Todos los hombres son iguales en el
gobierno
republicano
así como en el
despótico:
en el primero porque lo son todo, en el
segundo porque no son nada.
Montesquieu, El espíritu de las
leyes
Conformación y creación de la
voluntad general
La descripción del estado de
naturaleza que
hace Tomas Hobbes en su
clásico libro
Leviatán, parece encontrar su forma más acabada en
la imagen
delineada por Rousseau sobre
la sociedad civil.
Así, este último sostiene que existió un
hombre natural
que era feliz porque no estaba sometido a la voluntad de
ningún hombre, ya que
"…el hombre
verdaderamente libre no quiere sino lo que puede y no hace sino
lo que quiere."
Es el hombre de la sociedad civil
el que siente un deseo irracional de poder. Un
hombre corrompido por la propiedad, la
industria, el
comercio.
Todas estas cadenas lo atan y no le permiten ser libre, por lo
que si la tarea es
"…recuperar al hombre natural y perfeccionarlo
bajo la forma de un cuerpo social, (esto) requiere de un pacto
social que restituya bajo otra forma de asociación que
defienda y proteja con toda la fuerza
común a la persona y los
bienes de
cada asociado y por lo cual cada uno uniéndose a los
demás no obedezca sin embargo más que a sí
mismo permaneciendo tan libre como antes"
Este pacto que es al mismo tiempo de
sumisión y de asociación funda la voluntad general,
que garantiza la libertad y
cuyo poder es irresistible, indivisible.
De esta manera orden y libertad son integrados en el
concepto de
voluntad general: el hombre es libre sólo cuando obedece
la ley que él
mismo se ha dado. Obediencia y sumisión a la ley es
obediencia y sumisión a uno mismo.
La voluntad general siempre tiende a la igualdad y al
bien común, a diferencia de la voluntad individual, que
apunta al propio interés, y
con ello a la diferencia.
Tampoco debe confundirse con la voluntad de todos, que
es la sumatoria de las voluntades individuales y, por lo tanto,
siempre cambiante.
La voluntad general es, entonces, por definición,
aquello que es igualmente bueno para todos, la instancia en la
que se reconcilia lo justo con el interés del individuo;
aquello que nos acerca a los que nos ha arrebatado la sociedad
civil, es decir, aquello que nos libera.
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