Naturaleza humanizada, humanidad naturalizada. La construcción de un paisaje
RESUMEN
El paisaje es producto de la
mirada, es una construcción sumamente
compleja y sólo posible cuando la distancia de la cultura,
las convenciones del arte y la
literatura o la disponibilidad de tiempo nos
permiten ver, lo que sin esa distancia, resultaría
complejo. Este trabajo
presenta por lo tanto algunas reflexiones referidas al concepto de
paisaje, su polisemia y sus cualificaciones.
Específicamente en relación a las Sierras de
Córdoba la cuestión se presenta aún como un
campo fértil para la exploración teórica, y
aunque las imágenes
sobre ellas producidas han sido un tema examinado ya en parte,
proponemos introducirnos esta vez en otras formas de la
representación de nuestro territorio. Como un vector
complementario y dentro de un trabajo de investigación mayor, abordaremos ahora
algunos aspectos de la representación del paisaje en sede
literaria hacia los años finales del siglo XIX y las
primeras décadas del XX, ya sea por medio del ensayo
periodístico, la prosa o la poesía.
Palabras clave: Naturaleza –
Paisaje – Cultura – Representación
Keywords: Nature – Landscape – Culture –
Representation
El paisaje es una interpretación, una `lectura´, no existe en sí mismo, sino
en relación con un sujeto individual o colectivo que lo
hace existir como una dimensión de la experiencia cultural
del mundo.
Alain Corbin
El paisaje es un
tema del cual se ocupan numerosas disciplinas y diferentes
profesionales. Geógrafos,
antropólogos, ingenieros, ecólogos, arquitectos,
sociólogos historiadores del arte configuran una
interesante fragmentación académica que hacen del
paisaje un concepto polisémico, por lo que nos encontramos
con una atrayente ambivalencia. Por un lado el término
alude a un entorno real, a una porción objetiva de
naturaleza, concepción originada en el mundo
científico; y por otro se refiere a una
representación subjetiva mediante la utilización de
palabras o imágenes, concepción derivada del
pensamiento
estético. Pero como sostiene Agustín Berque "las
sociedades
utilizan y transforman su paisaje en función de
las representaciones que de él se hacen, y viceversa,
interpretan en función de sus prácticas materiales".[1] Vinculado con el tema y
continuando anteriores indagaciones[2], esta ponencia plantea
avanzar en el trazado de algunas otras acotaciones sobre el
concepto de paisaje, aplicándolas a un escenario tan
cercano como el de las Sierras de Córdoba en el corazón de
Argentina. Un avance que propone por lo tanto dilucidar las
maneras sobre cómo ha sido visto, interpretado o
"construido" el paisaje serrano, en una evidente interdependencia
entre el entorno natural y sus representaciones.[3]
En la actualidad, en gran medida gracias a los aportes
teóricos proveniente de los llamados estudios culturales,
sabemos que no todas las personas ven o han visto paisaje
allí donde los vemos nosotros. Dentro de los relatos de la
historia del
arte occidental, y específicamente en lo referido a la
pintura, no
hubo algo similar a lo que hoy llamaos paisaje, sino
recién en el año 1296 cuando Giotto di Bondone
trazó los primeros intentos de representación de un
paisaje pintado en Europa, en los
frescos de la Iglesia de San
Francisco, en Asís. Allí se pudo apreciar por
primera vez una incipiente voluntad de recrear el medio
físico en el que se suceden las escenas sacras. Aunque
durante el Renacimiento
no existía un término para denominarlo, el género
comenzó a practicarse porque había una demanda
concreta, pero también, y como lo ha sustentado
eruditamente Gombrich, el paisajismo surgió en gran
medida gracias a las reflexiones de los teóricas y
tratadistas italianos. [4]
A partir de este momento se inicia un largo período de
evolución conceptual con referencias
importantes en los primeros años del siglo XVII
holandés y de esta manera el muevo concepto referido
específicamente a la representación del mundo
urbano o rural se extenderá rápidamente por todo
Europa y América.
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