- Introducción
- La
educación - Pensamiento de Bolívar y discurso de
Angostura - Significado del "término moral y luces
son nuestras primeras necesidades" - Componentes del comportamiento humano dentro de
la sociedad - Fundamentación legal constitucional y su
vinculación con moral y luces - Moral
y luces como tercer motor en la educación
universitaria - Conclusiones
- Referencias
bibliográficas
Introducción
La educación es un proceso de
socialización y endoculturación de las personas a
través del cual se desarrollan capacidades físicas
e intelectuales, habilidades, destrezas, técnicas de
estudio y formas de comportamiento ordenadas con un fin social
(valores, moderación del diálogo–debate,
jerarquía, trabajo en equipo, regulación
fisiológica, cuidado de la imagen, etc.).
La función de la educación es ayudar y
orientar al educando para conservar y utilizar los valores de la
cultura que se le imparte, por ejemplo la occidental,
democrática y cristiana, fortaleciendo la identidad
nacional. La educación abarca muchos ámbitos; como
la educación formal, informal y no formal.
Pero el término educación se refiere sobre
todo a la influencia ordenada ejercida sobre una persona para
formarla y desarrollarla a varios niveles complementarios; en la
mayoría de las culturas es la acción ejercida por
la generación adulta sobre la joven para transmitir y
conservar su existencia colectiva. Es un ingrediente fundamental
en la vida del ser humano y la sociedad y se remonta a los
orígenes mismos del ser humano. La educación es lo
que transmite la cultura, permitiendo su
evolución.
CONTENIDO
La
educación
El concepto de educación está relacionado
con el de cultura y en un sentido más preciso, con el
concepto de enculturación: es un proceso, es decir, que no
se hace de golpe, mediante el cual el ser humano recibe
influencias positivas o negativas de la sociedad en la cual se
desarrolla.
El objetivo de la educación debe ser hacer
aflorar las influencias o aspectos positivos y anular o atenuar
los aspectos negativos de la cultura. El proceso educativo o
enculturación inicialmente lo ha llevado a cabo la familia
y/o los grupos primarios. Desde que el niño nace, la gente
que están cercanos a él, le transmitirán
normas, hábitos, costumbres, valores y también
técnicas de trabajo. Antiguamente no había centros
dedicados a la educación, sin embargo, se puede decir que
la inmensa mayoría de pueblos, llegado al mínimo
grado de desarrollo han creado instituciones dedicadas a la
educación, a la enseñanza, no sólo para
transmitir conocimientos sino también una formación
en valores, ideas, creencias, etc.
Pensamiento de
Bolívar y discurso de Angostura
Para Bolívar la construcción de una gran
sociedad, debe reposar en el pilar moral, visto como el poder que
permita deslastrarse de las malas costumbres, de los vicios y
dependencias del hombre hispanoamericano. Para el logro de tal
visión, se inspira en el antiguo cuerpo de leyes de las
culturas clásicas: Grecia y Roma, y de manera consciente
propone ante el Congreso Constituyente reunido en Angostura un
nuevo poder, el Poder Moral, que ejercería una
autoridad plena e independiente sobre las costumbres
públicas y sobre la primera educación, bajo la
figura compuesta por dos cámaras: Moral y
Educación. Esto representaría la figura de el
Areópago, tomado de la sociedad Griega Ateniense
y de los guardianes de las costumbres Romana tomaría sus
Censores y Tribunales Domésticos y de Esparta sus
austeros establecimientos o instituciones, con lo que se
formaría una fuente de virtud para dar a la
República de la Gran Colombia una "…cuarta potestad
cuyo dominio sea la infancia y el corazón de los hombres,
el espíritu público, las buenas costumbres y la
moral Republicana".
Pero esta propuesta fue rechazada por los
constituyentes, quienes después de acalorados debates
decidieron que para su aplicación era necesario
"…consultar la opinión de los sabios de todos los
países por medio de la imprenta. Hacer algunos ensayos
parciales y reunir hechos que comprobasen las ventajas o los
perjuicios de esta nueva institución…" por lo que
se decretó que la propuesta del Poder Moral se publicase
como Apéndice de la Constitución
con la intención de que los ciudadanos del mundo pudiesen
considerarla y comunicasen sus opiniones.
Hoy día el Poder Moral, tan solo
en Venezuela, tras una espera de 180 años, es una
realidad, -¡es letra constitucional!- desde la
Constituyente de 1999. En ella se analizó y se tomó
la propuesta de Bolívar, por la gran necesidad de crear
instituciones que se ocupasen de velar por superar la deteriorada
salud moral de nuestro pueblo. Donde la realidad
sociopolítica de la Venezuela contemporánea nos ha
evidenciado "…que los vicios subsisten cuando la sociedad
no está alerta, y que la corrupción (…) el
tráfico de influencia, el peculado, florecen lo mismo en
las dictaduras que en las democracias".
Sobre la base de este señalamiento, ofrecido por
el Dr. Ramón J Velásquez, el cual compartimos, se
considera necesario observar que estos flagelos, han estado
presentes en la Venezuela de ayer al igual que están en la
Venezuela de hoy. Estos fueron uno de los tantos males que
enfrentó, enjuició y denunció el Libertador.
Contra los cuales tomó medidas considerables,
quizás algunas coherentes y otras pocas coherentes, pero
todas tras la búsqueda de subsanar tal situación,
es por ello su insistencia ante el Congreso Constituyente de
Angostura de la conjugación del Poder Moral con el
Educativo, indispensables para el buen ejercicio del gobierno.
Por ello señaló "la educación popular debe
ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso.
Moral y luces son los polos de una República, moral y
luces son nuestras primeras necesidades". Esta es una de las
ideas que hoy tienen mayor vigencia en nuestra contemporaneidad
y, a la cual se le ha dado vital importancia para la
refundación del país.
Más cuando se está plenamente convencido,
que el Libertador tenía absoluta razón al pensar y
hacer la autocrítica sociológica referente a la
forma de dominio o esclavitud, a la cual el "Pueblo Americano".
"uncido (…) al triple yugo de la ignorancia, de la
tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber,
ni poder, ni virtud".
Por ello, nuestro Libertador, entiende que para
construir una nueva Sociedad, con nuevos fundamentos,
exigía la aplicación de una nueva filosofía
educativa. "Él quería forjar una sociedad
más humana, en la cual el hombre no fuese un simple
instrumento de dominación política, y esto no es
posible sin la educación". Pero no era una
educación concebida de modo parcial, como mera
formación técnica, sino coma actividad integral, de
formación del ciudadano, donde participen como entes
directrices el Estado y la familia, pues el hombre es o
será lo que se haga de él en el sistema de
instrucción.
Por tal razón, el Libertador, entendió el
papel fundamental del binomio social moral y
luces, para la preparación del ciudadano. Por
ello Barboza de la Torre, al analizar el ideario educativo de
Bolívar, concluye que él, siempre
colocó:
…la moral exactamente al lado de la
Educación, al momento de hablarle a un Congreso
revolucionario constituyente, (…) y que lo dijese el
hombre fuerte y poderoso que tenía pendiente (sic) de la
cintura una espada, constituye un acontecimiento extraordinario,
donde el protagonista rutilaba ante ojos y oídos colmados
de asombro.
de cada uno de los asistentes a tal importante acto
constituyente. Quienes oyeron de boca del Libertador afirmar
que:
Por el engaño se nos ha dominado más que
por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien
que por la superstición. La esclavitud es la hija de las
tinieblas; un Pueblo ignorante es un instrumento ciego de su
propia destrucción…
Ambos conceptos: Moral y
Educación, expuestos ante el Congreso de
Angostura no han perdido vigencia. Y ellos van a ser, en lo
sucesivo una constante propuesta de Bolívar, en sus
escritos y discursos para el desarrollo del proyecto
legislativo.
Nuestro Libertador tuvo un concepto muy elevado de los
principios educativos y morales, para él, eran grandes y
significativos, de allí que en sus documentos sean estos,
eslabón principal de sus ideas.
Sus juicios en aspectos fundamentales del vivir
latinoamericano, mantienen actualidad y muchos de los problemas
que el Libertador tenía planteado como gobernante en 1819
o en 1827, siguen vigente. Por ello, se hace necesario recordar
que el Libertador Simón Bolívar con unja gran
claridad y proyección en el tiempo señaló:
"un pueblo pervertido si alcanza su Libertad muy pronto vuelve a
perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarle que la
felicidad consiste en la práctica de la
virtud…
El discurso muestra de forma diáfana el
pensamiento político del Libertador y el modo en que se
llevarían a la práctica gran parte de sus ideas. En
segundo término, el escrito permite despojar a
Bolívar de su halo de hombre de guerra, rampante a caballo
y espada, y lo convierte en un ideólogo, un pensador;
cualidad ésta que en cierto modo es la que tiene
más valor para la posteridad. Las gestas heroicas vienen y
van, pero las ideas son imperecederas y se tornan en los
móviles de las generaciones futuras.
Significado del
"término moral y luces son nuestras primeras
necesidades"
Decía que en definitiva todos los jóvenes
de éste país estamos llamados y obligados a prestar
esta lucha a favor de los de esta generación y los de las
futuras. Porque es el tiempo propicio, porque tenemos que velar
por nuestra seguridad como estudiantes y por la seguridad de los
que vendrán. La Universidad y las instituciones de
educación, son por esencia libres. Son los espacios donde
se forman los profesionales del país y es el campo laboral
quien decide de que manera quiere que sus trabajadores sean
formados de acuerdo a las aptitudes necesarias para el mercado,
en definitiva lo que hoy se demanda es la calidad. No puede nadie
implantar un sistema rígido a las universidades, pues sus
miembros no encontrarían el cauce para innovar y buscar
otros modos de llegar al conocimiento de la ciencia, de la
verdad, y como alguien me dijo alguna una vez: lo rígido
se parte.
ALCANCES DE LOS PRINCIPIOS Y PROPUESTAS MORAL Y LUCES
Y LOS AMBITOS DONDE SE MANIFIESTAN.
La educación es el valor invaluable que recibimos
de nuestros profesores y nuestros familiares, el cual tenemos la
responsabilidad de transmitir a los demás; de allí
el punto de partida para lograr el cambio justo y lograr una
sociedad capaz de enfrentar todos sus miedos sociales y poder
obtener todos los beneficios del trabajo plural en un contexto de
armonía y paz.
Es por ello hacemos una reflexión de uno de los
rasgos salientes de nuestra época es la falta de
responsabilidad que se ve en nuestros días. La
impresión general que produce la joven generación
contemporánea es la de no tomar nada en serio, la de no
cuidarse de guardar la palabra empeñada, ni de proseguir
las obras comenzadas.
No se valoriza cada cosa por su aspecto
intrínseco y, por lo tanto, no se le da el sitio que le
corresponde en una jerarquía de valores bien ordenada. Se
encarga a un joven la preparación de un círculo de
estudios, y no lo prepara o lo hace superficialmente para salir
del paso. ¿Cuántos se dan cuenta que este tema tal
vez no lo oirán más sus compañeros; que
quizás se alejarán de esa actividad al sentirse
defraudados en sus esperanzas de formación. La falta de
síntesis ideológica de la juventud moderna hace que
aborde la vida sin una orientación definida.
Hay, pues, que crear el culto de la responsabilidad.
Hacer consciente a cada joven y aún a cada niño,
que es una persona, que en sus manos hay latente un inmenso
poder, para el bien como para el mal, que así como los
átomos microscópicos son capaces de esa tremenda
energía cuando se la logra desencadenar, así ellos
también son potenciales de felicidad ajena,
Es por ello que lo educadores sea en casa o en la
escuela no deben dirigir si no enseñan a dirigir, si no
van entregando gradualmente la responsabilidad de sus acciones a
aquellos que la han de tener toda la vida. Es una horrenda
tragedia para un joven encontrarse de repente con su destino en
sus manos, sin haber hecho nunca antes la experiencia de su
propio gobierno; encontrarse en un momento frente a
responsabilidades sin haber tenido nunca ocasión de actuar
frente a los demás.
Es por ello que consideramos de suma importancia que
cada individuo sea capaz de conocer sus raíces culturales
e históricas y pueda asumirlas de la manera más
responsable para así poder dar ejemplos de
iconografía social. Con el verdadero valor que esta
merece, además abrir las puertas del saber, ya que
permitirá a la juventud aprender, convivir en una sociedad
plural y globalizada en la que la ciudadanía,
además de los aspectos civiles, políticos y
sociales que ha ido incorporando en etapas históricas
anteriores, incluya como referente la universalidad de los
derechos humanos que, reconociendo las diferencias, procuran la
cohesión social.
Componentes del
comportamiento humano dentro de la sociedad
La estructura social es el patrón de relaciones,
posiciones y número de personas que conforman la
organización social de una población, ya sea un
grupo pequeño o toda una sociedad. Las relaciones se dan
siempre que las personas se implican en patrones de
interacción continuada relativamente estable. Las
posiciones (estatus social) consisten en lugares reconocidos en
la red de relaciones sociales que llevan aparejadas expectativas
de comportamiento, llamadas roles. Normas y reglas son impuestas
para garantizar que se viva a la altura de las expectativas del
rol social, y se imponen sanciones positivas y negativas para
asegurar que se cumplan. Las normas y reglas son la
expresión observable de los valores de un sistema social
particular. Los roles, normas y valores deben integrarse en un
sistema para que éste sea completamente
funcional.
Una conducta humana se considera formal cuando en el
comportamiento se cumplen una serie de reglas reconocidas como
valiosas en una comunidad o sociedad. En las sociedades
occidentales, por ejemplo, se considera formal ser
explícito, determinado, preciso, serio, puntual. Esta
palabra tiene su base en la aplicación principalmente en
la conducta que tienen las personas con respecto a sus
valores.
La conducta humana es afectada por la herencia
genética y por la experiencia. Las formas en que las
personas se desarrollan se moldean por la experiencia y las
circunstancias sociales dentro del contexto de su potencial
genético heredado. La pregunta científica es
justamente de qué manera la experiencia y el potencial
hereditario interactúan para producir el comportamiento
humano.
Cada persona nace dentro de un ambiente social y
cultural familia, comunidad, clase social, idioma,
religión y a la larga desarrolla muchas relaciones
sociales. Las características del medio social de un
niño afectan la manera en que aprende a pensar y a
comportarse, por medio de la enseñanza, premios y
castigos, por ejemplo. Este ambiente incluye el hogar, la
escuela, el vecindario y quizá también las iglesias
locales y las dependencias encargadas de hacer cumplir la ley.
Asimismo, existen las interacciones más informales del
niño con amigos, otros compañeros, parientes, y
medios de comunicación y entretenimiento. No suele ser
predecible la manera en que los individuos responderán a
todas estas influencias, o cuál de ellas será
más fuerte. No obstante, hay cierta similitud sustancial
en la forma en que los individuos responden al mismo
patrón de influencias, o sea haber crecido en la misma
cultura. Además, las pautas de conducta inducidas por la
cultura, como los modelos de habla, el lenguaje corporal y las
formas de humor, llegan a arraigarse tan profundamente en la
mente humana que con frecuencia operan sin que los mismos
individuos estén muy conscientes de ellas.
Cada cultura tiene una red de patrones y significados
algo diferente: formas de ganarse la vida, sistemas de comercio y
gobierno, funciones sociales, religiones, tradiciones en vestido,
alimentos y artes, expectativas de conducta, actitudes hacia
otras culturas y creencias y valores sobre todas estas
actividades. Dentro de una gran sociedad puede haber muchos
grupos con subculturas muy distintas que se asocian con la
región, el origen étnico o la clase social. Si una
sola cultura domina en una vasta región, sus valores
pueden considerarse correctos y pueden promoverse, no sólo
por las familias y los grupos religiosos, sino también por
las escuelas y los gobiernos. Algunas subculturas pueden emerger
de entre categorías sociales especiales (como los hombres
de negocios y los criminales), algunas de las cuales pueden pasar
las fronteras nacionales (como las de los músicos y
científicos).
Justas o injustas, deseables o indeseables, las
distinciones sociales son una parte sobresaliente de casi toda
cultura. La forma de éstas varia con el lugar y tiempo,
incluyendo en ocasiones castas rígidas, jerarquías
tribales o de clan y a veces una clase social más
flexible. Las distinciones de clase se hacen sobre todo con base
en la riqueza, educación y ocupación; pero
también es probable que se asocien con otras diferencias
subculturales, como vestido, dialecto y actitudes hacia la
escuela y el trabajo. Estas distinciones económicas,
políticas y culturales se reconocen por casi todos los
miembros de una sociedad y algunos de ellos las
resienten.
La clase dentro de la cual nacen las personas afecta el
lenguaje, la dieta, los gustos e intereses que tendrán
cuando niños y, por consiguiente, influye en la manera en
que percibirán el mundo social. Además, la clase
determina qué presiones y oportunidades
experimentarán las personas y, por tanto, afectará
el rumbo que posiblemente tomen sus vidas, incluyendo
escolaridad, ocupación, matrimonio y modelo de vida. No
obstante, muchas personas viven vidas muy diferentes de las
normas de su clase.
La facilidad con la que alguien puede cambiar de clase
social varía enormemente con el tiempo y lugar. Durante la
mayor parte de la historia humana, los individuos han estado casi
seguros de vivir y morir en la clase donde nacieron. Los momentos
de gran movilidad ascendente han ocurrido cuando una sociedad se
ha encargado de nuevas empresas (por ejemplo, en el territorio o
la tecnología), por lo que ha necesitado más
personas en ocupaciones de clase más alta. En algunas
partes del mundo actual, un número cada vez más
grande de seres humanos están saliendo de la pobreza por
medio de la oportunidad educacional o económica, mientras
que en otras, altas cifras se están
empobreciendo.
Lo que se considera aceptable de la conducta humana
varía de una cultura a otra y de un tiempo a otro. Cada
grupo social ha aceptado, en general, gamas de comportamiento
para sus integrantes, quizá con algunas reglas especificas
para subgrupos como adultos y niños, hombres y mujeres,
artistas y atletas. La conducta inusual puede considerarse como
algo divertido, desagradable o delito castigable. Alguna conducta
normal en una cultura puede juzgarse inaceptable en otra. Por
ejemplo, el comportamiento agresivamente competitivo se considera
rudo en culturas altamente cooperativas. Por el contrario, en
algunas subculturas de una sociedad muy competitiva, como la de
los Estados Unidos, la falta de interés en la competencia
puede verse como algo discordante. Aunque el mundo tiene una
amplia diversidad de tradiciones culturales, hay algunos tipos de
conducta (como incesto, violencia contra la familia, robo y
violación) que se consideran inaceptables en casi todas
ellas.
Las consecuencias sociales que se consideran apropiadas
para la conducta inaceptable también varían
ampliamente entre las distintas sociedades y aun dentro de ellas.
El castigo a los criminales va desde multas o humillaciones hasta
encarcelamiento o exilio, desde palizas o mutilación hasta
la ejecución. La forma de castigo apropiado depende de las
teorías acerca de su propósito, ya sea para evitar
que el individuo repita el delito o para disuadir a otros de
cometerlo, o simplemente para causar sufrimiento por su propia
falta. El éxito del castigo para detener el crimen es
difícil de analizar, debido en parte a las limitaciones
éticas de experimentos que asignan diferentes castigos a
criminales similares, y en parte a causa de la dificultad de
mantener otros factores constantes.
Durante mucho tiempo, la tecnología ha
desempeñado un papel importante en la conducta humana. El
gran valor asignado a la nueva invención
tecnológica en muchas partes del mundo ha conducido a la
comunicación y los viajes cada vez más
rápidos y baratos, lo cual a su vez ha dado lugar a la
difusión pronta de modas e ideas en vestido, comida,
música y formas de recreación. Los libros, las
revistas, la radio y la televisión describen las maneras
para vestir, criar niños, ganar dinero, encontrar la
felicidad, casarse, cocinar y hacer el amor. De manera
implícita también promueven valores, aspiraciones y
prioridades mediante la descripción del comportamiento de
la gente, como niños, padres, maestros, políticos y
atletas, y las actitudes que muestran hacia la violencia, el
sexo, las minorías, las funciones de hombres y mujeres, y
la legalidad.
Fundamentación legal constitucional y
su vinculación con moral y luces
Frases como: "moral y luces son los polos de una
República; moral y luces son nuestras primeras
necesidades, sin moral republicana no puede haber gobierno libre,
se han convertido en banderas del ideario Bolivariano"…De
allí el formidable reto de formar ciudadanos…Fundamento
esencial de las Constituciones Venezolanas desde 1811 y que
recoge últimamente la Constitución de 1999, que
establece la educación no solo como u n derecho, sino
también como u n deber y un proceso fundamental para
alcanzar los fines esenciales del Estado ( artículos 3 y
102 Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela), donde la educación ciudadana adquiere estatus
constitucional. Dentro de ella la enseñanza de los
principios del ideario Bolivariano (art 108) conforma un mandato
Constitucional.
En interpretación Constitucional una de las
mayores prioridades del Estado es la formación ciudadana,
a través del fortalecimiento de conocimientos,
habilidades, actitudes y valores referidos a una
ciudadanía responsable y a la formación moral de
las personas, fundada en la educación en derechos
humanos.
Por otra parte la Ley Orgánica de
Educación señala que la educación
fomentará el desarrollo de una conciencia ciudadana para
la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente,
calidad de vida…, contribuirá a la formación
y capacitación de los equipos humanos necesarios para el
desarrollo del país y la promoción de los esfuerzos
creadores del pueblo venezolano hacia el logro de su desarrollo
integrar, autónomo e independiente.
El artículo 104 establece que la educación
estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de
comprobada idoneidad académica. El estado estimulara su
actualización permanente y les garantizará la
estabilidad en el ejercicio de la carrera docente, bien sea
pública o privada… en un régimen de trabajo
y nivel acorde con su elevada misión.
Moral y luces
como tercer motor en la educación
universitaria
Se considera que el pluralismo político, como
valor superior del ordenamiento jurídico de un Estado de
Derecho, basado en justicia social, se constituye en uno de los
obstáculos que el gobierno pretendió eliminar para
dar paso a un sistema político sustentado en la
hegemonía de una ideología que consagra el
pensamiento único.
Sobre este asunto es necesario considerar factores
derivados del denominado "Tercer Motor de la Revolución,
Moral y Luces". Se aprecia el objetivo oficial para constituir
una inmensa escuela de cuadros para la promoción del
Socialismo del Siglo XXI, con los mismos procedimientos
utilizados en otras instituciones del Poder
Público.
Para el caso de la autonomía universitaria, se
propuso en el Proyecto de Reforma Constitucional cambiar el
contenido del Art. 109 de la vigente Constitución Nacional
para modificar la composición del claustro, sin fundamento
académico alguno, solo por el interés oficial de
intentar forzar una correlación de fuerza que le resultare
favorable.
Las funciones y los índices mediante los cuales
las universidades exhiben su excelencia no pueden estar
divorciados de las prioridades definidas por el gobierno,
desdeña la productividad académica que sólo
se mide por publicaciones o patentes sin ponderar cuan
pertinentes son éstas al desarrollo del país. Para
que la universidad se vincule con la realidad descubierta por los
funcionarios de los ministerios respectivos, debe legislarse para
que en el marco de la autonomía que las caracteriza las
instituciones de educación superior redefinan sus
prioridades en materia de investigación, extensión
y docencia. Es fácil colegir los nuevos indicadores que
valoraran a las universidades nacionales.
Por otra parte, para erradicar la exclusión
social debe substraerse de las universidades la discrecionalidad
para seleccionar sus estudiantes porque algunas instituciones de
educación superior le dificultan al Estado cumplirle a los
ciudadanos el disfrute de su derecho constitucional al
estudio.
Este motor es con el objetivo de transformar la
educación en una herramienta de desarrollo que fomente la
integración social en Venezuela, que nos aliente la
expectativa de construir una nueva educación, en donde se
formen nuevos hombres y mujeres, que formulen y acuerden
propuestas para que la sociedad venezolana se reúna en
torno a proyectos transformadores y ofrezcan alternativas que
apunten al fortalecimiento de sueños colectivos que cada
día se acerca más a lo palpable y en su definitiva
a la inclusión de los gritos pocos escuchados. A veces se
habla de transformar y lo que tomamos en cuenta para tal fin son
los procesos administrativos, pero vienen emergiendo nueva
propuesta que van a la necesidad del cambio, hacia impulsar una
tarea transformadora.
Esta nueva gestión en manos de los ministros del
poder popular para la educación, deben seguir su rumbo
hacia la participación protagónica de los autores
educativos-comunitarios, en lo político, administrativo,
credencial, pedagógico, formativo, brindándoles
espacios para su formación y organización dentro de
una estructura flexible y democrática como miembros activo
de la sociedad venezolana. Para el logro de estos fines es
necesario el desarrollo de una gestión educativa en donde
prevalezcan los principios:
Solidaridad: basado en el compartir de ideas, intereses
y necesidades de una manera colectiva superando las conductas
egoístas e individualistas en cuanto al educativo,
pedagógico, gerencial y comunitario.
Cooperación: generando la colaboración en
el trabajo para su realización en equipo, delegando
funciones, asumiendo compromisos de acuerdo a las necesidades y
realidad circundante.
Participación: mediante el ejercicio de la
ciudadanía, interviniendo activamente en la
planificación, ejecución, evaluación y
control de las políticas de educación en las
escuelas, liceos, universidades y en las comunidades.
Protagonismo: ejercido mediante el liderazgo individual
y colectivo como autores activos en los debates, discusiones,
intercambios de experiencias y construcción de
conocimientos relacionados con la organización,
comunicación, investigación y formación,
donde todos y todas son responsables y aprenden ejerciendo la
soberanía cognitiva.
Corresponsabilidad: basada en la relación
familia-instituciones-comunidad, para el funcionamiento educativo
y de gobernabilidad autónoma, humanista y sostenible
reflejada en el compartir de responsabilidad en cuanto al
funcionamiento estudiantil popular, en los aspectos relacionados
con la administración, organización,
currículo, cuido y mantenimiento de la planta
física y la gerencia compartida, horizontal, de
participación y con sentido de pertenencia.
Autogestión: sustentada en la capacidad de
decidir qué queremos, y cómo hacerlo de manera
colectiva y organizada, que traerían beneficios a todos y
todas de una manera justa, equitativa y productiva con la
participación articulada
estado-familia-sociedad-comunidad, para el bien
común.
Autonomía: basada en la tarea de decisiones
individuales y colectivas de manera consensuada surgida del
diálogo, del debate, la reflexión, el intercambio y
la puesta en común de lo que mejor nos conviene a todos y
todas.
De tal análisis se desprende fácilmente
cuál es la tarea fundamental de los ministros de
educación, que deben orientar su acción y que la
misma se debe concretar en el objetivo fundamental de contribuir
a conformar en el proceso educativo una concepción
transformadora, que conduzca a una resolución de la misma
naturaleza, que se exprese de manera general en toda la sociedad
venezolana.
Conclusiones
El reto de los venezolanos, es construir otra cultura.
Si no lo hacemos estamos irremediablemente condenados a seguir
repitiendo modelos que nos consumen, distintos a la realidad
venezolana. Este reto es el de construir el otro mundo posible,
que está al voltear la esquina, en donde todos los
venezolanos tengamos iguales oportunidades, y el paso a seguir
para lograr tal fin, es el de lograr establecer una comunidad en
donde todos los venezolanos puedan sentirse pares,
iguales.
El tercer Moral y Luces se desarrolla con el objetivo de
transformar la educación en una herramienta de desarrollo
que fomente la integración social en Venezuela, que
aliente la expectativa de construir una nueva educación,
en donde se formen nuevos hombres y mujeres, que formulen y
acuerden propuestas para que la sociedad venezolana se
reúna en torno a proyectos transformadores y ofrezcan
alternativas que apunten al fortalecimiento de sueños
colectivos que cada día se acerca más a lo palpable
y en su definitiva a la inclusión de los gritos pocos
escuchados.
Se habla de transformar y se toman en cuenta para tal
fin los procesos administrativos, pero vienen emergiendo nuevas
propuestas que van a la necesidad del cambio, hacia impulsar una
tarea transformadora. Esta nueva gestión en manos de los
ministros del poder popular para la educación, deben
seguir su rumbo hacia la participación protagónica
de los autores educativos-comunitarios, en lo político,
administrativo, credencial, pedagógico, formativo,
brindándoles espacios para su formación y
organización dentro de una estructura flexible y
democrática como miembros activo de la sociedad
venezolana.
Referencias
bibliográficas
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educación superior y la revolución bolivariana.
Caracas: Ediciones FACES/UCV.
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Tünnermann, C. (2007). El Pensamiento
Pedagógico de Bolívar. Managua: Autor.
Autor:
Carla Santaella
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
SIMÓN RODRÍGUEZ
NÚCLEO APURE
Biruaca, Junio 2.011