- El
origen de los Misterios - Los
Misterios en las Culturas Post-Atlantes - El
Misterio del Grial y la Corriente
Oriental - Los
Misterios de Hibernia, los Celtas y la Corriente
Oriental - Los
Pueblos germánicos y la Corriente del
Norte - La
Corriente Meridional, Cainitas y
Rosacruces - Resumen de las
diversas Corrientes tradicionales - La
unión de las cuatro corrientes y el Congreso de
Navidad - Las Fuerzas
malignas y las Epocas del Alma - Los
Nuevos Misterios y la Piedra Fundacional
Entre la Navidad y el
Año Nuevo de 1923-24 Rudolf Steiner, en el llamado
Congreso de Fundación de Navidad, estableció las
bases de una nueva y pública Sociedad
Antroposófica, y mediante la inauguración de la
Meditación de la Piedra Fundacional (véase en este
mismo número, en la Sección CUESTIONES
ANTROPOSÓFICAS, la Conferencia y
las oraciones que en tal ocasión enunció)
y de la Escuela Superior
de la Ciencia
Espiritual, cuyo fundamento partía básicamente
(1) de la reunión y síntesis
de las cuatro grandes Corrientes de Misterios que han guiado a la
humanidad desde la antigüedad, y así allí
explicitó cómo todos los antiguos Misterios del
Este, del Oeste, del Norte y del Sur quedarían en lo
sucesivo sintetizados en los Nuevos Misterios de la presente
Epoca del Alma
Consciente, bajo la dirección del actual Espíritu del
Tiempo el
Arcángel Solar Micael.
El Congreso de Navidad, desarrollado por Rudolf Steiner
como representante humano terrestre y con la presencia espiritual
de Christian Rosencreutz como representante del mundo espiritual,
junto con la meditación de la Piedra de Fundación,
supusieron un momento histórico transcendental en los
mundos espirituales, al anunciarse los Nuevos Misterios, en los
que ya cada discípulo debe de asumir su propia responsabilidad, y sobre la base de su propio yo
tiene que esforzarse y sacrificarse para poder llegar
al umbral de su propia realización y encontrarse con su
ser crístico. Mientras que los Antiguos Misterios
habían venido dando al aspirante y al discípulo
todo tipo de instrucciones acerca de lo que debía de hacer
a cada momento, y en todo caso eran los instructores los que
determinaban cuando uno estaba preparado y maduro para la
Iniciación, en los Nuevos Misterios es cada uno el que
debe de encontrar el camino por sí mismo, con toda
libertad y
responsabilidad. Y al tomar el propio aspirante las riendas de su
propio destino espiritual se acabaron los padrinos y los
hierofantes al antiguo estilo, así como la relación
personalizada con los antiguos maestros y las ceremonias formales
de las viejas escuelas esotéricas.
En el año 1899, al finalizar la etapa fundamental
del Kali Yuga, y con la reciente asunción por el
Arcángel Solar Micael del puesto de Espíritu del
Tiempo, las
cuatro Corrientes de Misterios llegaron a su fin, con el fin de
poder unirse
en los Nuevos Misterios de la nueva edad de la luz, en la cual
el Cristo Etérico vendrá a encontrarse con los
seres humanos y a prepararlos para un cultura de
verdadera fraternidad. Las corrientes de Oriente-Occidente,
reunidas en la nueva sabiduría del Grial de la
Antroposofía, y las corrientes Norte-Sur reunidas en el
Rosicrucianismo, bajo la luz de Vidar-Micael, sacrificaron cada
uno su propia existencia para preparar la semilla para el futuro
espiritual de la humanidad. Si en la antigüedad el
discípulo se entregaba a un ser jerárquico, en los
tiempos modernos la realización espiritual tiene lugar a
través de hechos plenamente conscientes de las
individualidades, que pueden asumir en sus yoes los impulsos
jerárquicos y realizarlos por sí
mismos.
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