Todos esperaban que alguien, en algún momento,
le saliera el paso a aquella horda de asesinos, con o sin
uniforme, que sembraba el terror, sobre todo en la capital. Eran
los años de las batallas campales entre los grupos
armados, de los choques a tiros en plena calle esas bandas de
mafiosos criollos que se disputaban el control de los cuerpos
policíacos y del tesoro público a punta de pistola
o de ametralladora. Era el predominio del "gatillo alegre". El
diario "Alerta" adquirido por Ramón Vasconcelos,
logró cierta independencia de criterios y de
posición política. Éste entonces era
Ministro de Educación en el gobierno de Carlos Prío
Socarrás, se disgustó con éste y
renunció al cargo. Comenzaba la campaña de las
elecciones presidenciales, ya que el mandato de (Carlos)
Prío finalizaba en 1952.
El Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) había
enraizado profundamente en las masas con el lema de Eddy
(Eduardo) Chibás, de " Vergüenza contra dinero". Lo
mejor y más sano de la juventud cubana y los que no eran
tan jóvenes, que aspiraban a cambios sustanciales en los
rumbos de la nación sumida en una crisis política y
sociales ya al borde del caos, se agruparon junto a la Ortodoxia
y empezaron a luchar por el poder a través de las
elecciones. El diario "Alerta", que publicaba semanalmente los
alegatos y denuncias que pronunciaba Eddy Chibás, en su
programa dominical transmitido por la emisora CMQ, derivó
gradualmente su tendencia política hacia la Ortodoxia.
Vasconcelos, con buen olfato político, se dio cuenta que
de celebrarse elecciones en la fecha señalada (junio de
1952), el triunfo del Partido Ortodoxia sería arrollador.
Por lo que este diario, ya ubicado en su nuevo edificio de Carlos
III (hoy Salvador Allende. N. del E.) Y Oquendo, se
convirtió en el órgano semi oficial del partido
chibacista.
Noche a noche los líderes de esa
organización política-ya pujante y ostensiblemente
mayoritaria- coincidían en la redacción de "Alerta"
y comisiones de ortodoxos, apelaban a sus páginas para
divulgar actos, mítines y asambleas partidistas. Entre los
que frecuentaban el diario de Carlos III estaba el joven Fidel
Castro, que ya apuntaba como un indiscutible líder,
inquieto, conversador y amable con todos, presto a la sonrisa y
al chiste…y gran tomador de café. Con el transcurso
de los días o las noches, llegó a ser uno
más y habitual de la redacción. Un día
apareció con un montón de cuartillas y varias
fotografías.
– Aquí traigo algo sensacional – nos dijo – es
una denuncia de los desmanes de Prío y de las obras de
reconstrucción de su finca La Chata, utilizando a presos
comunes y con fondos del gobierno.
Luego de revisar el impresionante reportaje con
fotografías tomadas por el mismo Fidel desde un
helicóptero, acudí a Vasconcelos, que fungía
como director-propietario del diario. De primera intención
éste lo analizó con cierto recelo.
Políticamente le servía para combatir al
régimen del cual habíase declarado opositor.
¿Pero se podría confiar en aquel joven que
comenzaba a ser reconocido en el país por sus gallardas
actitudes, valentía personal y honestidad
revolucionaria?
Al fin logramos convencer a Vasconcelos. Salió
aquel reportaje con gran destaque en primera plana, el cual
causó gran sensación al recibir amplio respaldo de
las masas populares. Después siguieron otros, con
revelaciones y denuncias espectaculares de Fidel sobre las bandas
gansteriles semi oficiales, los negocios sucios que proliferaban
en el ámbito gubernamental y otros escándalos y
trapisonderías.
De esa etapa recuerdo, al borde de la década
del 50, que en varias ocasiones los compañeros del taller
nos alertaron de la presencia de elementos sospechosos que
mantenían guardia por la avenida de Carlos III. Estos
ocurría precisamente cuando Fidel se hallaba en la
redacción revisando las pruebas de alguno de sus trabajos
o reportajes, o en el taller contribuyendo a dirigir el emplane
de una crónica suya- En esta tarea era yo el responsable y
la ejecutaba regularmente Cuco Valdés, experto
tipógrafo (que posterior al triunfo revolucionario estaba
al frente de los talleres del periódico "Juventud
Rebelde"), o su hermano Juan o el gallego Benigno
Seijo.
El temor muy posible de que elementos mafiosos o
agentes represivos del gobierno estuvieran preparando una
agresión contra Fidel cuando se retirara, siempre solo y
desarmado, al finalizar el emplane de sus trabajos en la
madrugada, hizo que le recomendáramos que saliera por la
puerta del fondo del edificio, que daba a la calle
Estrella.
La primera vez costó trabajo
convencerlo:
-¿Creen ustedes acaso que tengo miedo?-
argumentó airado.
Los ruegos de otros compañeros de la
redacción y talleres pesaron más. Y cada vez que
observábamos movimientos sospechosos, lo instábamos
a salir por el fondo. Disimuladamente, dos o tres
compañeros le seguían hasta que consideraban que
había pasado todo peligro. De ello, porque nunca se le
dijo nada, es posible que aún hoy lo ignore el propio
Fidel.
Recordamos algunas vivencias simpáticas que
evidencian facetas de carácter. En una oportunidad, en
esos meses que el amanecer sorprendía a Fidel, junto a la
primera plana, donde se montaba un nuevo reportaje,
exclamó de pronto:
– Bueno…. ¿pero hoy aquí no hay
café?
– Fidel, esperamos que hoy te toque pagarlo a ti –
dijo un cajista de los más próximos a
él.
– ¡Ojalá pudiera! -respondió –
pero miren – y volvió sus bolsillos al revés –
¡no tengo un centavo!
Y nunca faltaba alguien que registrara los bolsillos
propios y dijera al aprendiz de turno:
– Muchacho, ve al "Agua fría" (nombre del bar
y cafetería contiguo al local del diario del A.) y trae
café, pero que sea acabado de colar.
Y así aquel joven, que ya despuntaba con
valores propios y que de haberlo querido tendría los
bolsillos repletos de dinero, nunca renunció a su probada
modestia, su honestidad personal y principios revolucionarios.
Desde entonces, considerándolo uno más en la gran
familia de periodistas y tipógrafos que allí
laboramos, aprendimos a quererlo y admirarlo
sinceramente.
Aquella etapa, una de las más inolvidables de
mi vida, quedó trunca por el "madrugonazo" del 10 de marzo
de 1952. Vasconcelos, uno de los más vigorosos y
brillantes panfletistas de Cuba, no pudo o no supo resistir a las
ofertas, o sus debilidades personales lo sumaron al carro del
régimen de (Fulgencio) Batista….Después del
golpe militar mi situación en "Alerta" se hizo
insostenible. Ya los líderes de la Ortodoxia y las
comisiones populares no frecuentaban, no podían
frecuentar, un diario que se había puesto al servicio de
la dictadura. En lo personal, como militante de ese partido,
integrante de la organización de "Los Mil", formada por
periodistas ortodoxos (cuyo carné aún conservo), me
sentía muy mal. Tiempo después renuncié y
pasé como redactor y agente publicitario de la revista
"Carteles", desaparecida hace años. Y viajé a
Venezuela con la misión de confeccionar un número
especial dedicado a esa nación sudamericana"
(95).
En el primero de sus artículos titulado
"Prío rebaja la función de nuestras fuerzas
armadas" éste expone como…"…cuando
Chibás lo acusó de estar emprendiendo grandes
negocios de compras de edificios de apartamentos en Estados
Unidos, el presidente se cubrió el rostro como virgen
vestal limpia de pecado y pedía la excomunión del
inclemente fiscal. Era verdad, y un informe de la Comisión
Económica delataba el torren te de millones que
salían del país. Cuando lo acusó de los
repartos residenciales en Guatemala y el imperio maderero,
armaron la más colosal escandalera que conoce la
polémica política. Ahora se empieza a conocer la
verdad de aquella cívica denuncia.
La denuncia de los hechos denunciados en cada una de
esas ocasiones imposibilitó la presentación
inmediata de las pruebas reclamadas. Se trataba de voceros de
opinión pública y no de abogados. Los corrompidos
gobernantes creyeron descubrir un nuevo estilo para cubrir sus
llagas: pedir pruebas de sus inmoralidades. Pensaban así
escapar del anatema público escondiéndose en las
mamparas de las Sociedades Anónimas.
Pues bien, vengo hoy a denunciar en todos sus
aspectos las más grandes inmoralidades del señor
Carlos Prío Socarrás que, por sí solo, es
capaz de invalidarlo del respeto y la consideración de la
ciudadanía; tan grave como construir edificios de
apartamentos en Nueva York o fomentar repartos residenciales en
Guatemala, con la sola diferencia que estos hechos están
ocurriendo aquí en Cuba y de antemano lo reto a que me
desmienta, porque esta vez en una mano tengo la denuncia y en la
otra las pruebas" (96).
El 15 de agosto de 1955 se reúne en el Teatro
Martí, en La Habana, el denominado Congreso de militantes
Ortodoxos. La máxima dirección del PPC(O) la
encabeza entonces Raúl Chibás, hermano de su
fundador Eduardo Chibás, quien promociona la unidad en el
seno del mismo pero por la vía pacificista y electorera.
El "Mensaje a los Ortodoxos" redactado por Fidel es leído
en una sesión del mismo, por la militante del 26 de Julio,
María Laborde. Aprobado el mensaje por aclamación,
en el que se defiende y argumenta la validez de la línea
insurreccional, se incrementa la crisis y la separación
posterior del partido del grupo que apoya las posiciones
oportunistas de Carlos Márquez Sterling y
otros.
Como expresa Fidel Castro en el Mensaje cuan…"
duro es tener que escribir estas palabras desde lejos cuando
el pensamiento no abandona un instante la patria martirizada y
esclava por cuya redención trabajamos sin
descanso…Con los ojos puestos en Cuba, y en todo en cuanto
en ella se mueve, vibra y palpita; siguiendo de cerca, a pesar de
la distancia, todas las actitudes e intenciones, considero que
ese Congreso de militantes puede tener una importancia decisiva
para la vida del Partido y la lucha por la liberación
nacional…Hagamos los Ortodoxos un examen de conciencia
desde el 10 de marzo aunque nos arrancaron el triunfo de las
manos. De partido más radical en la oposición
política nos dejamos arrebatar la vanguardia de la lucha
contra la dictadura por quienes no tenían moral ni
prestigio, ni pueblo. Triste ha sido ver el espectáculo de
millares de nuestros mejores hombres de base militando en
organizaciones subversivas de quienes hasta la víspera
fueron nuestros más enconados adversarios…La hora
no es de pedir sumisión a un revolucionario, a un
compañero que desde hace más de cuatro años
cumple su deber sin tregua ni descanso, que no ha salido a pasear
al extranjero, ni a descansar, que vive honesta y pobremente,
porque no se llevó ninguna fortuna arrebatada al pueblo;
si no de ayudarlo, con todos los recursos a su alcance, no a
él, sino a la idea decorosa de libertad que representa y
que se tiene prometido realizar…" (97)
Años después, ya triunfante la
Revolución Cubana, apenas a unos días de su entrada
triunfal en la capital, el 16 de enero de 1959, éste
pronuncia un discurso de recordación, ante su tumba, en el
Cementerio de Colón donde expresa
cuan…"…fácil es comprender nuestra
emoción, junto a esta tumba tan llena de recuerdos. Los
sentimientos son encontrados. Muchas veces habíamos venido
aquí después del 16 de agosto de 1951, antes y
después del 10 de marzo. ¡Y por cuantas diversas
etapas hemos pasado!….La historia de la Revolución, la
historia del 26 de Julio, está íntimamente ligada a
la historia de esta tumba. Porque debo decir aquí que sin
la prédica de Eduardo Chibás, sin lo que hizo
Eduardo Chibás, sin el civismo y la rebeldía que
despertó en la juventud cubana, el 26 de Julio no hubiera
sido posible. El 26 de Julio fue pues la continuación de
la obra de Chibas, el cultivo de la semilla que él
sembró en nuestro pueblo" (98)
Ya retirado de sus cargos en el Gobierno y el Partido,
Fidel Castro valoraría en una de sus reflexiones acerca
del dirigente ortodoxo como…"…el primer problema
a resolver era Batista en el poder. Con Chibás vivo no
habría podido dar el golpe de estado, porque el fundador
del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) lo observaba de cerca y
metódicamente lo ponía en la picota pública.
Muerto Chibás, era seguro que Batista perdería las
elecciones que debían realizarse el 1º de junio del
año 1952, dos meses y medio después del golpe de
estado. Los análisis de opinión eran bastante
precisos y el rechazo a Batista crecía constantemente,
día tras día.
Yo estaba en la reunión donde se eligió
al nuevo candidato ortodoxo, más como atrevido que como
invitado. Ingresaría en el Parlamento, donde
lucharía por un programa radical. Nadie habría
podido impedirlo. Se rumoraba entonces que yo era comunista,
palabra que despertaba muchos reflejos sembrados por las clases
dominantes. Hablar entonces de marxismo–leninismo, e
incluso en los primeros años de la Revolución,
habría sido insensato y torpe. En aquel discurso ante la
tumba de Chibás hablé de forma que se comprendiera
por las masas las contradicciones objetivas que nuestra sociedad
enfrentaba en aquel entonces, y aún tiene que enfrentar
(99).
Armando Hart Dávalos, intelectual y dirigente
político cubano, valora la importancia del legado
ético- político cubano al pensamiento
contemporáneo cuando expresa
como…"…nuestra nación posee una historia
filosófica que le permite estudiar y presentar soluciones
al tema de la ética sobre fundamentos científicos
que es la única forma de alcanzar un nuevo pensamiento
revolucionario. (Félix) Varela, con su inmensa cultura nos
enseñó a pensar: Luz y Caballero, con su
enciclopédica sabiduría, nos enseñó a
conocer: Martí, a partir de estas fuentes, de su saber
universal, su genio e imaginación creadora, nos
enseñó a actuar" (100).
En nuestro libro "Vigencia de la ética humanista
martiana en el pensamiento de Fidel Castro", también
publicado como "Martí en Fidel", expresamos
como…"…inmigraciones y nuevos asentamientos,
forzados unos e impelidos otros por circunstancias
económicas, socio-políticas o culturales;
implantación de instituciones y costumbres
foráneas; la inserción de una multidiversidad de
culturas africanas, a través del bochornoso tráfico
de esclavos, germen del mestizaje cultural iniciado y prolongado
a través de los siglos XVI al XIX, resultaron, entre otros
múltiples factores, escenario de singulares avatares, el
contexto propicio a la formación de nuestra identidad, con
el rol decisivo del ideario ético-político, de
figuras descollantes como José Agustín Caballero,
Félix Varela, José de la Luz y Caballero y
José Martí, bajo la influencia de los movimientos y
corrientes de ideario más progresistas y que se
continúa en la etapa de la pseudo-república con sus
logros y frustraciones, en el pensar y actuar de personalidades
tales como Enrique José Varona, Carlos Baliño,
Julio A. Mella, Rubén Martínez Villena y Antonio
Guiteras, entre otras muchas, hasta alcanzar con el triunfo
revolucionario del primero de enero de 1959, su más alta
expresión, en el humanismo ético de Ernesto Che
Guevara.
La eticidad, como fundamento clave del pensamiento
cubano más progresista en las dos últimas
centurias, rectora, como su basamento esencial, otros rasgos no
menos significativos, como el pensar y el hacer
filosófico, pedagógico y humanista. Su profundidad,
autoctonía, patriotismo y creatividad conserva su plena
vigencia, como expresión de continuidad y ruptura, en las
raíces más genuinas de la Ideología de la
Revolución Cubana, que siempre renace, no obstante las
temporales distorsiones a que se ha enfrentado, producto de
erróneas interpretaciones humanas sustentadas en criterios
poco felices, con su fortaleza revivificadora en las ideas del
Maestro, gestor de la "Guerra necesaria", negadas a vegetar como
antaño, en el mármol frío de celebraciones
patrioteras y convites farisaicos de "generales y doctores", como
satirizara Loveira en su antológica novela de los umbrales
del pasado siglo, o como fuente de banales retóricas
onomásticas y politiqueras, para retomar su propia
esencia, como programa de guía y lucha en la
aspiración de profundas transformaciones
socio-económicas, en beneficio de las más amplias
masas populares" (101)
Conclusiones
¿Qué condujo a Eduardo Chibás a su
trágica determinación del 5 de agosto de 1951 ante
los micrófonos de la CMQ, culminada la lectura de su
considerado testamento político "El "último
aldabonazo"? ¿Cómo conceptualizar la
posición del inmolado dirigente ortodoxo, en el espectro
político imperante en la Cuba de entonces? ¿Su
ejecutoria política nos revela un exponente más del
llamado "populismo", tan común en la época, casi
lindante para algunos investigadores, en una bien manipulada
demagogia? ¿Nos revela un hombre obcecado por su desmedida
y descontrolada imaginación? ¿Acaso es una nueva
expresión del caudillismo en la política cubana?
¿Es por el contrario producto de una excepcionalidad entre
los dirigentes políticos de la época que marca un
nuevo derrotero en la historia de Cuba, desencadenante de futuros
y trascendentes acontecimientos posteriores?
La excepcionalidad de una personalidad se reivindica, en
nuestro criterio, no solo por su capacidad en el desempeño
en determinado ámbito de la actividad humana, sino ser
capaz de encauzarla a partir de un código de conducta que
lo haga trascender por su ejemplaridad, a sus
contemporáneos e incluso futuras generaciones. La
tríada ética, cultura y valores, tan enraizada en
el pensamiento progresista cubano, en su decursar de más
de dos centurias, permitió forjar figuras en los diversos
ámbitos de la actuación ciudadana, fuese en la
colonia o la República (en sus dos etapas: pre
revolucionaria y posterior al 1ro de enero de 1959), que
cumplimentaron tales requisitos.
Eduardo René Chibás Ribas, como todo
hombre, es producto de su época y del peculiar contexto
histórico-concreto en que desarrolla su vida. Portador de
virtudes y de las limitaciones humanas, o como bellamente se
acostumbra a decir, de sus propias luces y sombras, éste
logró aglutinar en torno a su ideario
ético-político al pueblo cubano, en un momento de
singular importancia en el encausamiento de sus tantas veces
burlados intereses y aspiraciones, por gobiernos corruptos,
indolentes o motivados por su incondicionalidad a los dictados de
aquellos que siempre pendieron como Espada de Damocles, en el
proceso de conformación de nuestra identidad cultural y
nacional.
Tildado de "loco" por sus detractores, generalmente
pertenecientes a esa pléyade de "cuerdos", carentes de
toda moral en el ejercicio de la política; más de
una vez traicionado, aún en vida, por sus supuestamente
colaboradores más cercanos, que nunca entendieron la
importancia de defender la imagen del partido por el creado, en
aras de conservar su programa, al margen de componendas y
alianzas deshonrosas tan en boga en la política de
entonces; enfrentado por "pillos consumados" en el arte del
engaño y la mentira (que hoy se intentan reivindicar como
lo que nunca fueron) urdieron un plan siniestro, dirigido a
atacarlo en su talón de Aquiles, su elevado concepto de la
dignidad personal, sobornando a los que podían ofrecer las
pruebas necesarias del latrocinio oficial e inspiración, a
partir de su elevado concepto del necesario rescate del ejercicio
de la política, en una generación, que surgida de
la juventud ortodoxa, buscaba los mismos fines, explorando nuevos
caminos. Tildado por unos como representante de un "populismo",
casi rayano en la época, como sinónimo de
demagogia, Chibás forjó su propia imagen, sin
comparaciones engañosas, como líder popular de
profundas raíces populares, rescatando del cenagal de la
frustración, a un pueblo sistemáticamente
engañado, manipulado y burlado en sus justas
aspiraciones.
Su desaparición física liberó la
"Caja de Pandora" aún en el seno de su partido, de aquel
sector que llevado por sus turbias aspiraciones, traicionó
su legado. Solo entonces el inescrupuloso Fulgencio Batista pudo
consumar su siniestro golpe de estado del 10 de marzo de 1952,
quien a partir de la instauración de su sangrienta
dictadura, propició el nacimiento de la Generación
del Centenario, que con la autoría intelectual de
Martí e inspirada en el ideario ético de
Chibás, permitió a partir del Asalto a Moncada, el
26 de Julio de 1953, trazar un nuevo derrotero a las aspiraciones
populares.
Notas
1.- La Enmienda Platt era un apéndice al
proyecto de Ley de los Presupuestos del Ejército aprobado
por el Congreso de Estados Unidos, e impuesto como parte del
texto de la primera Constitución de
la República de Cuba, elaborada por la Asamblea
Constituyente de 1901, bajo la amenaza de que si no la aceptaba,
Cuba seguiría ocupada militarmente. El 25 de
febrero de 1901 el Comité de Asuntos
Cubanos del senado norteamericano aprobó una enmienda
insertada a la Ley de Gastos del Ejército cuyo texto se
convertiría en inaceptable para los cubanos que
habían luchado durante 30 años por independizar a
Cuba de España. El Senado estadounidense aprobó la
ley que contenía la enmienda presentada por el
senador Orville Platt –de quien tomó
nombre- el 27 de febrero de 1901; la
Cámara, el 2 de marzo, y el presidente William
McKinley le dio su sanción al día siguiente.
La Enmienda Platt cuenta con 8 artículos. Artículo
I. Trata sobre las relaciones exteriores de la Isla. Este
artículo era contradictorio, pues en esencia la Enmienda
Platt que lo contenía menguaba la soberanía de
Cuba: Que el Gobierno de Cuba nunca celebrará con
ningún Poder o Poderes extranjeros ningún tratado u
otro convenio que pueda menoscabar o tienda a menoscabar la
Independencia de Cuba ni en manera alguna autorice o permita a
ningún Poder o Poderes extranjeros, obtener por
colonización o para propósitos militares o navales,
o de otra manera, asiento en o control sobre ninguna
porción de dicha Isla. Artículo
II. Prohibía al gobierno cubano contraer deudas por
encima de su capacidad de pago de intereses y de
amortización: Que dicho Gobierno no asumirá o
contraerá ninguna deuda pública para el pago de
cuyos intereses y amortización definitiva después
de cubierto los gastos del Gobierno, resulten inadecuados los
ingresos ordinarios. Artículo III. Concedía a
Estados Unidos el derecho de intervenir militarmente en la Isla
cuando peligraran, a su juicio, la vida, la propiedad o las
libertades individuales: Que el Gobierno de Cuba consiente que
los Estados Unidos puedan ejercitar el derecho de intervenir para
la conservación de la Independencia cubana, el
mantenimiento de un Gobierno adecuado para la protección
de vidas, propiedad y libertad individual y para cumplir las
obligaciones que con respecto a Cuba han sido impuestas a los
Estados Unidos por el tratado de París y que deben ahora
ser asumidas y cumplidas por el Gobierno de Cuba. Artículo
IV. Convalidaba todos los actos realizados por el gobierno
militar norteamericano: Que todos los actos realizados por los
Estados Unidos en Cuba, durante su ocupación militar, sean
tenidos por válidos, ratificados y que todos los derechos
legalmente adquiridos a virtud de ellos, sean mantenidos y
protegidos. Artículo V. Disponía que Cuba quedaba
obligada a atender con preferencia la sanidad de sus poblaciones
para proteger el comercio y el pueblo del sur de los Estados
Unidos. Los cubanos eran presentados como horda incivilizada que
vivía gustosa sin condiciones higiénicas
mínimas: Que el Gobierno de Cuba ejecutará y en
cuanto fuese necesario cumplirá los planes ya hechos y
otros que mutuamente se convengan para el saneamiento de las
poblaciones de la Isla, con el fin de evitar el desarrollo de
enfermedades epidémicas e infecciones, protegiendo
así al pueblo y al comercio de Cuba, lo mismo que el
comercio y el pueblo de los puertos del Sur de los Estados
Unidos. Artículo VI. Reflejaba el error geográfico
cometido, tanto por España como por los
libertadores cubanos, al considerar que Cuba era una isla y no un
archipiélago. Los norteamericanos se aprovecharon de ello
para disponer que el status de Isla de Pinos (actual Isla de
la Juventud) sería determinado en un futuro tratado: Que
la Isla de Pinos será omitida de los límites de
Cuba propuestos por la Constitución, dejándose para
su futuro arreglo por Tratado la propiedad de la misma.
Artículo VII. Único que, de hecho y contra la
voluntad del pueblo cubano sigue ejerciendo su nefasta vigencia
en la Base Naval de Guantánamo, establecía la
cesión de porciones de suelo cubano para ubicar estaciones
navales norteamericanas: Que para poner en condiciones a los
Estados Unidos de mantener la Independencia de Cuba y proteger al
pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el
Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados
Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones
navales en ciertos puntos determinados que se convendrán
con el Presidente de los Estados Unidos. Artículo VIII.
Disponía un tratado permanente con Estados Unidos: Que
para mayor seguridad en lo futuro, el Gobierno de Cuba
insertará las anteriores disposiciones en un Tratado
Permanente con los Estados Unidos.
(www.ecured.cu)
2.- Consultar la obra del autor "Reseñas
biográficas de figuras significativas en la historia de
Cuba" (soporte digital) www. biblioteca
virtual.eumed.net
3.- El Gobierno de los Cien Días es el nombre por
el cual suele conocerse tanto el periodo como el propio gobierno
de Antonio Guitera Holmes y Ramón Grau San
Martín en Cuba , desde el 4 de
septiembre de 1933 hasta el 15 de
enero de 1934, duración por la cual
recibió esta denominación. La presión
popular llevó a cabo diversas actividades, que culminaron
con Huelga General debida a la demagogia y a la
represión del gobierno de Gerardo
Machado acabando así con el derrocamiento del
gobierno. El 4 de septiembre comenzó
así De facto un gobierno militar formado por no
oficiales, sargentos, cabos y soldados. Tras un efímero
gobierno colegiado denominado Pentarquía, formado por
cinco miembros y que duró tan sólo cinco
días, 10 de septiembre el se formó un
nuevo gobierno de corte burgués, siendo Ramón
Grau elegido como presidente del mismo, a instancias de los
estudiantes universitarios. El nuevo y heterogéneo
gobierno reunía tres tendencias: Guiteras era el
representante del ala izquierdista revolucionaria, Fulgencio
Batista era la cabeza del ala derechista tradicionalista, y
Grau era el nexo entre ambas, representante del ala reformista
nacional. De esta forma, el nuevo gobierno impulsó
importantes medidas de corte democrático para el pueblo
de Cuba,
que Grau y Batista llegarían a
interpretar como imposiciones de Guiteras. Batista
desempeñaba el cargo autoimpuesto de coronel en jefe de
todas las Fuerzas Armadas de Cuba, y que en reiteradas
ocasiones no estaba de acuerdo con las decisiones de Guiteras,
muchas de ellas en contra de la Oligarquía
cubana y el Imperialismo y afectando por tanto los
intereses de muchas compañías estadounidenses. Se
dispusieron varias medidas, como la instauración de la
Secretaría como Ministerio de Trabajo, el
establecimiento de un salario mínimo, la
determinación de que la jornada laboral fuera sólo
de 8 horas, la confiscación de los bienes
de Machado y sus cooperantes, la limpieza de los
órganos estatales, la nacionalización del trabajo y
que la mitad de los empleos fueran desempeñados por los
nacidos en Cuba, la rebaja de los artículos de primer
orden, la reducción de los impuestos de la energía
eléctrica, la autonomía
universitaria y la intervención de
la Compañía Cubana de Electricidad (empresa
subsidiaria de la norteamericana Electric Bond & Share),
realizada personalmente por Guiteras como Secretario de
Gobernación y Guerra, a través del Decreto 172.
Estas medidas no fueron aplicadas completamente, debido a la
efímera duración del gobierno. La
administración aceptó a los reformistas por primera
vez en ese país, lo que posibilitó que Guiteras
pudiera llevar a cabo con mayor precisión su lucha en
bienestar de la Sociedad cubana. Sin embargo, las
divergencias internas del gobierno, y la poca experiencia
del Movimiento obrero y las masas en su lucha por
lograr sus objetivos, atentó contra la subsistencia del
mismo. (www.ecured.cu)
4.- Tomado de: Humberto Vázquez García.
"El gobierno de la K©ubanidad". Santiago de Cuba: Editorial
Oriente; 2005. Página 15.
5.-José A. Tabares del Real en "La
Revolución del 30: sus dos últimos
años".
6 Eduardo Chibás en su artículo
Ramón Grau San Martín publicado en la revista
Bohemia, año 36, No 41 del 8 de octubre de 1944.
Página 46.
7.- Tomado de: Humberto Vázquez García.
"El gobierno de la K©ubanidad". Santiago de Cuba: Editorial
Oriente; 2005. Páginas 17 y 18.
(8) José Tabares del Real. "La Revolución
del 30: sus dos últimos años". Página
274
(9) En Hortensia Pichardo Viñals. Documentos para
la Historia de Cuba, tomo IV. La Habana, Cuba; Editorial Pueblo y
Educación; 2001. Página 368.
(10) Pepín Sánchez, "Eduardo. R.
Chibás, del 10 de septiembre al 27 de noviembre de
1933"publicado en la revista Bohemia, el 30 de septiembre de
1951. Recopilado por Ana Cairo en su obra "Eduardo Chibás:
imaginarios" Santiago de Cuba: Editorial Oriente; 2010.
Página 36.
(11) Revista Bohemia, 23 de septiembre de 1934.
Página 30
(12) Palabras pronunciadas el 27 de noviembre de 1942,
aniversario del fusilamiento de los Estudiantes de Medicina.
A.N.C. Fondo Chibás. Legajo 3, expediente 97.
(13) Carta de Chibás al director de Bohemia.
Tomado de: Enrique de la Osa. EN CUBA. Primer tiempo 1943-1946.
La Habana, Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 2002. Página
47)
(14) El Crisol, 18 de junio de 1944. Tomado del libro de
Elena Alavez Martín, "Eduardo Chibás: clarinada
fecunda". La Habana Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 2009.
Página 23.
(15) El Crisol, 7 de agosto de 1944). Ibídem,
página 24.
(16) Tomado de: Humberto Vázquez García.
"El gobierno de la K©ubanidad". Santiago de Cuba: Editorial
Oriente; 2005. Página 67.
(17) Sobre la Ley de Ampliación Tributaria.
Bohemia, de marzo de 1943. Página 35.
(18).- El novelón comunista. En Prensa Libre, La
Habana, 9 de noviembre de 1943, página 1.
(19) El Crisol, 7 de agosto de 1944.
(20).- El Crisol, 21 de agosto de 1944, pp. 1 y
14).
(21).- Diario El Crisol, edición 31 de agosto de
1944 páginas 1 y 14.
(22) Discurso pronunciado en el Palacio Presidencial, El
País, 1 de octubre de 1944, páginas. 1 y
14.
(23) Tomado de: Humberto Vázquez García.
"El gobierno de la K©ubanidad". Obra ya citada,
página 18.
(24) (Eduardo Chibás. "Los gobiernos de Cuba
(1933-1934). Grau San Martín", Bohemia, La Habana, 5
de junio de 1938, páginas 62, 63. Tomado del trabajo "El
chibacismo ortodoxo" de la profesora e investigadora Elena
Alavés Martín (soporte digital).
(25) Elena Alavés Martín. "Eduardo
Chibás: clarinada fecunda". La Habana, Cuba: Editorial
Ciencias Sociales; 2009. Página 43.
(26) Concepción Portuondo López. El
Nacionalismo Ortodoxo. Su repercusión en la región
de Santiago de Cuba. Soporte digital).
(27) Elena Alavés Martín. "Chibacismo
ortodoxo". (Soporte digital).
(28) Ana Cairo (recopiladora). "Eduardo Chibás:
imaginario". Página 63).
(29) El Crisol, 6 de enero de 1947.
(30) Referencia al Programa del PRC de Martí. El
Crisol, 13 de enero de 1947.
(31) El Crisol, 20 de enero de 1947.
(32) Bohemia. Sección en Cuba, 9 de marzo de
1947, página 40.
(33) El Crisol, La Habana, 14 de marzo de 1947
páginas. 1 y 14.
(34) El Crisol, 14 de marzo de 1947.
(35) El Crisol, 18 de mayo de 1947.
36) En "Carta a Jorge Mañach". Bohemia, La
Habana, 25 de mayo de 1947, páginas 40-41.
(37) Tomado de: Revista de la Biblioteca Nacional
José Martí. No 3 y 4. Julio y diciembre del 2003.
Páginas 166 a 113. Soporte digital.
(38) (Información, La Habana, 30 de diciembre de
1947.
(39) El Crisol, 24 de noviembre de 1947.
(40) "Documento público sobre la verdad
ortodoxa". El Crisol, 7 de marzo de 1948)
(41) El Crisol, 27 de marzo de 1948.
(42) El Crisol, 12 de abril de 1948.
(43) Tomado de: Humberto Vázquez García.
"El gobierno de la K©ubanidad". Obra ya citada,
página 67.
(44) Ibídem, página. 69.
(45) El Crisol, 26 de enero de 1948.
(46) "Sobre el asesinato de Aracelio Iglesias". El
Crisol, 18 de octubre de 1948.
(47) Prensa Libre, 2 de mayo de 1948. EAM p.
80).
(48) El Crisol, 19 de junio de 1948.
(49) El Crisol, 11 de julio de 1948.
(50) "El Gobierno de la Cubanidad". Obra ya citada,
páginas 480 y 481.
(51) Ibídem, página. 425.
(52) Tomado de: Eduardo Chibás: imaginarios. Ya
citada, página 55.
(53) Prensa Libre. 7 de diciembre de 1946.
(54) Prensa Libre, 30 de mayo de 1948, Página
7.
(55) Prensa libre. 30 de mayo de 1948. Página
7.
(56) Diario de la Marina. 9 de mayo de 1948. AC p.
70)
(57) Bohemia, 1ro de febrero de 1948. AC p.
69.
(58) Tomado de Gobierno de la Cubanidad. Obra ya citada,
página 429.
(59) En la revista Fundamentos, año IX, No 83,
enero de 1949, página 37.
(60) El Crisol. 9 de junio de 1948.
(61) Revista Bohemia, Año 40, No 28,
edición del 11 de julio de 1949).
(62) Revista Bohemia, Sección EN CUBA. 28 de
noviembre de 1948.
(63) El Crisol. 7 de febrero de 1949.
(64) Periódico Alerta. 15 de febrero de
1949.
(65) Revista Bohemia. 1 de marzo de 1949.
(66) El Crisol. 19 de marzo de 1049.
(67) Prensa Libre, 30 de abril de 1949.
(68) Bohemia. Primero de mayo de 1949. Páginas 66
y 67.
(69 Bohemia. Veinte años después. De mayo
de 99. Páginas 54, 55 y 82.
(70) Bohemia, 29 de mayo de 1949.
(71) Ibídem.
(72) Bohemia, 3 de julio de 1949.
(73) Bohemia, 31 de julio de 1949.
(74) El Crisol, 4 de diciembre de 1949).
(75) Bohemia, 5 de febrero de 1950.
(76) Bohemia, 5 de marzo de 1950.
(77) Bohemia, 7 de junio de 1950.
(78) Bohemia, 13 de agosto de 1950).
(79) Bohemia. Reportaje de Isaac Astudillo. 8 de octubre
de 1950).
(80) Bohemia, 17 de diciembre de 1950.
(81) Bohemia, Sección EN CUBA, en su
edición del 21 de enero de 1951.
(82) El Crisol, 12 de febrero de 1951.
(83) ¡Sangre y azúcar!. Revista Bohemia, 4
de marzo de 1951.
(84) ¡A la cárcel los ladrones! Bohemia, 1
de abril de 1951.
(85) Mario García del Cueto. Encuesta
¿Qué haría usted por Cuba si fuera
presidente? Bohemia, 8 de junio de 1951.
(86) "Los presupuestos nacionales, la Cuota Azucarera de
Cuba. Los pesqueros cubanos". Bohemia, 1 de julio de
1951.
(87) Revista Bohemia. Sección EN CUBA. Ediciones
del 22, 26 de julio y 5 de agosto de 1951. Se puede consultar la
obra ya citada "Eduardo Chibás: clarinada fecunda".
Páginas 150 a 152.
(88) "El viraje de Chibás. Revista
Bohemia. 19 de noviembre de 1950.
(89) Fulgencio Batista. "Chibás se ha hecho un
personaje a base de mendacidades, injurias y calumnias". Revista
Carteles. 28 de enero de 1951.
(90) "La polémica sangrienta" de Alejandro
Armengol (soporte digital)
(91) Eduardo Suárez Rivas en "Información
al Senado". En "Defensa de la caficultura". Polémica con
Chibás, 18 de junio de 1951.
(92) Tomado de la Sección EN CUBA, revista
Bohemia, en su edición del 17 de agosto de
1951.
(93) Declaraciones vertidas el 6 de agosto de 1951,
recogidas en la Sección EN CUBA de la revista Bohemia, en
su edición del 17 de agosto de 1951.
(94) "Eduardo Chibás: imaginarios". Obra ya
citada. Páginas 150-151.
(95) Raúl Quintana Pérez. Recuerdos no
olvidados. Memorias periodísticas. Epígrafe:
Cuándo y cómo conocí a Fidel. www.biblioteca
virtual.eumed.net
(96) Colectivo de autores. Fidel periodista. La Habana,
Cuba: Editorial Pablo de la Torriente Brau; 2006. Páginas
25 y 26.
(97 Tomado de: Heberto Norman Acosta, "La palabra
empeñada" tomo 1. La Habana, Cuba: Editorial Oficina de
Publicaciones del Consejo de Estado; 2005. Páginas 217 a
220.
(98) Revista Bohemia. Año 51, No 3.
Edición 18-25 de enero de 1959.
(99) En su reflexión "Chibás al cumplirse 100
años de su natalicio" publicada en el periódico
Juventud Rebelde, el 26 de agosto del 2007.
(100) Armando Hart Dávalos. Discurso "La mejor
política" pronunciado en acto con motivo de serle otorgada
la categoría de Profesor de Mérito del entonces
Instituto Superior Pedagógico "Enrique José
Varona", el 29 de junio de 199. Tomado de: "Ética, Cultura
y Política". La Habana, Cuba: Centro de Estudios
Martianos; 2006. Página 103.
(101) Raúl Quintana Suárez. En "Vigencia de la
ética humanista martiana en el pensamiento de Fidel
Castro" o "Martí en Fidel". Soporte digital.
Bibliografía
Acosta, Heberto Norman. "La palabra empeñada"
tomo 1. La Habana, Cuba: Editorial Oficina de Publicaciones del
Consejo de Estado; 2005.
Alavés Martín, Elena…..Eduardo
Chibás: clarinada fecunda. La Habana, Cuba: Editorial
Ciencias Sociales; 009.
……………………………
La Ortodoxia en el ideario americano. Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 2002.
……………………………
El chibacismo ortodoxo (soporte digital)
Cairo, Ana (recopiladora)…. Eduardo
Chibás: imaginarios. Santiago de Cuba: Editorial Oriente;
00.
De la Osa, Enrique…..En CUBA. Primer tiempo
(1943-1946): Editorial de Ciencias Sociales; 2002.
…………………………
En CUBA. Primer tiempo (1947-1948): Editorial Ciencias Sociales;
2004.
Guanche, Julio César……El
compañero señor Chibás. Un análisis
del nacionalismo populista cubano (soporte digital).Conte
Agüero,
……………………………….8
enfoques sobre la República cubana de 1902 (soporte
digital). http://www.rebelion.org
Hart Dávalos, Armando…..Ética,
Cultura y Política. La Habana, Cuba: Centro de Estudios
Martianos; 2006.
………………………………
Eduardo Chibás: vergüenza contra dinero. Revista de
la Biblioteca Nacional José Martí. La Habana, Cuba.
Números 3-4, julio-diciembre del 2007 (soporte
digital).
Quintana Pérez, Raúl y Zamora, Cristóbal
A,….Eduardo Chibás In Memoriam. La Habana, Cuba:
Imprenta Luz-Hilo; 1951.
Quintana Suárez, Raúl. Reseñas
biográficas de figuras significativas de la historia de
Cuba. Volúmenes I y II. La Habana, Cuba. (Soporte digital)
biblioteca virtual.eumed.net.
Vázquez García, Humberto….El
Gobierno de la K©ubanidad. Santiago de Cuba: Editorial
Oriente; 2005.
Anexos
Anexo 1.-
¡El último aldabonazo!
Hace nueve siglos el Tribunal de la inquisición
le gritaba a Galileo: ¡Mentiroso!
¡Mentiroso!¡Engañador! ¡Presente las
pruebas de que la Tierra se mueve alrededor del Sol! Galileo no
pudo presentar las pruebas físicas del hecho evidente y
fue condenado, pero siguió repitiendo, firme en su
convicción moral: ¡Pero se mueve! ¡Pero se
mueve!
Hace cinco años acusé al Ministro de
Educación José Manuel Alemán de robar los
dineros del material y el desayuno escolar y de estar fomentando
en Miami un imperio de propiedades inmuebles. El Ministro
Alemán y todos sus corifeos atronaron el espacio gritando:
¡Mentiroso! ¡Calumniador! ¡Presenta las
pruebas! Yo no pude presentar las pruebas físicas de que
se estaban robando el dinero del Tesoro Nacional, pero
seguí repitiendo firme en mi convicción moral: se
lo roban.
Ahora acuso al gobierno de Carlos Prío de ser el
más corrompido de cuantos ha tenido la República
hasta el presente y a su Ministro de Educación Aureliano
Sánchez Arango-que ha sustituido el BAGA por el ASA-de
robarse los dineros del material y el desayuno escolar y de
realizar grandes inversiones en Guatemala y otras
repúblicas de América Central.
El domingo pasado desde esta misma tribuna de
orientación y combate, presenté al pueblo pruebas
irrefutables de la enorme corrupción del régimen de
Prío: fotografías de escuelas y hospitales en la
miseria, contrastando con las fincas y palacetes ostentosos de
gobernantes que hace poco vivían en la pobreza. Sin
embargo, a pesar de que las continuas depredaciones de Machado,
Batista, Grau San Martín y Carlos Prío no se ha
conseguido embotar la sensibilidad moral del pueblo cubano, lo
que habla muy alto de la firmeza de sus virtudes, mis palabras
del pasado domingo no tuvieron toda la resonancia que la grave
situación requería. Cuba necesita despertar. Pero
mi aldabonazo no fue, quizás, lo suficientemente fuerte. Y
Cuba, urgentemente, necesita despertar. Seguiremos llamando a la
conciencia del pueblo cubano.
Por su posición geográfica, la riqueza de
su suelo y la inteligencia natural de sus habitantes, Cuba tiene
reservado en la historia un grandioso destino., pero debe
realizarlo. Otros pueblos asentados en islas que no gozan de
situación tan privilegiada como nuestra patria, han
desempeñado en la historia un papel de preeminencia
singular. En cambio, Cuba ha visto frustrado su destino
histórico, hasta ahora, por la corrupción y ceguera
de sus gobernantes, cuyo pensamiento-salvo excepciones-ha volado
siempre a ras de tierra.
La feliz conjunción de factores naturales tan
propicios, unido a la alta calidad de nuestro pueblo, solo espera
la gestión honrada y capaz de un equipo gobernante que
éste a la altura de su misión histórica, Ese
equipo no puede ser el del gobierno actual, corrompido hasta la
médula, aunque se disfrace de nuevos rumbos para encubrir
sus robos, contrabandos y desvergüenza. Ni la falsa
oposición de Batista que alienta el regreso de los
coroneles, del palmacristi, la goma y la ley de fuga, con la
taimada ayuda del comunismo internacional. Ni tampoco el grupo de
despechados que sigue al ex presidente Grau. El único
equipo gobernante capaz de salvar a Cuba es el Partido del Pueblo
Cubano(O), con su línea antipactista de la independencia
política, que no admite transacciones ni
componendas.
¡Compañeros de la Ortodoxia, adelante!
¡Por la independencia económica, la libertad
política y la justicia social! ¡A barrer a los
ladrones del gobierno! ¡Vergüenza contra
dinero!
¡Pueblo de Cuba, levántate y anda!
¡Pueblo cubano, despierta! ¡Este es mi último
aldabonazo!
Anexo 2.-
Presidentes de Cuba en la etapa comprendida del 20 de
mayo de 1902 al 10 de marzo de 1952.
Tomás Estrada Palma (1902-1906)
Nació el 9 de julio de 1835 en Bayamo.
Conspirador desde los días previos al alzamiento de Carlos
Manuel de Céspedes, quien lo tuvo siempre por un personaje
vacilante, su presencia en el campo insurrecto quedó
limitada a funciones civiles, que le valieron su elección
como presidente de la República en Armas el 29 de marzo de
1876, cargo que ocupó hasta su captura por las tropas
españolas y deportado a Barcelona, desde donde
emigró a Honduras tras el cese de las hostilidades.
Más tarde se establecería en la localidad de
Central Valley, en el condado neoyorkino de Orange. Allí
lo encontraría José Martí, cuando intentaba
fundir los deseos independentistas de los "pinos nuevos" con los
sueños libertarios de los "pinos viejos". El 17 de abril
de 1892, Tomás Estrada Palma preside la sesión del
Partido Revolucionario Cubano en la que es elegido Martí
como delegado de la organización anticolonial y pronuncia
las palabras de clausura. Después de la muerte del
Apóstol en Dos Ríos, lo sucede al frente del
Partido y en la dirección del periódico Patria, no
sin antes cerrar su colegio de Central Valley, hipotecar su casa
y poner todos sus esfuerzos y energías a la causa.
Ciudadano norteamericano e imitador de los patrones
estadounidenses, desde su posición de Delegado del PRC,
Estrada alimentó sus esperanzas de independencia de Cuba
con el apoyo del gobierno de Washington. Una de sus pocas
acciones públicas fue la de disolver el Partido
Revolucionario Cubano, organización creada por
Martí para luchar por la independencia de Cuba. El 20 de
mayo de 1902, el bayamés Tomás Estrada Palma se
convertía en el primer presidente de Cuba, después
de obtener una victoria fácil al no concurrir a las urnas
los partidarios de Masó, lo que significó una
victoria para las aspiraciones anexionistas del gobernador
militar norteamericano Leonard Wood. Después de cuatro
años de gestión y alentado por sus aduladores,
Estrada aspiró a la reelección. Imposibilitado de
ejercer el poder por las revueltas y carente de la
membresía necesaria en las dos cámaras del
Congreso, el 28 de septiembre de 1906 Estrada Palma
renunció ante el secretario de Estado Norteamericano
William Taft, con el pretexto de sólo a los
estadounidenses podía confiarles el dinero del tesoro
nacional, por lo que al imperialista Teddy Roosevelt no le
quedó otra opción que aplicar la Enmienda Platt. El
4 de noviembre de 1908, retirado de toda actividad
pública, moría en su natal Bayamo.
José Miguel Gómez (1909-1913)
Natural de Sancti Spíritus, Las Villas, donde
nace el 8 de junio de 1858 Militar y Político cubano,
Segundo Presidente de la República de Cuba. Se incorpora a
la revolución el 11 de septiembre de 1895 y ya en 1896 se
le confiere el grado de Coronel, gracias a su desempeño
heroico durante la contienda especialmente durante la toma del
pueblo de Arroyo Blanco. En 1896 obtiene el grado de General de
Brigada y en 1898 el de General de División, poco antes de
terminada la guerra fue designado miembro por la asamblea
constituyente de Santa Cruz del Sur para trasladarse a Washington
a determinar asuntos importantes con el gobierno norteamericano
en nombre de los representantes cubanos. La comisión
ejecutiva de la asamblea en su última sesión
celebrada en el Cerro, municipio capitalino de La Habana el 30 de
junio de 1899 acuerda conferirle el grado superior de Mayor
General del Ejército Libertador a propuesta del jefe del
departamento occidental. Durante la ocupación militar del
ejército Estadounidense el General Brooke lo nombra
gobernador Civil de Las Villas, cargo que nuevamente ocupo en
1902 por elección popular. Forma parte de la asamblea
constituyente que redacto la primera constitución de la
república cubana. En 1908 es elegido presidente de la
república por el partido liberal, mandato que
desempeño durante cuatro años hasta 1912 en que
dimitió. Su gobierno se inaugura el 28 de enero de 1908,
estableciendo la paz y la cordialidad en el país,
haciéndole frente a los veteranistas un grupo decidido a
impedir que antiguos combatientes de la guerra accedieran a
cargos administrativos, y las revueltas provocadas por el grupo
de los Independientes de Color que luchaban por la igualdad y el
reconocimiento de los negros dentro de la nueva sociedad cubana,
este movimiento culmino en un alzamiento que tuvo que ser
sofocado por la fuerza, sin embargo José Miguel
Gómez con posterioridad a este hecho supo conciliar las
fuerzas políticas de la nación haciendo de tal
suerte que no quedaran odios ni rencores en el seno de la
naciente sociedad cubana. Durante su gobierno se creó la
marina nacional, se mejora las condiciones del ejército y
se ejecutan las grandes obras del alcantarillado y
pavimentación de La Habana, también se le presta
gran interés a las comunicaciones y los trabajos
sanitarios. También se crearon las Granjas escuelas para
garantizar una enseñanza rural y se establecen las
Academias de Arte de letras y de la historia, así como el
Museo Nacional. Su gobierno fue muy criticado por algunas
concesiones de servicios público y de leyes muy discutidas
en la época como la autorización de las peleas de
gallos y la Lotería nacional, así como por
escándalos de corrupción, José Miguel
Gómez recibió el mote popular de Tiburón que
Cuando se baña salpica, en alusión a la
repartición de cargos público entre sus allegados.
Muere en Nueva York, el 13 de junio de 1921.
Mario García Menocal (1913-1917) (1917-1921)
Aurelio Mario Gabriel Francisco García Menocal y
Deop, más conocido simplemente como Mario García
Menocal. Nació en Jagüey Grande, Matanzas, el 17 de
diciembre de 1866 político cubano, fue electo Presidente
de Cuba en dos cuatrienios consecutivos, de 1913 a 1917 y de 1917
a 1921. Nació en el ingenio "Australia", que administraba
su padre Gabriel, en la provincia de Matanzas. Tenía dos
años cuando estalla la guerra de independencia. Las
simpatías y contactos de Don Gabriel con los insurrectos
lo obligan a exiliarse. La familia viaja a Estados Unidos y luego
a México. Mario regresa a la isla en 1881 Junto Con Su
Hermano Fausto García Menocal, con quince años de
edad. La estancia es corta: regresa al norte al cuidado de su
tío Aniceto. Y no vuelve hasta 1894. Trabaja luego en el
trazado del ferrocarril en la zona de Camagüey cuando llega
la noticia del levantamiento del 24 de febrero de 1895 en
Oriente. Posteriormente se alza en junio de ese mismo año.
Se convierte en el más joven de los Mayores Generales de
la guerra de Independencia. Al terminar la Guerra
Hispano-Estadounidense Menocal se hizo político
conservador. Ocupa el cargo de Jefe de la Policía de La
Habana y de Inspector de Obras Públicas durante la primera
intervención. La primera actuación política
de Menocal había sido para intentar mediar entre liberales
y conservadores después de la reelección de
Tomás Estrada Palma. Tampoco tuvo éxito en su
aspiración presidencial contra José Miguel
Gómez en 1908. Dirigente del Partido Conservador de Cuba,
Mario García Menocal ocupó la presidencia del
país entre 1913 y 1917 y entre 1917 y 1921. En 1917
firmó la primera Ley de Divorcio en Cuba. Después
de su presidencia, Menocal siguió estando involucrado en
la política, postulándose para Presidente de nuevo
en 1924. Intentó un levantamiento revolucionario en 1931 y
al fallar marchó al destierro en los Estados Unidos, de
donde retornó cinco años después. Fallece en
Cuba el 7 de septiembre de 1941.
Alfredo Zayas y Alfonso (1921-1925)
Alfredo Zayas y Alfonso, jurista cubano, orador, poeta y
político. Fue fiscal, juez, alcalde de La Habana, senador
en 1905, Presidente del Senado en 1906, Vice-Presidente de 1908 a
1913 y cuarto Presidente de la República desde el 20 de
mayo de 1921 al 20 de mayo de 1925. Nació en La Habana en
1861 en el seno de una familia aristocrática, hijo del
eminente Dr. José María de Zayas y Jiménez,
jurista y educador, hermano de Dr. Juan Bruno de Zayas,
médico y héroe revolucionario, caído en la
Habana en 1896 como General en la Guerra de Independencia contra
España y hermano del Dr. Francisco de Zayas, Embajador de
Cuba en París y Bruselas. Como líder revolucionario
dejó de usar el "de" en el nombre de la familia, el cual
le identificaba con España y con el poder colonial. En
1895 fue detenido y deportado a España, donde paso los
años de la guerra y escribió muchos poemas en la
Cárcel Modelo de Madrid publicados en sus Obras Completas,
Vol. 1, Poesía. Incluso el conocido Al Caer la Nieve. Muy
activo en la vida literaria de La Habana y co-editor de la
revista Cuba Literaria. Luego de su regreso a Cuba en 1898, se
dedicó a la causa de la Independencia de los Estados
Unidos que mantenía a Cuba bajo ocupación militar.
Secretario de la convención constitutiva y lucho contra la
Enmienda Platt, impuesta a Cuba por los Estados Unidos, y contra
el arrendamiento de una base naval en Guantánamo. Fue jefe
del Partido liberal (izquierda) y fue electo Vice-Presidente en
1908. Candidato triunfador del Partido Liberal en las elecciones
de 1920, Zayas asumió el poder en 1921, pero
encontró al país en bancarrota, con deudas de
más de 40 millones de dólares y el precio del
azúcar desmoronado de 23 a 3 centavos por libra. No se
postuló a reelección, pero durante sus cuatro
años de presidencia logró impulsar el derecho de la
mujer, en particular su derecho al voto, hizo reformas en el
campo de la educación y del seguro social. La
corrupción durante su gobierno dio lugar a enfrentamientos
con distintos sectores de la sociedad, siendo el más
notorio la llamada "Trece". Durante su gobierno
desempeñó un papel preponderante como
expresión del intervencionismo norteamericano, el enviado
Crowder, que intervenía abiertamente en las decisiones
presidenciales, para escándalo público. Obtuvo un
oneroso, préstamo de cincuenta millones de dólares
de J.P.Morgan en vista de relanzar la economía devastada
por su predecesor. Su flema le trajo el apodo de El Chino en
vista de su paciencia asiática. Después de
retirarse de la vida política dedicó sus
últimos nueve años a la escritura y
reedición de sus obras, incluso los dos volúmenes
de la Lexicografía Antillana. Murió en La Habana,
en 1934.
Gerardo Machado (1925-1929) (1929-1933)
Gerardo Machado y Morales nació el 28 de
septiembre de 1871, en Camajuaní, antigua provincia de Las
Villas, hijo de criollos que pertenecían a una clase no
muy acomodada. Ingresó muy joven al llamado
Ejército Libertador, en el que se fue destacando hasta
llegar a ser general. Combatió en la zona de Las Villas
junto a José Miguel Gómez, que años
después, lo reconocería como Secretario de
Gobernación. En 1917 participó en la
Rebelión de La Chambelona, una pequeña guerra
política que culminó con la derrota del Partido
Liberal, al que pertenecía Machado. Fue un importante
ejecutivo de la General Electric Co. y vicepresidente de la Cuban
Electric Company. En 1924, durante la campaña
presidencial, anuncia su programa electoral en que destacan los
tradicionales y demagógicos proyectos en cuanto a
bienestar social, educación, sanidad y viales. La consigna
de su campaña era: "agua, caminos y escuelas". Fue electo
Presidente de la república y asumió el cargo el 20
de mayo de 1925. Durante su gobierno destacan la
construcción del Capitolio de La Habana y la Carretera
Central. Su mandato se caracterizó por la represión
de las fuerzas opositoras que provocó cientos de muertos,
torturados, detenidos y exilados. Su carácter autoritario
y despótico, que se manifestó durante la huelga de
hambre de Julio Antonio Mella, le ganó el epíteto
que le fue dado por Rubén Martínez Villena de "asno
con garras". En 1929-1930 la gran crisis económica
capitalista traslada a nuestro país sus
catástróficas consecuencias. Machado quien
había violado la Constitución cubana, fue reelecto
en fraudulentas elecciones. El 10 de enero de 1929, Mella es
asesinado por asesinos a sueldo de la dictadura, en México
lo que provoca profunda repulsa popular. Los mandos militares
retiraron su apoyo al presidente, decisión respaldada por
los estudiantes, el Directorio Revolucionario, el ABC, los
sindicatos y el pueblo en general. El régimen machadista,
sostenido por los intereses y el propio gobierno norteamericano,
a los que el dictador era incondicional vasallo, se sumió
en tal crisis que hasta sus antiguos aliados le retiraron su
confianza. Después de una prolongada huelga general donde
la clase obrera desempeñó un papel fundamental,
Machado renuncia el 12 de agosto de 1933 y se marcha al exilio,
primero en las Bahamas y posteriormente a la Florida, en Estados
Unidos, donde muere el 29 de marzo de 1939.
Miguel Mariano Gómez (1936)
Político Cubano. Presidente de la
República de Cuba durante siete meses en 1936, hijo del
también Presidente José Miguel Gómez.
Nació en La Habana, en 1889. En 1926 fue elegido Alcalde
de La Habana, hizo oposición a la dictadura del General
Gerardo Machado hasta que tiene que partir al exilio en Nueva
York, regresó a Cuba en 1933 después de la
caída de Machado y en ese mismo año fue electo
presidente de la República. Miguel Mariano Gómez
fue el primer presidente de la república electo por el
voto popular después del fin del gobierno de Gerardo
Machado el 12 de agosto de 1933. Con el prestigio ganado durante
su administración como alcalde de La Habana en donde
realizó importantes obras como fueron el "Hospital de
Maternidad", el "Hospital Infantil", y la "Escuela José
Miguel Gómez" entre otras, inicio su gobierno con la
publicación de un vasto programa el cual abarcaba una
multitud de medidas de carácter económico, social,
cultural y político. No obstante el extenso programa de
mejoras de su gobierno no logró contar con un fuerte apoyo
de la opinión pública y tuvo desde casi el primer
momento una fuerte oposición política, sin que
pudiese contar en el congreso con una mayoría que le
permitiese realizar su programa, situación que se agravo
al perder el apoyo de una parte de los elementos políticos
que habían contribuido a su elección.
Formándose una fuerte oposición dentro del congreso
formuláronse contra él acusaciones de
carácter político, de interferir con la facultades
del poder legislativo, a virtud de lo cual el congreso
acordó su destitución el 24 de diciembre de 1936.
Falleció en La Habana en 1950. Fallece en La Habana en
1950.
Federico Laredo Brú (1936-1940)
Federico Laredo Bru nació en San Juan de los
Remedios, antigua provincia de Las Villas el 23 de abril de 1875.
Presidente de la República de Cuba (1936-1940) Se
Graduó de derecho en la Universidad de La Habana, poco
después se incorpora al ejército libertador en
donde alcanza el grado de coronel, al finalizar la guerra fue
presidente de la audiencia de Santa Clara y más tarde
fiscal de la audiencia de La Habana y del tribunal supremo de
justicia, bajo el mandato del presidente José Miguel
Gómez es nombrado secretario de gobernación y
durante el gobierno de Carlos Manuel de Céspedes ocupa el
mismo cargo, fue Vicepresidente en el gobierno de Miguel Mariano
Gómez y cuando este renuncia asume la presidencia de la
República. Durante su mandato se firma la ley de nueve
centavos sobre el saco de azúcar que había costado
la presidencia a su predecesor, fija la Zafra (azucarera) a casi
tres millones de toneladas al año y con un precio por
encima de los 1.7 centavos la libra. Realiza importantes reformas
como la Autonomía de la Universidad de La Habana crea los
institutos de segunda enseñanza así como el consejo
corporativo de educación, Sanidad y Beneficencia, crea las
escuelas rurales y el Instituto Cívico-Militar, los
hogares infantiles campesinos así como la Dirección
Nacional de Deportes. En el área de la salud
también durante su gobierno se crea el Servicio
Técnico de Salud Pública y el Consejo Nacional de
Tuberculosis. En la economía surge la Ley de
Coordinación Azucarera en 1937 para defender a los
pequeños colonos Laredo Brú promueve la
organización de una asamblea constituyente en 1939 para
redactar una nueva Carta Magna, todos los partidos fueron
convocados a designar nuevos delegados a la constituyente y el
Dr. Ramón Grau San Martín fue elegido presidente de
la misma, poco después seguido a la renuncia del Dr. Grau
la asamblea elige al Dr. Carlos Márquez Sterling como
nuevo presidente a la asamblea, la constitución fue
promulgada el 5 de junio de 1940. Conocida en la
historiografía cubana como la Constitución del 40,
fue considerada como una de las mejores y más progresistas
constituciones de la época. También pasará
tristemente a la historia por ser el presidente que negó
la entrada a Cuba a los pasajeros del San Luis, un crucero con
más de 900 refugiados judíos que en 1939
habían obtenido visa de entrada en Cuba y tuvieron que
regresar a la Alemania Nazi, donde la gran mayoría
terminó su vida en los campos de concentración.
Falleció en La Habana en 1945.
Fulgencio Batista y Zaldívar (1940-1944)
(1952-1958)
Fulgencio Batista y Zaldívar nació en
Banes, antigua provincia de Oriente, Cuba, el 16 de enero de
1901. Hijo de Belisario Batista y de Carmela Zaldívar,
cubanos que lucharon por la independencia de España, a
Batista. Su madre lo nombró Rubén y le puso su
apellido, Zaldívar, tras la negación por parte de
Belisario Batista de inscribirlo bajo su propio apellido. En el
año 1901 fue bautizado en la iglesia Santa Florentina en
Fray Benito, antigua provincia de Oriente. De origen muy humilde,
comenzó a trabajar a edad temprana, desempeñando
diversos oficios en su juventud. A la edad de 20 años
marcha a La Habana e ingresa al ejército dentro del cual
alcanzaría el grado de sargento-taquígrafo del
Estado Mayor del Ejército. Tras el derrocamiento del
gobierno del general Gerardo Machado en 1933, se formó un
nuevo gobierno presidido por Carlos Manuel de Céspedes y
Quesada, pero el descontento persistió en una parte de la
sociedad. Un grupo de militares, entre los que se encontraba
Batista, y algunos sectores democráticos firmaron un
manifiesto pidiendo la elaboración de una Nueva
Constituyente que sustituyera a la de 1901 (en la cual, entre
otras cosas, aparecía reflejada la Enmienda Platt). A la
caída de Machado en el año 1933, participó
en varias conspiraciones que culminaron en el Movimiento
Cívico-Militar del 4 de septiembre de aquel año. Se
estableció entonces una Junta de Gobierno, la llamada
Pentarquía (constaba de 5 miembros, uno de ellos el Dr.
Ramón Grau). También formaba parte del Gabinete el
revolucionario el Dr. Antonio Guiteras Holmes. A propuesta de
Sergio Carbó, Batista fue nombrado Coronel-Jefe del
Ejército en aquel mismo año. De 1934 a 1940
dirigió con mano dura la represión contra los
movimientos comunistas y socialistas de las centrales azucareras.
En 1940 se creó finalmente la constituyente en la cual
participaron, políticos procedentes de distintos sectores.
En las elecciones de 1940, Batista se presenta como candidato de
la Coalición Socialista-Democrática y es elegido
presidente, inaugurando su mandato el 10 de octubre de 1940. Ya
en esta etapa su gobierno se caracterizó por su
carácter reaccionario, represivo e incondicional al
capital extranjero. El 10 de marzo de 1952, a escasos 4 meses de
las elecciones presidenciales, dio de nuevo un Golpe de Estado,
alegando una serie de razones poco justificables,
valiéndose de su liderazgo dentro de las Fuerzas Armadas y
estando respaldado por ciertos sectores políticos del
país y la oligarquía nacional, tradicionalmente
supeditada a intereses foráneos. Su gobierno se
caracterizó por la más feroz represión
contra el pueblo, desenfrenada corrupción y asesinatos y
torturas contra sus opositores, además de su
incondicionalidad a los intereses norteamericanos. El primero de
enero de 1959, Batista huía de Cuba por avión a
Santo Domingo ante el triunfo de la Revolución Cubana y el
avance incontenible de las guerrillas al mando de Fidel Castro.
con una fortuna próxima a los US$ 100.000.000,
exiliándose primero en la República Dominicana,
luego en la isla Madeira, (Portugal) y por último en
España. Falleció en 1973 a causa de un infarto en
la localidad de Marbella. Está enterrado en el cementerio
de San Isidro, en Madrid.
Ramón Grau San Martín
(1944-1948)
Nació el 13 de septiembre de 1882 en La Palma, Pinar
del Río. Graduado de médico en 1908, obtuvo la
Cátedra de Fisiología de la Universidad de La
Habana en 1921. En 1930 se unió a los estudiantes en la
lucha contra el dictador Gerardo Machado, por lo que estuvo
recluido en el Castillo del Príncipe y posteriormente en
el Presidio Modelo de Isla de Pinos entre los años 1931 y
1932. Tras una amnistía partió hacia Miami, y
allí fue uno de los fundadores de la Junta revolucionaria.
Al caer la tiranía de Gerardo Machado, el 12 de agosto de
1933, se dispuso a regresar para incorporarse a sus actividades
científicas y docentes. Fue uno de los firmantes de la
Proclama al Pueblo de Cuba del golpe del 4 de septiembre de 1933
e integró el llamado gobierno de la Pentarquía,
designado por la denominada Agrupación Revolucionaria de
Cuba. El 10 de septiembre, se desintegró la
pentarquía y asumió la presidencia de la
República, constituyendo un gobierno conocido
después como de los Cien Días, cuyas medidas
populares y progresistas se debieron a la ejecutoria de Antonio
Guiteras. Presidido por Ramón Grau San Martín este
gobierno se caracterizó por la manifestación de
tres corrientes político-ideológicas diferentes y
que motivó que fuera un gobierno realmente muy
contradictorio. Durante los casi 4 meses que se mantuvo en el
poder el llamado Gobierno de los Cien Días se produjeron
constantes pugnas entre los simpatizantes de estas tendencias,
tratando cada una de ellas lograr la hegemonía. Otra de
las características de este gobierno es que por iniciativa
de Guiteras el gobierno adoptó medidas que tuvieron mucho
arraigo popular destacándose entre ellas la
implantación de la jornada laboral no mayor de 8 horas en
todo el país; la asignación de un salario
mínimo a cada trabajador; la nacionalización de la
Compañía Cubana de Electricidad que era de
propiedad norteamericana; la rebaja de las tarifas
eléctricas a la población; la legalización
de los sindicatos y aprobar la autonomía universitaria.
Otra característica de este contradictorio gobierno fueron
las sangrientas medidas represivas que adopta Batista contra toda
manifestación de descontento popular. En aquellas
circunstancias el Partido Comunista no supo distinguir las
diferencias existentes entre las tres corrientes que se
manifestaban dentro del Gobierno de los Cien Días y por lo
tanto, no pudo analizar adecuadamente el papel revolucionario que
desempeñaba en el gobierno, Antonio Guiteras.
Posteriormente, para no tener que intervenir directamente, los
norteamericanos se pusieron de acuerdo con Batista para que este
llevara a cabo un nuevo golpe militar, el cual se efectuó
el 15 de enero de 1934 poniéndose fin así de esa
forma, al Gobierno de los Cien Días. Al producirse el
golpe militar contrarrevolucionario Grau, Carlos Prío y
otros miembros del DEU asumieron una posición cobarde y no
ofrecieron resistencia, mientras que Antonio Guiteras pasó
a la clandestinidad con el objetivo de reorganizar el movimiento
revolucionario. Cinco días después, Grau
partió hacia México para instalarse posteriormente
en Miami. Bajo sus indicaciones, sus seguidores en Cuba crearon
el comité gestor del futuro Partido Revolucionario Cubano
(Auténtico) , por el que se introdujo nuevamente en la
política. En Diciembre de 1938 regresó a Cuba y
resultó electo delegado a la Asamblea Constituyente de
1940, presidiendo sus sesiones durante cierto tiempo, mientras su
bloque político fue mayoritario. Fue presidente
constitucional de la República, desde el 10 de octubre de
1944 hasta el 10 de octubre de 1948. Su programa de corte
reformista, revolucionario en teoría, nunca fue llevado a
la práctica, ni siquiera con sus limitaciones, y solamente
quedó expresado en la demagogia verbal. En su mandato
creció la corrupción administrativa y el
gansterismo hasta límites insospechados. También
desató una violenta represión contra el movimiento
obrero y campesino. Durante la segunda dictadura de Batista
(1952-1958), fue aspirante a la presidencia en dos ocasiones en
las amañadas elecciones organizadas por la dictadura para
legitimarse. Falleció el 28 de julio de 1969 en la Ciudad
de La Habana.
Carlos Prío Socarrás (1948 AL 10 DE MARZO DE
1952)
Carlos Prío Socarrás nació en
Bahía Honda, Pinar del Río, Cuba, el 14 de julio de
1903 Presidente de Cuba desde 1948 gracias a su partido, Partido
Revolucionario Cubano Autentico hasta que fue depuesto por un
golpe militar liderado por Fulgencio Batista el 10 de marzo de
1952, tres meses antes de que se convocaran nuevas elecciones Su
gobierno se caracterizó por tener fuertes lazos con los
Estados Unidos de América. Se suicidó el 5 de abril
de 1977. Era hijo de Francisco Prío-Rivas y María
de Regla Socarrás-Socarrás. Su infancia y juventud
trascurrió en La Habana, capital del país, donde
cursó sus estudios primarios y universitarios y se
licenció en Derecho. Fue precisamente durante sus cursos
en la Universidad de La Habana cuando se involucró en
distintas actividades políticas, que le llevaron a
convertirse en dirigente del Directorio Estudiantil Universitario
(DEU), organismo que ejerció una fuerte crítica y
oposición directa contra el régimen dictatorial del
presidente de Cuba, Gerardo Machado, director de los designios
del país desde 1925 hasta 1931. Se exilió en los
Estados Unidos. Regresó a Cuba en 1939, momento en el que
su país eligió una nueva Asamblea General; como
resultado de esta elección fue elegido por primera vez
senador, cargo que renovó en las elecciones de 1944.
Paralelamente, ocupó el liderazgo de su partido en 1940. A
lo largo de la década de los cuarenta, Carlos Prío
desempeñó los cargos políticos más
importantes de su carrera. Desde 1945 hasta 1947 ocupó el
puesto de Primer Ministro; durante el siguiente año fue
ministro de Trabajo, y un año después, en 1948,
participó en las elecciones presidenciales de Cuba por su
partido, Partido Revolucionario Cubano Auténtico.
Finalmente resulta ganador con amplia mayoría. Tras su
elección, se le consideró suficientemente
importante para recibir el saludo del presidente de Estados
Unidos Harry Truman. Su periodo presidencial estuvo marcado por
un aumento de la corrupción y de la violencia que
existía entre las diferentes facciones políticas.
El gobierno de Carlos Prío Socarrás terminó
el 10 de marzo de 1952 con el golpe militar del general Batista.
Prío se marchó a Estados Unidos con su familia sin
defender su gobierno ante el golpe militar. De este modo
comenzó el segundo de sus exilios a Estados Unidos, pues
regresó de nuevo a Cuba en 1959, estancia que duró
apenas dos años, tras los cuales viajó de nuevo a
los Estados Unidos… Instalado en Miami, participó en
varios intentos de derrocar a la Revolución Cubana y se
erigió como supuesto portavoz de toda la comunidad de
exiliados políticos cubanos hasta su muerte. No
regresó jamás a su país natal. Pasó
los últimos años de su vida como diseñador y
hombre de negocios en Miami donde muere en un atentado en su
propia casa, el 5 de abril de 1977, producto de rencillas entre
grupos contrarrevolucionarios.
Anexo 3.-
Fragmentos tomados del escrito "El chibacismo ortodoxo"
de la profesora e investigadora Elena Alavés
Martín, notable estudiosa de la vida y pensamiento del
líder ortodoxo.
"… El ideario chibacista podía
sintetizarse en los siguientes puntos: 1. La Guerra del 95 solo
alcanzó en apariencia el logro del poder político.
No hay por tanto plena soberanía nacional.
2. La hegemonía económica no se logra. Por
tanto no hay plena soberanía nacional.
3. Cuba, factoría norteamericana, se inicia en el
siglo XX.
¿Cómo lograr la absoluta soberanía
nacional? 4. ¿Cómo dar continuidad al genuino
proceso de liberación nacional, para alcanzar la absoluta
soberanía? En su empeño por romper ese nudo
gordiano es que Eduardo Chibás transita hacia el
recién reestructurado Partido Revolucionario que, como su
nombre lo indica, pretende buscar sus raíces en el partido
fundado en 1892 por José Martí para la Guerra
Necesaria y que ahora pretende asumir, con el apelativo de
Auténtico, las proyecciones ideológicas de la obra
martiana. Es el alba de ese proyecto político.
Los meses transcurren con asombrosa
vertiginosidad.
Chibás asume con verticalidad de principios la
vorágine política que lo envuelve. Está
decidido a luchar consecuentemente por el proyecto de
Constituyente primero, elecciones presidenciales después.
Desde las filas del ya organizado Partido Auténtico inicia
junto a este la doble campaña electoral: la de la
Constituyente y la presidencial.
El 3 de noviembre una nota informativa del
periódico Información da a conocer que los miembros
más relevantes del PRC (A), presididos por Ramón
Grau San Martín se reúnen en el domicilio de
Chibás -17 y H- y acuerdan, entre otras cuestiones,
combatir toda componenda electoral.
En la noche del 13 de noviembre de 1939 Chibás es
atacado y baleado en Marianao por unos desconocidos.
Dos días después, el miércoles 15,
el pueblo concurre a las urnas. Se eligen 81 delegados de las
más diversas tendencias políticas para la Asamblea
Constituyente. De los once partidos existentes, solo nueve
participan en la contienda electoral, al no tener
representatividad tanto el Agrario como el Popular. En aquella
trascendental elección las mayores votaciones dentro del
"Autenticismo" correspondieron a Grau y Chibás.
Además, el Partido Auténtico obtiene 18 delegados
dentro del grupo llamado Bloque de Oposición formado por
el ABC, el Partido Demócrata Republicano y el Partido
Acción Republicana.
El Bloque, presidido por el doctor Ramón Grau San
Martín, alcanza la mayoría de la Asamblea con 45
delegados. La Coalición Socialista Democrática,
presidida por el ex jefe del Ejército, el coronel
Fulgencio Batista, desde entonces de triste recordación
para el pueblo cubano, comparte los 36 delegados que logra
impostar en la Constituyente con el Partido Liberal, Unión
Revolucionaria Comunista, el Conjunto Nacional
Democrático, y el Nacional Revolucionario
Realista.
Mediante unas elecciones generales ocupa la presidencia
de la República Fulgencio Batista, quien nunca
olvidó sus compromisos con la metrópoli
estadounidense y cuyo gobierno constituyó un engendro
donde se combinaban de manera consciente la palabrería
democrática con el robo al erario y la explotación
cada vez más opresiva a la clase trabajadora, sin olvidar
el nunca contenido régimen de terror impuesto por
José Eleuterio Pedraza.
Con la ascención al poder del Partido
Revolucionario Cubano (Auténticos) por aplastante
mayoría de votos en octubre de 1944, el 20 de mayo el
doctor Ramón Grau San Martín ocupa la presidencia
de la República. Eduardo Chibás, ya representante a
la Cámara Legislativa desde las elecciones generales de
1940, ahora obtiene por abrumadora mayoría de votos el
acta de senador de la República….Aquí es
preciso puntualizar que los conceptos expresados de socialismo y
antimperialismo no rebasan los límites de la
socialdemocracia. Tampoco se aleja de sus principios
éticos que calan hondo en el pueblo. Sin embargo, pronto
se verá defraudado.
El detonante de la crisis institucional es el proyecto
de reelección presidencial que se alienta en Palacio,
incuestionablemente inconstitucional, cuando la corrupción
pública es evidente al surgir gigantescas fortunas entre
los personeros gubernamentales, y se multiplican y hacen
públicos affaires internacionales como el escandaloso
trueque de arroz por azúcar, que depara una jugosa
comisión al ministro de Comercio Inocente Álvarez.
El presidente Grau, en una maniobra para salvar su imagen, lo
destituye, pero sin el menor pudor lo designa de inmediato
ministro de Estado.
La situación se torna crítica. El
insobornable líder no acepta la descomposición
política desde el poder y fustiga el apogeo del juego en
La Habana y Marianao. Ya el fraude y el agio rivalizan con el
cada vez más depauperado nivel de vida del pueblo. Esta
amarga realidad, tras un breve lapso del arribo al poder del
Partido Auténtico, va agostando en Chibás sus
ilusiones sobre una "revolución auténtica". Al
entrar en crisis ese partido, los anhelos populares transitan
hacia el llamado chibacismo en el que laten y fructifican la
voluntad de cambio y regeneración sustanciales en su
mandato. ….La profunda inestabilidad nacional es evidente.
Cabía una opción: rescatar el partido desde sus
propias filas o bien, la posición más certera,
crear un partido nuevo capaz de propender a la hazaña de
conquistar la independencia económica, la libertad
política y la justicia social, con el respaldo necesario
del pueblo.
La forja de un nuevo partido implica un proceso
laborioso y difícil. Comienza el 14 de julio de 1946
cuando desde la provincia de Oriente el máximo dirigente
Auténtico local doctor Emilio Ochoa, presidente de la
Asamblea provincial convoca a esta y a la municipal para promover
la candidatura presidencial de Eduardo Chibás, la segunda
figura "Auténtica". Los acuerdos de Oriente repercuten con
fuerza en La Habana y, sorpresivamente, algunos Auténticos
lanzan la candidatura de Carlos Prío Socarrás, por
el mismo partido, para acceder a la máxima magistratura de
la nación.
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