- El
ancestral Delta del Diquís - ¿Cuándo
fueron descubiertas? - ¿Qué las
hace tan especiales? - ¿Donde
están? - El
exilio - Símbolos
gubernamentales - Políticos
bondadosos - Esferas
registradas - El
recibimiento - ¿Qué
tamaño tienen las esferas?. La más grande
registrada - Bajo el manto
de aluvión - ¿Quiénes
las hicieron? - Los
primeros amerindios. El filtro
biológico - Las tres
grandes regiones - Los nuevos
resultados - Cazadores
y recolectores- Los Clanes.La agricultura - El animal
urbano - Los
códices del trópico. La tribu. Reyes, caciques y
sacerdotes - Las
fronteras del reino - Matriarcado
- ¿Cómo
fueron hechas? - Vendedores
de enigmas - Hombres y
mujeres del pasado - ¿De
qué están hechas? - ¿Cómo
las transportaron? - ¿Qué edad
tienen las esferas? - Sin
Testigos - Cronología de las
incursiones españolas a la zona del
Diquís - ¿Qué
representan? - Intérprete
de las esferas - Producción de
esferas como actividad económica - Trabajos
de campo - ¿Por
qué es tan importante su emplazamiento
original? - El parque
temático de las esferas - Exhortación
- Arqueología
- Conclusión
- Bibliografía
consultada
El Delta del Diquís, ubicado en el pacifico Sur
de Costa Rica, en
la baja Centroamérica, alberga una de las manifestaciones
escultóricas y culturales, más sorprendentes y
singulares de toda la América
prehispánica.
Se trata de las monumentales esferas de piedra descubiertas
en la espesa jungla tropical costarricense, donde en otras
épocas se desarrollara una particular cultura
amerindia que dominó todo el delta y un amplio territorio
en torno a
él.
El alto grado de perfección de estas singulares efigies y
la gloriosa manifestación de su pasado, evocan
incógnitas similares a las planteadas por las
pirámides mayas y aztecas, los
colosales rostros de la isla de Pascua, los abrumadores muros de
Sacsayhuamán, las megalíticas cabezas olmecas, la
ciudad de los dioses en Tiahuanaco, las reliquias de
Anáhuac, o el encumbrado emporio de Machu Pichu, entre
muchos otros tesoros amerindios.
Los ineludibles siglos han
borrado el nombre de la notable civilización que las
esculpió, pero las edades no pudieron destruir sus
esféricos monumentos ni corromper el oro de sus
orfebres.
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