- Camino al
Porfiriato - La política
durante Porfiriato - Economía
- Sociedad
- Cultura
- Conclusión
- Biografías
- Bibliografía
Es la etapa de la historia de México que inicia
en 1877, con el primer gobierno de Porfirio Díaz y termina
en 1911, cuando éste deja el poder y es
exiliado.
Díaz se levantó en armas en dos ocasiones,
con los planes de la Noria, en 1871 y el de Tuxtepec, en 1876
después de perder las elecciones presidenciales contra
Lerdo de Tejada y Benito Juárez. En ellos se manifestaba
antiautoritarista, anticentralista y antirreeleccionista.
Consideraba que el presidente debería tener menos poder
otorgando más al legislativo y judicial, así como a
los gobiernos de los estados, municipios o pueblos,
fortaleciéndolos; y que ellos debían de decidir en
sus asuntos particulares.
Al inicio buscó atraer a las personas que
más ayuda podía darle a su gobierno sin importar su
tendencia política o credo, permitiendo a la iglesia
católica situaciones que estaban prohibidas en la
constitución. Buscó así unir fuerzas
políticas y acabar con los levantamientos; después
se fue fortaleciendo tanto en lo político como en lo
económico, en donde a pesar de los problemas financieros y
de poca producción, llevó a cabo cambios que
permitieron a nuestro país, de, tener un déficit y
un gran endeudamiento, a lograr un superávit desde 1894.
Para lograr esto, promovió la inversión y
aplazó deudas; impulsó el desarrollo de la
industria y del comercio, tanto interno como externo;
desarrolló vías de comunicación de las
principales zonas productivas hacia los puertos o a Estados
Unidos, incrementando la red ferrocarrilera de 5892 Km. en 1885 a
19280 en 1910. Durante esta época gracias al desarrollo
económico, varias ciudades incrementaron su
población con un gran número de migrantes en busca
de trabajo. Socialmente, se desarrollaron dos divisiones; la
rural y la urbana, habiendo grandes contrastes en la calidad de
vida entre las clases alta, media y baja. Culturalmente, en el
inicio del porfiriato se tuvo la influencia europea con tendencia
francesa, tomando después tintes realistas y una tendencia
nacionalista.
La entrevista hecha por James Creelman, donde
Díaz dijo que no participaría en las elecciones de
1910 pues el país se encontraba preparado para entrar en
democracia. Este hecho, fue una de las causas que motivaron a
quienes ya pretendían un cambio a pensar que ya era el
momento acabar con este régimen, siendo un factor
importante en el inició la Revolución Mexicana, al
no cumplir Díaz su palabra y encarcelar a Francisco I.
Madero y mandar fuera del país a Bernardo
Reyes.
Camino al
Porfiriato
Plan de la Noria
El Plan de la Noria fue un levantamiento armado que
inició don Porfirio Díaz en su Hacienda de la Noria
en noviembre de 1871, por el descontento de éste, ante el
resultado de las elecciones por la presidencia de México
de de 1871 a 1875, pues estaban a favor de don Benito
Juárez, y no estaba de acuerdo con éstas por
considerarlas un fraude. Además de no reconocer el triunfo
de Juárez, se manifestaba en contra de la
reelección. Este plan tuvo poco respaldo, y con la muerte
de Juárez el 18 de Julio de 1871, fin principal del plan,
ya no tuvo razón seguir adelante.
Plan de Tuxtepec
El 10 de Enero de 1876, en Tuxtepec, Oaxaca, se
presentó este plan, escrito por el general Riva Palacio y
respaldado por Porfirio Díaz. En éste, se
desconocía a Lerdo de Tejada como presidente de la
república, la desintegración del Senado, la no
reelección y la instalación del gobierno
provisional mientras se realizaban nuevas elecciones, entre otras
cosas.
Poco a poco, el plan tuvo aceptación en varios
estados del país, triunfando finalmente con la batalla de
Texcoac, Tlaxcala, que motivó a que Lerdo dejara el poder
y se exiliara en Estados Unidos, instalando a Díaz como
presidente provisional, ya que José María Iglesias
no había estado de acuerdo con el plan y aunque
también había desconocido a Lerdo y formado un
gobierno provisional en Guanajuato, al contar con pocos
seguidores, pactó con Díaz y también se fue
en exilio a Estados Unidos.
La
política durante Porfiriato
Políticamente, se contemplan tres
etapas:
Primera etapa (1877-1890)
Se caracteriza como de: construcción,
pacificación, unificación, conciliación,
negociación y represión.
Buscó evitar la concentración de poder,
que el pueblo eligiera a sus gobernantes y hasta sus
jueces.
Enfrentó problemas de gobernabilidad, ya que la
constitución no favorecía al ejecutivo,
considerando la igualdad de los individuos.
Buscó atraer a todos los grupos importantes
(lerdistas, juaristas, y otros) agregándolos a su
gabinete, así como a los miembros de la iglesia
católica, encontrando respaldo en ésta, ya que
aunque no eliminó leyes en contra del clero, casi no las
aplicó, permitiéndole recuperar propiedades,
reinstalar frailes y monjas, celebrar misas y realizar algunas
festividades.
Cuando no lograba atraer a alguien, echaba mano de la
fuerza y la represión, apoyado en el ejército y la
policía, acabando con rebeliones agrarias en Sonora y
Yucatán, o con bandoleros y asaltantes de
caminos.
En las elecciones solo votaban mayores de 18
años, hijos de mexicanos o extranjeros naturalizados,
casados o mayores de 21 años, solteros, pero las papeletas
de votación no eran llenadas por los votantes.
Segunda etapa (entre 1888 y 1890, hasta
1908)
Muestra un periodo centralista, autoritario y
personalista, tanto de don Porfirio, como de los gobernadores de
las entidades; resaltando en ella tres personajes importantes:
Joaquín Baranda, Ministro de Justicia desde 1882, liberal
de la época reformista; José Yves Limantour,
Ministro de Hacienda (1893-1911), miembro de un grupo de
profesionistas destacados (los científicos), de familias
ricas o relacionadas con ellas, basados en la filosofía
positivista, pensaban en la aplicación del método
científico para estudiar la sociedad y la solución
de problemas; y Bernardo Reyes, Ministro de Guerra (1900-1902),
porfirista y militar, surgido de la clase media o baja que
había en provincia y que contaba con el apoyo de
empresarios, pequeños burgueses, clase media y
trabajadores de Nuevo León, donde fue
gobernador.
Al elegir a Limantour como su sucesor, Díaz
provocó que Baranda renunciara a su gabinete, perdiendo
presencia su gobierno y en 1902, Limantour como Ministro de
Hacienda, impidió la renovación y
modernización de la milicia al no otorgarle fondos, por lo
que Díaz, para evitar represalias contra éste,
mandó a Reyes de gobernador a Nuevo León, e hizo
cambios en el ejército.
Para 1904, la influencia de "los científicos"
impuso en las elecciones a Ramón Corral como primer
vicepresidente, pensando en la ausencia o muerte de don
Porfirio.
Díaz fue perdiendo respaldo de algunos grupos y
esto aunado a que por estar bien con los gobernadores o con
aquellos con poder regional olvidaba sus obligaciones con los
campesinos, y que, dando prioridad a inversionistas y empresarios
frente a las peticiones obreras a las que calmó ya fuera
mediante el diálogo, la imposición, el
autoritarismo o la represión, así como al freno
político impuesto por Díaz o sus colaboradores con
autorización de éste al mantener en el poder a
gobernadores, legisladores y magistrados estatales y federales y
que solo eran sustituidos para cambiarlos a algo mejor o eran
relegados porque Díaz se molestaba con ellos. Por esta
razón, se fue formando un grupo que dio nacimiento al
Partido Liberal Mexicano, que empezó a manifestarse a
través de periódicos que criticaban a don Porfirio,
por lo que fueron objeto de represión y encarcelamiento
continuamente sus directores, redactores e impresores.
Las manifestaciones por las calles, los ataques a los
edificios de gobierno, los robos, las huelgas de obreros y las
rebeliones de los campesinos, mostraban un descontento creciente
ante los cuales la represión llevó hasta a la
muerte a mineros de Cananea y obreros de Río
Blanco.
En cuanto a política exterior, mantuvo relaciones
tanto diplomáticas como económicas con Estados
Unidos, Inglaterra, Francia y Japón, oponiéndose a
que el primero decidiera en los gobiernos latinoamericanos, ya
que los asuntos de cada país eran casos particulares de
cada nación.
Tercera etapa (los últimos
años)
Se contempla que las crisis en el nacimiento del siglo
XX afectaron la economía, la vida social y cultural y por
consiguiente la política en este
régimen.
Presenta ya, un régimen de políticos
ancianos que querían seguir imponiendo su voluntad, y que
después de las declaraciones de don Porfirio a James
Creelman, periodista estadounidense, de que no
participaría en las elecciones de 1910, ya que
México estaba listo para entrar en democracia. Para los
políticos del régimen, esa declaración era
para el exterior, considerando que la sucesión
seguía en la vicepresidencia, promoviendo nuevamente a
Ramón Corral, mientras que Bernardo Reyes, leal a
Díaz, aceptaba ser enviado a Europa, ya que sus seguidores
lo habían promovido por todo el país en clases
medias y obreras.
Los reyistas continuaron con la oposición,
surgiendo además los liberales o maderistas, y entre los
cuales existía afinidad en demandas como la legalidad, el
respeto al voto y la no reelección, así como ayuda
legal a campesinos y obreros.
En las elecciones triunfó nuevamente Díaz,
lo que provocó la Revolución y al triunfo de
ésta, el exilio de don Porfirio Díaz.
Economía
En los inicios del porfiriato, la Hacienda
Pública estaba en quiebra; se tenían grandes deudas
con préstamos nacionales y extranjeros, pos lo que los
ingresos de las aduanas se daban a los prestamistas; algunos
impuestos eran de los estados y nadie quería que
éstos aumentaras.
Matías Romero, Manuel Dublán y José
Yves Limantour como Ministros de Hacienda realizaron cambios,
disminuyendo los gastos del gobierno, administraron de mejor
forma los recursos, controlaron los ingresos e impusieron
impuestos que no afectaron al comercio. Con préstamos del
extranjero, se pagó parte de lo debido, y el resto se
pidió pagarlos con tasa fija en pagos a plazo mayor,
resultando un superávit desde 1884.
Se buscó en el plano internacional, convertir a
México en un exportador tanto agrícola como
minero.
Como el Mercado Nacional era de regiones, se
buscó aumentar la producción y el comercio tanto
interno como externo, para esto, se promovió la
inversión, se aumentó el circulante, los medios de
transporte y las comunicaciones.
Se eliminaron las alcabadas, se promovieron subsidios en
la industria, la construcción de obras públicas y
de transporte, llevando a cabo un gravamen a artículos
extranjeros que México también
vendía.
Tanto el gobierno federal como los estados dieron
concesiones para atraer inversiones y con ellas se crearon
puertos, incrementándose la red de ferrocarriles en 12%
anual como promedio principalmente hacia los puertos o a los
Estados Unidos.
La producción agrícola de henequén,
caucho y café se vio favorecida por la exportación,
incrementándose, aunque algunos alimentos de consumo
disminuyeron su producción o se estancaron, aumentando su
precio y teniéndose que importar.
En minería, al aumento de la producción de
oro y plata se le sumó la de cobre, zinc y plomo,
así como el petróleo en los inicios del siglo,
exportándolos a Europa y Estados Unidos.
La modernización de la industria desplazó
poco a poco a los talleres, realizándose más
rápido la de bienes de consumo. El desarrollo industrial
se vio frenado por la falta de materia prima, el poco consumo
nacional, la falta de maquinaria y bienes de producción y
sobre todo de industria pesada.
Las crisis económicas de 1890, al bajar el precio
de la plata, y la de 1907 a 1908, con la fuga de capitales y la
disminución de los precios de exportación mostraron
contrastes en el desarrollo del país.
Sociedad
Durante el porfiriato se dio un gran crecimiento
demográfico, aumentando de 1877 a 1910, de 9 a 15 millones
de habitantes, influyendo el cese de guerras civiles, la mejor
alimentación y los avances en higiene y
medicina.
Es esta etapa, la migración tuvo gran auge hacia
Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Tamaulipas,
D.F., Puebla, Veracruz, Sonora y Nayarit. En el norte los
campesinos tenían trabajos temporales o rentaban la
tierra; en el centro, mayormente de dedicaban al comercio, la
minería y la industria ligera; y en el sur, la
mayoría se dedicaba a la agricultura.
La mayoría de los habitantes vivía en el
campo y muchos de los que eran propietarios de tierras
fértiles, las perdieron con los hacendados, campesinos
ricos y prestamistas, naciendo grandes latifundios.
En las sociedades rurales, los hacendados eran la clase
alta; rancheros, pequeños propietarios, comerciantes,
artesanos y algunos empleados importantes de las haciendas eran
la clase media; y los campesinos sin tierra eran la clase
baja.
La forma de trabajo y de vivir era diferente de acuerdo
con el patrón y con el lugar: en el norte, tenían
mayores sueldos, ya que no había suficientes trabajadores,
por la poca población. Los hacendados, en el sur,
contrataban los trabajadores del lugar y de otros lugares
cercanos o lejanos, dándoles una cantidad de dinero para
llevárselos, cantidad que nunca podían pagar, ya
que su sueldo nunca les alcanzaba ni para comer en las tiendas de
raya de los patrones, endeudándose de por vida ellos y sus
hijos, lo cual originó rebeliones.
El crecimiento de las urbes tuvo diferentes causas, como
la minería en Cananea y Santa Rosalía; el
desarrollo industrial en Monterrey y Torreón; el comercio
en los puertos de Tuxpan, Progreso, Guaymas y Manzanillo; y en
poblados donde pasaban los trenes. En el D.F., influyó el
centralismo del gobierno, la llegada de los principales
ferrocarriles y el contar con el 12% de la industria del
país.
A pesar de que los gobernantes y la clase alta
querían mostrar el progreso del país con obras
hermosas y tener limpio y seguro, no era posible, pues muchos
migrantes sin trabajo se dedicaban a delinquir o a la
prostitución y vivían en lugares insalubres,
sufriendo por inundaciones, por no tener vivienda ni agua potable
y por la mala alimentación. Para superar esto, el gobierno
realizó obras de agua y drenaje, pavimentación y
limpieza de calles, elaborando además códigos
penales y sanitarios así como reglamentos de
policía.
Los lugares comerciales y colonias ricas contaban con
todos los servicios, mientras que en las zonas populares no los
tenían viviendo en ellas la mayor parte de la urbe como
sirvientes, dependientes de negocios, artesanos, obreros o
vendedores ambulantes.
Si bien, los hombres, mujeres y niños trabajaban
entre 12 y 14 horas al día toda la semana con salarios
bajos y con descuentos de la tienda de la industria, no
tenían derecho a huelga, podían despedirlos sin
motivo y en caso de accidente no recibían ayuda, lo cual
originó que se organizaran y ayudaran en casos de
enfermedad, heridas, funerales y préstamos u
otorgación de alimentos a viudas o
huérfanos.
Durante el porfiriato se presentaron diversos conflictos
y huelgas, aumentando desde 1900, y aunque el gobierno trataba de
negociar, si no lo lograba utilizaba la fuerza, como en Cananea,
que pedían horario máximo de trabajo, salario
mínimo e igual al que recibían empleados
extranjeros. En Río Blanco, Porfirio Díaz hizo
propuestas en respuesta a las peticiones pero los trabajadores no
aceptaron, amotinándose y robando en la fábrica y
su tienda, por lo que muchos fueron asesinados.
Cultura
Es esta época hubo distintas formas de comprender
la sociedad del país con liberales, positivistas y
conservadores. Si bien la mayor parte era católica, el
protestantismo ya se hacía presente desde 1870, instalando
misiones e integrando a ellas a grupos descontentos,
otorgándoles educación y servicios médicos
gratuitos, pero encontrando obstáculos por no confiar la
población en ellos y porque la iglesia católica los
enfrentó, saliendo adelante con el apoyo de Díaz y
de gobernadores que querían mostrar la libertad de
creencias y la laicidad.
Se consideraba que la familia debería de tener de
base el matrimonio religioso. En él, el hombre
hacía vida pública en política o trabajando
y la mujer debía dedicarse al hogar, haciendo vida
privada.
En la literatura y el arte, así como en la comida
y la moda, se mostraba la influencia de Europa con tendencia
francesa, destacando en literatura Manuel Gutiérrez
Nájera, Salvador Díaz Mirón, Amado Nervo,
Juan José Tablada y Efrén Rebolledo.
La arquitectura manifestó distintos estilos
combinándolos libremente y mostrándose en teatros
como el Juárez de Guanajuato, el de la Paz en S.L.P., El
Doblado en León y otros.
En un principio se manifestó una literatura
costumbrista y después la realista, que pretendía
mostrar la realidad lo más fiel posible en sus ambientes y
personajes, destacando Heriberto Frías, Emilio Rabasa; y
en la pintura con José María Velazco o
Joaquín Clausell con paisajes y José Guadalupe
Posadas con retratos de personajes y escenas y sucesos de la vida
diaria.
A fines del porfiriato, se desarrolló una
tendencia nacionalista surgida del "Ateneo de la Juventud" que
fueron la base intelectual del movimiento revolucionario con
críticas al positivismo impuesto, a la libertad de
acción y elección y buscando rescatar lo
mexicano.
Con la enseñanza de la historia patria, se
pretendía educar a los niños con valores
cívicos, siendo la educación gratuita aunque
insuficiente. También se promovieron ceremonias
cívicas buscando defender la soberanía y la
formación del país.
Conclusión
El porfiriato, es una parte de la historia de nuestro
país en donde los contrastes políticos,
económicos, sociales y culturales están presentes
de diversas maneras.
Si bien, en lo político se logró
estabilizar el país, poniendo fin a confrontaciones
civiles importantes al incorporar a su gobierno a los principales
hombres de los grupos políticos e ideológicos
más importantes de la época; también se
observa un régimen con una dictadura impositiva en el cual
no existía la democracia, ya que las elecciones para
presidente de la república, gobernadores y otros
funcionarios de elección popular eran solo actos para
justificarse en el poder, sobre todo, ante la prensa mundial, ya
que en las elecciones las papeletas de votación eran
entregadas sin ser llenadas por los votantes, por consiguiente
esos puestos eran ocupados por quienes habían sido
designados por don Porfirio o algún allegado a él,
pero con su consentimiento.
En lo económico, si bien nuestro país se
encontraba en quiebra, surgiendo de ella en este periodo
favorablemente, convirtiéndose nuestro país en
exportador de algunos productos de interés en el
extranjero y sentándose las bases de un desarrollo
industrial que aunque fue bajo, ayudó al país a
lograr un superávit durante varios años, que estuvo
dirigido al enriquecimiento de hacendados y de aquellos que eran
favorecidos por don Porfirio o algunos gobernadores en ocasiones
a costa de maltrato y hasta del asesinato de algunos obreros y
campesinos, algunas veces hasta sin motivo.
En lo social, el contraste de clases era evidente, ya
que, mientras que la clase alta vivía en la abundancia con
tintes afrancesados y queriendo mostrar al exterior una imagen de
nuestro país que solo era de su entorno; por otra parte,
tanto la clase media como la baja vivía en condiciones muy
diferentes; éstos últimos en su mayoría en
condiciones muy malas de vida.
En lo cultural, se contempla en los inicios del
porfiriato, la tendencia hacia lo europeo para después
surgir una tendencia nacionalista, siendo ésta una de las
causas que motivó a gran parte de la clase media a la
inconformidad que se plasmó en periódicos a pesar
de la presión del gobierno; despertando el interés
por poner fin a este régimen y levantarse en armas,
culminando con el inicio de la Revolución
Mexicana.
Éstas y otras diferencias, así como la
falta en el cumplimiento de la palabra de Porfirio Díaz en
la entrevista hecha a James Creelman, donde Díaz
mencionó que no participaría en las elecciones de
1910 pues el país se encontraba preparado para entrar en
democracia y la forma en que se dieron éstas.
Biografías
Benito Juárez
Benito Juárez nació en San Pablo
Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806. Sus padres fueron los
campesinos indígenas Marcelino Juárez y
Brígida García. Ellos fallecieron cuando Benito
tenía 3 años de edad, por lo que fue criado por sus
abuelos y trabajó como pastor hasta los 12 años.
Entonces partió rumbo a la Ciudad de Oaxaca, para trabajar
y estudiar. Con mucho esfuerzo se tituló de
abogado en 1834, y empezó a trabajar defendiendo a
los indígenas. Paralelamente enseñó en el
Instituto y logró ocupar puestos importantes en
Oaxaca.
En 1847, fue elegido diputado federal y se
trasladó a Ciudad de México donde afianzó
sus relaciones con los liberales. En 1853, fue expulsado a Cuba
por el dictador López de Santa Anna, pero regresó
en 1855 gracias al presidente Juan N. Álvarez que lo
nombró Ministro de Justicia e Instrucción. Desde
este cargo recortó los privilegios del clero y el
ejército.
En 1858, se convirtió en Presidente de
México y al año siguiente promulgó la famosa
"Ley de Nacionalización de los Bienes
Eclesiásticos". Logró derrotar la dura
oposición de los conservadores en 1860 con la ayuda de
Estados Unidos. Pero en 1862 los franceses invadieron
México e impusieron como emperador a Maximiliano de
Habsburgo. Entonces Benito Juárez lideró la
resistencia. Sus tropas derrotaron al usurpador y lo fusilaron en
1867. El mismo año fue reelegido como Presidente de la
República. En esta nueva etapa Benito Juárez
expandió la educación gratuita y laica por todo el
país. También se esforzó por implementar
ferrocarriles y telégrafos. En 1871, postuló
nuevamente a la presidencia y resultó ganador. Entonces se
sublevaron Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz
acusándolo de fraude electoral, pero fueron derrotados en
1872.
Lamentablemente, Benito Juárez sufría
problemas cardiacos y respiratorios. En la noche de 18 de julio
de 1872 una angina de pecho le quitó la vida. El pueblo
mexicano lo enterró con honores de
héroe.
Sebastián Lerdo de Tejada
(Jalapa, México, 1827 – Nueva York, 1889)
Político mexicano que fue presidente de la
República entre 1872 y 1876. Recibió las
órdenes menores, pero renunció al sacerdocio para
dedicarse a la abogacía. Sirvió como fiscal en la
Suprema Corte (1855) y fue ministro de Relaciones Exteriores con
el presidente Ignacio Comonfort del 5 de junio al 16 de
septiembre de 1857.
Elegido para el Congreso de la Unión, lo
presidió en tres ocasiones. El 31 de mayo de 1863, cuando
el gobierno republicano abandonó la capital, se
unió a Benito Juárez y fue nombrado ministro
de Relaciones, Gobernación y Justicia, el 12 de
septiembre, en San Luis Potosí.
Luchó junto al presidente Benito Juárez
contra la invasión francesa de México. Cuando
triunfó la República, llegó a ser, de manera
simultánea, ministro de Relaciones Exteriores y de
Gobernación, presidente de la Suprema Corte y diputado. En
1871 se opuso a la reelección de Juárez y
abandonó el Partido Liberal para constituir su propia
agrupación política, el Partido Lerdista. Reelecto
Juárez, fue nombrado presidente de la Suprema Corte de
Justicia y, tras la muerte de Juárez, pasó por
imperativo legal a presidir el país entre 1872 y
1876.
Lerdo continuó el proceso de cambio iniciado con
las leyes de Reforma de Juárez, cuya aplicación se
había visto interrumpida por la intervención
francesa. Como nuevo presidente, elevó estas leyes a la
categoría de constitucionales. Su gestión
económica no fue demasiado afortunada y se atrajo la
oposición de los católicos en el episodio conocido
como la revuelta cristera.
En 1876, cuando había sido reelegido, el general
Porfirio Díaz se pronunció contra la
reelección de Lerdo para un nuevo período,
promulgó el plan de Tuxtepec y derrotó a sus
fuerzas en la batalla de Tecoac (16 de noviembre). Lerdo hubo de
exiliarse a Estados Unidos, donde pasó el resto de su
vida.
Porfirio Díaz
Porfirio Díaz Mori nació en Oaxaca el
15 de setiembre de 1830. Sus padres fueron José Faustino
Díaz y Petrona Mori. Estudió Leyes en el Instituto
de Ciencias y Artes de la misma ciudad.
En lugar de ejercer su carrera, en 1854 se
incorporó a las fuerzas de Juan N. Álvarez que
lograron derrocar al presidente Antonio López de Santa
Ana. Destacó en la Guerra de la
Reforma (1858-1860), derrotando a los conservadores en
varias batallas. En 1861 se convirtió en diputado por
Oaxaca.
Durante la invasión francesa en
México (1861-1867) Porfirio Díaz
sobresalió en las batallas de Puebla (1862),
Miahuatlán (1866) y Carbonera (1866), contribuyendo
notablemente a la victoria final del presidente Benito
Juárez.
En 1867 y 1871 fue candidato presidencial, pero en ambas
ocasiones fue derrotado por Benito Juárez. El 8 de
noviembre de 1871 inició la Revolución de la
Noria para derrocar a Juárez, pero éste
murió en 1872, y el poder recayó en
Sebastián Lerdo de Tejada.
Cuando Lerdo intentó reelegirse en 1876 Porfirio
Díaz inició la Revolución de Tuxtepec y
logró tomar al año siguiente. Su primer gobierno se
desarrolló de 1877 a 1880. Este año le cedió
el mando a su compadre Manuel González, quien
gobernó hasta 1884.
De 1884 a 1911 Porfirio Díaz gobernó
dictatoríamente haciéndose reelegir
sucesivamente. Favoreció a sus partidarios con inmensas
haciendas y promovió la llegada de capitales extranjeros
en la minería, el petróleo y la industria. Mientras
tanto la mayor parte del pueblo mexicano sufría
marginación y pobreza.
En 1910 se reeligió después de encarcelar
al candidato opositor Francisco Madero, quien al salir de
prisión hizo un llamado a la rebelión nacional que
fue seguido por muchos caudillos antireeleccionistas. Así
empezó la Revolución Mexicana.
Cuando los rebeldes Pascual Orozco y Pancho Villa
tomaron Ciudad Juárez, Porfirio Díaz
decidió renunciar (25 de mayo de 1911). Los
maderistas le permitieron salir del país y se
exilió en Francia. Falleció en París el
2 de julio de 1915.
Joaquín Baranda y Quijano
Joaquín Baranda y
Quijano (n. Mérida, Yucatán; 7
de mayo de 1840 - Ciudad de México;21
de mayo de 1909), político,
escritor, historiador y maestro mexicano, hijo
de Pedro Sainz de Baranda y Borreiro y de doña
Joaquina de Quijano y Cosgaya. Fue hermano del general Pedro
Baranda, quien jugó un papel importante en la
erección de los Estados de Campeche (1862) y Morelos
(1869), siendo el primer gobernador de este último
estado.
Joaquín Baranda hizo sus estudios
en Campeche y se graduó como abogado
en 1862. Fue el creador de la Procuraduría
General de la República y de la Normal de Profesores;
Diputado del Congreso de la Unión, presidente del Supremo
Tribunal de Justicia, Gobernador de
Campeche de 1871 a 1877 y Secretario de
Justicia e Instrucción Pública en el gobierno
dePorfirio Díaz.
Siendo diputado por Campeche inició su
larga carrera política. Hacia 1872 fue electo
gobernador de Campeche. En 1875, fue reelecto para el
periodo siguiente. Durante su gobierno se expidió
la Ley sobre instrucción primaria obligatoria y
se procuró la mejora de caminos vecinales.
En 1881 fue electo senador por
el Distrito Federal.
En septiembre de 1882 el
presidente Manuel González lo designó
Ministro de Justicia e Instrucción Pública, cargo
que desempeñaría por casi dos décadas;
incluyendo varios periodos como Ministro del general
Don Porfirio Díaz. Durante este tiempo la
educación en México progresó notablemente.
En esta fecunda labor contó con la colaboración de
destacados intelectuales como Enrique C.
Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano, Ezequiel A.
Chávez y su paisano don Justo Sierra Méndez.
Juntos y con el apoyo de otros especialistas lograron la
fundación de la Escuela Normal Nacional de Maestros
así como que se reconociera el derecho a la
educación primaria gratuita, laica y obligatoria. La
materialización de esto último ha llevado varias
décadas siendo hasta el período de Adolfo de la
Huerta con José Vasconcelos a la cabeza de la
Secretaria de Educación cuando se dieron avances
significativos.
El 28 de julio de 1898, en
representación del presidente Porfirio Díaz,
Baranda, inauguró el ferrocarril de Mérida a
Campeche. Ingresó en la Academia Mexicana de la
Lengua en 1894 como miembro numerario.
José Yves Limantour Marquet
José Yves Limantour Marquet (n. Ciudad
de México; México 1854 -
m. París, Francia;1935). Fue político
mexicano y principal financiero en el período conocido
como Porfiriato.
Nació en la Ciudad de México, el [[26
de diciembre] de 1854. Sus padres fueron Joseph
Limantour, Capitán de Goleta, originario
de Bretaña, Francia y Adela Marquet,
nacida en Burdeos. Desde su infancia gozó de la gran
riqueza familiar, proveniente de la venta de armas y de la
especulación con tierras en la Baja California y
con inmuebles en la Ciudad de México en el período
de la desamortización de los bienes de la Iglesia,
decretada por los liberales. Así, contó con todas
las facilidades para realizar buenos estudios en México y
en el extranjero: después de una primera fase de
educación privada y un viaje a Europa a los 14
años, ingresó a la Escuela Nacional
Preparatoria en una de las primeras promociones de la
institución; posteriormente pasó a la Escuela
Nacional de Jurisprudencia, en donde obtuvo el título de
Licenciado en Derecho, luego se especializó mediante
diversos cursos de economíay administración en
Europa, de donde regresó cuando se iniciaba el Porfiriato.
Desde entonces practicó y asesoró al gobierno en
cuestiones monetarias, comerciales y económicas.Su archivo
está en el Centro de Estudios de Historia de
México.
Fue miembro de la Junta de Desagüe y diputado al
Congreso durante la década de1880-1890. En 1892,
después de haber participado en la Unión Liberal
que encabezaba Justo Sierra Méndez, fue designado
Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda, que estaba a
cargo de Matías Romero; poco después se
encargó brevemente del Despacho. Finalmente, en mayo
de 1893, fue designado Secretario de Hacienda y
Crédito Público, cargo que conservaría
ininterrumpidamente hasta la renuncia del
Presidente Porfirio Díaz el 25 de
mayode 1911. En ese puesto llevó a cabo importantes
reformas económicas para el país; entre otras cabe
mencionar la supresión de las alcabalas; el equilibrio
presupuestal; el impulso en las obras de infraestructura
material, como ferrocarriles, puertos, alumbrado,
urbanización, parques, etcétera; la reforma
monetaria; la consolidación del Sistema Bancario y la
conquista del buen crédito internacional, a través
de diferentes operaciones de apertura o de conversión de
la deuda pública interna o externa. Su
participación en la política fue también
decisiva, como confidente del Presidente Porfirio
Díaz y como líder de los
llamados Científicos (se decía que el
participar en la política era toda una ciencia). Su
influencia fue tal que Joaquín Baranda un
excelente Secretario de Justicia e Instrucción
Pública, después de casi dos décadas de
destacada actuación, tuvo que renunciar cuando se
confrontó políticamente con Limantur. Durante las
fiestas del centenario (1910) estuvo Limantour ausente del
país y regresó en 1911 para hacerse cargo de las
reformas políticas que intentaban detener el crecimiento
de la rebelión de Francisco I. Madero (o
maderista). Su participación en las negociaciones de paz
con este movimiento antireleccionista y la formación de un
gobierno interino al mando de Francisco León de la
Barra fue destacada.
Renunció y vivió en el exilio,
en París, Francia, hasta su muerte, a la edad de
80 años
Bernardo Reyes
General Bernardo Reyes
Ogazón (Guadalajara, Jalisco, 20 de
agosto de 1850 - México, D.F., 9
de febrero de 1913) fue un
destacado militar y político mexicano,
que peleó en la Segunda Intervención Francesa en
México.
Proveniente de una familia que formaba parte importante
del partido liberal, Bernardo Reyes
Ogazón nació el 20 de
agosto de 1850, en el No. 121 de la calle
López Cotilla, en Guadalajara, Jalisco, siendo hijo
del coronel Domingo Reyes y de Juana Ogazón.
Estudió en escuelas públicas en Guadalajara,
llegando a realizar un curso de leyes hasta la edad de 14
años, cuando inició su carrera militar como
soldado, luchando en Michoacán contra las
fuerzas imperialistas en plena Intervención
Francesa.
Llegó a ser gobernador del Estado de Nuevo
León por más de 20 años, logrando durante su
administración un importante avance económico,
industrial y social en el Estado. Fue uno de los hombres
más cercanos y fieles al general y presidente de
México Porfirio Díaz.
En 1900 fue nombrado Secretario de Guerra y Marina por
el propio presidente Díaz; sin embargo, tuvo que dimitir
al cargo dos años después debido a los conflictos
que se generaron entre Reyes y el grupo de Los
Científicos, regresando al cargo de gobernador. Fue
forzado a renunciar al cargo, partiendo a un viaje por Europa,
del cual no volvería sino hasta después de la
caída de Díaz
Durante la primera etapa de la Revolución
Mexicana, se levantó en armas contra el gobierno
de Francisco I. Madero, llegando a ser arrestado y
después liberado, para luego llevar a cabo un
enfrentamiento contra las fuerzas leales al presidente Madero, en
vísperas de la Decena Trágica, terminando
muerto a consecuencia de una ráfaga de balas de parte del
bando contrario.
Fue padre del famoso escritor regiomontano Alfonso
Reyes.
Ramón Corral Verdugo
Ramón corral Verdugo nació el 12 de enero
de 1854 en la hacienda Las Mercedes, municipio de
Álamos.
Era un hombre de ideas liberales muy de su
época. Consideraba que el trabajo, la buena
administración, pero sobre todo la educación, eran
los elementos fundamentales para el progreso. Así lo
demostró desde el bienio 1879-1881 como secretario de
gobierno con Luis E. Torres.
En ese periodo, Corral Verdugo le dio un
fuerte impulso a la educación pública, al
responsabilizar por primera vez al gobierno estatal del pago a
los maestros, una responsabilidad que antes recaía sobre
los ayuntamientos. En octubre de 1880, también por
iniciativa de Corral se creó el primer colegio de
instrucción secundaria en el
Estado.
Posteriormente, en 1887, cuando Corral siendo
vicegobernador, asumió las funciones de gobernador de
Sonora, con motivo de la licencia de Lorenzo Torres, el Estado
tenía 139 escuelas mal equipadas que atendían a
5534 alumnos.
Al finalizar el periodo en 1891, ya había 175
escuelas y la población escolar prácticamente se
había duplicado con 9050 alumnos. El apoyo absoluto a la
educación fue una constante en los gobiernos de Corral,
así lo demuestra la creación de las Juntas de
Instrucción Pública en los diferentes municipios;
una medida que trajo como resultado la proliferación de
escuelas por toda la geografía sonorense.
En el aspecto de la administración y las
finanzas fue un modernizador, ya que reorganizó los
municipios, aumentó la inversión del Estado en
comunicaciones y transportes, urbanizó y embelleció
las ciudades con edificios públicos y
servicios. La carrera pública del alamense
Ramón Corral es amplia y dominante durante todo el
porfiriato, tanto a nivel estatal como nacional. En Sonora se
inició como diputado local y federal, también fue
secretario de gobierno en varios periodos.
A partir de 1887, cuando asumió el puesto
de gobernador interino, se puede decir que desde entonces se
convirtió en el amo absoluto de la política en el
Estado, en el brazo fuerte de la dictadura y en el intermediario
único y de confianza que Porfirio Díaz tuvo con la
clase política sonorense.
En el ámbito nacional, su carrera
política la inició como gobernador del Distrito
Federal (1900-1903), posteriormente, Secretario de
Gobernación (1903-1911) y vicepresidente de la
República con don Porfirio Díaz en el periodo
(1904-1911).
Amado Nervo
(José Amado Ruiz de Nervo; Tepic, Nayarit, 1870 –
Montevideo, 1919) Poeta mexicano. Hizo sus primeros estudios en
el Colegio de Jacona, pasando después al Seminario de
Zamora, en el Estado de Michoacán, donde permaneció
desde 1886 hasta 1891.
Los problemas económicos que atenazaron a su
familia, un hogar de clase media venido a menos, le forzaron a
dejar inconclusos sus estudios eclesiásticos, sin que
pueda descartarse por completo la idea de que su decisión
fuera también influida por sus propias
inclinaciones.
En cualquier caso, siguió alentando en su
interior una espiritualidad mística, nacida sin duda en
estos primeros años, que empapa la producción
lírica del poeta, en la que medita, fundamentalmente,
sobre la existencia humana, sus problemas, sus conflictos y sus
misterios, el eterno dilema de la vida y la muerte.
Abandonados pues los estudios, empezó a ejercer
el periodismo, profesión que desarrolló primero en
Mazatlán, en el Estado de Sinaloa, y más tarde en
la propia Ciudad de México, a donde se trasladó
temporalmente en 1894. Sus colaboraciones aparecieron en la
Revista Azul. Junto a su amigo Jesús E. Valenzuela,
fundó la Revista Moderna. Estas dos publicaciones fueron
el resultado de las ansias e impulsos modernistas que
aparecieron, en aquella época, en todos los rincones de la
Latinoamérica literaria y artística.
En 1900, el diario El Imparcial lo envió como
corresponsal a la Exposición Universal de París,
donde residiría durante de dos años. Entabló
allí conocimiento y amistad con el gran poeta
nicaragüense Rubén Darío, quien más
tarde diría de Nervo: "se relacionó también
con el grupo de literatos y artistas parnasianos y modernistas,
completando de ese modo su formación
literaria."
Página siguiente |