Virtualidad y educación, ¿una puerta para la comunicación?: algunas sospechas y promesas
- 1. De lo dicho al
hecho - 2. Sobre algunas
fantasías tecnológicas - 3. La red, puerta
abierta, ventana total - Notas
ABSTRACT
Las TIC gozan de
buena salud, la educación
también ha tomado el tren de la alta velocidad
tecnológica, aunque no sabemos muy bien hacia que destino.
La comunicación se ha reducido a tecnicismo y
mercado. Sirvan
estas líneas para reclamar una humanización de la
tecnología, y una socialización de la palabra, en su sentido
total, de la comunicación. Notamos que el poder
está cada vez en menos manos, los mass-media son su voz,
pero los new-media debieran ser su alternativa.
"La civilización democrática se
salvará únicamente si hay en la imagen una
provocación a la reflexión crítica, no una invitación a la
hipnosis"
Palabras clave:
competencia
comunicativa
interactividad
medios de
comunicación
pedagogía
sociedad del
conocimiento
U.ECO
"La ignorancia sólo se produce para ser
explotada"
Guy Debord
"Estamos informados de todo, pero no nos enteramos de
nada"
Eduardo Galeano
Inmersos en el ombligo de las nuevas
tecnologías, como estamos, "salirse de la foto"
implica, con frecuencia, que te tachen de tecnófobo,
más en este tipo de foros, pero corro el riesgo. Llevo
toda la vida en la educación y bastantes años
trabajando muy a gusto en los EVA ( desde ahora, entornos
virtuales de aprendizaje), dos
escenarios diferentes y complementarios que permiten ver las
cosas con una cierta distancia y sano escepticismo. Esta
será mi intención en las siguientes
líneas.
Tres son los parámetros que describen la
educación virtual: el docente, el estudiante y los EVA. Se
habla y se habla bien de que el docente cambia su rol de profesor-transmisor de información a mediador-facilitador de
procesos de
aprendizaje y coaprendizaje. Sobre el estudiante, también
se dice que es el sujeto, destacado protagonista de su propio
aprendizaje y de la aventura hacia el
conocimiento (que no información). En cuanto a los
EVA, se presentan como entornos en los que los medios (TIC), los
docentes y los
estudiantes se interrelacionan en un proceso de
crecimiento, comunicación y aprendizaje, que al ser
básicamente asíncrono, todos disfrutan del acceso
al conocimiento
en cualquier sitio y momento. Bien. Creo que en pocas
líneas hemos conseguido resumir la esencia del denominado
e-learning.
Ahora bien, ¿qué significa que todo lo dicho sea
una realidad, aunque no presencial?
Que el protagonismo que debe ceder el docente al
discente, y que el emplazamiento "único" de la
información en el libro de
texto y la
pizarra se desplace a otros "centros" y desde otros "medios y
canales". Que el superar la materialidad de una aula, un programa, un
horario, en un campus virtual esencialmente asíncrono,
supone una enorme dosis de mentalización y
preparación por parte del "nuevo profesor". Que la
importancia que tiene (y debe tener) el estudiante como sujeto
protagonista de su aprendizaje supone un nivel de responsabilidad, motivación
y autonomía para el trabajo con
las TIC y en los EVA, mucho más intenso y potente que el
estudiante tradicional y presencial. Que la educación
virtual, abierta, accesible, flexible y personalizada significa
una inmensa dedicación por parte del profesorado virtual y
una gran motivación de sus estudiantes. Que los EVA
que son una ventana abierta al conocimiento, con un nivel de
accesibilidad y usabilidad importantes, debe disponer de una
plataforma informática que permita la interacción todas las horas durante todos
los días del año (¿salvo vacaciones?). Que
la riqueza de un espacio telemático destinado a la
formación exige un cuidadoso diseño
formativo –como precisan Duart y Sangrá en Aprender
en la virtualidad–, de acuerdo con las necesidades y las
finalidades educativas de sus usuarios, y no en la
tecnología que se usa para formar.
Se ha criticado con insistencia el término MCM
(medios de
comunicación de masas), apuntando que los grandes
medios, no comunican, a lo sumo transmiten información y
modelos. Y se
han presentado como alternativa los denominados news-media o
nuevos medios, nuevas tecnologías, como medios que
sí comunican, que permiten la comunicación.
Preguntémonos si con las TIC y los EVA ha cambiado el
modelo de
comunicación. Si ahora, con la irrupción de las
nuevas tecnologías en los escenarios virtuales de
formación, la comunicación es más
horizontal, cercana, humana . La educación todavía
tiene un asignatura pendiente: medir la calidad de su
educación por la calidad de su comunicación. Y este
reto es para todos, la educación presencial y la
virtual.
2. Sobre algunas
fantasías tecnológicas… (1)
El contexto mediático que se ha ido generando a
lo largo de este último siglo, y sobretodo, los entornos
virtuales que han producido las llamadas TIC en estas
últimas décadas, nos obligan a definir con una
nueva perspectiva el fenómeno de la Comunicación.
La misma, se ha convertido en un concepto
comodín que se emplea para todo, adquiriendo ciertas
connotaciones que merecen un análisis más detallado para
desbrozar ideologías presentes aunque no aparentes. La
Comunicación es poliédrica, nos permite observar al
menos tres dimensiones, que están estrechamente
relacionadas y se complementan.. En primer lugar, cualquier
pueblo, cualquier civilización ha nacido y crecido desde
la narración, desde el relato. Occidente debe a la
Ilustración sus principios
fundamentales que hoy son santo y seña de todas las
Cartas
Constitucionales. También entendemos por
Comunicación el combinado de los medios de
comunicación de masas, que a lo largo de un siglo ha
dejado una huella muy profunda en nuestra sociedad, especialmente
la tele. Añadamos la creciente importancia que tiene el
entramado informático-telemático y audiovisual, que
ha cambiado vertiginosamente nuestra manera de entender el mundo
y nuestras relaciones. Por último, no podemos olvidar ese
conjunto de símbolos, valores,
normas,
representaciones que forman la llamada cultura
posmoderna con sus múltiples signos y
manifestaciones. Si bien este es el marco en el que se
debería resituar la Comunicación, observamos que el
discurso
oficial no es éste. Se ignora la comunicación como
relato y como manifestación cultural para enfatizar lo
tecnológico. Desde este reduccionismo la publicidad vende
números sinfín de ordenadores porque nos dicen que
indica el nivel de progreso y desarrollo de
un país y de sus ciudadanos.
¿Por qué nos gusta y atrae tanto la
tecnología? D. Wolton (2) habla de que se produce un conjunto
de transferencias. Se asocia tecnología a juventud, que
supone modernidad,
igualdad,
libertad de
acceso y desplazamiento. De hecho el ochenta por ciento de
programas
informáticos dirigidos al gran público son juegos,
según los datos que ofrece
el
periódico Liberatión en agosto de 1998.
También se asocia tecnología a utopía. La
utopía de la Red que predica de modo
directo o implícito el lema de que delante de los
ordenadores todos somos iguales. Volviendo a la realidad,
observamos que sólo el ocho por ciento de los ciudadanos
están conectados a la Red. Que el perfil del internauta es
varón, blanco y de clase media o
media alta. Que nunca tantos han sido incomunicados por tan
pocos. Recogemos y hacemos nuestras las palabras de E. Galdeano,
cuando afirma que "estamos ante un mundo sin alma; no hay
pueblos, sino mercados;
ciudadanos, sino consumidores; naciones sino empresas;
relaciones
humanas, sino competencias
mercantiles". Es decir, la realidad es mucho menos multimedia de
cómo nos la venden. Si la comunicación se reduce a
tecnología y mercado estamos convirtiendo nuestras
relaciones en puro intercambio comercial, alimentado la triste
espiral del que más tiene más invierte para tener
más. Las grandes empresas venden a los que tienen, los que
carecen de poder adquisitivo, sencillamente no existen. Ya lo
afirma con un amplio registro de
eufemismos N. Negroponte en su obra Digital Men: o eres digital o
no existes. El costo social ya
lo conocemos, grandes partidas presupuestarias que
deberían emplearse en proyectos de
educación o sanidad, se destinan a compras de
materiales
informáticos que sólo sacan provecho unos pocos, o
que se apolillan en los almacenes o
estanterías de los centros porque no hay nadie que los
gestione con una visión de desarrollo
comunitario.
Nuestra propuesta parte de un replanteamiento de la
comunicación que tenga en cuenta las otras dimensiones, la
social y la cultural. Como manifiesta D.Wolton es preciso vaciar
el falso discurso de que la Comunicación es progreso y
futuro. No puede haber teoría
de la comunicación sin la implicación social. Urge,
por tanto, socializar las nuevas tecnologías; humanizar la
Comunicación. Esto supone separar la Comunicación
del problema de la productividad.
Entrar en el terreno de la Comunicación como valor, no como
mercancía. De lo contrario nos tropezamos con las duras
palabras de F. Colombo :"El Edén de la Red está al
otro lado de una cancela que se está abriendo…
solamente para unos pocos… Diferentes jerarquías de
cerebros manejarán los ordenadores, jugarán y
experimentarán con ellos. Para los excluidos queda el
juego
interactivo…para llenar un inmenso tiempo libre".
Las alegorías de Blude Runner y Matrix son una
buena ilustración de lo que está
ocurriendo.
Consideramos que las TIC no sólo consisten en
usar el ordenador o aprender unas nociones de informática.
El modelo político en el que hoy se enmarcan es
neoliberal, con una clara y única propuesta
tecnócrata. Nos dicen y repiten que la irrupción y
su uso generarán abundancia y bienestar. Lo indica
R.Aparici (3) se
parte de un problema tecnológico, cuando el problema es
económico y social: pobreza e injusto
reparto de la riqueza. De modo que también se buscan
soluciones en
la tecnología, cuando no las hay. La reflexión de
un para qué, de unos modelos de sociedad y persona supone
otro modelo de educación. Una nueva forma de aprender y
enseñar. Otra Comunicación. Esta reflexión
resulta muy difícil sin tener en cuenta una serie de
añadidos y deformaciones, que desde la industria del
marketing se
ha atribuido a las TIC
3. La red, puerta abierta,
ventana total….
"Había un niño que avanzaba cada
día,
y el primer objeto al que miraba,
en aquel objeto se convertía"
WALT WHITMAN
Con los MCM se construyó el simulacro de la
realidad. Liderados por la TV, creemos lo que vemos. Sólo
existe lo que sale por la tele y repiten el resto de los medios.
Con las TIC se ha impuesto el
simulacro de la participación, de la interactividad, de la
igualdad.. Se confunde interactividad con interacción. Lo
primero implica una participación activa de todos los
participantes con una máquina, la interacción
sería el proceso que se produce entre seres humanos.
Cuando operamos con una máquina sólo podemos seguir
el itinerario diseñado previamente por el programador del
producto. Como
señala R.Aparici en la ponencia citada, no hay
forzosamente una correspondencia entre el grado de interactividad
de un dispositivo técnico y el nivel de
democratización del medio. En estos últimos
años la tele abandona su epicentro como medio que modela
la opinión
pública , a favor de las redes. La industria del
marketing integra los modelos de representación
tradicionales en los nuevos medios. La relación entre los
tradicionales MCM y las TIC es un tema muy poco estudiado,
olvidando que unos medios no desplazan a otros, sino que
aprovechan sus sinergias. La fascinación que ejercen las
todavía llamadas Nuevas Tecnologías cubre un deseo
muy humano, que poco ha cambiado con el paso de los años.
Ser joven. Modernidad, nuevas solidaridades, libertad de acceso y
desplazamientos, igualdad… son rasgos que aparecen en
todos los anuncios . "Delante del ordenador todos somos iguales",
sería el eslogan de esta macrocampaña muy bien
orquestada por las grandes empresas tecnológicas y
entidades financieras.
Para terminar haré un breve inciso en ese
conjunto de ventanas, que bien podemos denominar fenomenología de las pantallas. Tal y como
desarrollo con más espacio y detalle
(4) , los
videojuegos,
televisión, ordenador y móviles
ofrecen una inmersión personal que
enfatiza la relación entre la persona y la máquina.
Mientras los jugadores participan o los usuarios
interactúan, se convierten en autores, ellos mismos
despliegan nuevos yos mediante este juego de interacciones. El
ordenador utiliza las ventanas como una manera de situarnos en
varios contextos al mismo tiempo . Este juego de ventanas, se
convierte en una potente metáfora para reflexionar sobre
el yo como un sistema
múltiple. Proponemos desde estas líneas matizar
mucho el concepto de adicción, tan alegremente empleado
con las pantallas, cuando nos refiramos a sus consumos,
entendiendo que la base relacional que sostiene la
inmersión en las pantallas tiene su sentido en la compleja
relación tecnología-sujeto-comunidad
El paraíso de gratificaciones que ofrecen los
espectáculos audiovisuales en los MCM necesita emprender
una pedagogía del conflicto, que
entienda que el impacto audiovisual es esencialmente emotivo. El
conflicto comienza aceptando la condición de espectador
que experimenta la contradicción. Nos identificamos y
proyectamos en las distintas escenas y personajes del medio
televisivo y cinematográfico, el escenario real de
nuestras identificaciones choca con nuestro cotidiano, generando
tensión; incluso, en algunos casos frustración y
ansiedad (5).
¿Cuál es el papel del educador y de la escuela?
Proponemos que se convierta en mediador que facilite un proceso
de conocimiento y aprendizaje, en el que la experiencia emotiva
(6) , vivida
vicarialmente por el espectador/jugador, se convierta en
experiencia cognitiva, vivida desde los espacios de
formación; y experiencia social, que permita al sujeto
reconstruir los significados percibidos en la relación y
el diálogo
con los otros, de modo que consigamos integrar el consumo de
estas pantallas, que se produce fuera de la escuela, en documentos
(7) para el
diálogo y la reflexión, dentro de los diferentes
ámbitos educativos. De modo que podamos dar ese salto
cualitativo, del ver para sentir, al sentir para pensar. Subraya
J.A. Marina (8)"la capacidad de aplazar la
gratificación es el fundamento del desarrollo de la
inteligencia y
del comportamiento
libre". Este trayecto cognitivo no se realiza
asépticamente, sino con-los-otros. La dimensión
social de la experiencia receptiva de los productos
mediáticos, así como su
diálogo y expresión colectiva, ha sido subestimado
por muchos analistas y diferentes estudios
(9), descartando
un potencial enorme para la construcción del sujeto receptor
autónomo e inteligente. No es mi intención impartir
recetas, pero la experiencia contrastada de muchas sesiones de
formación con familias, educadores y jóvenes, me
invita a recoger los siguientes criterios para afrontar desde una
tutoría el impacto de las pantallas y sus múltiples
consecuencias.
[1] –
Adaptado del artículo "Las TIC en la educación. Una
perspectiva desmitificadora y práctica sobre los entornos
de aprendizaje generados por las nuevas tecnologías
"http://www.uoc.edu/web/esp/art/uoc/gabelas0102/gabelas0102.html, expuesto en
el portal de la UOC .
[2] –
D. Wolton. "Internet ¿Y
después? Editorial Gedisa, 2000. Wolton es director de
investigaciones en el CNRS (Centre National de
Recherche Scientifique). Anteriormente había desarrollado
este discurso en Penser la communicatión en
Flammanión, 1998.
[3] –
Ponencia "Mitos de la
Educación a
distancia y de las nuevas tecnologías" en el curso de
la UNED, Nuevas Tecnologías, Comunicación y
Educación.
[4] –
Conferencia
pronunciada por José Antonio Gabelas en el Congreso
Internacional sobre Orientación y Tutoría,
"Pantallas y Modelos: claves y estrategias para
una tutoría" celebrado en Zaragoza en junio de 2001,
disponible en las actas del congreso.
[5] –
Los relatos publicitarios construyen un mensaje sobre
estereotipos y paisajes narrativos fantásticos, que
prometen paraísos y realizaciones que jamás se
consiguen con el consumo del producto, produciendo
frustración y ansiedad. Esta idea está ampliamente
desarrollado en el libro "La publicidad ante la aulas" de
Prensa Diaria
Aragonesa. Zaragoza 1999. Coordinado por JA. Gabelas y MC
Gascón.
[6] –
J. Ferrés ha desarrollado ampliamente este tema en sus
obras Televisión y educación Barcelona
1994 y la citad Educar en una cultura del espectáculo
Barcelona 200, ambas con ediciones Paidós.
[7] –
No quisiéramos que se interpretara académicamente
como texto impreso, ni tan siquiera como material curricular de
estudio, sino como soporte que contiene significados y
significantes que interesan y afectan a los jóvenes y que
forman el corpus de su consumo.
[8] –
MARINA, J.A." Diccionario de
los sentimientos". Barcelona 1999. Ediciones Anagrama.
[9] –
Los Estudios culturales y semióticos sociales, tanto en la
programación infantil como en los datos
sobre audiencias, están demostrando como se produce un
proceso social y discursivo a través del cual los
espectadores construyen sus significados. D. Buckingham
así lo expone en su obra "Crecer en la era de los medios
electrónicos" 2002. Ediciones Morata. Madrid.
Licencia de
Reconocimiento-NoComercial
José Antonio Gabelas
Barroso