- ¿Qué nos dicen algunos
gestos? - ¿Qué dicen nuestros
brazos? - ¿Qué dicen nuestros
cabellos? - ¿Cómo nos delatan nuestras
piernas? - ¿Manos?
- ¿Cómo nos comportamos con los
gestos con nuestra pareja? - ¿Al caminar que
decimos? - ¿Cómo darle el valor que se
merece al lenguaje no verbal? - En
resumen - Bibliografía
"Es perfectamente monstruosa la manera
como la gente, hoy en día, sigue diciendo cosas en contra
de uno, detrás de la espalda que son absoluta y
completamente ciertas". OSCAR WILDE, EL
RETRATO DE DORIAN GRAY.
"No olvidemos que la dicción en
sí es una herramienta poderosa para
la psicoterapia y para la coreografía del drama
emocional y ético del ser humano." FEFL en Dislexia, y
Neurociencia.
El lenguaje no verbal ayuda a aprender
más sobre uno mismo, a mejorar las relaciones con los
demás y a saber qué tipo de persona se tiene por
delante, pero debemos tener cuidado, las personas que dominan el
lenguaje silencioso del cuerpo y controlan los movimientos
inconscientes que puedan hacer mientras hablan, generalmente
olvidan que hay partes de su cuerpo que siempre les revelan sus
intenciones y contradicen sus verdaderas propósitos.
Siempre hay que tener presente que una persona con movimientos
limitados y estudiados, es posible que esté ocultando la
verdad detrás de su exposición y que quiera
deliberadamente tergiversar una situación para favorecerse
a sí misma.
No puedes quitarme los ojos de
encima…
El cuerpo tiene su propio lenguaje, es un
idioma callado, instintivo y de naturaleza adaptadora, pero tan
expresivo que comunica mucho más que las palabras porque
existía antes de que el lenguaje hablado existiera. Los
expertos estiman que en una conversación el 65 por ciento
de la comunicación se produce de forma no verbal, las
palabras son el 35 por ciento restante, aún así,
influyen más el tono y los matices que las palabras
mismas, éstas pueden llegar a engañar pero los
gestos corporales son inequívocos. Lo son, porque poder
interpretar las intenciones del desconocido, aunque no diga nada
en nuestro pasado prehistórico, significaba la diferencia
entre la vida y la muerte.
Las mujeres puede que, como madres
potenciales, nazcan con una habilidad innata para percibir y
descifrar señales no verbales, si creen que se les
están mintiendo, mientras las palabras dicen otra cosa, el
lenguaje del cuerpo les cuenta otra historia y eso ellas lo
captan.
La percepción femenina no es
accidente sino el resultado de una mayor actividad de
áreas del cerebro donde se establecen las intuiciones y
las respuestas instintivas, el cual es el encargado de las
funciones automáticas.
La opinión sobre una persona se
forma en el primer minuto de conocerla, sin que intervenga ni la
lógica, ni la razón.
¿Qué nos dicen algunos
gestos?
Cruzar los brazos: Denota una actitud
defensivaLlevarse la mano a la boca: Es
disimular una mentiraAcariciar la barbilla: Es evaluar,
ponderar y decidirMorderse las uñas: Inseguridad o
nerviosismoPonerse los dedos en la boca: Denota
necesidad de seguridad, nerviosismoUna sonrisa falsa: Engaño,
traición, falsedadSi te miran a tus ojos fijamente:
Denotan que no hay nada que esconder, es limpia la
conversación, también indica control de la
situaciónSi los ojos no sonríen y se
muestran esquivos y la mirada es falsa: Significa
engañoCuando los pulgares asoman por el
bolsillo: Expresan dominio y seguridadAcariciarse la quijada: Toma de
decisionesEntrelazar los dedos:
AutoridadDar un tirón al oído:
InseguridadMirar hacia abajo: No apreciar lo que
se escuchaFrotarse las manos:
ImpacienciaApretarse la nariz: Evaluación
negativaGolpear ligeramente los dedos:
ImpacienciaSentarse con las manos agarrando la
cabeza por detrás: Seguridad en sí mismo e
ínfulas de superioridadInclinar la cabeza hacia delante:
InterésPalma de la mano abierta: Sinceridad,
franqueza y candorCaminar erguido: Confianza y seguridad
en uno mismoJugar con el cabello: Falta de
confianza en sí mismo e incertidumbreLa cabeza descansando sobre las manos o
mirar hacia el piso: TedioUnir los tobillos: Temor
Manos agarradas hacia la espalda:
Furia, ira, frustración y temorCruzar las piernas, balanceando
ligeramente el pie: AburrimientoBrazos cruzados a la altura del pecho:
Actitud a la defensivaCaminar con las manos en los bolsillos
o con los hombros encorvados: Abatimiento, agotamiento,
cansancioManos en las mejillas:
Evaluación, interésFrotarse un ojo: Dudas
Tocarse ligeramente la nariz: Mentir,
desconfiar o rechazar algoMirar el reloj mientras se habla: Es un
gesto rudo que revela impaciencia, es algo así como:
"Acaba de decir lo que tengas pendiente, porque tengo otras
cosas por hacer".Un tono de voz demasiado alto: Sugiere
una personalidad agresiva o impetuosa, capaz de actuar con
violencia en cualquier momento determinado.Pisadas repetidas en el suelo, mientras
se está estático: Sugiere nerviosismo,
impaciencia, intranquilidad. Se está acumulando
tensión, y es posible que estos sentimientos
reprimidos estallen en algún momento.Si una mujer estrecha un objeto contra
su pecho (los libros, un paquete, o cosas parecidas.):
Manifiesta un instinto maternal desarrollado que espera
satisfacción. También es un gesto que puede
sugerir determinado complejo físico, se
avergüenza del tamaño de sus senos (por grandes o
pequeños); teme una provocación física
(porque se considera vulnerable), ésta siendo su
manera de protegerse.
No me mires…
¿Qué dicen nuestros
brazos?
Si los cruzamos sobre el pecho: Es una
postura defensiva y protectora, ya hemos dichoSubir los brazos por encima de la
cabeza es una señal sin temor a equivocarnos, de
bienestar y de relajaciónBrazos por encima de la cabeza y manos
entrecruzadas en la nuca: Es una posición de
superioridad, de dominio y de seguridadSi se estiran las piernas y se apoyan
en el escritorio, se demuestra una actitud muy prepotente e
inseguraBrazos apoyados en las caderas:
transmite una actitud de arrogancia y de superioridad, a
veces, fingida.
¿Qué dicen nuestros
cabellos?
La configuración de las entradas
o la calvicie, producto de un exceso de testosterona, genera
un carácter especial, conductas más agresivas,
con más impulsividad, y falta de reflexión en
las respuestas¿Cabello largo y
corto?Pelo largo: serenidad, tranquilidad,
equilibrioSaque usted sus propias conclusiones
sobre el cabello corto. ¿Se ha puesto a analizar los
perros de ataque? Ellos llevan el pelo corto, para que no se
les enreden, ni se queden amarrados en ninguna parte, esto
muchas veces se evidencia de igual forma en las
personas.
¿Cómo nos delatan nuestras
piernas?
Si la persona se sienta con las dos
piernas unidas paralela una a la otra: denota una
personalidad cuidadosa, ordenada, equilibrada,
compulsiva
Si el individuo cruza la pierna en
ángulo de 90 grados, al nivel de la rodilla: es ambicioso,
competitivo y, en ocasión, grosero (ésta
posición es poco común o deseable, entre las
mujeres).
La mujer que se sienta en la
posición anterior, o con las piernas abiertas: revela
independencia, un concepto muy definido de su imagen; aunque
masculina y agresiva para lograr sus
propósitos
Cuando se cruza una pierna sobre la otra al
nivel de la rodilla, pero se tuercen una de las dos: se trata de
una persona perfeccionista, aunque insegura y ansiosa
El hombre que se sienta con una pierna
sobre la otra (apuntando hacia al suelo): manifiesta una
personalidad balanceada, una actitud pasiva ante situaciones
que se le puedan presentar en la vida, las cuales resuelve
sólo después de un análisis
meticulosoSi la persona se sienta sobre una
pierna (esconde la otra): sugiere una personalidad
conformista, a quien no le es siempre fácil tomar
decisiones.
Te va gustar… ¿A
mí?
Si nos encontramos de
pie:
Piernas muy juntas y postura erguida:
Es una posición que denota rigidez y tensión.
La persona que se encuentra así está
incomodísima en esa situaciónPiernas ligeramente separadas: persona
relajada y tranquila, segura y confiada. Es una postura que
revela comodidad y naturalidadPiernas muy abiertas: a medida que las
piernas se van separando, empieza a haber una cierta carga de
agresividad, además de ser una mala postura para las
mujeres.
¿Manos?
En párrafos anteriores
comentamos que el tapar la boca con la mano, es un indicio
que descubre al mentiroso; ya que es un gesto inconsciente
que hace acallar la falsedad que sale por la bocaFrotarse o juguetear con la oreja:
denota una falta de atención o de interés en lo
que se está diciendoApoyar la cabeza sobre la mano:
Aburrimiento y falta de interés.Apoyar la barbilla sobre el
puño: InseguridadMordisquear el dedo anular o
índice mientras se apoya la cabeza en la palma de la
mano: InseguridadFrotarse las manos: Es una manera de
reflejar que intuimos el éxito, algo que, a veces, no
es bueno revelarlo al adversarioCruzar las manos por delante con los
dedos entrecruzados: es una actitud que refleja
frustración o desengañoManos agarradas hacia la espalda:
Furia, ira, frustración y aprensión.Comer en público con las manos,
burdamente, reduce la atracción femenina.
Así comen y así lucen las
disoréxicas
Consejo: en todo momento, mantenga sus
manos visibles. Ocultarlas debajo de las piernas, o detrás
de un bolso o chaqueta, sugiere timidez, falsedad, temor e
inseguridad.
Al sentarse, mantenga los brazos sobre sus
piernas o sobre los lados de la butaca o sillón. Esta es
una posición neutra que expresa muy poco de lo que usted
está realmente pensando. De nuevo, ofrezca el
mínimo de información a quienes compiten con usted
de cualquier manera.
Tenga, siempre, cuidado con las manos,
ellas lo revelan todo.
¿Cómo nos comportamos con los
gestos con nuestra pareja?
Si los miembros de una pareja apenas se
miran o se tocan: la relación es fría: es posible
que existan serias diferencias emocionales entre
ambos.
Una pareja, cuyos miembros constantemente
están estableciendo contacto físico entre sí
revela el poco interés que uno siente por el otro. Lo
hacen para impartir que se aman, cuando no… En parejas con
relaciones sólidas, sus miembros se sientan de modo
natural, se comportan con espontaneidad, ya que nada les importa,
porque están seguros de sus sentimientos
mutuos.
Los cónyuges que se tocan
constantemente en público, expresando "amor": es una
manera de comunicar precisamente la inseguridad que
amenaza esa relación débil en muchos
puntos.
La mujer que no usa sostenes y revela su
busto debajo de la ropa: es posible que adopte esta costumbre sin
preocuparse mayormente del lenguaje silente que su cuerpo
está proyectando a otros. Pero sí debe estar
consciente de que su mensaje silente es interpretado por los
hombres a su alrededor como una provocación sexual ("estoy
disponible", "este es el premio que puedo darte si me
conquistas", "ven y toca"), sobre todo en nuestra cultura latina.
La misma interpretación se aplica a los hombres que usan
sus pantalones demasiado ceñidos sugiriendo el área
de los genitales.
Si el hombre toca el área de los
genitales: es un gesto común en muchas culturas. Equivale
a una reafirmación de una masculinidad de la que no
siempre se está seguro: "(creo que) soy hombre y lo puedo
demostrar en cualquier momento". Generalmente, cuando es tiempo
de demostrarlo, escapan.
¿Al
caminar que decimos?
La persona que camina muy aprisa: sugiere
una personalidad dinámica, inquieta, ansiosa por cumplir
las metas que se traza en un tiempo determinado. No le gusta
hacer esfuerzos en vano.
Si el individuo camina con pasos
vacilantes, y no mantiene una dirección recta al caminar:
denota una personalidad igualmente vacilante, errática,
insegura, tímida, cansada por los embates recibidos en la
vida. Es característica de las personas
indispuestas.
Más Lenguaje no verbal
Cuando se provoca la atención por la
ropa y la forma en que uno se viste, no sólo se proyecta
una personalidad exhibicionista, sino que se demuestra un
carácter rebelde, independiente, muchas veces
descortés ("no me importa lo que puedas pensar de
mí, porque en el fondo no me interesas").
"Jugar" con un lápiz o un objeto
cualquiera (los espejuelos, una moneda, el encendedor, un
pañuelo, las llaves, cortarse o limar las uñas),
mientras se escucha a una persona: Es evidente que lo que la
persona está diciendo provoca nerviosismo, inquietud,
ansiedad o indiferencia. Como no sabemos qué
reacción pueden provocar nuestros sentimientos reprimidos,
preferimos "controlarlos" al jugar con un objeto determinado.
Esta misma interpretación se aplica a los garabatos que
hacemos mientras hablamos por teléfono, o mientras
esperamos que nos llegue el turno de expresar nuestra
opinión en una confrontación personal y
directa.
Si un empleado, del mismo sexo, se aproxima
bastante a su jefe (aunque sin violar su espacio vital):
Está mostrando su solidaridad con los conceptos de su
superior y respeto por la autoridad que ejerce — hay que tener
cuidado cuando se estima la amplitud del espacio
vital.
Conquístame…
Por el contrario, si cruza las piernas o
los brazos mientras habla con él, o si se mantiene en
tensión, está revelando el nerviosismo que lo
embarga ante la posibilidad de que el jefe pueda detectar sus
verdaderos pensamientos ("estás equivocado, no comparto tu
opinión ", "tengo que complacerte porque eres el jefe,
pero… ya verás los resultados"); el terror que provoca
en él (una expresión de temor).
Si un jefe convoca una reunión y
comienza a hablar inmediatamente sobre el tema que motiva la
reunión: sugiere que existe un grado de tensión
alto. La "comunicación" en estas situaciones es casi
imposible de lograr, porque este tipo de actitud
didáctica, paternalista o de reproche casi siempre provoca
rechazo en los demás. Mientras más demore la
exposición que haga el individuo con autoridad a sus
subalternos, menor es la posibilidad de que estos expresen su
opinión y se establezca un verdadero diálogo. En el
fondo, aunque no lo reconozcan, todos están intimidados en
mayor o menor grado por la autoridad que deben
acatar.
Mientras una persona con autoridad habla,
lo más probable es que evitemos establecer un contacto
visual directo con ese individuo. Esta manifestación del
lenguaje del cuerpo no significa respeto, sino "dame tiempo para
considerar si voy a estar de acuerdo contigo, o no".
Los estudiantes que se sientan en los
primeros asientos de un aula: Revelan receptividad a lo que les
explica el maestro. Sus intenciones genuinas son las de aprender,
participar activamente en los trabajos sugeridos por el profesor.
No tienen nada que ocultar, y por eso se "muestran" de cuerpo
entero.
Aquellos estudiantes que se esconden al
final del aula, no tienen el mismo grado de interés por
aprender lo que el profesor pueda enseñarles.
Los que hacen preguntas necias, para
exhibir los conocimientos propios, aunque modestos, lo hacen para
engrandecerse demostrando problemas con figuras en
autoridad.
La persona que se mantiene siempre en una
posición vertical: Muestra seguridad en sí misma,
no tiene nada que esconder y por ello está lista para
responder ante algún "ataque" que le puedan
hacer.
La persona que se encoge: Ha sufrido
demasiado (emocionalmente, sobre todo), y en general está
vencida por la vida. Es un gesto similar al "hombros
caídos".
En un lugar público, mantenernos
lejos de otras personas: Sugiere falta de independencia, un
carácter básicamente introvertido, una personalidad
posiblemente tímida y reprimida.
Ni lo intentes…
Silbar mientras se camina por un lugar
solitario: No, no estamos llamando la atención, estamos
simplemente haciendo un ajuste psicológico por el temor
que sentimos de recibir cualquier tipo de agresión
inesperada.
Hacer una ligera reverencia al estrechar la
mano de una persona, o al despedirnos: No es señal de
sumisión, como algunos interpretan, sino de
consideración y cortesía. Generalmente esta
reverencia se hace ante damas, personas mayores o de autoridad
reconocida.
El entrecejo fruncido nos revela mucho
sobre aquél con quien dialogamos. Es típico de los
pensadores preocupados o de los malhumorados
apretados.
Hay personas que pueden hacer gestos no
sólo con el seño sino con la frente, la nariz y
hasta con las orejas. Lo más común es que los
gestos queden marcados en esas líneas de expresión
que delatan su repetición constante: líneas en la
frente, en los pómulos, alrededor de los labios y en la
zona de los párpados, donde encontramos las tan
denominadas "patas de gallo". La comisura de los labios
también nos delata. Los labios caídos son
típicos de la gente deprimida o depresiva que no
ríe casi nunca.
En cambio las patas de gallo se asocian a
las personas que siempre sonríen. La sonrisa es el
componente de mayor poder en la gramática del rostro. Se
ha comprobado que facilita las negociaciones, predispone al otro
a escuchar con más facilidad, nos aproxima afectivamente a
los demás, rompe el hielo entre los desconocidos, en fin,
abre puertas y ventanas para quienes la usan con naturalidad y
frecuencia.
Para quienes son vendedores, halagar la
esposa del comprador en su ropa, pelo, apariencias, color de su
vestido en armonía con sus ojos, etc. Es de buen gusto. No
lo es comentar que lo que usa esa persona proviene de Lord
& Taylor. Pero más efectivo es sonreír,
mirarla con apreciación y expresar, después de un
silencio breve: "no puedo ocultarlo, usted luce muy atractiva con
ese peinado".
¿Cómo darle el valor que se
merece al lenguaje no verbal?
Una buena parte tiene que ver con el tono
de voz, el modo en que hablamos, la forma en que empleamos el
timbre, volumen, ritmo y cadencia. No hay que ser un buen locutor
para hacer adecuado uso de nuestra voz.
Lo primero que debemos lograr es
concentrarnos en el tono, que debe ser agradable y grato a los
oídos de los demás. La amabilidad, la
cortesía, las buenas maneras se expresan en el tono que
empleamos al dirigirnos a los otros. Los tonos irónico y
sarcástico, frío y distante, despectivo y
denigrante, no hacen más que decirles a nuestro receptor
que no lo aceptamos como interlocutor válido. Por eso, de
nada sirve pretender utilizar palabras como "gracias" o "por
favor" si el tono que las acompaña es altivo o
desagradable.
Es importante emplear el tono más
adecuado en el entorno social, aquel que va a tono con el estilo
de la organización en la que trabajamos. Hay empresas en
las cuales el estilo de relaciones humanas predominante impone un
tono informal, alegre y amistoso. Otras en la que el tono debe
ser más serio, formal y protocolar. Pero nuestra
adaptación no puede sentirse forzada o fingida. Lo
fundamental es ser nosotros mismos y demostrar la mayor
sinceridad a través de nuestro tono de voz.
En
resumen
Para finalizar con nuestro tema de lenguaje
de los gestos, vale la pena tener presente que todos estos
expresiones son manipulables por terceros, que hay personas que
se dedican a estudiarlos y las usan a su favor. Si somos
conscientes de que todas estas prácticas de la
manipulación de la voluntad por medio del lenguaje del
cuerpo se utilizan con tanta frecuencia, podemos evitar que las
mismas nos sean aplicadas con el propósito de controlar
nuestras decisiones y dictar nuestras actividades. Así que
empléenlas con discreción y traten de no
ruborizarse.
Bibliografía
Larocca, FEF: Dislexia, y
Neurociencia en psikis.cl y en
monografías.com
Larocca, FEF: Síndrome del
Autismo Infantil: Condiciones Relacionadas en
maixmail.com
Larocca, FEF: Síndrome de Dorian
Gray: Diagnóstico y Secuelas en
mailxmail.com
Larocca, FEF: La Vejez sin Achaques y
Como Proceso Normal en monografías.com
Autor:
Dr. Félix E. F.
Larocca