- Introducción
- El
canon y su perspectiva nacional - Formación del canon, influencias
literarias y orígenes - El
canon en el Modernismo, y en el boom de la literatura
latinoamericana - El
boom de la literatura latinoamericana - Realismo Mágico, cuento
fantástico, y cuento
metafísico - Análisis de la obra literaria de grandes
representantes - Conclusión
- Bibliografía
Introducción
Mediante el presente trabajo de investigación,
trataremos de establecer mecanismos que permitan una adecuada
comprensión acerca de la formación del canon
literario de Latinoamérica. Nos enfocaremos especialmente
en los periodos del Modernismo, el Boom de la literatura
latinoamericana, y la nueva escritura. También es
importante señalar, que lograremos una definición
de Canon de la literatura desde la perspectiva nacional. De esta
manera, estamos seguros de nuestra contribución con el
conocimiento de la nueva narrativa latinoamericana: Realismo
mágico, Cuento fantástico, y crítica de la
realidad social.
Pondremos mucha atención a los grandes debates
acerca del Canon de la literatura latinoamericana. Realizaremos
un análisis del Modernismo, del Boom, y la revisión
de diferentes obras literarias en el periodo de formación
del Canon de la literatura latinoamericana. Revisaremos
diferentes teorías acerca del canon, analizaremos la obra
de los principales representantes que participaron en la
formación del canon de la literatura latinoamericana.
Así podremos observar la obra de Alejo Carpentier, Jorge
Luis Borges, Gabriel García Márquez, Mario Vargas
Llosa, Carlos Fuentes, y José Donoso.
Para lograr nuestro propósito, tendremos que
contextualizar la realidad histórica y teórica en
la que se han desarrollado, y la influencia de la base europea
como principal relación. Porque no sólo se
cambió la concepción de la novela, también
se impuso una nueva forma de crítica literaria acorde a
nuestra realidad y con nuestra idiosincrasia. Será muy
importante focalizarnos en la formación del Canon a partir
de 1980, considerando dos procesos literarios: el movimiento de
la Nueva Narrativa, con autores que luchan por hacerse un nombre
en el campo literario impregnados de aires de renovación.
Y el otro proceso se refiere a la innovación del tipo de
escritura, pasada la época de la Colonia, fue necesario
escribir acorde con los nuevos dictados de la crítica,
había que releer nuestra historia y cultura, y estar
acorde con los nuevos teóricos y críticos
literarios. En el libro de Tzvetan Todorov Teoría de la
literatura de los formalistas rusos (2011), y sobre la
evolución literaria, Juri Tinianov dice: "Entre todas las
disciplinas culturales, la historia literaria conserva el
Estatuto de un territorio colonial. Está dominada en gran
medida (sobre todo en occidente) por un psicologismo
individualista que sustituyó los problemas literarios
propiamente dichos por problemas relativos a la psicología
del autor" (Pág. 123).
Al hablar de Canon, estamos entendiendo a un proceso
constante, histórico y cambiante, donde se centraliza la
ideología y los quiebres constantes del orden del Canon. Y
a pesar de todo, la literatura se desarrolla para bienestar de
sus autores, críticos y lectores.
El canon y su
perspectiva nacional
De acuerdo con el Diccionario de Uso del español
de América y España VOX (2002). Canon se define
como: "Conjunto de normas, preceptos o principios con que se rige
la conducta humana, un movimiento artístico, una
determinada actividad" (Pág. 328). Para efectos de la
literatura latinoamericana, el Canon es un conjunto de pautas en
constante transformación, que permite al lector, obtener
conocimiento de su capacidad cultural literaria, ubicarse
perfectamente en su propia realidad, y el conocimiento de libros
infaltables en su mundo literario. Las variaciones del Canon
siempre han sido impuestas por la crítica especializada en
general. Sin embargo, siempre está presente la
intervención del lector, que es finalmente quien reformula
el mapa de las producciones más importantes, y decidiendo
a cuales ir dejando de lado. El Canon literario va cambiando en
el tiempo, en cada época, en cada lector. El gran impacto
causado a un determinado grupo de lectores, no es existente para
otro.
A comienzos del siglo XX, aun existía la
expectativa por consolidar el concepto de Nacional en el
espíritu latinoamericano. Y por ello, la cultura se
convirtió en el campo más importante para
comprender la realidad de nuestros países, era sin duda,
la idea que permitía la profunda reflexión que nos
llevara a la toma de conciencia de nuestra realidad, de saber
quiénes éramos. Y se aceptaba al Canon,
considerándolo como un cúmulo de obras y a sus
propios autores, escogidos por la crítica especializada
literaria como las excelsas, y de esa manera, se convirtieron en
verdaderos ejemplos de lectura y estudio. Existe la
característica del canon, donde los libros considerados
canónicos están íntimamente relacionados con
las clases dominantes, porque en realidad, muchas veces,
éstas, representan la ideología
hegemónica.
A pesar de la reconocida influencia del Canon de Europa,
es a partir del logro de la independencia, que nace el nuevo
Canon transformador que focaliza su interés en la
temática americana y su concepción Nacional. En los
años sesenta se politiza la crítica literaria, la
revolución cubana irrumpe en América como un hecho
inédito, y obliga una revisión del Canon
establecido para esa época. Se hace necesario retomar los
libros ya leídos para situarse mejor en su actualidad, y
empezar con el proceso de lograr hallar una identidad que le
permita definirse y una tradición para desarrollar y
respetar. Por ello, los escritores tienen el gran desafió
de figurar ocupando un espacio en el Canon, pero sobre todo,
formando parte de una definición y fijación de la
tradición latinoamericana.
Por otro lado, la producción literaria no debe
ser solamente una clasificación de una literatura
Nacional. De otro modo, se corre el riesgo de ser conducido con
criterios arbitrarios, que no le dan importancia en la
estética literaria, y más bien responden a
intereses de poder de grupos. Jorge Luis Borges hablaba del Canon
del deseo, y decía, que el lector debe ser curioso. Y el
proceso de canonización nunca debe de terminar, y
más bien, debería rehacerse permanentemente. De
esta manera, el Canon respondería a un disfrute del lector
y no a jerarquías rígidas y excluyentes.
En los años de 1980, la crítica literaria
siente la necesidad de transformar y modernizar las
teorías ya existentes y las nuevas emergentes, era
necesario el reordenamiento de los fundamentos del conocimiento
humano. En estas circunstancias, se da una revisión seria
del Canon, se incluía a los autores, editoriales y todas
aquellas instituciones narrativas que constituían la
historia de la literatura latinoamericana. Se traza una
línea de análisis desde el Realismo al Realismo
Mágico, esto permite una apertura del Canon a otros
géneros literarios que habían sido olvidados, entre
ellos podemos mencionar a las crónicas, las cartas, los
testimonios, etc.) Y entonces, se empezó a observar al
Realismo Mágico, como una nueva expresión de
representatividad nacional y latinoamericana. Así, esta
nueva discusión dada desde temáticas y
geografías diferentes, centran su atención acerca
del Canon de la literatura latinoamericana, pero en una realidad
diferente de la década pasada.
La incorporación de nuevos elementos a la
crítica latinoamericana, dará lugar a la
creación de un espacio donde se avizora un importante
nuevo movimiento, la Nueva Narrativa. Este movimiento emerge en
los años de 1990 y adquiere rápidamente una gran
expectativa, su valor literario se extiende más
allá de Latinoamérica. Esta nueva narrativa afecta
el discurso crítico, hace la denuncia de que estas formas
imponen teorías literarias alejadas del sentimiento
latinoamericano, y que la relación entre el autor y el
espacio geográfico original no sea transparente. La
crítica literaria latinoamericana de los años de
1980 y 1990, da lugar a grandes debates. Entre ellos, la
búsqueda del lugar de poder desde donde se revisa el Canon
de la literatura latinoamericana, y la creación de valor
hacia la Nueva Narrativa que emerge y se afianza logrando un
espacio en el nuevo Canon. Para la época, representa un
nuevo periodo de renovación literaria, donde los modelos
sociológicos no podían explicar los nuevos procesos
literarios que se daban.
Para la Nueva Narrativa latinoamericana, no le fue nada
fácil su extensión más allá de sus
territorios. Pues la falta de comunicación de lo producido
en Latinoamérica la aleja de su legitimidad, no hay
traducción y sí mucho desconocimiento, a pesar de
la fuerte migración de intelectuales de diversas
disciplinas y campos hacia los Estados Unidos. Los autores que
empiezan a escribir desde Norteamérica, adoptan nuevos
campos y nuevas lógicas para definir el Canon
correspondiente, ya que estos han perdido contacto con las obras
escritas en Latinoamérica. La consecuencia inmediata, es
que la nueva producción literaria latina, sea analizada
por la crítica en ingles, la que responde a cánones
extraños que distorsionan el sentido real de su
originalidad. Antonio Cornejo, escritor y crítico
literario, nos dice en su artículo "Mestizaje e hibridez:
los riesgos de la metáfora Apuntes" publicado por la
Revista Iberoamericana (1997). "extraña jerarquía
en la que los textos de esta condición (escritos en
inglés) resultan gobernando el campo general de los
estudios hispanoamericanos. Me temo, en este sentido, que estamos
generando una extraña crítica disglósica"
(Pág. 343).
Las nuevas discusiones literarias han dado lugar a una
profunda reflexión acerca de las nuevas teorías, a
las nuevas narrativas, y a la constante búsqueda y
renovación de nuevas formas estéticas en la
literatura, en armonía con el conocimiento de los centros
académicos. La construcción y desarrollo de un
nuevo Canon, va más allá de una nueva propuesta
estética. Pues su éxito radica en gran
proporción a la relación con las políticas
editoriales y al mercado. Sin embargo, no se debe dejar de
considerar a quién crea la novedad literaria, a su
relación íntima con ella, ya que luego de su
publicación y considerada por el lector, esta obra
irá logrando su legitimidad propia, dada su originalidad y
su amplio concepto de representatividad sobre lo latinoamericano
y lo Nacional.
Formación
del canon, influencias literarias y
orígenes
Sin lugar a dudas, la literatura latinoamericana
cobró gran auge, luego de la producción del
escritor cubano José Martí, y del nicaragüense
Rubén Darío. A partir de esta gran
aparición, existió la gran necesidad de crear el
Canon propio de la literatura latinoamericana, considerando gran
importancia a la definición de la literatura propia, y
considerando a las culturas literarias ya existentes. Las nuevas
corrientes teóricas literarias cobran fuerza en
Norteamérica y también en Europa Occidental. Pero
también, ésta, se expande por diferentes lugares de
Latinoamérica. De acuerdo con el propósito de las
teorías norteamericanas y europeas, determinan el canon
considerando las manifestaciones propias de ellos, ignoraban por
completo las manifestaciones orales, indígenas, mestizas y
negras. La crítica literaria de Latinoamérica surge
de la confrontación entre los formalistas y los
comprometidos con su identidad. Al expandirse y darse a conocer
esta nueva corriente literaria en la amplitud del mundo, se topa
con un problema originado por la interpretación de los
autores más relevantes. El Canon literario de la
época hace una interpretación según las
distintas tendencias, y cada una de estas tendencias va
construyendo una determinada interpretación particular de
cada autor. El crítico Sosnowski escribe un
artículo denominado "Sobre la crítica de la
literatura hispanoamericana: balance y perspectivas" publicado
por la revista Cuadernos Hispanoamericanos (1987) "En
última instancia se debate la apropiación de los
autores, la significación de la lectura de determinados
textos y, a través de ellos y algunos sectores, lo que
esas mismas lecturas hacen a la comprensión más
amplia del mundo al que remiten" (Pág. 149).
El éxito de la literatura latinoamericana y su
valoración a nivel internacional, están vinculados
a los hechos de la revolución cubana, a la protesta
ideológica de muchos escritores cubanos y de otras
regiones latinoamericanas luego del surgimiento de gobiernos
dictatoriales. La valoración internacional le da su propio
Canon, porque luego de los ya reconocidos Martí y
Darío, Neruda, etc. Empiezan a destacar otros nuevos
autores con la internacionalización de la Nueva Novela, y
entonces aparecen nombres como: Borges, García
Márquez, Vargas llosa, Cortázar, Onetti,
Carpentier, y muchos otros más. La cultura es un concepto
que entra a ser considerado en el estudio y análisis
literario del Canon. Así, recobran nuevamente importancia
muchas manifestaciones culturales olvidadas, entre ellas, la
literatura regional, la literatura indígena, y la
literatura negra y mestiza. Y todos los comprometidos en este
proceso estaban conscientes de que el canon responde a una
imposición social, es una imposición generada y
dirigida por una casta dominante, en coincidencia con los
intereses ideológicos, y la ampliación del campo de
estudio de la literatura como una responsabilidad.
En Latinoamérica se da gran importancia a la
influencia que impusiera la dependencia colonial, se cuestiona
profundamente los cánones vigentes, porque a través
de estos, se pone en ejercicio un modelo canónico
universal, que no le interesa las diferentes literaturas
indígenas y sus tradiciones orales. Si se considera a la
literatura como un producto de la historia, los cambios que
ésta sufriera, no serían ningún peligro, ya
que la crítica analiza el tema desde lo
histórico-social, donde precisamente se realizan
múltiples cambios. La relación del lector con
autores y críticos en esta literatura nueva, se transforma
en una visión diferente respecto al auge del nuevo Canon.
Los escritores y críticos literarios latinos afincados en
Estados Unidos, se preocupan y analizan exhaustivamente todo lo
referente al Canon, pero en relación a
Latinoamérica. Se parte de la consideración de que
lo principal de un Canon literario en formación, es la
estabilización de las expectativas de quienes creen y se
interesan por esta actividad, la interrelación con otras
disciplinas, y el enriquecimiento del conocimiento humano de la
formación del nuevo Canon.
El Canon de América Latina, se forma tomando
básicamente la importancia de la lengua y en la
culturización de la colonización. En este aspecto,
España es la más importante, y se ignora por
completo las culturas indígenas de Norteamérica.
Por esta razón, la literatura latinoamericana es entendida
como un texto con un discurso regional, con la práctica de
formación y transformación del Canon como algo
lógico que responde a su propio sistema. Sobre este
asunto, Walter Mignolo escribe en su libro El canon literario
(1991) "la necesidad de las comunidades humanas de estabilizar su
pasado, adaptarse al presente y proyectar su futuro" (Pág.
251). Por todo lo dicho anteriormente, creemos que la
crítica literaria tiene que preocuparse de estudiar
adecuadamente, a las distintas comunidades literarias marginadas,
y no solamente al sistema epistémico del Canon, porque lo
que es nacido desde la auténtica vocación, permite
normar con facilidad las transformaciones que tienen que sufrir
en el futuro el Canon.
El Canon que se hereda de la Colonia, ha provocado el
rechazo con diferentes manifestaciones, porque simplemente, todos
los elementos correspondientes a la tradición
indígena, fueron ignorados o separados de forma
arbitraria. Se tiene que recordar, que los dirigentes
colonizadores imponen con vivo afán, la escritura frente a
la voz. Y que al estudiar el discurso escrito y oral en la obra
del escritor peruano José María Arguedas, se llega
a la conclusión, de que pueden coexistir dos identidades
literarias, y por lo tanto, también es posible la
coexistencia de dos cánones en una buena relación.
Arguedas fue un escritor bilingüe y por lo tanto,
bicultural. Y con su obra pluricultural, su discurso colonial y
postcolonial está presente hasta el día de hoy.
Inclusive, su nombre suena cada vez más, gracias a la
preocupación e interés de muchos estudiosos y
críticos, que han encontrado en él, una gran
riqueza cultural literaria para explotar.
Nos queda claro, que fueron los modelos europeos, los
que rigieron por largo tiempo sobre la literatura
latinoamericana. Especialmente, el de España. Que el Canon
literario latinoamericano, tiene que ser un valor cultural
dinámico con capacidad de cambio. Que el canon no debe de
ser un sistema solamente tradicional y riguroso, sino que debe
tener capacidad reflexiva acerca de otras posibilidades. Por
ello, creemos que el Canon literario latinoamericano no es una
sola unidad inalterable, porque contiene elementos
históricos y sociales, que influyen en la
ideología, política y cultura de las distintas
regiones o naciones latinoamericanas. Que fueron las guerras
victoriosas de independencia, las que transforman al Canon, con
la aparición del vivo interés por la
temática con contenidos propios. El estudio del discurso
narrativo, ha sido la principal actividad cultural de desarrollo
y evolución del Canon latinoamericano. La relación
del lector con el Canon, debe de estar en una íntima
afinidad por una concepción de cultura y literatura. Que
existe la necesidad de regresar a la literatura anterior, para
lograr identidad propia y una tradición cultural
igualmente propia.
Para finalizar con este tema, indicaremos las
épocas más importantes de la literatura
latinoamericana, y su señalización.
Cartas y crónicas del descubrimiento y
conquista.Periodo del proceso colonial.
Periodo del proceso de independencia de todos los
pueblos americanos.Periodo correspondiente al siglo XX en sus distintos
espacios y tiempos, que consolidaron la conformación
del Canon de la literatura latinoamericana: 1. Literatura de
Vanguardia 2. El Boom de la literatura latinoamericana. 3.
Postmodernidad de la literatura latinoamericana.
Esta no es una clasificación rigurosa ni oficial,
sin embargo, creemos que es una clasificación de la
historia de la literatura, que nos permite tomar un
posicionamiento, a efectos de lograr explicar adecuadamente la
originalidad e identidad nacional de nuestra literatura, tomando
como referencias los distintos cánones.
El canon en el
Modernismo, y en el boom de la literatura
latinoamericana
El Canon en el Modernismo
En pleno apogeo y desarrollo del movimiento literario
del Modernismo, existió un ambiente lleno de
confusión, donde el individualismo, la
contradicción y el anarquismo que se vivía,
marcó dos características o tendencias con
manifestaciones constantes, y que permitió la fluidez de
este movimiento a pesar de la confrontación literaria que
se vivía. La primera se refiere a la vocación por
la naturaleza, y la otra, a la vocación por el
misticismo.
El regreso a las primeras fuentes naturales, se
convirtió en un anhelo de muchos de los escritores y
críticos de este movimiento. Consideraban que al
considerar a caracteres jóvenes de cuerpo y sanos de
espíritu, se encontraban con las características
primigenias de la humanidad, y que ello los acercaba a la
naturaleza, un estado en el cual, todo se armonizaba en el
universo. Y entonces, si nuestra civilización tal como se
encuentra en la modernidad, nos perturba, nos cansa y nos
molesta, acudir de regreso a la naturaleza donde hay paz, nos
resultará un momento de tranquilidad, y daremos una
respuesta sincera, risueña y llena de amor a ese escenario
natural. De esta manera, se podrá incursionar con mucha
naturalidad por los anales misteriosos del arte.
La tendencia mística marca su aparición
conjuntamente con la de la naturaleza, y se dieron en momentos de
plena renovación artística y el fervor religioso.
La consideración por lo natural y la mística,
llevaron a revalorar la simpleza y la ingenuidad del perfume de
las flores, los cantos de los pájaros, la
consideración de la vida y obra de Jesús, y la
consideración del Evangelio como Canon de una nueva
poesía iluminada por su luz.
Resulta absolutamente necesario nombrar al mejor de los
representantes del Modernismo latinoamericano, su nombre es
Rubén Darío, su obra está cargada de
romanticismo, nacionalismo, y misticismo. Con él, comienza
toda una nueva etapa de la literatura, hasta formalizarse como un
nuevo Canon. La poesía de Darío trascendió
de inmediato e influyó en muchos otros escritores, y de
esa forma se desarrollara el Modernismo en Latinoamérica.
Como único ejemplo, mencionaré a uno de sus poemas:
Prosas Profanas, en el que pone de manifiesto su gran respeto y
vocación por el misticismo extraído de muchas
pinturas.
"Era un aire suave, de pausados giros:
El hada Harmonía ritmaba sus vuelos,
e iban frases vagas y tenues suspiros
entre los sollozos de los violoncelos" (Pág.
37).
Al analizar minuciosamente el movimiento del Modernismo,
muchas tendencias del Canon crítico oficial, considera,
que su importancia se debe a dos representaciones conceptuales:
la primera, que representa la originalidad e independencia de un
nuevo movimiento literario de Latinoamérica, y que logra
una gran explosión expresiva artística en Europa.
La segunda representación, tiene que ver con la
preocupación de los escritores americanos por lograr un
mejor juicio en la elaboración de sus obras, a su
atención especial para crear calidad y belleza en su
poesía, novela, ensayo y cuento, que son los cuatro
géneros más utilizados en su desarrollo. Se puede
apreciar entonces, que este gran movimiento expresa una
fusión de la literatura pasada y la nueva, se logra una
intensidad literaria que conlleva al Modernismo y su
Canon.
El Modernismo fue un movimiento con mucha fuerza y
personalidad literaria, y no solamente por su género de
poesía y su máximo representante, Rubén
Darío. La inicial influencia de autores franceses, no
empaña para nada, la claridad y energía de la nueva
poesía latinoamericana, ni tampoco a su expansión y
prestigio literario bien ganado. El Modernismo pone los grandes
cimientos de la Nueva Narrativa de América Latina, y abre
un gran espacio para el nacimiento, desarrollo y la
consolidación de un nuevo Canon de la literatura
latinoamericana: la nueva novela, el nuevo cuento y el
Boom.
El boom de la
literatura latinoamericana
La producción literaria de un grupo de escritores
jóvenes y nuevos de Latinoamérica, se
consagró como nunca antes se diera, como el Boom de la
Literatura latinoamericana. Este fenómeno se inició
y desarrolló en las décadas de los años de
1960 y 1970. Este triunfo se considera también, como un
triunfo de las compañías editoras. A este
movimiento del Boom, se le relaciona preferencialmente a cuatro
autores: al colombiano Gabriel García Márquez, al
nacido por accidente en Bélgica Julio Cortázar (se
considera netamente argentino), al mejicano Carlos Fuentes, y al
peruano Mario Vargas Llosa. Esta insurgencia literaria tiene tres
características muy importantes, y a las cuales se debe:
Es un movimiento de Vanguardia, y por ello, su audacia les
permite desafiar a la literatura convencional. La obra de estos
escritores consta de nuevas propuestas, y por ello, es
experimental. Y tiene una alta dosis política, debido a
los acontecimientos que trastornan la situación en
América Latina, especialmente en la década de los
años de 1960. Entonces, se pueden señalar dos
hechos históricos en este desarrollo del Boom: El impacto
general de la revolución cubana, y al auge de la
literatura latinoamericana en complicidad con el gran respaldo de
las grandes editoriales, especialmente, con las de España.
La agitación política que sufría
Latinoamérica, y el temor generalizado en el mundo ligado
a la influencia de la Guerra Fría, fue la base de la
temática a desarrollar por los escritores del
Boom.
Es necesario mencionar, que el Canon de la literatura
latinoamericana se establece luego del éxito del
Modernismo, donde autores de la talla de José Martí
y Rubén Darío, producen toda una obra que permite
la separación de la influencia y Canon de Europa. La clave
de esta Nueva Narrativa es el enfoque que los autores tienen con
la realidad social y política de América Latina, y
lo tratan directamente y de manera muy concreta. En este mismo
estilo, se presentan otras modalidades referidas a temas rurales,
urbanos, y de manera muy especial, la conjunción literaria
de lo Real y lo Fantástico. Se da también una gran
renovación al lenguaje, y la renovación e
imposición de nuevas técnicas
narrativas.
Antes del Boom latinoamericano, existieron escritores
que pusieron las primeras bases de la Nueva Narrativa. Entre
ellos, podemos mencionar a Alejo Carpentier de Cuba, Jorge Luis
Borges de Argentina, Juan Rulfo de México, y a Carlos
Onetti de Uruguay. Luego, a los cuatro ya mencionados
anteriormente, podemos ampliar la lista nombrando a Jorge Amado
de Brasil, José Donoso de Chile, Augusto Roa de Paraguay,
y a José Lezama de Cuba. Si se tuviera que nombrar el
título de alguna novela, que nos permitiera saber
cuál fue la primera obra considerada del Boom, nos
perderíamos en un espacio de dudas y desaciertos, sin
embargo, la crítica generalizada considera a dos novelas
como tales: Rayuela (1963) de Julio Cortázar, y La ciudad
y los perros (1962) de Mario Vargas Llosa.
Este es un periodo literario, en el cual, no sólo
la producción literaria marca distancias, sino que los
propios autores también lo hacen. Algunos de ellos niegan
influencia alguna de escritores anteriores, sin embargo y ante la
evidencia, no les queda más remedio que aceptar la real
influencia de los escritores vanguardistas. En este nuevo
periodo, se imponen muchos cambios narrativos: se ponen de
manifiesto a muchas voces narrativas, el uso interminable de
nuevos neologismos, y el tratamiento del tiempo, no solamente el
lineal ya conocido, sino otros modos como el circular por
ejemplo. Luego, hay otras características ya conocidas,
como la temática rural, la urbana, internacional, el uso
de la historia y la política, la ideología, la
economía, y siempre la búsqueda de una identidad
nacional. Luego, el Boom irrumpe entre lo mundano y
fantástico, transforma este concepto literario en una
nueva realidad. Así se pone en alto relieve y muy de moda
al Realismo Mágico. Que, a la sazón, es Gabriel
García Márquez quien lo recupera en su monumental
obra: Cien años de soledad (1967).
Realismo
Mágico, cuento fantástico, y cuento
metafísico
Una nueva forma estética literaria se presenta en
Americe Latina, se da indistintamente en tres variaciones
narrativas del Boom: el Realismo Mágico, el Cuento
Fantástico, y el Cuento Metafísico.
Realismo Mágico
Es un movimiento literario hispanoamericano, que surge a
mediados del siglo XX y se caracteriza principalmente por la
inclusión de elementos fantásticos en la
narración, con ello se pretende profundizar en la realidad
a través de lo mágico que hay en ella. Podemos
decir también, que es una forma estética decisiva
en la ficción de Latinoamérica, que se materializa
en el momento que su historia no puede explicar su origen, sus
tradiciones, y se acude a sus mitos, porque estos son los medios
que permiten explicar todo aquello que la historia no puede
explicar.
Desde que aparecieron los primeros escritos de los
cronistas de indias, en sus obras se observa la
representación de lo exótico como "nuevo mundo". De
la misma manera, la narración de las conquistas se
asentó y aceptó como la historia real de esas
tierras y sus habitantes. En el tiempo, todas estas historias
fantásticas inspiraron una nueva estética
literaria, y al paso del tiempo, éstas, se convirtieron en
Realismo Mágico. El primer escritor que concibió
esta idea fue Alejo Carpentier, y lo denomina "lo real
maravilloso". Este nuevo concepto literario induce a considerar
que todo lo irreal debe ser tratado como real, y todo lo mundano
como irreal. Todos los relatos buscan con afán encontrar
la ansiada identidad literaria latinoamericana, y en sus novelas
conjuga extraordinariamente, elementos antagónicos como lo
fantástico, lo mítico, los conflictos sociales, y
los hechos históricos de Latinoamérica. Por eso, al
hablar de Realismo Mágico, estamos hablando de realidad y
fantasía.
La aparición de diferentes elementos
fantásticos, mágicos y míticos, trastoca
toda la narrativa anterior. Además, la gran diferencia de
realidades entre la americana y la europea, en
consideración de sus distintas naturalezas, de sus
costumbres y tradiciones. Esta realidad de América ofrece
nuevas perspectivas sorprendentes y realmente maravillosas. De
tal manera, que lo Real Maravilloso se erige como la nueva
estética literaria mediante la cual, se buscará
encontrar la identidad que su pasado colonial le negara. Y
finalmente, las compañías editoras se encargan de
acuñar el nuevo concepto literario que hoy conocemos y
disfrutamos, como el Realismo Mágico. Gabriel
García Márquez es el gran representante de este
nuevo estilo literario, y su obra maestra es Cien años de
soledad (1967).
Cuento fantástico
Es un género literario que inspira muchas y
diversas definiciones. A veces es conceptualizado como todo
aquello que irrumpe en la literatura con lo inusual, lo
inesperado, lo sobrenatural, y todo aquello, que se torna
contrario con la realidad del lector. Sin embargo, la
definición del crítico literario Tzvetan Todorov,
dada su trascendencia analítica y su reconocimiento, es la
más aceptada, y por ello, la más difundida
Introducción a la literatura fantástica (2006). "Lo
fantástico ocupa el tiempo de esta incertidumbre; en
cuanto se elige una respuesta u otra, se abandona lo
fantástico para entrar en un género vecino: lo
extraño o lo maravilloso. Lo fantástico es la
vacilación que experimenta un ser que sólo conoce
las leyes naturales, ante un acontecimiento al parecer
sobrenatural" (Pág. 24). En esta perspectiva, lo
extraño, es un nivel que junta a todos los relatos donde
las causas sobrenaturales y que no tienen una aparente
explicación, siempre concuerda con lo comprensible. En
cuanto a lo maravilloso, resulta ser todo aquello que se
encuentra en el lado contrario a lo insólito, de esta
manera, cuando la duda desaparece, nos queda la sensación
de que las leyes no están de acuerdo con realidad
establecida.
El punto de partida en el que se basa el Cuento
Fantástico, son los misterios que el propio hombre se
plantea en conexión con su mundo, y que a la vez,
éste, no ha tenido ni respuesta ni explicación
contundente. Los misterios pueden tener que ver con los
sueños, el tiempo, la muerte, etc. Entonces, cuando un
escritor elige como tema de su obra en trabajo, a uno de esos
misterios, él sabe que no tiene que resolverlo, aprovecha
la inexistencia de respuestas, el manejo de su
imaginación, y logra la incertidumbre en el lector. De
esta manera se anula la realidad y nos lleva a un espacio donde
reina el misterio y lo inexplicable. Porque la incertidumbre se
crea por la influencia de la duda entre lo natural y lo
sobrenatural. Y el escritor crea arbitrariamente un relato
creíble, pero al que luego le añade elementos
diferentes y extraños. De esta manera, el autor logra que
el lector se sorprenda y quede en suspenso, y termina por sumarse
a un mundo lleno de curiosidad, frustración, y hasta
muchas veces, miedo. Este género literario tiene gran
éxito en América Latina, y desde aquí, hacia
el mundo.
Julio Cortázar es el mayor representante de este
estilo, y una de sus obras mayores es su libro de cuentos
Bestiario (1951). El realismo que cultiva para su narrativa,
tiene como característica particular su minuciosidad para
relatar de manera clara y objetiva, todo aquello considerado
anómalo y fantástico. Así, logra que sus
lectores lo consideren creíbles y verdaderos.
Cortázar rompe con la concepción real de lo
conocido, para él, es mucho más importante la fe en
la razón, considera que lo irracional es parte
también de la cotidianeidad, y rompe con todo lo
convencional.
Cuento metafísico
Es una narración breve donde la
característica principal, son los tratamientos que se dan
a los diferentes temas donde existen problemas trascendentales.
Siempre hay un mínimo reducido de personajes. Este, es un
género literario que supera ampliamente al realismo
tradicional que existía en Latinoamérica. Jorge
Luis Borges es el máximo representante de este
género, una de sus mayores obras es El Aleph (1949). Es
él quien incorpora nuevos elementos fantásticos que
cuestionan la estética existente, y a la propia realidad.
Por otro lado, son muy importantes las apariciones de la
mitología clásica, la simbología, las
propias referencias literarias, las paradojas y el juego
intelectual. Especula con la propia literatura como tema central
de sus obras.
La concepción metafísica de Borges, le
facilita burlarse del mundo en sus exposiciones narrativas, usa
también la ironía, logra el distanciamiento de su
propia temática planteada, para hacer caer al lector en un
lio de paradojas.
Análisis
de la obra literaria de grandes representantes
Hemos considerado analizar la obra de los siguientes
escritores, que, consideramos contribuyeron de manera especial y
decisiva con el establecimiento del canon de la literatura
latinoamericana.
Jorge Luis Borges
Este gran escritor nacido en Buenos Aires, Argentina, el
24 de agosto de 1899, es reconocido como uno de los más
grandes eruditos de la literatura del siglo XX. Su obra
está plasmada a través de tres géneros, los
cuales dominaba y enaltecía como ninguno, y estos son: La
Poesía, El Cuento, y El Ensayo. Entre las
características más importantes, podemos mencionar
a la imposibilidad de clasificarla, la exclusión absoluta
de dogmatismo, y las múltiples y disímiles
interpretaciones dadas a su obra.
El gran abanico literario universal que Borges ofrece a
sus lectores, es un real paisaje de infinitas posibilidades e
interpretaciones, gracias a una inmensa, rica y variada
temática. A pesar de ser considerado como un gran erudito,
esta condición no niega la posibilidad de que sus textos
sean comprendidos por sus lectores, y que más bien, estos,
ganen ricos momentos de emoción y de gran entretenimiento.
Ese abanico literario universal, está compuesto por el
estudio fantástico del Ser, el uso de una gramática
utópica, creación de geografías de
imaginación novelesca, disímiles historias
universales, colección y uso de animales de fábula
lógica, narrativas morales, imposición imaginaria
de matemáticas inventadas, miedos teológicos, los
sentimientos nostálgicos y los recuerdos ficticios, son
parte de ese gran abanico literario universal que Borges
realizó.
Su posición digna en la estética literaria
y característica crítica política, le
impidió ser reconocido con el Premio Nobel de Literatura,
a pesar de sus 30 largos años de postulación.
Borges nunca tomó parte con ninguna religión,
él, siempre se declaró algunas veces ateo, y otras
agnóstico. Su vasta obra empezó a realizarse desde
muy temprana edad, pero, es en el año de 1923 que publica
su primer libro, es un libro dedicado a la poesía y se
llamó: Fervor de Buenos Aires. Pasó por varios
países y muchísimas editoriales, trabajando y
relacionándose cada vez más y mejor con el mundo de
la literatura. Nunca escribió una novela, la
crítica se lo reprochó más de una vez. Pero
en la narrativa, Borges prefería el Cuento, y por eso
mismo, el comentaba que sus preferencias narrativas estaban con
el Cuento, porque consideraba que es un género esencial, y
no con la Novela, porque ésta, obliga al
relleno.
Es muy difícil escoger la mejor obra de Borges, o
a una de ellas siquiera. Sin embargo, a efectos de ejemplarizar
su obra, optaremos por decir algo acerca de su libro de cuentos
titulado Ficciones (1944). En él, se ha incluido el cuento
El Sur, sobre éste, el mismo autor dice: "acaso mi mejor
cuento". El relato empieza presentando a su protagonista, a
Johannes Dahlmann desembarcando en Buenos Aires en 1871. En
febrero de 1939 sufre un accidente que al momento de darse, el
relator le da una explicación fantástica, hasta que
el enfrentamiento con una mujer que le abre la puerta que andaba
buscando, le ofrece en su rostro la expresión clara de
horror, y cae en cuenta sobre la verdadera causa de su sangriento
accidente. Por la noche logra dormir, y en la madrugada se
encontraba despierto, y a partir de ese momento, todo le fue
diferentemente atroz. "La fiebre lo gastó y las
ilustraciones de las "Mil y una noches" sirvieron para decorar
pesadillas" (Pág. 207). Sobre lo que ocurre y llegado el
final, muchos creen que el protagonista se deja llevar
conscientemente por el juego de la mentira. Y otros, opinan que
se trata de una metáfora, donde todo lo que le sucede, se
da en su estado de inconsciencia mientras reposa en el
sanatorio.
Alejo Carpentier
Nació en Cuba el 26 de diciembre de 1904, fue un
escritor que dominó la narrativa de su tiempo e incluso la
renovó, su obra está dedicada al género de
la Novela. Su obra fue de gran influencia para el desarrollo de
la literatura latinoamericana, especialmente, durante el periodo
de esplendor, es decir: en el Boom. Este escritor, es realmente
un artífice que no sólo participó en el
desarrollo de la literatura, sino que lo izo en su
renovación. Logró un estilo narrativo donde impone
variadas dimensiones y condiciones de la imaginación, con
el propósito de recrear la realidad. Gracias a estos
elementos nuevos insertados en la literatura latinoamericana, se
llegó a la formación de un nuevo concepto
literario: lo Real Maravilloso, que luego deviene en Realismo
Mágico.
Su convivencia con los campesinos, que a su propio
juicio, eran personas muy mal alimentadas, el roce cotidiano con
miseria, las mujeres maltratadas y envejecidas antes de tiempo,
niños desnutridos, epidemia de enfermedades, le dieron el
enfoque de una realidad que difícilmente dejaría de
lado, y más bien, le sirvió de temática
principal de su futura obra. A parte de ser un escritor
literario, ocupó gran parte de su vida al oficio de
periodista.
Entre sus obras más famosas, podemos encontrar a
¡Ecue-Yamba-O! (1933). En esta obra, mostró su
inclinación e interés por la etnología. La
temática principal está referida a la cultura
afro-cubana, y se critica la dependencia de Cuba hacia los
Estados Unidos. También es muy importante la novela El
reino de este mundo (1949). Aquí, trata sobre la
Revolución de Haiti, en esta obra, y especialmente en la
parte descriptiva, incluye elementos de Lo Real Maravilloso. En
la obra de Carpentier no se observa la intención
autobiográfica, sin embargo, queda muy claro, que existen
hechos de su vida que influyen en su narrativa. Se puede observar
todo esto, a partir de sus opiniones a través de sus
personajes protagónicos especialmente, y también a
lo largo de sus argumentos.
La temática preferida de Carpentier es el
mestizaje cultural. Dedicó su preocupación con la
raza negra y su relación con el cosmos. Al incluir
personajes de raza blanca, trata de representar con éxito
las instituciones más opresivas de Latinoamérica,
como son la iglesia, la esclavitud, la cárcel y el
imperialismo. El tratamiento de todas estas temáticas, y
especialmente las referidas al mestizaje cultural, nos explican
la cadencia de los ritmos africanos incluidos en su
poesía.
Gabriel García Márquez
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