Problemas sociales que afectan la adecuada aplicación del Ordenamiento Territorial
Resumen
La actual existencia de múltiples contradicciones
en la sociedad cubana impide la realización de un adecuado
Ordenamiento Territorial y de una correcta Gestión
Integrada en ciudades costeras. El objetivo de este trabajo es
describir los problemas sociales que frenan el desarrollo exitoso
de estos dos métodos en Cuba. Se ejemplifica el
análisis en el caso de la provincia de Santiago de Cuba,
desde una perspectiva crítica y holística. En el
estudio de los problemas sociales se tienen en cuenta diversos
aspectos donde se destacan las violaciones más recientes y
las manifiestas situaciones derivadas de la falta de
integración de ambos métodos en su
aplicación.
Palabras clave: Problemas sociales, zonas
costeras, Ordenamiento Territorial, Gestión Integrada de
Zona Costeras.
Social Problems affecting proper
application of Land-Use Planning and Integrated Coastal Zone
Management in Cuba. Study Case: Santiago de Cuba
Abstract
The existence of multiple contradictions in the Cuban
society at present, impede doing proper Land Used- Planning and
right Integrated Management at the coastal cities/towns/villages.
The description of the social problems when applying those two
methods in Cuba is the aim of the present work. The case of the
Santiago de Cuba Province is exemplified form a critical and
holistic perspective. Different aspects are taken into
consideration when analyzing the social problems, giving also
illustrations of the most recent violations and manifested
situations derived from the lack of integration when apply both
methods.
Key words: social problems, coastal zone,
Land-Use Planning, Integrated Coastal Zone Management.
Introducción
El crecimiento acelerado de la población en
muchos países ha generado el surgimiento de grandes
urbanizaciones, la mayoría de ellas localizadas en zonas
costeras con grandes riesgos ante fenómenos naturales y
antrópicos. Estos territorios concentran en la actualidad
una tasa de crecimiento que soporta el 60 % de la
población mundial. Actualmente existen más de 180
países con grandes poblaciones localizadas en zonas
costeras de baja altitud, 130 de ellos, los que comprenden el
70%, poseen sus mayores conglomerados urbanos a pocos
kilómetros de la costa[1]
En los últimos 100 años el nivel medio del
mar mundial se ha elevado de 10 a 20 cm[2]El ritmo
del aumento se incrementa de 1-2 mm por año, es decir,
unas 10 veces más rápidamente que el ritmo
observado en los últimos 3.000 años. Los modelos
actuales proyectan que los niveles del mar se elevarán de
9 a 88 cm para el año 2100. Debido a esta razón las
zonas costeras y las pequeñas islas serán sumamente
vulnerables[3]
En las últimas décadas las costas se han
modificado y urbanizado intensamente, lo que las hace aún
más sensibles al aumento del nivel del mar. Los
países en desarrollo, con sus economías e
instituciones débiles, están expuestos a los
riesgos más graves, no obstante, las zonas costeras bajas
de los países desarrollados pueden también verse
gravemente afectadas. El aumento del nivel del mar podría
también causar episodios extremos tales como mareas altas,
tormentas repentinas y olas marinas sísmicas (tsunami) que
causan mayor destrucción[4]
Cuba, por su ubicación geográfica y estar
conformada por un archipiélago con dos islas grandes (Isla
de Cuba e Isla de la Juventud) más de 2500 cayos y una
línea de costa que supera los 6 000 Km es vulnerable ante
desastres naturales. Muchas de sus ciudades son sensibles ante la
ocurrencia de fenómenos naturales y antrópicos,
otras manifiestan un considerable aumento demográfico de
las áreas rurales hacia la costa (Milanés, 2011),
lo que unido al crecimiento económico y la presencia del
sector industrial, la existencia de barrios insalubres, los
conflictos entre los diferentes usos y usuarios y la
ubicación de asentamientos en zonas de alto riesgo a los
diferente peligros, evidencian algunos problemas relacionados con
la planificación y el ordenamiento en el territorio
costero.
Dentro de ellas, la provincia de Santiago de Cuba no
escapa a esta realidad. Esta urbe se localiza en la región
Suroriental, considerada como la de mayor peligrosidad
sísmica del país, por su cercanía a la zona
de fallas Bartlett-Caimán[5]lo cual
representa un riesgo potencial para los asentamientos humanos.
Otra de las amenazas, es la presencia de una actividad
ciclónica muy alta[6]con la frecuencia de
huracanes y tormentas tropicales[7]Dentro de las
amenazas antrópicas a que se expone la ciudad y que afecta
considerablemente el patrimonio construido y sumergido, se
encuentra la contaminación
ambiental[8]fenómeno que damnifica a la
mayoría de las grandes ciudades costeras, por lo que su
análisis constituye también un factor a considerar
al evaluar de manera holística los programas de
ordenamiento territorial que regulan y planifican el crecimiento
de estas áreas.
El análisis del ordenamiento territorial a que
están expuestas en la actualidad las ciudades,
especialmente aquellas localizadas muy cerca de la línea
de costa, exige de estudios integradores en pos de minimizar las
vulnerabilidades y riesgos a que están sometidas. Hoy se
sabe que muchos desastres urbanos localizados en la zona costera
son razonablemente predecibles, y que a menudo se producen de
forma cíclica. Sin embargo, con frecuencia la
vulnerabilidad de las construcciones, infraestructuras y
población en general que se ubica en los espacios
litorales son el resultado de las acciones que realiza el hombre,
convirtiéndose esta situación en un gran problema
social de irrefutable actualidad.
Cuba es uno de los países que más ha
avanzado en el mundo en lograr un adecuado ordenamiento
territorial en estos espacios. La creación de las
direcciones provinciales y municipales de Planificación
Física en las 15 provincias del país ha permitido
que se realicen numerosos estudios que parten desde el
diseño de planes especiales, parciales y sectoriales de
ordenamiento territorial hasta estudios de factibilidad y micro
localización. Sin embargo todavía se necesita
perfeccionar varios aspectos en el orden institucional y en la
sociedad que impiden una mejor gestión; esto significa que
existen contradicciones en la sociedad cubana que atentan contra
la gestión integrada de las zonas costeras. Por estas
razones el objetivo de este trabajo se centra en describir
cuáles son los problemas sociales que enfrentan el
Ordenamiento Territorial (OT) y la Gestión Integrada de
las zonas costeras en Cuba ejemplificando el caso de la ciudad de
Santiago de Cuba desde una perspectiva crítica.
Desarrollo
La guía para la elaboración de planes de
OT surgió como una primera respuesta a los cambios
organizacionales y demanda de la sociedad (Padrón Lotti,
2007). Este instrumento de planeación tiene como
propósito elevar la calidad y capacidad de los
órganos e instituciones que trabajan directamente con
estos planes y en su elaboración científica. Es de
valido considerar el carácter abierto de la guía,
que proporciona que en cada municipio y asentamiento se proponga
el diseño conceptual, metodológico y técnico
del plan, teniendo en cuenta la identidad local que se procura
con la dinámica económica y social del
territorio[9]
La temática del ordenamiento territorial recibe
un trato muy general, siguiendo el mismo modelo para territorios
urbanizados, costeros o rurales, lo que demuestra que
todavía falta mucho por hacer. Parte de las causas de los
daños observados en los desastres de los últimos
años en zonas costeras se deben en gran medida a
cuestiones como esta. Por otro lado también es posible
deducir, teniendo en cuenta que la metodología actual no
contiene todos los elementos necesarios para mitigar los
desastres ocurridos en zonas litorales, que existen problemas de
conocimiento, que persisten las dificultades en la
comprensión del fenómeno, que hay problemas con la
capacitación en estos temas, tanto de la población
como de los sectores empresariales, y de los tomadores de
decisiones y por consiguiente contradicciones entre el
conocimiento del problema, su comprensión y la
búsqueda de soluciones al mismo.
El Ordenamiento Territorial (OT) y el urbanismo
constituyen una vía para evaluar el papel del hombre en el
proceso de asimilación y transformación del medio
ambiente de las ciudades (Pérez & Rodríguez,
2002). Para lograr el desarrollo equilibrado de las costas y la
organización física del espacio se debe prestar
especial atención en la elaboración de los planes
de OT, donde se tomen en consideración los aspectos
ambientales y de riesgos ante los cambios climáticos, el
ascenso del nivel del mar y las catástrofes de origen
natural, lo anterior constituye un reto para urbanistas,
planificadores y gestores.
2.1 Problemas detectados
La zona costera de la provincia de Santiago de Cuba se
encuentra medianamente antropizada y erosionada. Es una zona
vulnerable ante sismos de hasta 10 grados en la escala
MSK[10]En ella existen numerosos ecosistemas ricos
en biodiversidad donde además se concentra un valioso
patrimonio cultural terrestre y sumergido, con innegables
posibilidades de frente a su valorización. Lo mencionado
aporta una singularidad exclusiva dentro del territorio nacional
al objeto de estudio de ésta
investigación.
En la zona costera de la provincia de Santiago de Cuba
es común encontrar sitios de alto desarrollo
turístico en la proximidad de núcleos urbanos, con
descargas municipales directas al mar o con la presencia de
corrientes costeras que se encargan de su
distribución[11]La reclamación del
área de manglar para el desarrollo urbano y de la
acuicultura es otra práctica común en la
región así como el depósito de relieves
mineros en áreas próximas a sitios de
reclutamiento, crecimiento y desove de organismos marinos de
importancia económica regional. Estos son algunos ejemplos
de los usos sociales competitivos existentes en las áreas
costeras y marinas os cuales son generalizados en la
región Sur Oriental de Cuba.
Los dos municipios costeros de la provincia (Santiago de
Cuba y Guamá), que representan un 32% de su territorio,
exhiben problemas derivados de una inadecuada
planificación y gestión territorial. Ambos
municipios concentran más del 39% de su población y
soportan en la actualidad un crecimiento demográfico
acelerado, este proceso ha venido acompañado de una
intensificación de los usos urbanos, de la
concentración de núcleos industriales y de la
organización de una importante red de infraestructuras
cerca de la zona costera que no cesa de
crecer.[12] La principal causa de los
problemas mencionados se manifiesta en la no
identificación de los principales conflictos que se
generan entre los diferentes usos y usuarios, el desconocimiento
de los limites de la zona costera en el medio terrestre y marino
sí como la inexistencia de un plan que ordene, planifique
y gestione la zona costera de la provincia de Santiago de Cuba de
manera integrada.
Establecer los límites de la zona costera en los
medios marino y terrestre siempre ha sido un tema de particular
importancia y de mucha discrepancia entre planificadores y
gestores. Este aspecto constituye un asunto clave para comenzar a
resolver los procesos de planificación, gestión y
toma de decisiones en los municipios costeros. Por tal motivo se
necesita realizar un estudio detallado y elaborar un
procedimiento de análisis para delimitar la zona costera y
de protección cuyo alcance de aplicación sea
nacional.
En la provincia de Santiago de Cuba, los planes actuales
(generales, parciales y especiales) de Ordenamiento Territorial
elaborados para la zona costera, se encuentran desactualizados y
no han tomado en consideración análisis integrales
en su planificación y gestión. De la misma manera
solo uno delimita el territorio costero y esta
delimitación no se encuentra en correspondencia con lo
descrito en la sección segunda del artículo 4 del
Decreto ley 212 de Gestión de la zona costera, referido a
la estructura y configuración de los distintos tipos de
costas. Se aprecia como dificultad que no se prevén
acciones que propicien una disminución del riesgo ante
desastres y los cambios climáticos, ni se interviene
directamente en la búsqueda de soluciones concretas para
el área, apoyando en el cambio de uso de instalaciones en
peligro, la liberación de áreas expuestas para usos
públicos o la intervención directa ante
catástrofes al brindar respuesta que garanticen el
mínimo de pérdidas y tiempo en la
desarticulación de las actividades urbanas y territoriales
antes de desencadenarse el peligro, durante y con posterioridad
al paso de un evento extremo, por solo citar algunas.
Lo antes expuesto se sintetiza en las siguientes
manifestaciones de la situación
problémica:
Existen dificultades en la delimitación
actual de la zona costera de la provincia de Santiago de Cuba
y su zona de protección, lo cual excluye áreas
de interés geográfico-económico y
social. Esto influye en el desconocimiento actual que tiene
la sociedad, específicamente las comunidades costeras
de los límites terrestres de la zona
costera.Existen violaciones en el otorgamiento de nuevas
microlocalizaciones e inversiones ejemplo: cementerios, obras
industriales, etc. dentro de la zona costera de la provincia
de Santiago de Cuba. Son también otorgados permisos
particulares de construcción en áreas
vulnerables.La zona costera de la provincia de Santiago de Cuba
ha sido poco investigada, existiendo carencias en los planes
territoriales de regulación y control integral de las
diferentes actividades que se realizan así como las
interacciones que se producen derivadas de la relación
tierra-mar.Insuficiente información actualizada de las
características, usos – usuarios, conflictos y
problemas que se generan en la zona costera de la provincia
de Santiago de Cuba lo cual afecta la toma oportuna de
decisiones.Crecimiento acelerado de asentamientos
espontáneos o planificados en la zona costera de la
provincia de Santiago de Cuba, muchos de ellos localizados en
zonas de alto riesgo a peligros de origen natural y
antrópico, esto también conlleva a un uso y
ocupación inadecuado del territorioDeterioro de ecosistemas y consecuente
pérdida de la diversidad biológica en la zona
costera de la provincia de Santiago de Cuba.Erosión progresiva de la zona costera, por la
presencia de construcciones realizadas con diseños
incorrectos, aditivo al empleo de materiales y
tecnologías no adecuadas.Suelos costeros urbanizados que fomentan la
pérdida de identidad y el sentido de pertenencia de
las comunidades costeras.Dispersión de información y
desconocimiento de estudios y proyectos entre las diversas
instituciones que trabajan en la zona costera.Existen bases cartográficas y Planes de
Ordenamiento Territorial y Urbano desactualizadas en muchos
de los dos municipios costeros, derivado en parte por el
debilitamiento de la fuerza de trabajo calificada que en
estos momentos presentan las Direcciones Provinciales y
Municipales de Planificación Física (DPPF y
DMPF) para acometer las diferentes tareas. Lo mencionado
aporta una singularidad exclusiva dentro del territorio
nacional a los planes de Ordenamiento Territorial en zonas
costeras.Necesidad de formular nuevos instrumentos integrales
que garanticen los vínculos entre la
planificación del desarrollo, el uso del territorio,
los diseños adecuados de proyectos de inversión
y la gestión anticipada del riesgo.
Estas cuestiones denotan que es necesario tomar medidas
en el orden administrativo y tecnológico que conduzcan a
garantizar un elevado nivel en la planeación, ordenamiento
y gestión de las zonas costeras en función de los
nuevos proyectos constructivos y de infraestructura que se
diseñen. Por tanto existe una necesidad de planificar y
gestionar la zona costera de la provincia de Santiago de Cuba de
manera holística a partir de un nuevo procedimiento que
permita reconocer el carácter distintivo de éstas
zonas como áreas importantes para el desarrollo de
ecosistemas únicos dentro de la geografía global,
donde se tengan en consideración los criterios de
participación ciudadana en las fases de diseño e
implementación y donde sean contemplados además los
severos conflictos que se generan por la multiplicidad de usos y
usuarios así como los riesgos que ponen en peligro la
integridad funcional del sistema y sus recursos, por tanto, se
requiere una reflexión conceptual, metodológica y
técnica que contribuya a la eficiencia, eficacia y
efectividad en la planificación y gestión integrada
de la zona costera de la provincia de Santiago de Cuba a partir
de la propia identidad local, de la dinámica
económica y social del territorio.
El concepto de gestión integrada de zonas
costeras ha sido empleado a nivel mundial mediante diferentes
acepciones –manejo integrado de zonas costeras (MIZC),
gestión integrada de zonas costeras o áreas
litorales (GIZC), planificación costera y
manejo, etc.-, algunos de los cuales incorporan o asumen en
el proceso la fase de planificación[13]De
aquí se infieren aquellas acciones encaminadas al estudio,
análisis, evaluación, planificación,
organización, dirección, ejecución,
seguimiento y control. Este concepto que insertado adecuadamente
en función del ordenamiento territorial, constituye una
herramienta de trabajo muy útil en los procesos
constructivos y de infraestructura que se desarrollan en el
país, convirtiendo a la gestión de las zonas
costeras en un proceso abarcador y a la vez
específico.
Si se consideran todas las prerrogativas analizadas del
ordenamiento territorial en zonas costeras, es posible, teniendo
en cuenta el concepto de ordenamiento territorial definido con
anterioridad, discernir como gestión del ordenamiento
territorial en zonas costeras, a la actividad que se encarga de
contemplar todos los estudios que deben realizarse en los
espacios litorales, los cuales deberán incluir la
evaluación de los fenómenos o procesos naturales
relacionados con la geodinámica marino-terrestre y los
procesos o fenómenos inducidos por la actividad
antrópica que afectan los proyectos u obras ingenieriles
de infraestructura urbana, situados o en pos de ubicarse en estos
territorios costeros; de forma tal que se contribuya a planear,
organizar, dirigir, evaluar y controlar las medidas orientativas
y de toma de decisiones que sean dictadas a favor de los
proyectos u obras urbanísticas, dirigidas a prevenir y
mitigar los daños provocados por la ocurrencia de eventos
de carácter natural o antrópico influyendo en los
procesos de adaptación al cambio
climático.[14]
De forma más amplia se puede decir que la
gestión del ordenamiento territorial en zonas costeras se
debe realizar para evitar las consecuencias que futuros proyectos
de desarrollo residencial, turístico o de infraestructura
urbana así como los fenómenos naturales o inducidos
(amenazas), tienen sobre los ecosistemas costeros, los espacios
litorales y las comunidades costeras asentadas, los cuales llevan
implícito en ocasiones, la transformación de la
realidad (vulnerabilidad) por lo que se hace necesario tomar
medidas organizativas y tecnológicas para disminuir sus
impactos (gestión) propiciando una herramienta para la
toma oportuna de decisiones .[15]
Internacionalmente, el mayor problema de la
gestión del ordenamiento territorial y la
planeación en zonas costeras en cualquier nivel de
gobierno, es que la gestión es un problema a largo plazo,
y los gobiernos no han sido particularmente compasivos y
comprensivos en la planificación del desarrollo a largo
plazo, ni han destinado mucho dinero en la reducción de
los riesgos y las vulnerabilidades que estos territorios
enfrentan a largo plazo[16]En consecuencia, debido
precisamente a que la función de la gestión
está dirigida a la realización de determinadas
transformaciones de la realidad, precisa ser contextualizada, y
en función de esto, plantear un mecanismo capaz de
garantizarla que en la medida de las posibilidades reales de cada
país, se puedan visualizar la resolución de los
problemas sociales que le impiden su realización
exitosa.
2.2 Problemas sociales que afrontan el Ordenamiento
Territorial y la Gestión Integrada de las Zonas Costeras
en Santiago de Cuba.
La tendencia internacional en lo relacionado a la
disminución de riesgos y vulnerabilidades en zonas
costeras producto del adecuado ordenamiento territorial y de las
técnicas de construcción ha empelar en éstas
áreas, esta siendo investigada con mucho
énfasis.
Cuba no está exenta de esta tendencia, la
experiencia práctica demuestra que a pesar de los logros
en esta esfera (que son muchos), es necesario continuar
integrando los estudios realizados por varias ciencias o ramas de
la ciencia (geofísicos, ingenieros estructurales,
demógrafos, geógrafos, arquitectos y
sociólogos, entre otros.) en función de la
disminución la vulnerabilidad de las construcciones y de
los riesgos geológicos ante deslizamientos de
tierra.
En este contexto, es preciso entender que el
ordenamiento territorial y la gestión integrada en zonas
costeras es un proceso dinámico, donde sus manifestaciones
pueden variar de una comunidad a otra, o de un año a otro.
Existen factores que se pueden evitar o reducir para disminuir
las vulnerabilidades. En muchos casos se requieren recursos
económicos, pero en otros casos los elementos principales
son las decisiones políticas, económicas y
sociales. Asimismo, la vulnerabilidad a que están
sometidos los territorios costeros no es exclusivamente un
problema de carencias, bajos recursos o pobreza, sino de
cómo se ordenan, planifican, asignan y utilizan los
recursos disponibles contribuyendo a desarrollar escenarios para
la mitigación.[17]
En este sentido los resultados de las indagaciones
realizadas en el contexto de la presente investigación,
confirman que de una manera u otra estos factores están
presentes en la realidad de las comunidades costeras, las obras
constructivas y de infraestructura que se ejecutan y, en la
sociedad en general, trayendo consigo la manifestación de
problemas de índole económico, medioambiental,
cognitivo, de educación, culturales, pedagógicos,
entre otros, que se explican más adelante:
Desde el punto de vista económico
el ordenamiento territorial y la gestión integrada de las
zonas costeras son métodos no integrados. Este
planteamiento queda evidenciado en los procesos de
declaración de nuevas zonas bajo régimen de manejo
costero que se han desarrollado en la provincia. También
se aprecia en los diseños de nueva infraestructura
urbanística-arquitectónica, los cuales en ocasiones
presentan una planificación inadecuada de los sitios
idóneos para la ubicación de nueva infraestructura
vial donde no son considerados los posibles riesgos que se
producirán posteriormente a la ubicación de estas
en zonas frecuentemente amenazadas, trayendo consigo la
utilización errónea de los recursos
económicos en unos casos, y en otros gastos excesivos en
labores de rehabilitación de las obras ya construidas
luego de ser abatidas por los eventos naturales y
antrópicos.
En Cuba existen numerosos ejemplos que demuestran la
utilización inadecuada de recursos económicos.
Ejemplo fehaciente se concreta en el amplio crecimiento
desproporcionado de las ciudades y poblados cubanos en
años anteriores, sin una planificación
física verdaderamente consciente de los problemas
ambientales que hoy día enfrenta la sociedad cubana. En
este sentido, se conoce la ubicación de varios poblados en
zonas peligrosas, donde el Estado cubano ha tenido que invertir
cuantiosos recursos económicos para rehabilitarlos, en
varias ocasiones. Un ejemplo reciente lo constituye el poblado de
Santa Cruz del Sur[18]en la provincia de Camaguey,
afectado en varias ocasiones por las inclemencias del viento y
del mar, provocando pérdidas económicas
considerables al Estado y fuertes afectaciones a la
economía familiar. También se reconocen como
asentamientos costeros vulnerables las comunidades de Surgidero
de Batabanó, Paya Cajío, Cortés, Isabel
Rubio y Campo Alegre, algunos de los cuales ya han sido
reubicados[19]
En la provincia Santiago de Cuba desde el punto de vista
de la infraestructura se encuentra el caso de la carretera
Santiago de Cuba – Guamá – Granma. Esta carretera
actualmente está siendo restaurada pero por años ha
sido afectada en varios tramos por la acción del mar
presentando un peligro potencial de incomunicación por
ocurrencia de deslizamientos y/o desprendimientos de su taludes
en varias zonas. En la mayoría de los casos los taludes
tienen alturas que oscilan entre los 20 y 40 metros, y una
inclinación de 60 a 90º, en estos ya en el 92% se han
manifestado o se manifiestan de alguna manera deslizamientos,
derrumbes o desprendimientos de rocas. [20]Los
numerosos recorridos efectuados por especialistas de la provincia
a esta zona, determinan los daños económicos en los
más de 5 puentes que se encuentran a lo largo de la
carretera. [21]
Desde el punto de vista ambiental el
ordenamiento territorial y la gestión integrada de las
zonas costeras también presenta dificultades. Siguiendo
con el caso de la provincia Santiago de Cuba, se observa que
alrededor de esta existen factores vinculados al ordenamiento del
territorio que atentan contra el cumplimiento de las normas
ambientales reguladas en la Ley 81 de Medioambiente.
También se aprecian otras violaciones del Decreto Ley 200
de las Contravenciones en materia de medioambiente y del Decreto
Ley 212 de Gestión de la Zona Costera, muchas de las
cuales incrementan la vulnerabilidad de los suelos y conllevan a
la contaminación de aguas subterráneas, entre las
violaciones realizadas focalizamos los siguientes:
Ubicación de varias industrias en los
márgenes de la bahía de Santiago de Cuba, las
cuales generan grandes desechos industriales contaminantes
que van a parar al subsuelo, ríos y directamente a la
bahía de Santiago de Cuba, sin plantas de tratamiento
de residuales lo cual genera una considerable carga
contaminante.[22] Esta bahía es
considerada la segunda más contaminada de Cuba,
sólo superada por la Bahía de La Habana
(Villasol, 1979).Ubicación de la actividad agrícola en
los alrededores de la ciudad de Santiago de Cuba cuya carga
de fertilizantes y aureola de dispersión permite la
entrada al manto freático de elementos nocivos para la
salud, contaminando fundamentalmente las áreas
aledañas a la cuenca del río San Juan, mayor
humedal de la provincia, de donde se obtiene agua
subterránea para abastecimiento a gran parte de la
población de la ciudad de Santiago de Cuba.Mal estado técnico-constructivo en que se
encuentran los sistemas de alcantarillado del
perímetro costero de la provincia. Provocando que
tanto los desechos institucionales, así como
residenciales, en reiteradas ocasiones se desborden y
contribuyan con el aumento del estado de contaminación
de los suelos y locaciones
diversas.[23]Ausencia de sistema de drenaje pluvial en el litoral
costero.Nuevas microlocalizaciones otorgadas a menos de 50
metros de la línea de costa para la
construcción de nuevas obras, ejemplo cementerios y
asentamientos costeros.
Los problemas analizados traen al debate otros dos
problemas que están íntimamente relacionados:
problemas cognitivos y socio culturales, que
también afectan el ordenamiento territorial y la
gestión integrada de las zonas costeras en Cuba y
específicamente en la provincia de Santiago de
Cuba.
Nuestra sociedad se ve afectada en ocasiones por una
amplia indisciplina social lo cual se evidencia en el no
cumplimiento de las regulaciones urbanísticas existentes
contribuyendo con su accionar al desorden en la
planificación de la ciudad y a la maximización de
vulnerabilidades. De esta manera son realizadas algunas obras
constructivas privadas generadoras de riesgos en zonas no
óptimas para estos fines. Algunos de los ejemplos citados
anteriormente de las autorizaciones emitidas que obvian los
problemas ambientales que se generan en Santiago de Cuba muestran
claramente esta situación.
Pudiéramos citar el caso del barrio insalubre de
Van Van y Venceremos. En el año 1995 este barrio fue
erradicado construyéndose en su lugar varios edificios
multifamiliares que fueron otorgados a la población. En la
actualidad ha vuelto a asentarse en el área una gran
cantidad de población. Las viviendas construidas emplean
materiales locales como el cartón, latón y la
madera con técnicas constructivas precarias, localizadas
en zonas vulnerables a deslizamientos de tierra.
Todo esto se traduce en una insuficiente cultura general
sobre la necesidad de aplicar una adecuada planeación
territorial y una gestión integrada de las zonas costeras
tanto en el sector empresarial como en la población;
además de la insuficiente preparación cognoscitiva
en estos temas; razón por la que se hace necesario
también, reforzar desde la instrucción, el
conocimiento y la vigilancia de los mismos en las generaciones de
santiagueros.
Otro gran problema que enfrenta la gestión del
ordenamiento territorial relacionado además con los
procesos técnico-constructivos y de infraestructura urbana
en zonas costeras son los problemas de tipo
educativo, hacia los cuales también se necesita
aumentar acciones mediante la formación en centros de
educación como por medio de la capacitación para la
comunidad en general.
Citando algunos ejemplos se manifiesta el incremento en
los valores de susceptibilidad ante la ocurrencia de
deslizamientos en algunas zonas de la provincia de Santiago de
Cuba sobre todo en barrios periféricos como en el
asentamiento de Van Van y Venceremos donde las personas
continúan asentándose en zonas de riesgo a los
desprendimientos de taludes. Se evidencia la ignorancia que
presentan algunos pobladores los cuales han construido sus
viviendas en la cercanía del cable de tensión
eléctrica que tiene más de 100 000 Watt.
Existe además una indisciplina social y
empresarial ocasionada por la realización de obras
constructivas sin el amparo de los conocimientos
científicos y técnicos apropiados. De esta manera
se construye muy cerca de la primera línea de costa con
materiales tales como el hormigón armado afectando las
dunas de las playas y la dinámica natural de las arenas.
Se observa desconociendo en las regulaciones vigentes para
algunos casos; además de ejecutarse obras sin previa
autorización de las Direcciones Regionales de
Planificación Física y la
vivienda.[24]
Es conocida además la falta de superación
de muchos directivos empresariales.[25]
Todavía es insuficiente la capacitación del
personal que labora en las direcciones provinciales y municipales
de Planificación Física, el CITMA y sus entidades
adjuntas en cuestiones relacionadas con leyes y decretos,
regulaciones medioambientales, estrategias y procedimientos que
intervienen en la planificación, el ordenamiento y la
gestión en zonas costeras. Esta situación
también es de alcance nacional.
Todas las cuestiones relacionadas con anterioridad son
sumamente importantes y estratégicas desde el punto
de vista de la defensa del país. A pesar de que
existen indicaciones nacionales que parten de la LEY 75 (Ley
nacional de la defensa) y con respecto a la gestión de
riesgos ante inminentes desastres se estableció la
Directiva No 5, hoy constituye un serio problema social su
aplicación. En este ámbito se cometen serias
violaciones de éstas y, otras disposiciones y normas
legales vigentes, todo lo que ha llevado a que durante la
ocurrencia de fenómenos como los aquí referidos, se
incrementen las pérdidas materiales, amén de las
medidas organizativas de evacuación que realiza la Defensa
Civil cubana en situaciones de
desastres[26]
El gobierno cubano, en relación con la
temática de los riesgos y los desastres por penetraciones
del mar en zonas costeras, ha establecido una estructura
organizativa encabezada por la Defensa Civil, ha legislado varios
aspectos relacionados con las tareas que se deben desarrollar, y
ha promovido una amplia gama de acciones, que incluyen la
realización de investigaciones y proyectos de corte
científico; todo con la finalidad de enfrentar con todas
las herramientas posibles y en las mejores condiciones, las
diversas situaciones que se presenten para disminuir los posibles
daños que pueden causar la ocurrencia de eventos naturales
o antrópicos en estos espacios litorales.
A pesar de que en estos momentos la Defensa Civil, los
Centros de Prevención de Riesgos, el Ministerio de
Ciencia, Tecnología y Medioambiente conjuntamente con el
gobierno de las diferentes provincias de conjunto con el
Instituto de Planificación Física (IPF) y otras
entidades de los territorios, están trabajando a nivel de
país en la elaboración de los estudios de peligro,
vulnerabilidad y riesgos, (Directiva 1 del Consejo de Ministros,
2009) y de evaluación del impacto y la vulnerabilidad en
asentamientos costeros por efecto de Cambio Climático y
eventos meteorológicos severos (Macroproyecto 11, 2009),
los procesos de ordenamiento y planeación en las zonas
costeras necesitan una reformulación de sus bases
metodológicas, donde se tomen en consideración los
resultados de estos últimos estudios con enfoques
integrados que aporten al ordenamiento de los municipios costeros
el empleo de nuevas variables ambientales relacionadas con el
manejo de los ecosistemas presentes en estas áreas, de
manera tal que: sean incorporados los ecosistemas marinos y
costeros dentro de los planes del Ordenamiento territorial a
partir del reconocimiento e importancia de éstas
áreas como ecosistemas estratégicos del
país; donde se consideren los servicios ambientales que
prestan a las poblaciones humanas que habitan estas zonas; y
donde se contemplen los problemas y conflictos que se generan en
las zonas costeras derivadas por la multiplicidad de usos y
usuarios.
Todo este análisis demuestra la actualidad de
esta temática y la necesidad de crear instrumentos
específicos para lograr el desarrollo económico y
social sostenible en las zonas costeras de Cuba.
Por tanto queda planteado el reto, la necesidad de una
herramienta que contribuya la gestión integrada de las
zonas costeras y que promueva acciones en función de
resolver la situación entorno a la planeación y el
ordenamiento. Esta herramienta deberá considerar
también la resolución de los problemas sociales
analizados en este documento.
Adicionalmente, a estos estudios está planteada
la necesidad de continuar realizando investigaciones y acciones
que contribuyan al mejoramiento de estas cuestiones. Los
criterios más generales expresados alrededor de este tema
son:
Realizar investigaciones destinadas a identificar
mejor los distintos tipos de problemas y conflictos
relacionados con los usos, la planificación y el
ordenamiento territorial que están latentes en las
zonas litorales.Realizar investigaciones destinadas a identificar
las violaciones que se producen del decreto ley 212, 200 y de
la ley 81 de medio ambiente.Proponer nuevos instrumentos (metodologías,
estrategias o modelos) para la planeación y el
ordenamiento sostenible de la zona costera.Dar a conocer a los tomadores de decisiones la
índole y consecuencias de los problemas generadores de
riesgo.Elaborar mapas de riesgos geológicos y
vulnerabilidad a nivel general y territorial, y
diseñar los sistemas de monitoreo de las zonas
más amenazadas donde se pueden desencadenar eventos
catastróficos.Capacitación a la población y a los
tomadores de decisiones sobre los eventos naturales y
geológicos, sus efectos negativos y su
mitigación en los programas de educación
primaria, secundaria, profesional y no-formal, a nivel
nacional.Educar a las comunidades costeras acerca de los
riesgos naturales y antrópicos a que están
sometidos, sus consecuencias, y las acciones a tomar de
carácter preventivo.Realizar programas de capacitación con la
población para evitar el uso de materiales y
tecnologías constructivas no adecuadas en zonas
costeras.Delimitar la zona costera empleando variables que
permitan incluir dentro de los límites a aquellas
comunidades que interactúen con los recursos
marino-costeros.Vincular los procedimientos de Declaración de
Zonas Bajo Régimen de Manejo Integrado Costero con los
instrumentos de planeación territorial.
Conclusiones
Luego de culminar la investigación se arriban a
las siguientes conclusiones:
En el orden internacional se demuestra la existencia de
numerosos asentamientos urbanos costeros localizados en zonas
frágiles ante distintas amenazas, donde existe un
crecimiento poblacional que se incrementa cada año, lo
cual exige de estudios de vulnerabilidad, planificación y
ordenamiento territorial así como la gestión
integrada como proceso particular para minimizar los
riesgos.
Lograr la gestión integrada de las zonas costeras
en los procesos de planeación y ordenamiento territorial
constituye gran problema social de irrefutable actualidad en Cuba
por tanto se hace necesario el diseño e
implementación de políticas de desarrollo
sostenible en estas ciudades costeras, de manera tal que puedan
enfrentar los cambios climáticos que se
avecinan.
Los Planes Generales de Ordenamiento Territorial y
Urbano son instrumentos sumamente útiles para ordenar los
usos de suelo, sin embargo, estos programas actuales no responde
100 % a los procesos de conservación sostenible de los
ecosistemas costeros ya que su ámbito geográfico de
actuación está referido en exclusiva al medio
terrestre.
La manera de gestionar de forma holística las
zonas costeras en Cuba actualmente no satisface las necesidades
reales del país, evidenciándose en primera
instancia un divorcio objetivo entre el uso de los resultados
científicos y el desarrollo local, y de forma secundaria,
entre lo legislado en materia de gestión de riesgos y de
leyes medioambientales, su conocimiento y el cumplimiento de sus
preceptos por los habitantes y directivos cada
territorio.
La Dirección Provincial de Planificación
Física en Cuba no cuenta con un método
específico para la planeación y gestión
integrada de la zona costera, sin embargo algunas acciones tienen
su curso hoy en día para la conservación de estas
áreas litorales. Se destacan el decreto ley 212 y los
nuevos procesos de declaración de ZBRMIC.
Desde el punto de vista económico existen
afectaciones por una planificación inadecuada de los
sitios para la ubicación de nueva infraestructura o por la
falta de consideración y evaluación de los posibles
riesgos que se producirán por la necesaria
ubicación de estas en zonas frecuentemente
amenazadas.
Desde el punto de vista ambiental existen factores
antrópicos que incrementan la vulnerabilidad de las
construcciones, urbanizaciones e infraestructura en las zonas
costeras.
Santiago de Cuba se expone a amenazas naturales y
antrópicas. Dentro de estas, se evalúan como
amenazas extremas los sismos, los huracanes y las amenazas
tecnológicas. En la provincia existe además una
insuficiente cultura general sobre los límites de costa,
tanto en el medio empresarial como en la población; por
consiguiente hay una limitada preparación cognoscitiva en
estos temas, razón por la que se hace necesario reforzar
desde la instrucción, el conocimiento de los
mismos.
Desde el punto de vista de la defensa del país,
existen dificultades con la aplicación de las indicaciones
del Consejo Nacional de Defensa y de la Defensa Civil,
cuestión que incrementa la vulnerabilidad de las obras
construidas y por consiguiente de la población en estos
territorios.
Numerosas entidades de la provincia de Santiago de Cuba,
vienen desarrollando investigaciones en aras de evaluar y
minimizar la vulnerabilidad y el riesgo en los asentamientos
costeros del territorio. Se destacan: la Delegación del
CITMA, el Centro de Estudios Multidisciplinarios de Zonas
Costeras (CEMZOC) de la Universidad de Oriente y la
Dirección Provincial de Planificación Física
(DPPF).
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