Las enfermedades respiratorias se presentan durante
todas las épocas de año, pero se agudizan
más durante el invierno debido a los cambios bruscos de
temperatura. Uno de los procedimientos que se utilizan como parte
del tratamiento de las enfermedades respiratorias es la
inhaloterapia.
A continuación analizaremos los mecanismos de que
dispone el aparato respiratorio para defenderse de estas
agresiones.
Mecanismos de defensa
pulmonar
Un sujeto normal, durante una vida de setenta
años, inspira un volumen de 220 millones de litros de
aire. Este aire tiene partículas orgánicas e
inorgánicas en suspensión, que quedan depositadas
en la vía aérea. No obstante, en una autopsia
sólo se encuentran mínimas cantidades de estos
compuestos, lo cual demuestra que el aparato respiratorio posee
un eficiente sistema de limpieza que permite mantener el
pulmón libre de contaminantes ambientales.
Los principales mecanismos de protección del
pulmón y vías aéreas son:
Nariz: por su intrincada estructura, en la nariz
se forman corrientes de aire que favorecen el depósito de
partículas en la mucosa nasal, lo cual permite su
eliminación antes de entrar a las vías inferiores.
Es muy eficiente para partículas de tamaño
relativamente grande./p>
Acondicionamiento del aire inspirado:
además de eliminar partículas, las vías
aéreas superiores calientan y humidifican el aire
inspirado, permitiendo que las vías aéreas
inferiores no sufran resecamiento y enfriamiento.
Tos: es un acto reflejo que requiere de la
participación de receptores de irritación,
vías nerviosas, músculos inspiratorios y
espiratorios y glotis. Permite eliminar partículas
relativamente grandes de la vía aérea y secreciones
anormales.
Aparato mucociliar: el mucus producido por
glándulas mucosas y células caliciformes se dispone
en dos capas. Una líquida en contacto con el epitelio y
otra gelatinosa en la superficie. Esta última capa es
transportada por el movimiento ciliar hacia la laringe y la boca,
donde es expectorada o deglutida. Permite eliminar de la
vía aérea algunas de las partículas
más pequeñas que se adhieren al mucus
bronquial.
Mucus: el mucus tiene sustancias de acción
antimicrobiana como lisozima, complemento, interferón e
inmunoglobulinas, que inactivan microorganismos e impiden su
adherencia a las células respiratorias.
Macrófagos alveolares: son células
especializadas que recorren los alvéolos del
pulmón, detectan partículas extrañas (por
ejemplo bacterias), las fagocitan y eliminan. Son capaces de
iniciar un proceso inflamatorio.
Dependiendo de la localización y de la
etiología, las infecciones respiratorias se dividen
corrientemente en infecciones de vía aérea
superior, infecciones del pulmón o neumonías y
enfermedades infecciosas crónicas, la más
importante de las cuales es la tuberculosis.
A continuación detallaremos aspectos relevantes
de algunas de ellas y los mecanismos que explican las infecciones
respiratorias más importantes:
Asma
El asma es una enfermedad del aparato
respiratorio.
El aparato respiratorio está
formado por las fosas nasales, la faringe, la laringe, la
tráquea, los bronquios principales y los pulmones y es un
conjunto de órganos cuya función es conducir el gas
necesario para vivir (oxígeno) hasta la sangre y eliminar
al exterior del cuerpo el gas nocivo (anhídrido
carbónico) producido por cada célula del
organismo.
En la inspiración, el aire entra por la
nariz y llega a los pulmones atravesando las grandes vías
aéreas que los comunican. Dentro de los pulmones, el aire
circula por los bronquios, conductos en forma de tubos que
se dividen sucesivamente y se hacen cada vez más
estrechos, los bronquiolos y finalmente llega a los
alvéolos pulmonares, fondos de saco a modo de
globos diminutos donde se produce el intercambio de los gases
respiratorios. En el pulmón, el oxígeno del aire
pasa desde los alvéolos hasta los glóbulos
rojos de la sangre para ser transportado a todas las
células del cuerpo y el anhídrido carbónico
disuelto en la sangre difunde en sentido contrario hacia los
alvéolos para ser expulsado al exterior durante la
espiración. Los pulmones están formados por
un tejido muy elástico, lo cual permite que el aire entre
y salga de su interior con los movimientos respiratorios
producidos gracias a la acción del diafragma
(músculo localizado entre el tórax y el abdomen) y
del resto de la musculatura respiratoria torácica. El
asma es una enfermedad de los bronquios o vías
aéreas situadas dentro de los pulmones.
¿Qué es el
Asma?
El asma es una enfermedad pulmonar
obstructiva y difusa caracterizada por tos, dificultad para
respirar y sibilancias (sonido del pecho como silbido).Es una
enfermedad inflamatoria crónica de las vías
aéreas situadas dentro de los pulmones. La
característica que define al asma es la
inflamación de los bronquios, lo cual conduce a que
se hagan más gruesos y de luz más estrecha,
produzcan más moco y sus fibras musculares se contraigan
con más facilidad.
Los bronquios inflamados son excesivamente
irritables y muy sensibles al contacto con distintas
sustancias inhalantes y ante determinadas situaciones,
estímulos que en conjunto se llaman agentes
desencadenantes.
La consecuencia de la inflamación de
los bronquios y de la disminución de su calibre es que el
paso de la corriente o flujo del aire a su través es
más difícil, y ello causa en última
instancia los síntomas de la enfermedad. En el asma, el
estrechamiento de los bronquios puede modificarse en un corto
período de tiempo, por lo que los síntomas son
característicamente muy variables, agravándose o
aliviándose según sea más o menos intenso el
obstáculo al paso del aire.
En el Perú en los últimos 3 años el
reporte de casos de Síndrome Obstructivo Bronquial y Asma
en niños menores de 5 años durante 1998 se ha
incrementado en un 58% en relación a 1997, en 1999 se ha
incrementado en 54% en relación a1998 y en el año
2000 se ha incrementado en un 25% en relación a 1999. Dada
su magnitud y tendencia creciente se le considera otro problema
de salud pública de trascendencia. Frente a ello el
SUBPCIRA asume el reto, y considerando que los servicios de salud
del primer nivel de atención, gracias a las estrategias de
fortalecimiento de los últimos 5 años, cuentan con
personal y equipo para poder identificar y tratar la gran
mayoría de estos cuadros, informando a la comunidad de las
medidas a tomar para evitar las crisis de asma, a fin de lograr
conductas saludables, promoviendo el autocuidado de la salud y
brindando tratamiento gratuito para las crisis de asma en estos
niños.
Síntomas del Asma:
Tos: generalmente en accesos y de predominio
nocturno y de madrugada, o bien en relación con las
emociones (al reír o llorar) o el ejercicio
físico.Sibilancias o pitos: ruidos en forma de pitos
o silbidos al respirar.Opresión Torácica: muchas veces
manifestada como sensación de peso o tirantez en el
pecho.Disnea o fatiga: dificultad para respirar que
el niño/a puede manifestar como respiración
entrecortada o jadeo. En casos graves, la fatiga obliga a
permanecer al niño/a sentado y puede afectar a su
capacidad para hablar o incluso para alimentarse (en especial
en los niños/as pequeños).
¿Cuáles son las señales de
un ataque de Asma?
– Una sensación de constricción en el
pecho.
– Respiración forzada.
– Tos sibilante.
– Toser cuando no se tiene gripa.
– Impaciencia al descansar o insomnio
– Falta de aire en los pulmones.
Diversos factores pueden desencadenar el asma;
los más importantes son los
siguientes:
Infecciones respiratorias tales como cuadros
gripales.Los denominados alergenos de los cuales los
más comunes son el polvo, los ácaros del polvo
(pequeños animales microscópicos que se
encuentran en el polvo casero), la saliva y la caspa de los
animales y los hongos de los ambientes
húmedos.El ejercicio intenso.
Los contaminantes del medio ambiente: humo de
cigarrillo o de lámparas de queroseno o de chimeneas,
olor de pinturas y de desinfectantes
¿Cómo reconocer y evitar a
los desencadenantes del asma?
La buena noticia es que puede hacer muchas
cosas para reducir al mínimo o disminuir los efectos del
asma. A continuación se ofrecen indicaciones para iniciar
un plan de acción contra el asma.
Puede ayudar a proteger a su hijo de los
síntomas asmáticos identificando y evitando, o
controlando, las cosas que desencadenan una crisis
asmática. Pida a su médico que le ayude a
identificar los factores desencadenantes en su hijo y le
recomiende medidas que ayuden a reducir los síntomas del
asma de su hijo. Sus esfuerzos deberán centrarse en
eliminar las fuentes o circunstancias de los desencadenantes en
su hijo y/o los propios desencadenantes.
Clasificación
Asma producida por esfuerzo. Entre 40% y 80% de la
población asmática infantil, presenta
broncoconstricción durante el ejercicio, de breve
duración.Asma nocturna. Es otra presentación,
más frecuente en pacientes mal controlados cuya
mortalidad (70%) alcanza pico en la madrugada.Asma ocupacional
Asma alérgica
Asma estacional
Asma inestable o caótica
Basada en los patrones de obstrucción bronquial
medida a través de aparatos de registro tipo
flujometría o espirometría:
Asma intermitente: el síntoma aparece menos
de una vez por semanas con síntomas nocturnos menos de
2 veces cada mes. Las exacerbaciones tienden a ser breves y
entre una crisis y la próxima, el paciente está
asintomático. En las pruebas de respiración
pulmonar, la PEF o FEV1 son mayores de 80%Asma persistente: tiene tres variedades, la
persistente leve con síntomas más de una vez
por semana y PEF o FEV1 >80%, la persistente moderada con
síntomas diarios y PEF o FEV1 entre 50%-80% y la
persistente grave con síntomas continuos,
limitación de las actividades físicas y un PEF
o FEV1 <50%.
Como fundamento en los niveles de control del paciente
ya diagnosticado con asma:
Controlado: sin síntomas diarios o nocturnos,
no necesita medicamentos de rescate, sin exacerbaciones y un
PEF normal.Parcialmente controlado: síntomas diurnos o
más de dos veces por semana, algún
síntoma nocturno, a menudo amerita uso de medicamento
de rescate > de 2 veces por semana, con 1 o más
crisis por año.No controlado: 3 o más características
del asma, con exacerbaciones semanales.
Etiología
El asma bronquial es común en personas
jóvenes con una historia clínica de catarros
recurrentes, o con antecedentes familiares asmáticos. Las
crisis de asma se relacionan con el consumo de ciertos alimentos
o la presencia de determinados agentes
alérgenos.
Las causas que provocan el asma bronquial y motivan la
respuesta de los mecanismos principalmente inmunológicos
se clasifican en:
Extrínsecas. Iniciada en la infancia con
antecedentes familiares positivos para alergias y se asocia
con una hipersensibilidad tipo 1 y otras manifestaciones
alérgicas (IgE), inducidas por agentes
alérgenos como el polen, lana, polvo, etc., o
contaminación atmosférica, materias irritantes,
variaciones meteorológicas, aspergilosis y otros. En
aproximadamente 50% de los niños con asma y un
porcentaje menor de adultos, la exposición a
alérgenos es responsable parcial o sustancialmente de
la inflamación asmática por medio de reacciones
de hipersensibilidad.[10] Las crisis son súbitas,
autolimitadas y breves en duración. Cursan con buen
pronóstico, responden a la inmunoterapia y a
esteroides a largo plazo por vía inhalada con
absorción sistémica minúscula, de modo
que los efectos sobre el resto del cuerpo son virtualmente
inexistentes.Intrínsecas o idiopática. Por lo
general comienza en mayores de 35 años y sin
antecedentes personales ni familiares. Se inicia por
estímulos no inmunológicos, sin elevar IgE,
representados por microbios, hongos, tos, trastornos
psíquicos, estrés, etc.Mixtas. Combinación con frecuencia de
naturaleza bacteriana de factores intrínsecos y
extrínsecos.
Patogenia
Aunque se conoce que el asma es una condición
causada por una inflamación (del latín,
inflammatio, encender, hacer fuego) persistente o
crónica de las vías aéreas, los componentes
precisos de esta inflamación están todavía
por dilucidar y las causas de esta inflamación son
inciertas. Muchas células inflamatorias pueden estar
implicadas e interactuar con otras de alguna manera
compleja.
La activación de estas células y la
subsecuente producción de mediadores inflamatorios puede
que sean de mayor relevancia que la sola presencia de estas
células en las vías aéreas.
Este proceso de inflamación crónica puede
que conduzca a cambios estructurales, tales como la fibrosis, el
engrosamiento o hipertrofia del músculo liso bronquial,
hipertrofia de las glándulas y la angiogénesis lo
que puede dar lugar a una obstrucción irreversible de la
vía aérea.
Desde el punto de vista emocional, si bien no se ha
precisado su causa, está bien definido que las emociones
del paciente toman un papel muy importante en el desarrollo de la
enfermedad. En un nivel subconsciente el asma puede desarrollarse
más en infantes que provienen de hogares conflictivos,
evidenciando de esta manera que el estrés es el principal
factor desencadenante. Es fundamental, para el enfermo de asma,
llevar una vida no solo llena de cuidados en relación a
los agentes patógenos desencadenantes, sino también
cuidados en cuanto a su ambiente emocional para que su vida
transcurra sin estrés.
Inmunidad celular
Estudios iniciales en pacientes que fallecían de
status asmaticus reveló una marcada
inflamación del árbol bronquial con estudios
histológicos de las vías afectadas confirman la
presencia de células inflamatorias de larga
data.
El uso del lavado bronquioalveolar ha demostrado que los
mastocitos juegan un importante papel como mediadores de la
respuesta inmediata al alérgeno, la inflamación de
las vías aéreas y la hiperreactividad inducida por
el esfuerzo y el relacionado con alimentos. Otras células
responsables de la inflamación crónica que provocan
la hiperreactividad bronquial son los macrófagos, los
eosinófilos y linfocitos T, todos ellos aparecen activados
en el asma, incluso en pacientes asintomáticos. Una
línea de linfocitos T, las células TH2,
están programadas para producir ciertas citoquinas que
conducen a la característica inflamación
eosinofílica. Esta programación comprende a
células presentadoras de antígeno, tales como las
células dendríticas en el epitelio de las
vías aéreas. Otros mediadores de la
inflamación producen reacciones tales como
congestión vascular, edema, aumento de la
producción de moco, etc.
Anatomía patológica
Los cambios morfológicos vistos en el asma han
sido descritos principalmente a partir de muestras de pacientes
fallecidos por status asmaticus, es decir, un
síndrome agudo de asma, sin embargo, parece que la
histopatología en casos no mortales es muy similar.
Macroscópicamente, los pulmones se ven distendidos debido
a una sobreinflación y pueden aparecer zonas con
atelectasia. El hallazgo más notorio es la oclusión
de los bronquios y bronquiolos por gruesos tapones de
moco.
Bajo el microscopio, los tapones mucosos contienen
espirales de células epiteliales formando los llamados
espirales de Curschmann, que pueden habitualmente ser observados
en el esputo de pacientes asmáticos. Además, el
moco contiene cristales de Charcot-Leyden y eosinófilos.
Otra característica histológica del asma incluye un
engrosamiento de la membrana basal del epitelio bronquial, edema
y un infiltrado sobre las paredes bronquiales con prominencia de
eosinófilos e hipertrofia del músculo de la pared
bronquial así como de las glándulas submucosas,
reflejando una broncoconstricción prolongada.
En el lavado bronquial de pacientes asmáticos, se
observan un número incrementado de células
inflamatorias, incluyendo eosinófilos, macrófagos y
linfocitos en comparación con pacientes no
asmáticos, aún en pacientes asmáticos con
funciones pulmonares normales y asintomáticos
—incluyendo pacientes con asma alérgica como con
asma no alérgica.
Evolución del Asma
La evolución de la reacción
asmática constituye un proceso cuyas principales fases
son:
Fase temprana. Tiene lugar como reacción de
los mecanismos inmunológicos o no inmunológicos
frente a agentes alergenos, microbianos, etc. y se
caracteriza por constricción de la luz (abertura en el
conducto) de los bronquiolos.Fase tardía. Sobreviene al persistir el
estado de crisis y constituye una acentuación de la
misma caracterizada por edema e hiperreactividad bronquial,
es decir, una fácil predisposición a la
broncoconstricción.Fase crónica. Tiene lugar cuando el estado
anterior no disminuye después del tratamiento habitual
y, con frecuencia, la tos, acentúa la
irritación bronquial. Ello conlleva a daño del
revestimiento epitelial del bronquio, persistencia de la
hiperreactividad bronquial y de moco bloqueante de las
vías aéreas.
Cuando el asma o sus síntomas, como la tos, no
mejoran, es posible que se deba a:[21]
Algún desencadenante en el entorno del
paciente, como en la casa, colegio o trabajo: polvo,
animales, cucarachas, moho y el polen, aire frío, humo
de tabaco, entre otros.Algún desencadenante ocupacional, en el cual
es característico que el paciente mejore durante los
fines de semana o cuando esté en
vacaciones.El paciente no está tomando algún
medicamento, incluyendo el inhalador, de la manera correcta.
En algunos casos será necesario cambiar de medicamento
por alguno más efectivo para el control a largo
plazo.Puede que el asma sea más grave de lo que se
piensa, por lo que los casos de asma recurrentes deben ser
consultados con especialistas en asma.Es posible que no sea asma, sino otra enfermedad la
que afecte al paciente.
Función pulmonar
Los exámenes de la función pulmonar
incluyen:
Espirometría: mide la capacidad respiratoria
y velocidad de espiración y es usada para determinar
la cantidad de obstrucción pulmonar. La
espirometría puede ser medida después del
inicio del tratamiento para evaluar la efectividad de
este.Prueba de metacolina: usada mayormente en adultos,
se hace inhalar metacolina, el cual causa que las vías
respiratorias se vuelvan angostas en presencia de asma,
haciendo caer los valores de función pulmonar. Los
efectos de la metacolina se revierten con un broncodilatador
al final de la prueba.Saturación de oxígeno y
gasometría en casos más severos.
Tratamiento
El tratamiento convencional del asma bronquial puede
ser:
Sintomático. Tiene por objeto interrumpir la
crisis mediante medicamentos de acción rápida,
como la adrenalina, corticoides, oxigenoterapia,
etc.Preventivo. Indica el uso regular de
broncodilatadores, antihistamínicos, corticosteroides,
terapia respiratoria, inmunoterapia específica,
etc.
El tratamiento más eficaz para el asma se basa en
la identificación de los elementos que inicien la crisis,
tales como mascotas o la aspirina y limitando o, de ser posible,
eliminando la exposición a dichos factores. Si resulta
insuficiente evitar los factores estimulantes, entonces se puede
recurrir al tratamiento médico. La desensitización
es, por el momento, la única cura disponible para
esta enfermedad. Otras formas de tratamiento incluyen el alivio
farmacológico, los medicamentos de prevención, los
agonistas de larga acción de los receptores ß2, y el
tratamiento de emergencia.
Nebulizadores
Los nebulizadores proveen una dosis más continua
y duradera al vaporizar la medicina diluida en solución
salina, el cual el paciente inhala hasta que se administra la
dosis completa. No hay evidencias de que sean más
efectivas que un spacer.
El alivio de crisis asmáticas incluye
medicamentos:
Agonistas de los receptores adrenérgicos
beta2 de corta duración, tales como el salbutamol,
levalbuterol, terbutalina y bitolterol. Los efectos
secundarios que incluía la aparición de
temblores, se han reducido grandemente con los tratamientos
inhalados, que permite que el medicamento haga blanco
específicamente en los pulmones. Los medicamentos que
son administrados por vía oral o inyectados tienden a
ser distribuidos por el resto del cuerpo, aumentando la
posibilidad de la aparición de los efectos adversos,
incluyendo efectos cardíacos por actividad agonista de
los receptores beta1 que causan hipertensión arterial
y trastornos del ritmo cardíaco. Con la salida al
mercado de fármacos más selectivos, estos
efectos secundarios se han vuelto menos
frecuentes.
Los agonistas de los receptores adrenérgicos
beta2 suelen producir desensitación en el paciente, por lo
que su eficacia puede disminuir con su uso crónico,
resultando en la aparición de asma refractaria y muerte
súbita.
Los agonistas adrenérgicos menos selectivos
como la adrenalina inhalada y las tabletas de efedrina
también han sido usados. Estos medicamentos tienen
efectos adversos cardíacos a frecuencias similares o
menores que el albuterol. Al ser usados como medicina de
alivio sintomático y no de uso prolongado, la
adrenalina inhalada ha demostrado ser un agente efectivo en
la culminación de una crisis asmática En
situaciones de emergencia, estas drogas se pueden administrar
de manera inyectada, aunque dicha práctica ha
disminuido por razón de los efectos
secundarios.
Medicamentos anticolinérgicos, tales como el
bromuro de ipratropio pueden ser usados y no tienen los
efectos cardíacos, de modo que pueden ser
administrados en pacientes con cardiopatías, sin
embargo, toman aproximadamente una hora para surtir efecto y
no son tan poderosos como los agonistas de los receptores
adrenérgicos ß2.Los glucocorticoides inhalados por lo general son
considerados medicamentos preventivos, sin embargo, se ha
desmostrado el beneficio de 250 &µg de
beclometasona cuando se toma en una combinación con
100 &µg de albuterol.
Estadios del asma
El control de los síntomas durante las crisis de
asma incluye la reducción de las sibilancias y la
dificultad respiratoria, lo cual, por lo general ocurre
eficazmente con el uso de broncodilatadores de acción
rápida. Se acostumbra proveer estos medicamentos en la
forma de inhaladores portátiles de dosis medida. En
pacientes más jóvenes, para quienes les resulte
difícil la coordinación de los inhaladores, o
quienes encuentren difícil sostener su respiración
por los 10 segundos después de la inhalación, como
las personas ancianas, se puede recomendar el uso de un spacer,
que es un cilindro plástico que mezcla el medicamento con
el aire en un solo tubo, haciendo que sea más fácil
para el paciente recibir una dosis completa de la medicina y
permite que el agente activo se disperse en porciones más
reducidas e inhalables.
Estadio I
Estos son casos relativamente leves e intermitentes con
síntomas o crisis ocurriendo menos de 1 vez por semana o
con síntomas nocturnos unas 2 veces por mes, una
presión parcial de CO2 de 35 a 45 mmHg, una presión
parcial de O2 de 80 mmHg y una FEV de 800 ml y con un pico de
flujo >50% del valor estipulado. Son casos que, durante una
crisis, se recomienda nebulizar con 3-5 ml de solución
fisiológica con uno de los siguientes broncodilatadores,
con una frecuencia de cada 4 a 6 horas:
Bromuro de ipratropio más
fenoterolSalbutamol o terbutalina
Clembuterol o metaproterenol
Si no mejora se puede administrar terbutalina
subcutánea cada hora por 2 dosis o en infusión
intravenosa.
Estadio II
Estos son casos relativamente leves pero persistentes
con síntomas o crisis ocurriendo más de 1 vez por
semana pero menos que 1 vez por día o con síntomas
nocturnos más de 2 veces por mes, una presión
parcial de CO2 de 35 mmHg, una presión parcial de O2 entre
60 y 80 mmHg y una FEV entre 300-800 ml y con un pico de flujo
<50% del valor estipulado. Son casos que, durante una crisis,
se recomienda nebulizar igual que el estadio I y si no mejora se
utiliza:
Aminofilina diluida en solución
fisiológica por vía intravenosa cada 4 a 6
horas o por infusión continua, a juicio del
profesional de salud tratante.Los casos de intoxicación por aminofilina son
frecuentes en pacientes que reciben teofilina oral
extrahospitalaria, en pacientes con EPOC,
cardiopatías, ancianos y pacientes con enfermedad del
hígado crónico. Se puede utilizar 3 o 4 dosis
de adrenalina. Estadio III
Estos son casos moderados que requieren el uso de
beta-miméticos a diario o con alteración de su
actividad física a diario y síntomas nocturnos
más de 1 vez por semana, una presión parcial de CO2
de 40-45 mmHg, una presión parcial de O2 menor de 60 mmHg
y con un pico de flujo <30% del valor estipulado. Son casos
que, durante una crisis, se recomienda nebulización y
aminofilina igual que el estadio II y si no mejora se
utiliza:
Esteroides parenterales, como la hidrocortisona o
metilprednisolonaEsteroides inhalados como el dipropionato de
beclometasona o budesonidaEsteroides por vía oral, como la
prednisona.
Estadio IV
Estos son pacientes en franca insuficiencia
respiratoria, cianosis, tórax silencioso a la
auscultación y un esfuerzo inspiratorio débil. El
tratamiento suele ser similar al estadio III con
intubación endotraqueal y ventilación
mecánica.
Bronquitis
La bronquitis, es una inflamación de las
vías aéreas bajas. Sucede cuando los bronquios,
situados entre los pulmones, se inflaman a causa de una
infección o por alguna otra causa. Según su
duración y etiología, se distingue entre bronquitis
aguda, de corta duración, y bronquitis crónica, de
larga duración y con recidivas frecuentes.
Sintomatología
Los síntomas incluyen:
Tos con mucosidad, a veces sanguinolenta. Si el moco
de la bronquitis es verde amarillento y va acompañada
de fiebre, lo más probable es que haya
infección bacteriana.Inflamación de los bronquios (ramificaciones
de las vías aéreas entre la tráquea y
los pulmones)Inflamación (edema) de las paredes
bronquiales.Obstrucción de los alveolos.
Pitidos o sibilancias.
Burbujeo (referido al efecto sonoro que se aprecia
cuando se ausculta al paciente con un
estetoscopio)Dificultad respiratoria.
Malestar general
En la bronquitis crónica, también pueden
presentarse los siguientes síntomas:
Inflamación de tobillos, pies y
piernas.Coloración azulada de los labios provocados
por los bajos niveles de oxígeno en sangre.Propensión a sufrir infecciones respiratorias
—como resfriados y gripe—.
Causas:
La bronquitis aguda generalmente sigue a una
infección respiratoria viral. Al principio, afecta la
nariz, los senos paranasales y la garganta y luego se propaga
hacia los pulmones. Algunas veces, uno puede contraer otra
infección bacteriana (secundaria) en las vías
respiratorias. Esto significa que, además de los virus,
las bacterias infectan las vías respiratorias.
Las personas en riesgo de bronquitis aguda
abarcan:
Ancianos, bebés y niños
pequeñosPersonas con cardiopatía o
neumopatíaFumadores
La bronquitis crónica es una afección
prolongada. Las personas tienen tos que produce moco excesivo.
Para hacer el diagnóstico de bronquitis crónica,
uno tiene que tener una tos con moco la mayoría de los
días del mes durante por lo menos 3 meses.
La bronquitis crónica es un tipo de enfermedad
pulmonar obstructiva crónica o su abreviación a
EPOC. (El enfisema es otro tipo de EPOC.)
Las siguientes cosas pueden empeorar la
bronquitis:
La contaminación
atmosféricaLas alergias
Ciertas ocupaciones (como la extracción de
carbón, la fabricación de textiles o la
manipulación de granos)Las infecciones
Tratamiento
Si se considera que la bronquitis es bacteriana, por
regla general se trata con antibióticos. Es común
el uso de amoxicilina. En casos de asma, suelen usarse
inhaladores para evitar las asfixias
—broncodilatadores— o la inflamación
—esteroides—. Para los cortes en la
respiración (disnea) debidos al broncoespasmo, suele
usarse un inhalador de rescate de salbutamol
—Ventolin, Salbutomal—. Existen
otros inhaladores que pueden ser prescritos para un uso
diario.
Rinofaringitis
¿Qué es la
rinofaringitis?
Se trata de una enfermedad infecciosa, una
infección respiratoria y se suele confundir con los
catarros normales debido a que los síntomas como la
tos, el dolor de garganta y la congestión están
también presentes. No obstante, su principal diferencia
es que la Rinofaringitis llega a inflamar aún más
las vías aéreas y el tiempo de recuperación
es mayor que una gripe normal. Por lo que el proceso puede
tardar de 7 a 8 días en desaparecer, quedando las
vías respiratorias con afecciones que tardarán en
curarse un par de días más.
Principales Síntomas
Los principales síntomas son la falta de
energía del cuerpo, por lo que es probable que exista la
conocida congestión nasal acompañada con
irritación en los ojos, intenso dolor en la garganta,
afonía (ronquera) y fiebre en los primeros días y
dolor en todo el cuerpo.
Tratamientos Principales
Los tratamientos son muy habituales, y se basan
especialmente en lograr que sea el mismo organismo quien responda
y cree por sí solo las defensas necesarias para la
recuperación. Sin embargo, si se desean evitar los
síntomas se pueden tomar distintas medicaciones y aplicar
remedios caseros, siempre que el organismo no se vuelva
dependiente a éstas y de estar seguro de que se trata de
una Rinofaringitis normal y no aguda.
El primer tratamiento recomendado está basado
en el uso de analgésicos, así como limpiar la nariz
con baños salinos y vaporizaciones para despejar la
infección. Además, es recomendable que el
paciente mantenga reposo absoluto y beba bastante líquido
-especialmente bebidas calientes-. Para el dolor y la
descongestión de la garganta es indispensable hacer
gárgaras y tomar descongestionantes siempre que sean
sugeridos por el médico.
Este tipo de tratamiento es utilizado para la
Rinofaringitis normal, luego es posible encontrarse con
Rinofaringitis Aguda, que es una versión mucho más
avanzada donde las afecciones en el sistema respiratorio no
solamente son más notorias, sino que además
requieren de un especial cuidado médico.
Causas
La principal causa de la Rinofaringitis son los virus
encontrados en el medio ambiente, y esto se debe a que ha
existido un bajo nivel defensas, con lo que es posible que el
organismo adquiera el primer virus encontrado en su
hábitat. También la exposición a
temperaturas a las que un organismo está poco habituado,
así como el cambio brusco de las mismas hace que el
organismo se sienta descompensado.
Algunos remedios caseros para la
Rinofaringitis normal
Zumos de frutas, especialmente naranjas y mandarinas
(preferiblemente calientes)Gárgaras con cebolla triturada o con
limónAportar el uso de miel en las bebidas
ingeridasHacer vaporizaciones constantemente
Hacer una limpieza de nariz con agua y
sal
Si en los primeros días siente que agrava cada
vez más, y se sienten mayores obstrucciones en las
vías respiratorias es posible que deje de tratarse de una
Rinofaringitis normal y comience a tener una Rinofaringitis
Aguda. En la que se requiere de una mayor atención
médica y las causas y síntomas se agravan
considerablemente.
Otitis
La otitis es la inflamación del
oído. Según su localización anatómica
se clasifican en otitis externa y otitis
media.
La 'otitis externa' es la
inflamación del conducto auditivo externo (CAE), debida
generalmente a una causa infecciosa. La otitis externa de origen
bacteriano se divide en cuatro tipos:
OE aguda circunscrita o forúnculo del
conducto auditivo externoOE aguda difusa
OE crónica
OE invasiva o maligna
La 'otitis media aguda se divide de
forma práctica en Otitis media aguda no supurada y
Otitis media aguda supurada, ambas son distintas fases de
la misma enfermedad.
La otitis media crónica se divide de forma
práctica en Otitis media crónica simple y
Otitis media crónica colesteatomatosa.
La mala evolución de una otitis media puede
producir progresión de la
inflamación/infección hacia otros cuadros
clínicos severos: Laberintitis, mastoiditis,
parálisis facial, abscesos cerebrales y
meningitis.
Causas
La causa más importante de la otitis media es la
disfunción tubárica o el mal funcionamiento de la
trompa de Eustaquio, que es el conducto que comunica el
oído medio con la rinofaringe. Otras posibles causas son
la infección de la vía respiratoria alta, problemas
alérgicos y trastornos de la función ciliar del
epitelio respiratorio de la vía respiratoria alta. El
deficiente funcionamiento de la trompa de Eustaquio muchas veces
está relacionado con su obstrucción, que puede ser
por motivos intrínsecos o extrínsecos.
Habitualmente los motivos intrínsecos se deben a la
inflamación de la mucosa de la trompa de Eustaquio por un
problema infeccioso o alérgico. La obstrucción
extrínseca, habitualmente de causa mecánica, es
producida por una hipertrofia adenoidea
(vegetaciones).
Los gérmenes que se detectan con más
frecuencia en la otitis media aguda, son el Streptococcus
pneumoniae, el Haemophylus influenzae y con menor frecuencia la
Bramanella catarralis, el Streptococcus del grupo A y el
Staphylococcus aureus. Además de las bacterias,
también juegan un papel muy importante en la patogenia de
la otitis media aguda los virus, siendo los más
frecuentemente implicados el virus respiratorio sincitial, el
virus influenzae, el virus parainfluenzae, adenovirus, rinovirus
y enterovirus.
Síntomas de Otitis
En la forma aguda de la enfermedad existe dolor de
oído (otalgia), fiebre, tinnitus e irritabilidad. Con
menos frecuencia se puede presentar otorrea (supuración),
vértigo y más raramente parálisis facial. En
la otitis media crónica con efusión, la
pérdida de audición puede ser el único
síntoma.
La otitis media es una de las enfermedades más
frecuentes de la infancia y una de las causas de pérdida
de audición en los niños. Aproximadamente el 70% de
los niños han tenido algún episodio de otitis
media. La otitis media afecta a todos los grupos de edad pero es
más frecuente en el período de edad comprendido
entre los 0 y los 7 años. A partir de esta edad la
incidencia disminuye.
Desde el punto de vista epidemiológico se han
descrito distintos factores relacionados con una mayor incidencia
de otitis media durante los meses de otoño e invierno.
Asimismo, es más frecuente en los niños que acuden
a centros escolares o que presentan alteraciones
anatómicas en el área rinofaríngea como el
paladar hendido o que padecen inmunodeficiencias
congénitas adquiridas.
Tipos de Otitis
Otitis media aguda : Su causa más
frecuente es el germen Streptococcus pneumoniae. Otros
gérmenes que pueden estar implicados son: Haemophilus
influenza, Moraxella catarrhalis. Se precede normalmente de
una infección de vías aéreas altas
durante varios días. Aparece súbitamente
otalgia con fiebre, malestar general y pérdida de
audición.En lactantes los síntomas se pueden
ver limitados a irritabilidad, diarrea, vómitos o
malestar general. El empleo de bastoncillos de uso
domiciliario o instrumentos como agujas romas empujan con
frecuencia la cara más al interior del conducto
auditivo además de aumentar la posibilidad de
traumatismo. Puede ser útil irrigar suavemente con
suero con una jeringa el conducto auditivo y el empleo de
productos de reblandecimiento del cerumen. El tratamiento
consta de antibióticos por vía oral. De
elección la Amoxicilina. En niños que han sido
tratados recientemente con Amoxicilina o que viven en
áreas con una incidencia elevada de resistencias
producidas por betalactamasas sería de elección
el amoxicilina clavulánico o una cefalosporina de
segunda generación.
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