LA DEPRESIÓN
EN LA VEJEZ
Es erróneo creer que es normal que los ancianos se
depriman. Por el contrario, la mayoría de las personas de
edad se sienten satisfechas con sus vidas. Cuando un anciano se
deprime, a veces su depresión
se considera erróneamente un aspecto normal de la
vejez.
La depresión en las personas de la tercera edad es un
importante problema de salud mental por su mayor
gravedad, su elevado riesgo de
suicidio y las
dificultades que puede ofrecer para su correcta
identificación, ya que el anciano frecuentemente padece al
mismo tiempo
enfermedades
crónico degenerativas como la diabetes, la
hipertensión, cáncer, o incluso
otros padecimientos del sistema nervioso
central como Parkinson y
Alzheimer.
Es importante destacar el fuerte riesgo de suicidio que tiene
la persona deprimida
en esta edad, cuatro veces mayor que los deprimidos de menor
edad. Existen una serie de variables que
se asocian con este riesgo, entre las que destacan, la ausencia
de apoyo familiar, mala salud física, alcoholismo y
sentimiento de culpa, entre otras.
Desafortunadamente, la depresión senil no recibe la
atención que merece por su magnitud y
trascendencia y sólo un escaso porcentaje de ancianos con
depresión recibe un tratamiento adecuado.
El hecho de que se considere a la depresión como una
consecuencia lógica
del envejecimiento, constituye un factor muy importante que
actúa negativamente en detectar el padecimiento.
Cuando la persona de edad va al médico, puede solo
describir síntomas físicos. Esto pasa por que el
anciano puede ser reacio a hablar de su desesperanza y tristeza.
La persona mayor puede no querer hablar de su falta de interés en
las actividades normalmente placenteras, o de su pena
después de la muerte de
un ser querido, incluso cuando el duelo se prolonga por mucho
tiempo.
Entre los factores que favorecen la aparición de
depresión en la tercera edad, se encuentran los cambios
biológicos o bioquímico-cerebrales, enfermedades y
las limitaciones psicofísicas, además de los
distintos acontecimientos desfavorables que va sufriendo a lo
largo de la vida, como la pérdida de familiares y amigos,
la jubilación que implica una pérdida
económica y privación de status social
y prestigio y el rechazo familiar, entre otros.
Si se hace el diagnóstico de depresión, el
tratamiento con medicamentos o psicoterapia
ayuda a que la persona deprimida recupere su capacidad para tener
una vida feliz y satisfactoria.
La investigación científica reciente
indica que la psicoterapia breve es efectiva para reducir a corto
plazo los síntomas de la depresión en personas
mayores. La psicoterapia también es útil cuando los
pacientes ancianos no pueden o no quieren tomar medicamentos.
Síntomas
Aunque el síntoma básico es la tristeza vital,
el anciano suele "enmascararla" con quejas relativas a
síntomas físicos inespecíficos. El anciano
con cierta frecuencia se queja de que la tristeza surge dentro o
que se arraiga en el pecho o en el vientre, sin embargo, la
depresión se puede diferenciar de un episodio de tristeza
por la duración de tiempo.
La señal más temprana de depresión es la
disminución de la capacidad para experimentar placer,
felicidad o bienestar. El anciano ya no muestra
interés alguno por sus ocupaciones favoritas, nada le
ilusiona, nada le llama la atención. Más adelante,
puede experimentar angustia en mayor o menor grado,
acompañada de dolores de cabeza, diarrea, bolo
esofágico, tensión muscular, agitaciones y dolores
diversos inespecíficos.
Con frecuencia, el anciano sufre alteraciones del
sueño, siendo el insomnio la más común;
puede encontrarse irritable, ya sea en un estado general
de malhumor o simplemente intolerante ante motivos
mínimos, y en la mayoría de los casos, los hombres
pueden perder peso y apetito; mientras que en las mujeres se
incrementa.
Características clínicas de las depresiones
seniles:
Agitación frecuente.
Ansiedad y quejas somáticas diversas.
Disminución de memoria,
raciocinio y concentración.
Mayor riesgo suicida.
Humor deprimido
Rápida progresión de los síntomas
Comienzo del trastorno bastante preciso
Frecuentes respuestas de "no sé"
SUICIDIO
Los factores físicos y la funcionalidad, el numero de
enfermedades crónicas, el grado de discapacidad
fueron analizados en diferentes estudios encontrándose
asociación entre estos y el "deseo a morir", sin embargo
en la mayoría de los casos estos se asociaban a problemas
psicológicos especialmente la depresión.
La discapacidad física puede ser un fuerte predictor de
suicidio especialmente en hombres por lo que es necesario
remarcar la importancia de una evaluación
psiquiátrica.
Dentro de los factores sociales asociados a suicidio se
encuentran el aislamiento y falta de soporte social. La
religiosidad y espiritualidad fueron encontrados como
factores protectores en ancianos. Los divorciados, solteros
y viudos presentan mayor riesgo que los casados. Los
factores precipitantes mas frecuentemente reportados en las
ultimas semanas previas al suicidio fueron la enfermedad
física y la perdida de algún familiar, con menor
importancia en problemas interpersonales, legales, financieros o
de trabajo
frecuentes en grupos etarios
mas jóvenes.
DEMENCIA
SENIL
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