Nuevas perspectivas de la politica pública a partir del proceso de transformación y cambio
- Introducción
- La
planificación como instrumento de influencia en el
desarrollo de las políticas públicas y su
vinculación con los modelos de relación entre
las instituciones del estado y la organización
popular - La
comuna como espacio vital para la estructuración del
nuevo modelo de gestión de política
pública - El
acompañamiento social-político como
método de reforzamiento en la construcción de
nuevas conductas en los movimientos sociales como soporte y
defensa de las políticas
públicas - Gestión municipal
- Conclusiones
- Bibliografía
"El concepto de gobierno de los
movimientos sociales es una contradicción en sí
misma, sí.
¿Y qué?
Hay que vivir la
contradicción.
La salida es vivir esa
contradicción.
Álvaro García Linera, La
construcción del Estado
Introducción
Ante la crisis global que vive la sociedad capitalista y
en consecuencia su modelo de desarrollo, los pueblos y los
gobiernos de Latinoamérica han logrado levantar las
banderas de un nuevo orden social y político,
caracterizado o signado por las ideas ancestrales e
históricas de igualdad, solidaridad, participación,
igual distribución en la riqueza, disminución de la
pobreza, solidaridad. Esta situación indudablemente que ha
planteado una confrontación y un conjunto de reflexiones
en torno a lo pertinente y adecuado de estos modelos de
desarrollo sustentados en el desarrollo endógeno como
alternativo de desarrollo humano. Al mismo tiempo que ha
provocado una nueva manera de re-pensamiento de
Latinoamérica, de la gestión gubernamental, de la
participación de activa y militante de los pueblos y los
movimientos sociales, pero fundamentalmente se ha generado todo
un debate en torno a nuevas concepciones del estado y la
construcción de las políticas públicas en
función de sus nuevas realidades y escenarios.
Como quiera que sea toda esta dinámica es un
proceso permanente de dinámicas transformacionales en
todos los ámbitos del quehacer de los pueblos y los
gobiernos latinoamericanos. Y es que esta nueva realidad de
América Latina, ha alcanzado éxitos importantes en
todos los ámbitos, pero fundamentalmente en lo
político organizacional. Ese definitivamente es su fuerte.
De allí los importantes logros y avances de los pueblos en
su proceso de construcción de los nuevos estados partiendo
en primer término del confeccionamiento de nuevas
constituciones que permiten a estos hombres y mujeres que dirigen
los destinos de los gobiernos en función de la gente y los
pueblos latinoamericanos ajustar dichos modelos a las nuevas
circunstancias históricas por la cual caminan.
Estas realidades sociales y políticas han logrado
permear también el quehacer de las políticas
públicas, logrando nuevos procesos de pensamiento y
actuación, nuevos enfoques donde el centro de
atención es la gente como sujetos, como ciudadanos, con
inmensas capacidades de reflexión y en consecuencia de
producción. Aquí juega papel importante la
participación, la organización de los pueblos, de
sus movimientos sociales como elementos impulsores y
transformadores de las políticas públicas. Y es que
ciertamente a diferencia de los viejos paradigmas, de los modelos
políticos instaurados en la llamada IV República
como expresión de un modelo de pensamiento que se
configuró en tiempo y espacio teniendo como centro de
preocupación y acción el mercado y su principal
consumidor al hombre.
En el marco de este contexto es que se plantea el
desarrollo de la presente monografía denominada como:
"Nuevas perspectivas de la política pública a
partir del proceso de transformación y cambio planteado
por la revolución bolivariana y en la dinámica de
transición al socialismo como plataforma
socio-política".
A los efectos de alcanzar y desarrollar algunos
planteamientos que fundamenten la idea fuerza-título se
considera los siguientes subtítulos:
I.- La planificación como instrumento de
influencia en el desarrollo de las políticas
públicas y su vinculación con los modelos de
relación entre las instituciones del estado y la
organización popular.
II.- La comuna como espacio vital para la
estructuración del nuevo modelo de gestión de
política pública.
III. El acompañamiento social-político
como método de reforzamiento en la construcción de
nuevas conductas en los movimientos sociales como soporte y
defensa de las políticas públicas.
IV.- Una gestión municipal enmarcada dentro de
los esquemas de transformación y cambio social y la
construcción del hombre nuevo como elemento clave en el
impulso de las políticas públicas de cara a la
gente.
La
planificación como instrumento de influencia en el
desarrollo de las políticas públicas y su
vinculación con los modelos de relación entre las
instituciones del estado y la organización
popular
"El concepto de gobierno de los
movimientos sociales es una contradicción en sí
misma, sí.
¿Y qué?
Hay que vivir la
contradicción.
La salida es vivir esa
contradicción.
Álvaro García Linera, La
Construcción del Estado
La revisión histórica de los procesos de
los pueblos y sus gobiernos respectivos, ha venido dando cuenta
como en sus diferentes momentos históricos ha evidenciado
la implementación de las llamadas políticas
públicas como responsabilidad de los dirigentes que
están al frente de las instituciones del estado.
América Latina como ya es sabido desde principios del
siglo XX y en su proceso de modernización de sus Estados y
la estructuración y adecuación de sus
instituciones, han estado bajo la hegemonía de los
esquemas de pensamiento y las influencias de la cultura de
occidente y, fundamentalmente de los Estados Unidos de
Norteamérica, como principal centro de poder e influencia
en la región.
Afirma Estévez, (2006) que:
Desde esta perspectiva se puede afirmar que toda la
estructura de las políticas y la gestión
pública implementada por los gobiernos latinoamericanos y
fundamentalmente los venezolanos, y más precisamente a
partir de la instauración de la democracia representativa
en 1959 fue diseñada unas por expertos de famosas
trasnacionales que operaban en nuestro territorio y que eran
recomendadas por y desde la casa blancas, otras fueron copiadas
de modelos extranjeros que al ser aplicadas por supuesto no
podían alcanzar nunca importantes saldos a favor de la
gente, por cuanto las políticas públicas
diseñadas y copiadas, eran y fueron diseñadas bajo
la concepción del capitalismo y del principal centro de
poder, el cual asume la política pública no para
beneficiar de la gente, sino como una prestación de
servicios, de los cuales hay que extraer la mayor cantidad de
beneficios económicos posibles.(p. 11)
Esas políticas públicas en un momento
determinado de nuestra historia política solía
denominarse como las políticas de desarrollo, que en una
etapa crucial de la etapa de diseño del proceso de
planificación de un gobierno, permitían orientar su
gestión, al mismo tiempo que alcanzar sus objetivos.
También se asume como parte de la compleja relación
que se establece entre la esfera de la política – en
cuanto actividad de los que rigen o aspiran a regir los asuntos
públicos – y la acción pública.
En la actualidad a las políticas de desarrollo se
las denomina políticas públicas no estando
suficientemente claras las diferencias entre ellas. Una posible
explicación de esta falta de claridad es que la
planificación en general y las políticas de
desarrollo en particular, se enmarcan en procesos recientes y
eclécticos de revalorización después de un
largo período en que se planteaba que la
planificación era un ejercicio estéril que
sólo distraía recursos escasos y que la mejor
política era aquella que no existía.
La revalorización de la planificación
alcanza a todas las instituciones: gobiernos, empresas privadas,
fuerzas armadas, universidades, organizaciones no gubernamentales
y otras. Cada institución (pública, privada o no
gubernamental) utiliza la planificación de acuerdo a sus
fines, enfatizando algunas concepciones teóricas y
metodológicas y utilizando algunos instrumentos y
descartando otros, lo que se traduce en aplicaciones muy
diversas. Revalorización de la planificación del
desarrollo
No obstante ello, sea cual sea el usuario institucional,
la revalorización de la planificación y de las
políticas, enfatizan la concepción
estratégica tanto del diseño como de la
ejecución, el obligado carácter participativo de
ambos subprocesos y la necesidad de asegurar la
anticipación del futuro, la coordinación de las
acciones y la evaluación de resultados. Debe decirse
entonces que las políticas públicas han estado
diseñadas bajo esquemas y modelos que no han generado
acciones humanas, de transformación de la gente y su
práctica, y ello tiene que ver grandemente con los modelos
de planificación que se han utilizado a través del
tiempo y que aun se siguen utilizando.
Considera Alcala, (2007) que:
Frente a esta realidad se hace necesaria la
implementación de nuevas e innovadoras concepciones de
planificación que se inserten en el corazón de las
comunidades y que logre incorporar las expectativas de la gente y
de sus comunidades, y ello no es posible desarrollarlo con
cualquier modelo de planeo. Allí entonces es donde insurge
la llamada Planificación Estratégica que permita la
modernización de la gestión pública, alejada
de los esquemas neoliberales y que de alguna permita entre otras
cosas asumir al estado como:
– Un Estado vigilante por delegación de los
ciudadanos en democracia.
– Que asuma la ideología y el proyecto que la
democracia le asigna en un período determinado.
-Que se someta a probar la eficacia de sus resultados y
a la representatividad de sus decisiones.
-Que tenga la capacidad de perfeccionamiento que la
democracia le permite.
-Que no tenga posiciones rígidas y su
preocupación constante es el equilibrio social por
abolición de los extremos.
-Que sea una combinación de brújula y
regulador homeostático.
– Que conduzca el cambio social hacia el norte que el
colectivo social le impone.
-Que impida las tensiones y los conflictos que superen
el límite de la convivencia social.
– Que oriente y evite los excesos y no produce excesos.
(p. 23)
A partir de 1999 con la llegada del Presidente Hugo
Chávez a la Presidencia de la República, se
comienza a crear unas condiciones e el país para el cambio
general. En primer término la derogación de la
Constitución de la república de 1961, desarrollada
de espalda a la gente y estructurada por la clase política
y económica dominante para ese momento por la de 1999
resultado auténtico y genuino de la consulta al pueblo en
todos sus ámbitos y clases sociales. Ese va a ser el
primer síntoma de los cambios que se avizoraban en el
futuro, y con ello las implicaciones que esta a la larga
representarían para los movimientos sociales, que
cobrarían mucha fuerza después del golpe de estado
del 2002 fecha a partir de la cual comienzan a legislarse leyes
que le posibilitan al movimiento popular organizarse mejor y a
través del Estado empoderarse de poderes y en consecuencia
de prácticas que de alguna manera comienzan a influir
seriamente en la construcción de políticas
públicas humanistas, solidarias y profundamente al
servicio de las clases sociales más
necesitadas.
De alguna manera hay que decir que las políticas
públicas desarrolladas por el ejecutivo nacional y muchos
de los entes gubernamentales como gobernaciones y
alcaldías presentan mucho de la influencia de los viejos
paradigmas, y es que hay que destacar que este proceso de
transformación es lento, pero que ha ido avanzando a pesar
de las contradicciones propias de un proceso tan dinámico
y dialéctico como éste que lidera el Comandante
Hugo Chávez y que busca encuentra la direccionalidad
adecuada en el Plan nacional Simón Bolívar y de
manera concreta en los dos primeros ejes: la Nueva Ética
Socialista y la Suprema Felicidad Social.
En ese contexto se enmarca entonces la dinámica
transformacional que por una parte le está imprimiendo las
políticas desarrolladas por el Ejecutivo nacional, las
Gobernaciones y Alcaldías y también empujadas por
los niveles y esfuerzos de las organizaciones sociales, la cuales
hay que decirlo han logrado y porque no provocado que muchos
gobernantes tengan que adecuar su gestión a la
dinámica de las comunidades organizadas y ello se debe
principalmente a los niveles de claridad y organización de
las comunidades quienes han aprendido a desarrollar proyectos
puntuales que al ser presentados ante los entes del gobierno
nacional regional y local logran redefinir la concepción
clásica de la política pública tradicional y
clásica que aun se resiste a abandonar los espacios de los
entes gubernamentales.
La comuna como
espacio vital para la estructuración del nuevo modelo de
gestión de política
pública
Una nueva geometría territorial,
donde se establecerá un nuevo modelo de auto gobierno,
donde predomine este nuevo sistema de comunas que tendrían
como fin ir cubriendo el territorio venezolano en su totalidad
convirtiendo, al viejo estado de la cuarta republica, en un nuevo
estado comunal socialista.
Amadeo Rivero
La dinámica que le ha impuesto la
Revolución Bolivariana al proceso de transformación
y cambio, direccionado hacia la construcción de la
democracia revolucionaria y hacia un estado socialista, de alguna
manera se ha caracterizado en primer término por la
teorización del modelo de socialismo adecuado para
Venezuela.
En ello, los teóricos que trabajan al respecto
tanto nacionales como amigos internacionales que respaldan el
proceso político venezolano, se han paseado por la
revisión de los procesos políticos que de alguna
manera han estado relacionado con las ideas transformacionales
del socialismo. Incluyendo a su mentor principal, el presidente
Hugo Chávez, quien le ha dedicado horas de estudio,
conversiones, conversatorios, entrevistas, trabajos de
asesoría y consulta para ir de alguna manera estructurando
las ideas y concretando las mismas, en relación a como
ordenar el país, el modelo a seguir y fundamentalmente la
construcciòn y desarrollo de las llamadas políticas
públicos que deben levar adelante el gobierno nacional
regional y local.
Plantea Brito, (2005) que:
Entre las ideas y modelos de organización social
y política logra aparecer el de los Consejos Comunales y
fundamentalmente la comuna. De los Consejos Comunales se asume
que es una idea parecida a la de los soviets que impulso Vladimir
Ilich Lenin en los inicios de la revolución socialista
rusa de 1917. Dichos soviets no era otra cosa que la
organización social política más
pequeña del entramado socio-organizacional que buscaba
entre las ideas principales otorgar el poder directo a las
comunidades primarias. Que fuera ese sector de la comunidad quien
lograra organizar, ordenar, desarrollar políticas
puntuales para atender los problemas de dicha comunidad y
apoyados profundamente por el estado y sus instituciones. (p.
45)
De dicho modelo se han hecho consideraciones importantes
y logrado ensamblar la misma a la realidad cultural,
política, idiosincrática del pueblo venezolano.
Además de ello se ha legislado sobre ello. Todo ello ha
ocurrido en una circunstancia que el gobierno presionado con las
continuas políticas y agobio a la revolución
Bolivariana por parte de su principal enemigo y detractor como lo
es los Estados Unidos de Norteamérica y la clase
política, económica, industrial-comercial
trasnacional y nacional, que se han empeñado en dar al
traste con este proceso transformacional que vive el país,
pero que ha encontrado una fuerte resistencia por la gama de
intereses foráneos de la principal potencia del
mundo.
Un detalle importante de destacar es que aun en
Venezuela la idea de los Consejos Comunales no ha calado del todo
en el seno del movimiento popular. En la práctica de
muchos de ellos, se evidencia el hecho que aun no han comprendido
la magnitud y la carga ideo-política que representa El
Consejo Comunal, para la consolidación de la
revolución bolivariana y la consolidación del
movimiento popular a partir del empoderamiento que lo posibilita
el conjunto de leyes que el ejecutivo nacional ha ido
construyendo en conjunto con el movimiento popular organizado, en
la idea clara y precisa de que el pueblo organizado logre su
consolidación y poner en práctica lo que plantea la
Constitución de la república Bolivariana de
Venezuela en su preámbulo que sostiene que "…el
poder reside en el pueblo quien lo ejerce".
Sobre ese particular de los Consejos Comunales y las
contradicciones que en su práctica ponen en evidencia el
hecho que aun no están lo suficientemente organizada la
gente para atenderlo, es una situación que debe ser
atendida prontamente por los entes gubernamentales que exigen y
requieren que estas instancias organizacionales estén
debidamente conformadas en relación al deber ser de los
mismos, como palanca de apoyo de las gestiones públicas
desarrollada por los gobernantes. Es una tarea que ciertamente
debe reconocerse que no se ha emprendido con fuerza, a pesar de
las exigencias y denuncias que ha elevado el presidente Hugo
Chávez en más de una de sus alocuciones en cuanto a
la necesidad de la formación política
ideológica de la gente, de la base como garantía
única y válida para garantizar de esta propuesta de
modelo social y política que se ha levantado desde 1999,
pero que se ha profundizado después de la intentona de
golpe de estado en 1992.
La otra idea fuerza que centra la atención de la
gestión del gobierno del presidente Hugo Chávez,
que se acompaña con mucha fuerza por parte de los
gobiernos regionales y municipales es la relacionada con las
comunas. Esta inspirada un poco en la Gran Comuna de
París, como hecho social y político que logro ser
liderada por bastos sectores populares y con los trabajadores al
frente, que buscaban desarrollar importantes y significativos
niveles de organización, como modelo político
diferente a derrocado por las fuerzas populares.
La Comuna considerada en la Ley de Comunas en su
artículo 5 se define en los siguientes
términos:
Es un espacio socialista que, como entidad local, es
definida por la integración de comunidades vecinas con una
memoria histórica compartida, rasgos culturales, usos y
costumbres, que se reconocen en el territorio que ocupan y en las
actividades productivas que le sirven de sustento, y sobre el
cual ejercen los principios de soberanía y
participación protagónica como expresión del
Poder Popular, en concordancia con un régimen de
producción social y el modelo de desarrollo
endógeno y sustentable, contemplado en el Plan de
Desarrollo Económico y Social de la Nación. (p.
3)
Desde la perspectiva de la ley, La Comuna tiene como
propósito fundamental la edificación del estado
comunal, mediante la promoción, impulso y desarrollo de la
participación protagónica y co-responsable de los
ciudadanos y ciudadanas en la gestión de las
políticas públicas, en la conformación y
ejercicio del autogobierno por parte de las comunidades
organizadas, a través de la planificación del
desarrollo social y económico, la formulación de
proyectos, la elaboración y ejecución
presupuestaria, la administración y gestión de las
competencias y servicios que conforme al proceso de
descentralización, le sean transferidos, así como
la construcción de un sistema de producción,
distribución, intercambio y consumo de propiedad social, y
la disposición de medios alternativos de justicia para la
convivencia y la paz comunal, como tránsito hacia la
sociedad socialista, democrática, de equidad y justicia
social.
Un elemento importante de destacar en el sentido de la
construcción de las comunas es que el proceso
revolucionario, exige cambios, que generen un avance equitativo
hacia la construcción de una nueva sociedad. El salto
hacia la conformación de las Comunas, no se debe hacer,
como se hizo con la conformación de los Consejos
Comunales, donde una gran cantidad de estas estructuras sociales,
fue promovida su conformación intereses de grupos
políticos que solo lo hicieron en aras de fortalecer su
cuota de poder, en este sentido la ley de los Consejos Comunales
juega un papel muy importante, ya que estos que son el
embrión, que pasaran a dejar de serlo, para trasformarse
en una nueva estructura de Autogobierno Comunitario del Poder
Popular Socialista,
Este salto hacia la construcción de las Comunas,
debe conllevar obligatoriamente a darle un vuelco a la ley ante
mencionada, e ir adaptándola al ritmo de la
revolución bolivariana., Lo que vendría a ser la
creación de una ley, que engrane a los Consejos Comunales,
Comunas, Federaciones de Comunas y Confederaciones de Comunas,
como una medida transitoria hacia el modelo
socialista.
Desde la perspectiva de este trabajo monográfico,
Las Comunas hay que asumirlas como una transición hacia el
sistema socialista, por los momentos deben estar enmarcadas en
los siguientes objetivos fundamentales, según el Plan
Simon Bolívar que son los siguientes. Primero hay que,
Planificar para darle la mayor suma de felicidad al pueblo, en el
área de Educación, Salud, Seguridad Ciudadana y
Economía Social para generar fuentes de
trabajo.
Una planificación muy distinta a la que
actualmente ejecuta un Consejo Comunal, que planifica la
construcción de una cancha deportiva, la
construcción de aceras, cambios de techos, la
construcción de casas comunales, dotación de
instrumentos musicales, estas seguirán siendo la
planificación del Consejo Comunal, pero para su interno,
No crean que porque se unen y forman una comuna van a tener
recursos. La Comuna es otra cosa, es la planificación para
construir empresas de propiedad social, que generen fuentes de
trabajo, es ir planificando hasta lograr trasformar este Estado
de consumista a un Estado de producción socialista, donde
se logre alcanzar la Soberanía Alimentaria.
Si como miembros de los Consejos Comunales no se
está estamos claro, que este objetivo es uno de los
principales, entonce carecemos de una ideología socialista
y no conocemos la ideología Capitalista, la cual utiliza
estrategias como de producir menos alimentos, para que en el
mercado se produzca una escasee y así los dueños de
las empresas puedan aumentar los productos, valiéndose de
la necesidad del pueblo, que debe comprarlo ha juro porque
necesita comer, lo que conlleva a los altos indesees de
inflación, que dan como resultado final que el poder
adquisitivo de las personas caiga en un nivel tan bajo, lo cual
genera la quiebra de las Empresas, que producen artículos,
que son de primera necesidad, pero como son alimentos de la
canasta diaria, el pueblo no los puede adquirir en el nivel de
generar la estabilidad de estas empresas. Como la de los calzados
(zapaterías) Fábricas de Ropas, Muebles y otros,
Empresarios que se llevan los dólares, para otros
países para motar empresas y seguir desangrando al pueblo.
Y para finalizar le recuerdo Camaradas: para que un pueblo sea
feliz, debe tener salud, seguridad ciudadana, educación,
vivienda, agua potable, luz, Comida, fuente de trabajo y un
Gobierno Socialista (honrado) Este es el objetivo de las Comunas,
planifiquen para lograr este objetivo.
Los Consejos Comunales, como embrión de este
proceso revolucionario, deben estar claros al conformar las
Comunas, que una de las metas como nueva estructura socialista
aparte de promover una nueva cultura de vida, donde la
ética socialista debe ser la base primordial de esta nueva
modalidad de convivencia ciudadana, es el salto hacia el
empoderamiento del poder local y este no se logra si no estamos
claros ideológicamente, con el contenido del Plan Simon
Bolívar. Igualmente como se debe conocer a fondo el
mencionado plan. Se debe incrementar la participación
democrática, pero con sentido revolucionario, donde los
encuentros de Consejos Comunales, se conviertan en el pan de cada
día, encuentros para revolucionar ideas y propuestas, que
conduzcan a la creación de proyectos productivos, sociales
y políticos.
El
acompañamiento social-político como método
de reforzamiento en la construcción de nuevas conductas en
los movimientos sociales como soporte y defensa de las
políticas públicas
"El poder reside en el pueblo quien lo
ejerce"
Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela 1999)
La primera tarea del recién
elegido Presidente Chávez pasaba por crear un nuevo
contrato social que recogiera y permitiera la
participación popular en la superación de los
cuellos de botella del modelo neoliberal. No es extraño,
pues, que el principal concepto que se repite en el texto
constitucional sea el de participación, que, por vez
primera, cobraba inusitada presencia en el ámbito de las
fuerzas productivas, corresponsabilizando a la ciudadanía
de la reinvención de un modelo económico basado en
la economía social.
Juan Carlos Monedero
Prof. Universidad Filosofía y
Economía Política
Universidad Complutense de Madrid y
Coordinador del centro Internacional Miranda de
Venezuela.
Una de las principales preocupaciones de muchos
teóricos y analistas, gobernantes relacionados con el
proceso revolucionario venezolano es el poco
acompañamiento que tiene las organizaciones sociales,
comunitarias, profesionales para la consolidación de la
democracia socialista. Ciertamente la calle esta llena de gente
que levanta las banderas del cambio, de la revolución, del
socialismo, pero aun se encuentran muchas situaciones de falta de
acompañamiento, de falta de respuestas de muchas
instancias del gobierno, nacional, regional y local para con los
esfuerzos que hace la gente en sus pretensiones de impulsar la
dinámica de transformación y cambio que le imprime
el Presidente Hugo Chávez
Acuñar esta afirmación podría
parecer una contradicción, pero es que el mismo Presidente
Chávez lo afirma y lo denuncia, exige a cada instante
más acompañamiento a la gente, ayuda para elevar
los niveles de organización, colaboración
máxima para que estos eleven sus niveles de conciencia,
apoyo para el proceso exigido de la formación de los
cuadros políticos, que al parecer se le tiene miedo,
porque se sabe que cuando al pueblo se les nutre en conciencia,
los círculos de poder levantados alrededor de los centros
de poder, ven sus fortalezas menguadas, debilitadas porque
precisamente el pueblo, las organizaciones populares
podrían entonces abrir sus propios caminos, caminar con
sus propios pies sin que nadie les venga a servir de
brújula. Porque estarían éstos de ayudar
ostensiblemente a los gobernantes a desarrollar políticas
públicas encaminadas por los senderas del socialismo, de
la humanidad y fortalecidas, ancladas en la fortaleza que da el
saberse formado en lo ideo-político.
En este sentido se trata de desarrollar políticas
de acompañamiento a la gente, de ayudarlos a crecer en
todos sus espacios, pero fundamentalmente en el terreno de las
ideas, de la conciencia, porque es esta la que le da fuerza a los
procesos políticos. La historia ha demostrado que muchos
procesos que han propugnado transformación y cambio a
partir de las ideas revolucionarias han sucumbido
fácilmente precisamente porque el pueblo no estaba
consciente de la significación e importancia y de los
alcances de dicho modelo tanto para ellos como pueblo como para
la humanidad.
Estévez, (2006) plantea:
Nicaragua de la década de los años 70, la
nicaragua liderada por el Frente Sandinista de Liberación
Nacional frente a la dictadura de los Somoza es el mejor ejemplo
de la caída de una propuesta de liberación, que el
pueblo la acompañó pero que antes las condiciones
planteadas por la contrarrevolución y por la debilidad de
la mayoría del pueblo pobre en el terreno de lo ideo
política resultó derrotada en comicios donde gana
la derecha apoyada por Ronald Reagan y Como presidente
saldría electa Violeta Chamorro peón del imperio.
Igual situación se puede evidenciar en las propuestas
revolucionarias desarrolladas también en América
central en la década de los 70 en los movimientos
militares y sociales de El salvador, Guatemala y Honduras
resultaron derrotadas por las debilidades ideo políticas
del pueblo. (p. 25).
En Venezuela llama la atención como algunas zonas
se han perdido no por la calidad de la derecha y de sus
dirigentes, sino por las debilidades de los sectores
revolucionarios, quienes llenos de contradicciones y debilidades
en lo teórico conceptual después de haber ejercido
el gobierno como en el caso de Nueva Esparta; Carabobo,
Táchira, Miranda se ha perdido toda posibilidad de
recuperarlo para conducir gobiernos revolucionarios altamente
cualificados y de una profunda sensibilidad por el pueblo.
Allí se coloca en evidencia por ejemplo las debilidades en
lo formativo, en la siembra de la conciencia, en las gestiones
llenas y marcadas de errores y de abandono significativo por el
desarrollo de políticas a favor del pueblo.
Sostiene Córcega, (2006) que:
En este sentido es importante desarrollar los llamados
acompañamientos, al pueblo venezolano a pesar de que ha
avanzado un largo trecho, un largo camino, aun le falta. Y el
camino se hace altamente escabroso, a sabiendas que el enemigo,
que el imperialismo, que las trasnacionales, que las fuerzas
contrarrevolucionarias desarrollan sus políticas en contra
y cuentan aun con mucha fuerza y poder económico, al mismo
tiempo que ayuda a ello las debilidades de nuestras
políticas eradas y equivocadas muchas de ellas en la
gestión pública, pero también en una de alto
tenor como lo es el acompañamiento en los ámbitos
sociales y en lo formativo, en político ideológico.
(p. 32)
Ejemplo de lo que se debe hacer es la revolución
cubana, que sin recursos económicos fundamentales,
cercada, bloqueada, desconectada y desarticulada del resto del
continente ha logrado mantenerse por más de 50 años
y ello se debe a los altos niveles de conciencia del pueblo, que
a pesar de esas circunstancias y del bombardeo mediático
constante ha logrado sobreponerse y vencer todos los esfuerzos
llevados adelante por el imperialismo norteamericano por derrotar
el sueño de marti, Bolívar y Fidel.
Finalmente en vejezuela se debe y tiene que hacer, se
está obligado por la historia y la gente de profundizar la
gestión pública revolucionaria, pero para ello
acompañare el pueblo en la solución de sus
necesidad y dotarlos de herramientas fundamentales que le
permitan profundizar sus niveles de conciencia.
Gestión
municipal
Una gestión municipal enmarcada dentro de los
esquemas de transformación y cambio social y la
construcción del hombre nuevo como elemento clave en el
impulso de las políticas públicas de cara a la
gente.
"Decir la verdad, simplemente decirla,
es un primer buen paso importante para la gestión de los
gobiernos revolucionarios"
Fidel Castro Ruz, 1962
"El hombre nuevo está más
allá del hombre normal. El hombre nuevo está
más allá del cansancio de las piernas… El hombre
nuevo está más allá del cansancio de los
pulmones, más allá del hambre, más
allá de la lluvia, más allá de los zancudos,
más allá de la soledad. El hombre nuevo; el hombre
que da más a los hombres que lo que el hombre normal puede
dar a los hombres."
La montaña es algo más
que una inmensa estepa verde.
Omar Cabezas
Pensar en una gestión pública que
esté signada por su direccionalidad para la gente,
necesariamente requiere y exige de la participación de la
misma en su construcción. Mal podría decirse que
una gestión pública sea popular, si en su proceso,
en su dinámica, en su articulación el pueblo no se
encuentra por ninguna parte. Ni siquiera cuando se asume que las
políticas van dirigidas a ella.
Una mirada a nuestro pasado político inmediato,
permite precisar eso que se ha denunciado la existencia de los
autollamados, gobiernos del pueblo y para el pueblo pero sin
pueblo alguno que los respalde. Un ejemplo de ello fue la
Constitución de 1961 en Venezuela, pensada para
direccionar al país, para ser aplicada al pueblo, pero sin
que nunca se consultada a la gente. Eso es una seria
contradicción. Y es que estamos en el mar de las
contradicciones. La dinámica actual que caracteriza a los
pueblos y fundamentalmente a los latinoamericanos es que la
participación activa de la gente es fundamental, a la hora
de la instauración de los nuevos gobiernos, la
construcción de las políticas públicas y su
pertinente desarrollo. En este sentido se hace necesario la
existencia y presencia de los movimientos sociales es
inevitable.
Al respecto de las gestiones municipales Cabrales,
(2006) hace la siguiente consideración:
Una gestión municipal que apunte a desarrollar
mediante la descentralización, una creciente
participación de la ciudadanía tiene planteado un
gran desafío. Deberá responder a algunos aspectos
básicos implícitos en la cultura ciudadana, a la
vez que desde ella impulsar y desarrollar una nueva cultura de la
participación. (p. 32).
Con relación a lo planteado en la anterior cita,
se puede decir que desde esa construcción de una nueva
cultura de la participación, es que se debe concebir un
proceso siga trascendiendo y profundizando formas que las normas
constitucionales habilitan mediante la conformación de
nuevos espacios para la participación como los consejos
comunales y las comunas. La gestión municipal en este
sentido que se plantee llevar adelante deberá en este
sentido tener en cuenta a la participación como un
componente fundamental de un proceso de transformación a
partir del cual se deberán instrumentar formas de
acción política orientadas por un lado a atender
los problemas de la comunidades, y por otro a capacitar y
entregar poder a la población. Es desde esos dos
mecanismos adecuadamente articulados que se logrará un
verdadero fortalecimiento y desarrollo de formas de
organización de la sociedad civil.
Una gestión municipal que tenga la capacidad de
potenciar y de crear mecanismos en el que el ciudadano participe
tanto en el proceso de toma de decisiones, en la
implementación y aplicación de las políticas
que lo afecten, deberá ser el norte a seguir por la
gestión municipal. No se trata simplemente de cumplir con
el mandato constitucional, sino de cumplirle a la gente, de creer
en la gente, de incluirlos de manera activa en dicho proceso de
consolidación de un gran movimiento social formado
sólidamente en la idea de la participación como
mecanismo fuerza que permita respaldar la gestión de
cualquiera gestión municipal que identificadas con la
gente lleve adelante políticas públicas centradas
en el bienestar del hombre en colectivo.
Beltrán, (2006) plantea que:
También es importante también considerar
la instrumentación de otras formas complementarias de
participación ciudadana más efectiva y real a
partir de los cuales el gobierno municipal se vincule
directamente con la sociedad, a las comunidades, a los consejos
comunales, a las comunales, a los colectivos sociales
organizados, ganando en credibilidad, en una mayor
satisfacción de los reclamos de la población y
sobre todo en una ubicación distinta del conflicto
instalado entre el ciudadano-contribuyente y la
administración del gobierno municipal. . (p.
21).
A propósito de la participación de la
gente, de las comunidades, de los colectivos sociales organizados
es altamente importante considerar la formación del hombre
nuevo, planteada por Marx, Ernesto Guevara y ahora con mucha
insistencia el presidente Hugo Chávez. Y es que en esta
concepción del hombre que se plantea en el proceso
revolucionario venezolano se asume desde la siguiente
perspectiva.
Martinet, (2006) considera que:
El hombre del devenir histórico deberá
asumirse como un individuo distinto, con una visión de
justicia y hermandad, dispuesto incluso, a asumir el liderazgo de
países pobres, para liberarlos del sometimiento eterno que
ejercían los poderosos. Al hombre nuevo, los grupos que
dominan, junto a las potencias que controlaban el mundo de
injusticia, les llamarían locos e irrespetuosos de las
leyes impuestas, oponiéndose a su liderazgo y a los
cambios que se darían debido al despertar de la
conciencia. (p. 34).
En función del hombre nuevo y del planteamiento
desarrollado en la cita de André Martinet, es importante
destacar que ciertamente el proceso revolucionario venezolano se
debate en el mar de contradicciones, toda vez que los
planteamientos de transformación y cambio en las
estructuras del estado quizás se estén logrando,
pero en el hombre marcha muy lento, muy despacio, y ello
repercute y atenta con el mismo proceso. Y ello tiene que ver con
la posibilidad de que el hombre nuevo se convierte en puntal,
fuerza y palanca de la dinámica de las gestiones
municipales. En este sentido los gobiernos tienen que contar con
la fuerza del pueblo. Y ella no solo se logra por el desarrollo
de obras. Se logra fundamental con la siembra de conciencia y la
creación del hombre nuevo.
Al respecto de este hombre el comandante Guevara, (1969)
lo define en los siguientes términos: "La
Revolución no es únicamente una
transformación de las estructuras sociales, de las
instituciones del régimen; es además una profunda y
radical transformación de los hombres, de su conciencia,
costumbres, valores y hábitos, de sus relaciones sociales"
(p. 32).
Una Revolución sólo es auténtica
cuando es capaz de crear un "Hombre Nuevo" y este, para Guevara
vendrá a ser el hombre en el siglo XXI, un completo
revolucionario que debe trabajar todas las horas de su vida; debe
sentir la revolución por la cual esas horas de trabajo no
serán ningún sacrificio, ya que está
implementando todo su tiempo en una lucha por el bienestar
social; si esta actividad es lo que verdaderamente complace al
individuo, entonces, inmediatamente deja de tener el calificativo
de "sacrificio". Esto debe ser una cualidad fundamental en el
Revolucionario, sentir la misma -revolución- como tal,
para trabajar con esmero.
Pero no todo es tan simple, como en todo existe
también su lado oscuro, la parte más dura de ser un
revolucionario es que se deben definir de manera precisa los
sentimientos, ya que todo revolucionario debe estar impulsado por
grandes cantidades de amor aunado a un gran espíritu
apasionado; para así realizar un caudal de acciones y
hechos concretos orientados hacia un solo objetivo, lograr
mejoras en el ambiente social. Estas dos condiciones o cualidades
para ser revolucionario deben estar respaldadas por un factor
fundamental que tiene que estar presente en la actitud de dicho
individuo, y viene siendo la vigencia de una mente fría y
calculadora que ayudará, sin duda alguna, a tomar
decisiones dolorosas que no permitan ni siquiera la
contracción de un músculo.
Conclusiones
A propósito del desarrollo del presente trabajo
monográfico denominado: "Nuevas perspectivas de la
política pública a partir del proceso de
transformación y cambio planteado por la revolución
bolivariana y en la dinámica de transición al
socialismo como plataforma socio-política" se
desarrollaron cuatro planteamientos a manera de títulos
que desarrollados arrojaron de manera articulada un entramado de
consideraciones de las cuales se extraen las siguientes
conclusiones.
1.- Ciertamente en el marco del proceso de
transformación y cambio que vive el país la
planificación juega un papel importante en la
dinámica transformacional que lleva adelante el gobierno
del Presidente Hugo Chávez, al mismo tiempo que direcciona
la construcción de las políticas públicas. Y
es que a partir de la planificación, en su proceso de
vinculación con la realidad, logra diagnosticarla y pensar
al mismo tiempo el ensamblaje de políticas públicas
direccionadas a alcanzar las mejoras sociales que las comunidades
y la gente requieren.
2.- No es posible pensar en una política
pública al margen de la planificación y mucho menos
desvinculada de los procesos de relacionamiento entre las
instituciones gubernamentales y la organización
popular.
3.- El proceso político, dinámico.
Dialéctico que caracteriza a Venezuela en los actuales
momentos no permite la improvisación y los errores. En
función de ello es que se ha sostenido este proceso en el
desarrollo de un modelo de planificación que recrea los
aspectos trascendentes de la Planificación
Estratégica desarrollada adelante por el chileno Carlos
Mattus.
4.- En la dinámica de consolidación del
proceso revolucionario y el impulso de las políticas luce
por demás de importante los procesos de relaciones que se
plantean entre el estado y las organizaciones populares, donde la
intervención de la gente es fundamental para que la
política pública sea pensada y desarrollada bajos
los principios de humanidad.
Página siguiente |