La Sombra de Arteaga, periódico oficial de
Querétaro, publicó el 8 de noviembre de 1885 que
había muerto en Veracruz el criminal, tristemente
célebre, Chucho el roto. Un año antes, el 31 de
mayo de 1884, el mismo periódico
había sacado a la luz algunos
pormenores de la aprehensión de este bandido.
Publicó que la captura de Jesús Arriaga, alias el
Roto, la hizo la policía queretana, en la ciudad de
Querétaro, en la calle de las Maravillas (hoy cuarta calle
de Pino Suárez poniente).
Se dijo que Arriaga habitaba en Querétaro desde
hacía tiempo, adonde
"no era conocido". Situación que le permitía
concurrir al teatro,
estación del ferrocarril y realizar paseos públicos
con "inaudito descaro". Hasta que la policía, para la que
era sospechoso, lo capturó, con beneplácito de la
sociedad
honrada, para la que Arriaga, al que se creía en Bruselas,
sería siempre un constante amago. La Sombra de
Arteaga publicó con orgullo "esa aprehensión
honra a la policía local dirigida hábilmente por su
comandante Rómulo Alonso, que no es la primera vez que da
pruebas de
eficacia y
actividad en el cumplimiento de sus deberes".
Sobre esto el
periódico El Nacional publicó la
siguiente nota.
"Ya nos extrañaba que el famoso Chucho el Roto
estuviese en Bruselas cuidando de la educación de su
hija, como lo dijeron varios periódicos; sin embargo, era
posible que el amor de su
hija lo hubiese regenerado. Mas no ha sido así, ni ha
habido tal viaje, ni el Roto ha pensado salir de la
República. La policía que tenía la seguridad de que
el Roto estaba en México, se
dio a buscarlo y por fin pudo averiguar que el famoso
ladrón se hallaba viviendo en Querétaro, con un
nombre supuesto. Ayer, dos agentes de policía marcharon a
la ciudad de los Camotes y lograron la aprehensión del
prófugo de Belén. Hoy en la noche es posible que lo
conduzcan a esta capital".
Como podemos ver, adjudicaban la aprehensión de
Chucho el roto a dos agentes de policía de la capital del
país. Esto no era cierto pues, como veremos a
continuación, la captura se debió a la
policía del estado. Por
ello los queretanos contestaron lo siguiente:
"Es notorio que el bandido Arriaga fue capturado por la
policía de Querétaro sin auxilio de la de
México. Verdad es que han llegado a Querétaro no
dos sino cinco agentes de policía de México con su
jefe respectivo por el prófugo; pero eso fue en virtud del
aviso de la autoridad del
estado a la de México que hacía tiempo lo
tenía exhortado por todo el país. El Roto al entrar
en prensa este
semanario permanece aún en prisión, de la que
será acaso hoy mismo conducido a México por los
policías del Distrito Federal que lo reciben de los de
Querétaro. Conste así".
Sustentando lo anterior, La Sombra de Arteaga
había informado desde el 7 de junio de 1884 con el
título Instrumentos para el crimen los objetos que
habían encontrado en la casa de Chucho el roto.
"En el juzgado de lo criminal existen los que en una de
las casas de Jesús Arriaga alias Roto, encontró la
policía. Consisten en llaves maestras, berbiquí,
una larga escala de
cáñamo, que tiene en una de sus extremidades dos
garfios de fierro y está formada con escalones de madera
forrados de tela, unas tablas con agujeros, cuyo objeto se ignora
y algunos otros raros instrumentos que, si no se comprende su
especial mecanismo, es seguro que por
pertenecer al famoso bandido, estuvieron destinados para ejercer
su reprobada y criminal industria".
Una semana después, el 14 de junio de 1884, La
Sombra de Arteaga reprodujo una nota del periódico de
la capital de la república El Hijo del Trabajo.
"CHCUCHO EL ROTO. Se haya ya alojado en la cárcel
de Belén, a donde lo pusieron a disposición del
juez respectivo. La aprehensión de Arriaga acredita una
vez más la incansable actividad del jefe de la
policía queretana, y en México se necesita otro
Alonso".
Como podemos observar, en este periódico se
decía que la aprehensión de Chucho el roto la
había realizado la policía queretana, y no la de la
capital, como había publicado El Nacional. Incluso
se decía que era necesario "otro Alonso" en la capital del
país, reconociendo así la eficacia del jefe de
policía queretano.
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