía culto al
despotismo y a la validez universal del dogmatismo y la verdad
absoluta de la religión católica y el monopolio de
la Iglesia sobre la educación. En el fondo nunca
dejó de ser monárquica en sus ideas, aunque la
realidad política le hizo disimular, escudándose en
la republica centralista.

El liberalismo mexicano se había nutrido de
fuentes más modernas: la Ilustración y el
enciclopedismo y los pensadores avanzados del siglo XIX, los
norteamericanos como Jefferson y Franklin, los economistas
clásicos ingleses y en general la experiencia
histórica de la independencia de Estados Unidos y la
Revolución Francesa.

Alguno de los puntos más sobresalientes de la
ideología liberal fueron:

  • Libertad de expresión y
    pensamiento

  • Soberanía popular

  • República federalista

  • Educación laica y
    científica

  • Separación de la Iglesia y el
    Estado

  • Abolición de fueros y privilegios

  • En lo que respecta a sus posiciones
    económicas, aunque apoyaran al librecambismo (que
    supone la no intervención estatal en la
    economía, y por lo tanto, la libertad absoluta de
    industria, comercio y de todas las actividades
    económicas), estaban muy lejos de ponerlo en
    práctica.

En general, podemos decir que, la clave para diferenciar
unos de otros esta en la asunción de una postura
política basada en la postura cristiana por parte de los
conservadores, y como consecuencia de esto la propuesta respecto
al las relaciones entre la Iglesia y Estado, junto con la
secularización de la sociedad con toda aquella enorme
cauda que ello traería consigo, esencia del pensamiento
liberal mexicano.

Durante la Ilustración se plantearon una serie de
nuevos principios que vendrían a normar las relaciones
entre el poder público y los particulares; se
planteó una nueva concepción de lo que
debería ser ese mismo poder público; ahí fue
donde surgió la idea de ese derecho público como lo
contemplamos en la actualidad.

Cuando en 1821, nuestra patria consumó su
independencia se planteó la primera polémica
respecto a la forma de gobierno que se debería adoptar y
se presentaron las primeras dos opciones:
monarquía-república y centralismo-federalismo, pero
siempre basándose en los principios constituciones
invocados.

Hasta ese momento no podemos hablar de liberales y
conservadores, Menos de federalistas y centralistas, los cuales
se reunían en torno a las dos logias hasta entonces
establecidas en México: yorkinos y escoceses, en donde se
fueron fraguando los grandes postulados políticos,
consolidando todo un pensamiento político.

Podemos decir que la piedra angular que indica el
surgimiento de esa gran polémica nacional, se presenta a
partir de dos ideas fundamentales: la necesidad de consolidar al
estado nacional mexicano y la influencia del pensamiento
enciclopedista francés.

Es en ese momento cuando la cuestión
eclesiástica va a representar la primera prioridad, ya que
era demasiado trascendente para esos grandes hombres, ya que
consideraban que sus consecuencias eran inmensas en la vida
pública del país, pues lo liberales veían en
la Iglesia el principal obstáculo para la
consolidación del Estado, porque la Iglesia gozaba de los
mayores privilegios y el mayor poder en el Estado, y las ideas
liberales se contraponían a las de la Iglesia.

CAPÍTULO 5

Los proyectos de
nación que propugnaban liberales y
conservadores

Un aspecto distintivo muy importante de las luchas
políticas es que el pueblo no participa en ellas, tal como
lo había hecho masivamente en la Guerra de Independencia o
como lo hará en la Intervención
Francesa.

Así, las luchas por el poder se plantearon desde
el principio como pugnas entre dos sectores minoritarios de la
población. Además que entre éstos
había una serie de coincidencias.

Tenemos entonces que liberales y conservadores con todo
y sus diferencias, tenían puntos coincidentes en
cómo querían formar al país que
dominaban:

  • Que la base de la nación la constituyeran los
    propietarios de la tierra.

  • La no intervención del Estado en la
    economía.

  • Que la dirección del país la
    encabezara sólo un pequeño grupo privilegiado,
    marginando así la mayor parte de la
    población.

En términos generales podemos decir que las
vanguardia políticas tanto de liberales como de
conservadores, aunque fueron cambiando en varios puntos,
respondieron a dos concepciones diversas del desarrollo
económico.

Los conservadores buscaban el crecimiento sin tocar la
estructura de propiedad, dado que ello lesionaba sus intereses;
abogaban por un proteccionismo estatal al comercio, a la
industria y a la economía. Consideraban que era posible
llegar al capitalismo mediante la evolución gradual de los
grandes terratenientes a burgueses capitalistas. Creían
que se podía promover la moderna industria nacional, si
bien no para competir en el mercado internacional, sí con
miras al interno.

Los liberales creían necesario iniciar el
desarrollo por la agricultura. Ahí precisamente chocaban
con sus adversarios ya que habría que romper la vieja
estructura de propiedad (Iglesia, terratenientes laicos y
aristócratas). Se precisaba una reforma agraria que
terminara con formas de propiedad precapitalistas que
impedían el desarrollo del mercado interno.

De esta manera, no sólo el latifundio
eclesiástico sino también las tierras de las
comunidades indígenas estaban destinadas a desaparecer.
Los liberales creían en el librecambismo y la
abolición de trabas al desarrollo del mercado
interno.

CAPÍTULO 6

Trascendencia de
la Reforma Liberal de 1833

En 1832, Santa Anna se levanta en armas contra
Bustamante, a quien logra derrocar. Queda provisionalmente en el
poder Manuel Gómez Pedraza, a quien habían
desconocido en la rebelión de Guerrero. Al ser electo
Santa Anna como Presidente y Valentín Gómez
Farías como Vicepresidente, Santa Anna se ausenta para
establecerse en una Hacienda en Veracruz.

Es aquí cuando Valentín Gómez
Farías intenta lo que ha pasado a la Historia como la
"reforma de 1833". De alguna manera, la reforma de 1833
será el parteaguas entre la primera República
Federal y el centralismo. Pero ésta no es sólo su
importancia, ya que es el antecedente de la obra que más
tarde cristalizará Benito Juárez y Sebastián
Lerdo de Tejada.

Aunque Valentín Gómez Farías es el
ejecutor y principal responsable de la reforma, en realidad el
verdadero cerebro de la misma es el Dr. José María
Luis Mora, quien sintetiza así el programa reformista de
1833:

  • Libertad absoluta de opiniones y supresión de
    las leyes restrictivas de prensa.

  • Abolición de los privilegios del clero y de
    la milicia.

  • Supresión de las instituciones
    monásticas y de todas las leyes que atribuyen al clero
    el conocimiento de negocios civiles, como el contrato de
    matrimonio, etc.

  • Reconocimiento, clasificación y
    consolidación de la deuda pública;
    designación de fondos para pagar su renta y de
    hipotecas para finiquitarla.

  • Medidas para hacer cesar y reparar la bancarrota de
    la propiedad territorial para aumentar el número de
    propietarios territoriales, fomentar la circulación de
    éste ramo de la riqueza pública y facilitar
    medios de subsistir y adelantar a las clases indigentes, sin
    ofender ni tocar en nada el derecho de los
    particulares.

  • Mejorar el estado moral de las clases populares
    eliminando el monopolio del Clero en la educación
    pública, difundiendo los medios de aprendizaje e
    inculcando los deberes sociales.

  • Abolición de la pena capital para todos los
    delitos políticos y aquellos que no tuviesen el
    carácter de un asesinato premeditado.

  • Garantía de integridad del territorio por la
    creación de las colonias que tuviesen de base el
    idioma, usos y costumbres mexicanas.

Santa Anna que años atrás se había
pronunciado por la república, ahora como instrumento de
los conservadores, echará por tierra el proyecto
reformista, pues aprovecha el descontento de los enemigos de las
reformas, quita a Valentín Gómez Farías y
decreta la República Centralista en 1835.

En realidad, en ese momento no existían las
condiciones necesarias para realizar cambios tan importantes en
la estructura económica y social del México
independiente.

Será más de dos décadas
después cuando la siguiente generación liberal, una
vez que elimina a Santa Anna como dictador, lleva a cabo estas
transformaciones a costa de una sangrienta guerra
civil.

Capítulo 7

Los principales
triunfos del liberalismo

En este capítulo hablaremos de los principales
logros del liberalismo hasta llegar a la Constitución de
1917. Hablaremos de la Constitución de 1824, la de 1857 y
de las leyes de reforma.

En la Constitución de 1824 había
intolerancia religiosa en contraste con la libertad de
pensamiento y de expresión, así como el
mantenimiento de fueros y privilegios del clero y el
ejército en contraste con el principio de igualdad ante la
ley.

En ese documento constitucional se abolía la
esclavitud y se incorporaba a los indígenas a la
categoría de ciudadanos. Además de que consagra la
forma de gobierno republicana y la división entre el poder
central y el de los estados, es decir, el federalismo.

En la Constitución de 1857, encontramos la
tendencia liberal muy marcada, entre lo que más destaca de
esta constitución fue la inclusión de un
catálogo de derechos del hombre entre los que destacan:
las libertades de expresión, culto, tránsito,
aportación de armas, imprenta, trabajo, entre otras. Se
consagra la forma de gobierno republicana, el federalismo, y se
establecen las bases de una verdadera organización en el
país.

Desafortunadamente desde el inicio de su vigencia, tuvo
muchos opositores que consideraban que no se podía
gobernar sustentados en ella, además de que no pudo
establecer la paz en el país ya que se dieron muchos
brotes de violencia.

Los conservadores, al ver la situación desconocen
la Constitución y al Presidente Constitucional Lerdo de
Tejada, por lo que Juárez asuma la presidencia de la
República e inicia su lucha por restablecer la
Constitución de 1857, mejor conocida como Guerra de
Reforma o de los Tres Años.

Hablando de la Guerra de Reforma, podemos decir que casi
todo el tiempo estuvo dominada por los conservadores pero en la
batalla final, pierden y es así como Juárez
restablece la Constitución de 1857, en donde se busca la
inclusión de las Leyes de Reforma, entre las cuales
destacamos:

  • Nacionalización de los bienes
    eclesiásticos.

  • Supresión de la propiedad comunal de los
    indígenas

  • Establecimiento de la tolerancia de
    cultos,

  • El matrimonio

  • El Registro Civil

  • La secularización de los
    cementerios.

Otros de los ordenamientos que nacen con el liberalismo
son: Acta Constitutiva Y De Reformas De Los Estados Unidos
Mexicanos, mediante su aplicación se restauró el
sistema federal de gobierno y se declaró vigente, con
algunas reformas, la Constitución de 1824. Fue aprobada el
21 de mayo de 1847.

Aunque durante el Imperio de Maximiliano, predominaban
los conservadores en el poder, el Estatuto Del Imperio que
expidió el Emperador, más que ser de tendencia
conservadora como se esperaba tuvo una tendencia liberalista, lo
único que discordaba era la forma de gobierno ya que en
éste se establecía la Monarquía.

El 10 de abril de 1865 expidió el emperador
Maximiliano I el Estatuto Provisional del Imperio Mexicano, que
en cierta forma anticipó un proyecto de
constitución, sin llegar a establecer un régimen
constitucional, y depositó en el Emperador la
soberanía. Su vigencia fue casi nula.

Refiriéndonos a la Constitución de 1917,
podemos decir que este magno cuerpo de leyes, producto de la
Revolución Mexicana, conservó las garantías
individuales establecidas en la Constitución liberal de
1857. La forma de gobierno continuó siendo republicana,
representativa, democrática y federal. Se mantuvo la
división de poderes en legislativo, ejecutivo y
judicial.

Bibliografía

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    Ramírez, Manuel, ET AL., Coordinadora General Zoraida
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  • 2. Gallo Tirado, Miguel Ángel, Historia
    de México 1, De los Aztecas al Triunfo de la
    República, Ed. Quinto Sol, México, 2003, pp.
    85-89

  • 3. Gallo Tirado, Miguel Ángel, Historia
    de México 2, De los liberales al EZLN, Ed. Quinto Sol,
    México, 2000, pp. 30-37.

  • 4. Margadant S, Guillermo Floris,
    Introducción a la Historia del Derecho Mexicano, Ed.
    Esfinge, Décima edición, México, 1993,
    pp.172-183.

  • 5. Historia del Derecho Mexicano, Soberanes
    Fernández, José Luis, Ed. Porrúa, Octava
    edición, México, 2001

  • 6. Biblioteca de Consulta Microsoft®
    Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft
    Corporation.

  • 7. Barboso Estrada, María Cristina, Hagg
    y Saab, Guillermo, Un Bosquejo de la Historia de
    México, De la Prehistoria al milagro mexicano, Ed.
    Addison Wesley Longman de México, México, 1998,
    pp. 197-200.

 

 

Autor:

Claudia Andrea Sánchez
Maciel

 

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