Análisis del pensamiento económico de Smith, Ricardo y Marx: Visiones de la teoría del valor-trabajo para los tres autores
Introducción
En el siguiente trabajo
intentaremos analizar la teoría del
valor-trabajo desde la perspectiva de tres autores distintos.
Siguiendo el orden cronológico, abordaremos en
primer lugar esta noción desde las teorías
elaboradas por dos de los máximos exponentes de la
denominada "Economía Clásica": Adam Smith
(1723 – 1790, economista escocés) y David Ricardo
(1772 – 1823, economista inglés), y a continuación
consideraremos el mismo tema analizado desde la perspectiva del
pensamiento de
Karl Marx
(1818 – 1883, filósofo, sociólogo, economista y
pensador socialista) realizando una comparación entre
ambas corrientes del pensamiento económico.
Adam Smith
Antes de analizar la concepción que este economista
escocés tenía del concepto de
valor,
caracterizaremos de una manera muy general su pensamiento
económico. En su obra fundamental, Una investigación sobre la naturaleza y
las causas de la Riqueza de las Naciones, Smith busca
explicar el crecimiento
económico a partir del concepto de "división
del trabajo", cuyo regulador será el mercado. La
especialización de la fuerza de
trabajo genera un incremento en la productividad que
permite la acumulación de riquezas. Sin embargo,
sólo aquellas economías orientadas hacia la
producción para el intercambio son las
beneficiarias, ya que las economías de subsistencias no
son capaces de generar estas innovaciones que elevan el nivel de
producción.
Smith realizaba una distinción entre las actividades que
resultaban útiles y productivas, y las que no lo eran. En
su teoría,
los empleos productivos eran aquellos que
- tenían como resultado la producción de
objetos tangibles, que permitirían la
acumulación. - generaban un "excedente" que se podría re-invertir
en el futuro.
Desde esta perspectiva, actividades como aquellas destinadas a
prestar servicios no
son consideradas como productivas, al igual que las actividades
gubernamentales. Smith no negaba que estas actividades fueran
necesarias, pero remarcaba que no contribuían a enriquecer
a la sociedad.
A continuación entraremos en el análisis de la concepción del valor
de Adam Smith. Dada la importancia que el mercado tiene en su
modelo
económico, le resultará muy importante averiguar la
forma en que se establecen el valor económico de los
diversos productos.
Para ello, lo primero que hará Smith será marcar
una distinción entre los conceptos de "valor de uso" y
"valor de cambio".
El valor de uso es aquella capacidad que tienen los diversos
productos para ser utilizados, la capacidad que tienen para
satisfacer alguna necesidad del hombre. Smith
no cree que el valor de uso de un producto
resulte económicamente significativo, ya que existen
objetos que son muy útiles y que sin embargo no se
intercambian. El valor de cambio, por otro lado, es aquel que
establece cuánto de un producto se debe
intercambiar para obtener otro. Permite establecer relaciones
entre productos, y es por ello que resulta económicamente
tan significativo. La pregunta es: ¿Cuál es el
elemento unificador que permite comparar los valores de
cambios de diversos productos? Smith sostuvo que el
trabajo era "la medida del valor". Desde esta perspectiva,
la cantidad de trabajo invertido en un producto determina su
valor. Sin embargo esta definición es muy ambigua, y no
logra explicar satisfactoriamente el fenómeno de la
formación de valor de un producto. Smith lo utiliza de un
modo esquemático, representando sociedades
primitivas, pero al analizar sociedades más complejas no
considera que sólo mediante el trabajo se
pueda establecer el valor, ya que factores como el capital y
la tierra
también tienen influencia. De este modo, Smith deja de
lado la visión del "trabajo incorporado", y en su lugar
instaura la noción de "trabajo ordenado" como la medida
apropiada del valor de un producto.
Consideremos esta nueva concepción a la luz de un
ejemplo: si para fabricar un determinado producto se necesitan 10
unidades del factor trabajo, y tanto los empresarios
dueños del capital como los propietarios de la tierra exigen
("ordenan") cada uno una retribución equivalente a 10
unidades de trabajo, el valor final de ese producto será
de 30 unidades de trabajo. 10 unidades del valor final
serán utilizadas para pagar los salarios, 10
corresponderán a la renta y 10 a la ganancia del empresario.
Esta división de la formación de valor de un
producto en salario, renta y
ganancia le permitió a Smith elaborar el concepto de
"precio
natural". El precio natural de los bienes (es
decir, su valor de cambio) estará dado por estos 3
factores, y cada uno de ellos tiene a su vez un nivel natural
dentro del precio natural de los bienes. El precio natural
será aquel que alcance para pagar, ni más ni menos,
la renta de la tierra, el salario del trabajo y la ganancia del
capital.
Sin embargo, Smith observa que en el precio que los bienes
tienen en el mercado no suele cumplirse con esa
definición. El precio de mercado suele ser distinto del
precio natural, y es a través de la competencia que
se logra que estos niveles se acerquen. De esta forma, la
acción
del mercado hará que los precios
alcancen un equilibrio.
David
Ricardo
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